lunes, 28 de diciembre de 2009

¡Ay si Azaña y Ortega levantaran la cabeza!

Qué momento más triste, Nicolás. Según la última encuesta del CIS, para unos cuantos millones de personas la política no es la solución, sino el problema. Es la tercera preocupación de los españoles; incluso por delante del terrorismo. Un dato impensable e imposible en cualquier democracia que funcione medianamente bien

Las fuerzas políticas -unas más que otras y quizás con excepciones- están imponiendo en el día a día una manera de hacer política tan sectaria y crispante, que es la propia política la que queda malparada. Es como si ya no contaran los programas, las propuestas y los argumentos y lo prioritario, o casi único, fuera descalificar al contrario, tirarse los trastos a la cabeza y ver quien le echa más mierda al otro.

Esta política tan mezquina, lo contamina todo y engulla y devora cualquier debate serio, propuesta o Ley que se cruce por el camino. Y, si siempre es lamentable una deriva así, mucho más lo es en estos momentos, con dos crisis encima, la general y la propia del ladrillo, que no demandan precisamente reyerta política, sino todo lo contrario, las renuncias partidarias necesarias, para que sea posible un pacto anticrisis entre adversarios políticos, que facilite poder salir de ella cuanto antes y lo mejor posible. Es lo que precisa y quiere la mayoría de la sociedad, pero que no se le da. De ahí, Nicolás, el rechazo y antipatía creciente hacia la política que se está generando en la gente, cuyo alcance no te lo digo yo, te lo dicen las encuestas.

Pero esta desafección social hacia la política, no ha surgido de súbito, sino que viene produciéndose desde hace mucho tiempo, y no sólo por la forma de hacer política, que por supuesto, sino también como consecuencia de la tremenda burocratización que ésta ha adquirido y por la ausencia de mecanismos de participación política desde la base, que ni siquiera se da, salvo excepciones, dentro de los propios partidos. Pero esto, Nico, es muy largo de explicar y hay que racionarlo. De momento quédate con la idea.

Descartadas por abominables las dictaduras y los regímenes de presidencialismo populachero y totalitario, y a la espera de que puedan surgir referentes en alguna parte de democracias más justas y auténticas que el modelo occidental; sólo nos queda, por ahora asidnos a este viejo sistema de democracia que, como definen muchos teóricos de la cosa pública es, pese a todo, la única opción menos mala de las conocidas; pero que, sin embargo, está poniendo en peligro nuestra clase política con su decepcionante comportamiento, ya que a las posturas totalitarias, revestidas de populismo o no, se les está sirviendo en bandeja lo que precisan para prosperar: el desencanto ciudadano.

Hay mucha tela que cortar, Nicolás. Por mi parte, me gustaría seguir hablando del tema, pero orientándolo todo hacia la sugerencia de ideas para cambiar las formas de ejercer la política y mejorar la calidad de la democracia, que es por donde pasa la solución.

Cómo me acuerdo ahora, Nicolás, del libro: “Dos Visiones de España” que te regalé, en el que se recoge el debate parlamentario entre Azaña y Ortega y Gasset. ¿Recuerdas la altitud de miras, riqueza de argumentos y ausencia de descalificaciones mezquinas con que defendían sus propuestas y dirimían sus diferencias? Con ellos al frente, Nicolás, no se habría llegado nunca a una política tan crispante y tan de bajos vuelos

sábado, 19 de diciembre de 2009

Por la dignidad de la vida en el campo (Despoblación II)

Me dices que compartes la anterior, pues venga: sigamos y comentemos cómo se las arreglaron para vaciar los pueblos de gente y hacinarnos a todos en las colmenas de los barrios dormitorio de las ciudades.

Tras la guerra, y según se iba tecnificando el campo, cada vez sobraba más gente en los pueblos. Y mira por donde, todo ese sobrante era mano de obra que precisaba el capital en la ciudad; de ahí que, amparados en su régimen totalitario, buscaran las maneras de acelerar el proceso de dejar los pueblos vacíos de gente, creando unas bases subjetivas alienantes que estimularan el éxodo masivo y que no se sintiera el mismo como un trauma, sino como una marcha hacia el paraíso, o casi.

Sublimaron la propaganda sobre las excelencias de la vida en la ciudad, desprestigiaron en la misma medida la vida del campo, promocionaron el seiscientos y el cutis fino como símbolos del mejor vivir y del progreso en la capital y la figura del paleto con su cara ennegrecida y curtida, como icono de ignorancia, brutalidad, incultura y de vida inferior llena de penalidades, lograron que ambas propagandas calaran en la población y, puestas las cosas así, pues nada, todos pallá, y paleto el que se quede.

Merced a esa superestructura propagandística también articulada, consiguieron al cien por cien los objetivos que pretendían de nosotros; consiguieron que superáramos sin traumas aparentes, el dejar atrás raíces, vivencias, costumbres, familia, amigos, libertad, etc. y que, como unos jabatos/as, aceptáramos con enajenada satisfacción ser almacenados en los barrios dormitorios entre enjambres de desconocidos, hacernos amigos del despertador y de la máquina de fichar, asimilar el trabajo en cadena y robotizado, asumir los agobios y los atascos con santa resignación, aprender a endeudarnos con préstamos para vivienda y coche, anhelar las horas extraordinarias para aligerar deudas y, en fin, toda una retahíla de cambios “altamente gratificantes.”

Y así fue como el mundo rural se quedó sin gente, sin posibilidades de un desarrollo paralelo al de la agricultura y, para colmo, con su dignidad pisoteada y humillada a través de una propaganda que parece que nadie dirigía, pero que por toda España corría. Y tanto caló la vejación, que parecía que no habido existido nunca agricultura ni ganadería, ya que nadie reconocía haber arado o cuidado animales, porque a quien osaba decirlo se le tildaba de paleto y ya iba apañado. Es decir, se nos llevaron a la capital a engordarles su cartera y, encima, denigraron la vida de nuestros pueblos y la imagen de sus gentes, o sea a nosotros mismos, hasta el extremo de tener que ocultar por miedo al rechazo social la procedencia de nuestras honestas y dignísimas raíces de arado y morral.

Así que, Nico, para repoblar nuestros pueblos, no sólo necesitamos planes integrales, que por supuesto, sino a la par una tarea permanente de recuperación de la dignidad y el orgullo de la vida en el mundo rural, que no es mejor ni peor que la de la ciudad, sino muy distinta y, en cualquier caso, incomparable y única para quienes nos gusta vivir en campo, que leches.

lunes, 14 de diciembre de 2009

El por qué del brutal desequilibrio ciudad-campo (Despoblación I)

Sin perjuicio de seguir comentando la actualidad, Nicolás, creo que debemos retomar lo que es entre nosotros la preocupación principal; esto es, analizar el hecho de la despoblación y exponer ideas que puedan ser valiosas para invertir la tendencia y recuperar población; todo ello, visto desde las necesidades de nuestra comarca de Molina. Y como el asunto lo vamos a tratar desde distintos ángulos y en varias cartas relacionadas entre sí, si te parece, a todas las que se refieran directamente a esta cuestión, les agreguemos la palabra: Despoblación. ¿De acuerdo?

Pues bien, vayamos ya al grano y empecemos por constatar que la despoblación del mundo rural de nuestro país, se ha producido de un modo salvaje en contraste con las democracias europeas, cuyo fenómeno fue de proporciones infinitamente menores. La causa de ese antagonismo es que, mientras en aquellas, se llevó a acabo a su debido tiempo un proceso de industrialización, que abarcó también a las áreas rurales; en nuestro país, por el contrario, se llegó tarde y mal a todos los cambios (revolución burguesa, revolución industrial, tecnificación…) y, además, salvo dignos intentos, siempre sofocados por las fuerzas más reaccionarias, nunca se tuvo la voluntad de promover la industria y el comercio en el mundo rural, a pesar de la excelente oportunidad que brindaba el contar con un campo tan rico en materias primas.

Y si las cosas venían ya torcidas, no se iban a enderezar precisamente en la época franquista, donde al amparo de un régimen totalitario, campó a sus anchas un capitalismo financiero y monopolista voraz que, entre sus estragos socioeconómicos, el mayor de todos fue la total marginación del campo, cuyo mejor paradigma lo tenemos en la Andalucía de los terratenientes, que en vez de utilizar su dinero para modernizar sus latifundios y crear empresas en su Región, incluidas las derivadas de los productos del campo, se fueron a las grandes urbes con su capital a formar parte del entramado financiero y especulativo del capitalismo de este país, empujando a los jornaleros a una emigración masiva, principalmente a Cataluña.

Los resultados de una y otra política están a la vista: En Europa los únicos desequilibrios poblacionales dignos de mención, se derivan de condiciones orográficas o climatológicas muy adversas, mientras que en nuestro país, se ha quedado sin gente toda la basta superficie rural de la España interior, sin que mediaran esos imponderables físicos. En Europa se ha podido reabsorber la población sobrante que iba generando la tecnificación de la agricultura de un modo racional y sin necesidad de grandes huidas hacia las grandes urbes, mientras que en España se resolvió mediante un brutal y masivo éxodo del campo hacia la ciudad, ya que las áreas rurales no las habían preparado para ofrecer soluciones alternativas. Y, consecuencia de ello es, que seamos de una manera abismal, el país de Europa que tiene el desequilibrio poblacional más salvaje entre la ciudad y el campo.

Quizás pienses, Nico, que sobraba esta carta, que a vuela pluma te escribo, pues se que los dos coincidíamos a priori y en general, en los orígenes de la despoblación del mundo rural en España; pero si vamos a seguir hablando de ello con la profundidad y seriedad que nos proponemos, lo mejor era -me parecía a mí- empezar por refrescar los antecedentes. Seguiremos con el tema.

El brutal desequilibrio entre la ciudad y el campo

Sin perjuicio de seguir comentando la actualidad, Nicolás, creo que debemos retomar lo que es entre nosotros la preocupación principal; esto es, analizar el hecho de la despoblación y exponer ideas que puedan ser valiosas para invertir la tendencia y recuperar población; todo ello visto desde las necesidades de nuestra comarca de Molina.

Y como el asunto lo vamos a tratar desde distintos ángulos y a través de varias cartas, que seguramente tendrán relación entre sí y habrá que repasar de vez en cuando, pues lo mejor será, si te parece, que a todas las que se refieran directamente a esta cuestión, les agreguemos el subtítulo: Despoblación. ¿De acuerdo?

Pues bien, vayamos ya al grano y empecemos por constatar que la despoblación de nuestro país, se ha producido de un modo mucho más salvaje que en las democracias europeas. La principal causa de tan colosal antagonismo radica en que, mientras en aquellas se llevó a acabo a su debido tiempo un proceso de industrialización, que abarcó también a las áreas rurales; en nuestro país, por el contrario, se llegó tarde y mal a todos los cambios (revolución burguesa, revolución industrial, tecnificación…) y, además, nunca se tuvo la voluntad de promover la industria y el comercio en el mundo rural, a pesar de la excelente oportunidad que brindaba el contar con un campo tan rico en materias primas. Digo, nunca, porque estoy hablando genéricamente, aunque es de justicia no olvidar, que hubo momentos, siempre sofocados, en los que gentes de progreso y de bien intentaron la modernización del campo y la reforma agria.

Y si las cosas venían torcidas, no se enderezaron precisamente en la época franquista, donde al amparo de un régimen totalitario, campó a sus anchas un capitalismo financiero y monopolista voraz, que entre sus estragos socioeconómicos, el mayor de todos fue la margnización total del campo; cuyo mejor paradigma lo tenemos en la Andalucía de los terratenientes, que en vez de utilizar su dinero para modernizar sus latifundios y para crear empresas en su Región, incluidas las derivadas de los productos del campo, se fueron con su capital a las grandes urbes a formar parte de la red financiera y especulativa del capitalismo de este país, obligando a los jornaleros andaluces a emigrar masivamente, principalmente hacia Cataluña.

Los resultados de una y otra política están a la vista: En Europa los únicos desequilibrios poblacionales dignos de mención, se derivan de condiciones orográficas o climatológicas muy adversas, mientras que en nuestro país, se ha quedado sin gente toda la basta superficie rural de la España interior, sin que mediaran esos imponderables físicos. En Europa se pudo reabsorber la población sobrante que iba generando la tecnificación de la agricultura de un modo racional y sin necesidad de espectaculares huidas a las grandes urbes, mientras que en España se resolvió mediante un brutal y masivo éxodo del campo hacia la ciudad, ya que el campo no lo habían preparado para ofrecer soluciones alternativas. Y, consecuencia de ello es, que seamos de una manera abismal, el país de Europa que tiene el desequilibrio poblacional más bestial y escandaloso entre la ciudad y el campo.

Quizás pienses, Nico, que estaba de más esta carta, que a vuela pluma te escribo, pues se que los dos coincidíamos a priori y en general en los orígenes de la despoblación del mundo rural en España; pero si vamos a seguir hablando de ello con la profundidad y seriedad que nos hemos propuesto, lo mejor era -me parecía a mí- empezar por refrescar los antecedentes. Seguiremos con el tema.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Datos que hablan por sí solos

La tuya me indica, que en esto de la marca turística andas un poco perdido. Este asunto, ciertamente, es más complejo que otros de los que hemos hablado, ya que está por medio la JCCM tratando de confundir para evitar que se perciba lo menos posible el alcance de la faena que acaban de hacerle a la comarca. 

Pero la fórmula para aclarase es la de siempre: ir a los hechos y separar el grano de la paja. Y el primer hecho apabullante es, el que indican los números que te pongo delante de los ojos relativos a la inversión pública en promoción y dinamización turística en distintas áreas de esta comarca, que han realizado en todo lo que va de siglo XXI. Estos son en cifras redondas: Con destino al Alto Tajo, 6.900.000 euros, que serían 9.400.000, si contara los dos millones y medio del el Fondo Verde que reciben en exclusiva los municipios encuadrados en esa parte de la comarca. Con destino a Molina ciudad, 280.000 euros, o sea, veinticinco veces menos que el Alto Tajo. Y con destino al área de los otros casi sesenta pueblos de la comarca, ajo y agua, es decir, cero eurosSí, Nico, sí, arbitrario, sectario, escandaloso y lo que tú quieras, pero cierto. Y si necesitas el desglose de costes por conceptos, te lo puedo mandar. 

El segundo hecho, complementario del primero, es que la marca turística Molina y Alto Tajo que simulan haber puesto ahora en el mercado, era una criatura que llevaba ya varios años por el mundo y lo único que han hecho ahora es vestirla de largo. Todo ese afán de bautizar como comarca Molina y Alto Tajo o Alto Tajo a secas a todo lo que ellos pudieran tutelar en esta tierra, no era inocente, sino el elemento necesario para que fuéramos asimilando como quien no quiere la cosa, la arbitraria imagen de comarca turística que nos vienen imponiendo de hecho y que pretenden perpetuar. 

Con su Molina Alto Tajo a cuestas, nacieron la asociación promotora del Leader creada en 2002 y, asimismo, la única asociación de turismo de ámbito comarcal, que hay en la zona. De la misma denominación están inundadas las páginas de la JCCM y con análoga cantinela nos viene mareando una y otra vez los principales voceros del gobierno regional. 

Para remachar, sacan meses atrás, una página Web con idéntica denominación. Y para mayor redundancia, tienen decidido desde hace tiempo ponerle al parador de Molina, Puerta de desvío del turismo hacia el Alto Tajo. Perdón, Nico, quiero decir: Puerta del Alto Tajo. Tercer hecho, el compromiso alcanzado por La Otra Guadalajara con la JCCM de hacer y promocionar una marca turística que fuera representativa de toda la comarca y de todo su turismo, era el paso necesario a dar, y no sólo para poner fin a tanta arbitrariedad efectuada con el dinero público de todos, sino porque es lo que precisa la comarca-¡toda la comarca!- con suma urgencia, ya que se trata de un producto en alza, que es, con mucho, el principal recurso al que acogerse para intentar invertir la tendencia ante la crítica situación de despoblación.

Sólo hace falta utilizar el sentido común, para darse cuenta que la oferta turística es infinitamente más atrayente, promocionando el rico y variado turismo de toda la zona en conjunto, que siguiendo con la reducida oferta de un sólo componente, el paisaje, y en una sola parte, el Alto Tajo. Y si es mucho más rica, completa y atrayente para toda la comarca, también lo es para la parte del Alto Tajo. Por todo esto, la ruptura de la JCCM con el compromiso adquirido, con el fin proseguir con la nefasta y arbitraria política que viene haciendo, es un paso atrás de muy graves consecuencias para toda la comarca, aunque para unas partes, mucho más que para otras.
 
Una aclaración formal: Es evidente que la naturaleza del compromiso entre La Otra Guadalajara y la JCCM resaltado en el párrafo anterior, obligaba a circunscribir el nombre de la marca exclusivamente a aquellas denominaciones que fueran representativas y globalizadoras de toda la comarca, fuese Señorío de Molina, Tierra Molina, Tierra y Señorío de Molina u otras genéricas semejantes. Y por la misma naturaleza del acuerdo, excluía todos los nombres que representaran tomar una parte de la comarca por el todo de la misma e imponer una de sus áreas en detrimento de otras, que es lo que ha hecho la JCCM con su marca Molina y Alto Tajo, por lo cual, no puede estar más claro su incumplimiento del compromiso adquirido; algo que puede entender hasta el más membrillo de los mortales. 
 Espero que esta carta te haya ayudado a forjarte una idea del por qué la JCCM se ha echado para atrás en su compromiso con la Otra Guadalajara y de las negativas consecuencias que ello va a tener para nuestra tierra. Pero el Molina y Alto Tajo tiene, además, otro lado del asunto muy feo, que se inscribe en el contesto de una denodada lucha por acabar con la identidad de esta comarca, de lo cual, ya te hablaré otro día.

martes, 1 de diciembre de 2009

Artículo de Carlos Sanz Establés

Cambio de idea, Nicolás. Hoy te mando este artículo-un poco largo, pero vale la pena leerlo- publicado en Tierra Molinesa por Carlos Sanz Establés, Escritor y periodista; Vicesecretario de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, Presidente de la Asociación de Prensa de Guadalajara y nativo de Cubillejo de la Sierra. Otro día te hablaré de lo te dije en la carta anterior

"TAJO, GALLO, MESA Y PIEDRA"

"Mírese como se quiera, no importa; lo de la Junta de Comunidades con Molina de Aragón y su Señorío, es decir, su Comunidad histórica, o comarca, o partido judicial, o conjunto de pueblos de un territorio determinado y mencionado en el Estatuto de Autonomía, es una relación de amor y odio, a partes iguales, o tal vez un querer y no acertar nunca, simplemente por falta de sensibilidad hacia la diversidad de una tierra, ni mejor ni peor que otra de Castilla-La Mancha, pero sí distinta, diferente, tal y como lo atestigua la mención expresa que se hizo hace años en el Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha y que parece servir para poco. Si hubiese sensibilidad, algo de sensibilidad de verdad y no sólo de cara a la galería, bastaría con recordar levemente esa mención explícita al hecho histórico molinés en el Estatuto para evitar algunos errores de bulto que se cometen con esta tierra castellana. El último, la marca turística definida bajo el nombre Molina y Alto Tajo.

La marca turística exclusiva de la comarca nace como atención a una de las reivindicaciones del movimiento ciudadano La Otra Guadalajara, que, entre sus méritos, cabe destacar el estado de nervios generalizado que ha provocado en buena parte de la clase política, lo cual, así, de entrada, además de ser muy divertido está siendo muy positivo para el Señorío de Molina. Y si bien nadie debería dudar de la buena voluntad de la Junta de Barreda con esta iniciativa, al final el resultado ha acabado cabreando a los molineses de La Otra Guadalajara, y a otros muchos, y volviéndose en contra de la propia Junta, porque, una vez más, se ha hecho con criterios ajenos a la realidad de la comarca, a sus necesidades, a su tradición y concepto histórico, es decir, ha vuelto a hacerse por pura mecánica política, sin convencimiento alguno en lo que se hace, sin sensibilidad y, probablemente, bajo la dirección técnica de alguna empresa especializada que no sabe nada del Señorío de Molina, de sus sexmas, de sus gentes, de sus sentimientos, que a fin de cuentas, esto también es un problema de sentimientos.

Alguien podrá acabar creyendo, y está en su derecho, que, en realidad, se trata de una buena iniciativa muy bien gestionada y que aquellos que se oponen a la marca Molina y Alto Tajo son algunos chalados con tendencias separatistas y hasta mentalidad medieval. Y con eso se autoconvencen, pues bien está. Pero a todos nos resultaría extraño que la marca España sea vendida en el extranjero con una parte de la misma, aunque fuera utilizando para ello la admirada Andalucía, la verde Asturias o la moderna Cataluña, nadie lo entendería. Como tampoco se entiende en Guadalajara que nos confundan con La Mancha. Pues bien, muchos no entienden en Molina que se pretenda confundir la parte con el todo, que se desprecie el rico norte molinés con su románico rural, el valle del Mesa, las casonas molinesas de la agrícola sexma del Campo, los singulares y espectaculares yacimientos celtibéricos que se extienden por toda la comarca, el río Gallo, el barranco de la Hoz, el monumento natural de la Sierra de Caldereros, el castillo de Zafra, el río Piedra, y esto, en verdad, es un pecado del que nadie en Molina debería ser cómplice.

La comarca de Molina de Aragón no es sólo Molina, la capital, y el Alto Tajo, es eso, sí, pero mucho más que eso. Hubiera bastado que los responsables de esta iniciativa conociesen la mención expresa del hecho histórico molinés en el Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha para darse cuenta de esa realidad, de que la historia, la cultura, las tradiciones, la gastronomía, la arquitectura religiosa, la arquitectura civil y militar, el patrimonio natural del Alto Tajo, del Sabinar, del Mesa o de Caldereros, que los espacios naturales del Gallo, el Piedra o el Mesa, todas estas cosas que tanto juegan a favor del turismo, están unidas indisolublemente a todo una comarca, a la Comunidad de Molina, a Tierra Molina, a Tierra de Molina, a Tierra Molinesa, al Señorío de Molina –si, señores, si, el Señorío de Molina o el Reino de España, ¿Por qué nos cuesta tanto hablar con propiedad de estas realidades?-, para haber hecho las cosas de otra manera sin necesidad de que el movimiento La Otra Guadalajara hubiera tenido que dirigirse primero por carta a José Maria Barreda, advirtiéndole incluso ante de producirse, con muy poco éxito por cierto, de este error, y después en un comunicado público rechazando la propuesta de marca turística para la comarca molinesa. 
Carlos Sanz.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Malas noticas, Nicolás

Malas noticias esta vez, Nicolás:

La marca turística Molina y Alto Tajo que la Junta de Comunidades acaba de presentar a los medios desde la lejanía de Guadalajara, es un revés muy serio para una comarca como la nuestra, que no está precisamente para que le hagan malas faenas, y menos con dinero público, sino muy necesitada de actuaciones positivas solidarias. 

Hay mucho que decir sobre el asunto y te lo contaré todo, no te preocupes. Pero déjame situar muy a grandes rasgos a los lectores del blog que no conocen nuestra comarca, para que nos puedan seguir mejor. Déjame que la misiva, esta vez, sea para ellos Y bien, lo primero que quiero decirles es que el Alto Tajo no está fuera de la comarca de Molina como puede interpretarse del nombre de la marca, sino que ha sido y es una parte de la misma. También les informo de que aparte de Alto Tajo y de la ciudad de Molina –así denominamos por aquí a nuestro lugar cabecera- hay casi sesenta pueblos más que forman parte de esta Comarca, pero que no están ubicados en el área Alto Tajo ni son la ciudad de Molina, los cuales han quedado excluidos radicalmente de la promoción turística que representa la citada marca. 

Y no será porque esta basta superficie marginada turísticamente por la Junta de Comunidades, no tenga nada que ofrecer; que no es así. Muy por el contrario, aporta una buena parte del producto turístico del conjunto de la zona, que no sólo es paisaje, ni el mismo está sólo en el Alto Tajo; es también patrimonio, arquitectura, cultura, fauna y mucho más, cuya variedad, es precisamente lo que completa la oferta turística de la comarca y hace mucho más rico y atractivo el producto. 

Por otra parte, en una comarca tan despoblada como la nuestra, todos los pueblos necesitan por igual aprovechar el recurso del turismo para fijar población, y la Junta de Comunidades no puede utilizar el dinero público para promocionar arbitrariamente una parte del territorio, a la par que le cierra las puertas a otra parte del mismo, dentro de la misma comarca. Todos los pueblos están igual de precisados, todos tienen los mismos derechos y todos aportan riqueza y variedad turística que, juntada y bien promocionada toda ella, a nadie perjudica y a todos favorece. 

Sirvan estas pinceladas como introducción al tema del turismo, del que vamos a hablar mucho más. Tanto como sea necesario. El lunes mismo o a lo más tardar el martes, te envío otra carta explicándote sin tapujos los antecedentes y datos que han dado lugar a que el proceso de dinamización turística en la zona la hayan culminado con la fijación de una marca tan sectaria y excluyente.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Rato y Solbes: Dos bluffs en el vientre de una burbuja

Ya sabes, Nico, cuando se generaba empleo merced a la burbuja de la construcción los partidos gobernantes sacaban pecho y atribuían el mérito a su buena gestión económica y nos presentaban a sus ministros de economía como verdaderos cerebros del éxito. 

Pues bien, hete aquí, que pincha la burbuja y salen de su vientre dos inmensos bluffs que se evaporan sin dejar rastro. Ocurre, Nico, que cuando se retiraron los escombros de la burbuja de la construcción, quedó al descubierto que estos superministros de rimbombancia y marketing y sus gobiernos, no habían hecho nada de mérito en este campo o, al menos, no lo principal, que era gestar a la mayor velocidad y desde el primer momento un nuevo modelo económico, para que cuando estallara la subsudicha, estuviéramos preparados y evitar así lo más posible esta sangría de desempleo, parte del cual proviene de la crisis general, ciertamente; pero otra parte, de la inoperancia de estos dos ministros engaño que en vez de dedicarse a crear el nuevo modelo económico, se inhibieron de todo, ya que una burbuja estaba haciendo el trabajo por ellos.

Ahora dicen que va en serio lo del nuevo modelo, y vale. Pero ¿y el tiempo perdido? ¿y las consecuencias que está teniendo? Y pensar, Nico, que toda una cohorte de ilustrados tertulianos y plumíferos, han dicho y escrito millones y millones de palabras loando a los dos superministros. Y pensar que el trabajo de una burbuja ha sido parte esencial del programa electoral de los principales partidos durante varios años. Y pensar que todo esto ha ocurrido a sabiendas de que la burbuja acabaría estallando ¡Qué país, Nico, qué país!

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Un comercio asfixiado por dos crisis a la vez

Hoy, Nicolás, quiero hablarte del eslabón más débil de la cadena, del sector más acuciado; hoy quiero hablarte del comercio de nuestra comarca. Hoy te hablo de un sector con claros signos de agonía, que se debate entre la necesidad de subsistir, porque de algo hay que vivir, y el riesgo de echar el candado, porque no salen las cuentas. 

De un sector que abarca a todos los que dependen del consumo local y zonal, que ya venía padeciendo una crisis aguda y permanente a causa de la despoblación que no cesa, de un sector al que se le han juntado dos crisis a la vez, la que ya tenía y la general que ha llegado ahora. Sí, Nicolás, sí: dos crisis a la vez. Dos crisis juntas, a las que es imposible hacerles frente, si no se toman medias especiales y rápidas. Es como la gripe A. Si nos alcanza a quienes estamos sanos, pues pasamos unos días malos y a correr, pero si la cogen personas que ya vienen padeciendo enfermedades crónicas, el riesgo es mucho mayor y precisan de cuidados y tratamientos especiales para combatirla 

Hoy te hablo, Nicolás, de un conjunto de pequeños negocios, de cada uno de los cuales depende una familia entera y de unos cuantos de ellos, los más grandes, varias. Te hablo de una gente, que no puede hacerse planes de futuro, porque su propio presente se ha convertido en un verdadero enigma, cuya incertidumbre no proviene tanto de no saber qué pasará si las cosas siguen así (subsistir mientras sea posible y cuando no, cerrar), como de no saber si se tomarán o no se tomarán las medidas que la crítica situación exige y si se iniciarán o no se iniciarán a tiempo 

Recetas milagrosas para abordar una doble crisis como ésta, puede que no haya, pero proceder como si no ocurriera nada gravísimo, es dejar al enfermo desatendido ante su dura enfermedad. Si la situación del sector es especial; especiales tendrán que ser también las medidas que se emprendan. Y, entre ellas, es evidente que no puede faltar el acceso al crédito, y si la banca privada se lo niega, el Gobierno Regional tendrá que garantizar que les llegue el crédito oficial. También parece de cajón que, al menos hasta que amaine el temporal, deben establecerse, o bien exenciones fiscales o bien ayudas para la subsistencia. Y, por supuesto, que se les otorgue el tope de la  ayuda  de los planes Leader que se concede para las iniciativas privadas -el 40%- a todos los que, en estas adversas circunstancias, se atrevan a desafiar el riesgo y efectúen reformas o ampliación de su negocio. 

Y, a la par de lo anterior, que el Gobierno Regional ponga en marcha sin más dilación, todas y cada una de las medidas del Plan Integral que nuestra zona precisa y que once mil personas doscientas personas le hemos demandado con nuestra firma a pie de escrito, porque de la plasmación de ese Plan –de todo él- dependen las posibilidades que todavía le queden a esta comarca y a su comercio para salir hacia adelante, para propiciar el desarrollo e incrementar la población 

¿No dicen que por aquí nos parecemos mucho a los maños? ¿Y no se dice también que los maños son muy erre que erre? Pues eso, erre que erre hasta conseguir las cosas, No nos queda otra salida. Seguir como si tal, es consentir por inacción que nuestro comercio se vaya hundiendo más aún, y eso es algo que no deben permitir los comerciantes, pero tampoco los demás; porque queremos seguir viviendo aquí, sí, pero en condiciones, consolidando y ampliando los lugares donde poder comprar el pan, unos zapatos, un saco de cemento, un vídeo o una puerta y no desmantelándolos. 

Consolidar los actuales negocios y crear otros, es buscar una salida, no sólo a sus propietarios sino a toda la comarca; empezar a cerrarlos en la crítica situación que ya se encuentra la misma, es conducirla hacia el ocaso. En definitiva, Nicolás: ante las dos crisis que les están cayendo encima a nuestro comercio no hay quelevamosahacer que valga; pues como decía Séneca, cuando se esta en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cautos

jueves, 12 de noviembre de 2009

La Otra Guadalajara y la plataforma No al Uranio

Continúo, Nicolás, con la recapitulación 2005-2009

Terminaba mi carta anterior refiriéndome al surgimiento de La Otra Guadalajara y te puse su Web, con la intención deliberada de inducirte a entrar en ella. Me alegró leer en la tuya de ayer, que te pasaste por esta página el fin de semana y que, por primera vez, te has empapado a fondo de las pretensiones de este movimiento.

Si te has empapado como dices, supongo que habrás reparado en que todas las medidas de su Plan Integral están muy interrelacionadas entre sí, se complementan unas a otras y forman parte de un todo que urge activar en su conjunto, para que todavía pueda ser posible el desarrollo y la repoblación humana de esta maltrecha y despoblada comarca. Y también te habrás dado cuenta, como yo, de que todo su discurso gira en torno a tres ejes: medidas de infraestructuras y de servicios dignos y modernos, apoyo suficiente a las iniciativas privadas y un plan de choque público para empezar a incrementar la población desde ya mismo. Convendrás conmigo, que es un discurso necesario y de puro sentido común y a la vez nuevo, porque una propuesta así, Nicolás, nunca antes había surgido en nuestra tierra.

Tampoco espero que se te hayan pasado por alto otros rasgos que acreditan el asentamiento y madurez de este movimiento: Si has observado, verás que fomenta la participación de la gente en las tareas; es lo que atestiguan las once mil firmas de apoyo al Plan Integral, el masivo acto de toque de rebato que se celebró en Molina o la entrega de las firmas a los gobiernos de Madrid y de Castilla-La Mancha con dos autocares llenos de gente. También te habrás percibido, que defiende la unidad apartidista de todos como un requisito imprescindible, para poder luchar con eficacia por una comarca que se debate entre el ser y no ser. Y, asimismo, que cuida mucho la relación con todo su entorno: Con el comercio y las empresas de la zona que han sufragado con sus aportaciones voluntarias los gastos de las principales movilizaciones, con los sindicatos y los empresarios de la provincia que se trasladaron expresamente a Molina a testimoniar su apoyo en un acto público masivo, con las instituciones y asociaciones de la zona, varias de las cuales le han dado su apoyo expreso y con otros movimientos que luchan prácticamente por lo mismo, como Queremos Futuro. Otro tanto cabe decir, sobre la atención a los medios de comunicación, cuya receptividad y reconocimiento al movimiento por parte de los mismos, es bien conocida de todos.

Y en paralelo, hace del diálogo con las Instituciones, una constante de su actividad. Merced a ello, supo aguantar con firmeza esa etapa en la que se le ponían barreras para que no fuera escuchado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y merced a ello también, consiguió romperlas y celebrar tres largas entrevistas con la misma (dos de ellas con la presencia del Presidente Sr. Barreda) para debatir sobre todas las medidas del Plan Integral Comarcal, que han culminado con la asunción de once compromisos por parte de dicha Junta, cuyos puntos son básicamente los mismos del Plan Integral y, algunos de los cuales, ya se han empezado a poner en marcha.

Sé que tengo la ventaja de que conozco este movimiento mejor que tú, porque participo en él; pero también la desventaja de que puedas pensar que soy subjetivo, por eso he procurado opinar basándome en hechos que están ahí y que son verificables.

Por otra parte, Nicolás, creo que el movimiento NO AL URANIO ha jugado un papel fundamental en que no se hayan ido al garete las pocas o muchas posibilidades de futuro que tenga nuestra comarca. Si la pretensión de la explotación del uranio en nuestra zona por parte de una empresa hubiera salido adelante, en vez de dársele carpetazo al asunto, que es lo que parece seguro que está a punto de suceder, el Plan Integral propuesto por La Otra Guadalajara no habría servido de mucho. Imagínate tú mismo que habría ocurrido, si a la par de poner en marcha sus medidas, la comarca estuviera sufriendo en paralelo daños irreparables medioambientales, paisajísticos, de contaminación y de salud, por la explotación de esas minas de uranio. Si has entrado en la página Web http://www.noaluranio.es/ , como te aconsejé meses atrás y has analizado todo lo que en ella se dice, tú mismo te habrás dado cuenta del inmenso desastre que las minas hubieran supuesto para nuestra zona.

Por eso tenemos que sentirnos muy satisfechos y estar agradecidos a todos los que se han movilizado mostrando su rechazo. A los asociaciones y los ayuntamientos de los pueblos afectados, que fueron los primeros en oponerse, a varias asociaciones y ayuntamientos de la comarca que se fueron sumando después, a las propias cortes de Aragón, a cuya región también le afectaba por la parte próxima a nuestra zona y a las instituciones y partidos de la provincia, que también se sumaron al rechazo.

Especialmente agradecidos debemos estarles a Ecologistas en Acción de Guadalajara, que hicieron las correspondientes alegaciones legales a su debido tiempo y, sobre todo, a la plataforma NO AL URANIO, que ha sido la verdadera dinamizadora y aglutinadora del movimiento de rechazo a las minas. Y no me quedaría conforme, Nicolás, si no hiciera una mención expresa a la lucha de una serie de personas independientes, vecinos e hijos de nuestros pueblos, que viendo la que se nos venía encima, se lo han currado como nadie desde la plataforma. Creo que personas así, personas que desde la discreción pelean por el bien de nuestra tierra, merecen la gratitud y admiración de todos.

Resumiendo lo dicho en las dos cartas de recapitulación, creo que podremos estar de acuerdo, Nico, en que se ha evitado lo peor: la explotación de la mina de uranio y se tiene bien encarrilado lo mejor: la lucha unitaria por un Plan Integral Comarcal de desarrollo y repoblación humana. Nos queda ahora la difícil tarea de conseguir que los compromisos de la Junta de Comunidades y de su Presidente no se queden en promesas, y en ello hay que centrarse. Pero es evidente, que un nuevo discurso comarcal ha echado a andar y que camina con pasos firmes y con ideas bastante claras de lo que se pretende.

El futuro de esta comarca, apenas se ha empezado a escribir y le quedan aún muchísimas páginas en blanco que, o las vamos escribiendo día a día con nuestra implicación los vecinos e hijos que decimos querer a esta tierra, o nadie las escribirá por nosotros, ni siquiera nuestros descendientes, porque para entonces, ya será demasiado tarde.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Los primeros síntomas de un nuevo discurso

Si te parece, Nicolás, vamos a recapitular sobre lo acaecido en nuestra Comarca desde la segunda mitad de 2005 hasta hoy. Nos servirá para ordenar y sintetizar nuestras ideas y, de paso, para orientar a posibles lectores del blog que no conozcan de cerca lo que acontece en una Comarca con un amplio territorio, que alberga un centenar de pequeñas localidades y cuya densidad de población es la más baja de Europa: 1,6 habitantes/km2. 

 Si recuerdas, en aquella carta que te envié el 22 de septiembre de 2005, no sólo te daba argumentos para que pusieras los pies en el suelo, sino que también te decía al final, que se vislumbraban algunas cosas, que invitaban al optimismo. Pues bien, por ellas voy a empezar. 

En mi opinión, el devastador incendio que asoló trece mil has de bosque y del que tanto hemos hablado, supuso un aldabonazo en nuestras adormecidas conciencias, una especie de sentimiento de que era la gota de agua que colmaba el vaso de las adversidades y de que algo teníamos que hacer para cambiar la situación antes de que fuera demasiado tarde. Fuera por ello o no, lo cierto es que durante los cinco meses que quedaban del 2005 y principios de 2006, aparecieron de súbito varios síntomas que indicaban un cierto despertar; surgieron ideas y propuestas que, aunque inconexas e insuficientes, tenían un denominador común: Eran, por fin, iniciativas sobre los principales problemas que afectaban a toda la comarca y que debíamos resolver entre todos. 

La actitud de Queremos Futuro www.queremosfuturo.org en la Comisión de seguimiento del área incendiada demandando que alguna de esas ayudas fueran para toda la comarca y no sólo para la zona calcinada; la propuesta del Parador Nacional, argumentada por la propia Junta, como una actuación de la que se beneficiaría toda la zona; la reivindicación de que la carretera Alcolea-Monreal, se convirtiera en Autovía, en vez de vía rápida, que empezó a proponerse desde algunas instancias; las voces que se levantaron desde ciertos ayuntamientos y alcaldes (Molina, Peralejos, Adobes…) reclamando que se extendieran a toda la comarca las medidas que se estaban poniendo en marcha en el área calcinada, la insistencia de algunos asambleistas y del propio Presidente de la Comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra, de que esta institución tomara en sus manos ciertas medidas que afectaban a toda la zona, etc., eran iniciativas y propuestas muy significativas, que desbordaban por completo el marco de cada una de nuestras pequeñas localidades y apuntaban hacia soluciones de carácter comarcal. 

 En el mismo contexto debemos situar las opiniones y debates sobre la comarcalización que surgieron en algunos medios escritos y las propias propuestas que hicimos algunos participantes de la tierra en el VI Congreso Regional de Ciudades y Pueblos Sostenibles de Castilla-La Mancha, celebrado en Molina en octubre de 2005 (yo mismo presenté una por escrito con 10 puntos comarcales) no eran todavía propuestas suficiente matizadas, ni estaban tan desarrolladas como se requiere para un discurso nuevo y comarcal, pero sí componentes del mismo y el preludio de lo que acabaría aconteciendo entre finales de 2005 y principios de 2006: el surgimiento de La Otra Guadalajara, www.laotraguadalajara.net

 En el Plan Integral de Desarrollo y Repoblación Humana elaborado por este movimiento ciudadano, quedaron definitivamente recogidas y definidas esas iniciativas dispersas y con ellas y otras nuevas, se le dio cuerpo y perspectiva, al fin, al nuevo discurso que se venía cerniendo.  No exagero, Nicolás, cuando digo que es un discurso nuevo; pues si no dime tú, que expresión tengo que utilizar para definir el que hayamos pasado en tan poco tiempo del resignado y qué le vamos a hacer, al esperanzador vamos a ver qué podemos conseguir aún entre todos; de un discurso mantenido durante treinta años en que cada localidad iba a lo suyo y sólo a lo suyo, a otro nuevo de referencia y perspectiva comarcal, que reconoce la necesidad de seguir atendiendo lo específico de cada una de nuestras pequeñas localidades, pero que tiene muy claro, que el ámbito comarcal es natural e imprescindible para poder plantear y resolver los principales problemas de despoblación y de falta de desarrollo que tan drásticamente aquejan a nuestra tierra. 

Y no solo está elegido el escenario adecuado, sino que, como tú bien sabes, se cuenta ya con un Plan Integral Comarcal, apoyado por la mayoría de la población de forma expresa a través de su firma 11.200) y, al menos de palabra, con un compromiso de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha de asumir las medidas que contiene. Pero de todo esto, Nicolás, ya te haré la recapitulación en la carta siguiente

viernes, 30 de octubre de 2009

Los montes, un bien necesario para la vida

Me parece apropiado, Nicolás, retomar el tema de los montes, pero de una manera ordenada y no tan deshilachadamente como lo hemos hecho hasta ahora. 

Vamos, pues, a poner en orden nuestras ideas y empecemos por precisar cual es el verdadero papel de los bosques, porque una vez que comportamos los mismos o parecidos postulados, será más fácil comentar y entendernos en aspectos más específicos, como las causas de fondo del incendio, los planes de montes para evitar nuevas catástrofes, las acciones silvícolas a realizar, la creación de empleo y el incremento de población de nuestras pequeñas localidades a través de esas tareas, etc. 

Los bosques tienen un considerable interés material y económico. Nos aportan madera, pastos, plantas medicinales, hongos, atractivo turístico etc. Estos ricos y variados recursos naturales son básicos para el desarrollo de la industria maderera, la ganadería, la gastronomía, la medicina, el turismo y otros sectores. Los bosques, en definitiva, generan recursos de muchísimo provecho para el desarrollo de la vida del campo y para diversos sectores de la industria. ¿Estamos de acuerdo, Nico? 

Por otra parte, si profundizamos más, nos daremos cuenta de que los montes nos aportan bienes todavía más necesarios, que los que acabo de describir. Supongo que no te será difícil compartir conmigo la idea de que son el bien natural más necesario después del agua o la par que el agua. Son los verdaderos pulmones de la tierra y la función que realizan de absorber el dióxido de carbono y generar oxígeno, los hace imprescindibles para la vida humana y de los seres vivos en general. También te será fácil aceptar, además, que dan humedad al ambiente, contribuyen decisivamente a la regulación de los ciclos climatológicos, impiden la desertización y las inundaciones, son la reserva de muchas especies de fauna y flora, dan empaque y esplendor al paisaje y son lugares ideales para la paz, el descanso y el placer de los seres humanos. ¿De acuerdo también? 

Pues si estuvieras de acuerdo en todo, por lógica, también deberías compartir, que las áreas rurales y los pueblos donde se expanden los bosques deben considerarse como lo que realmente son: 

Como espacios medioambientales absolutamente necesarios para el presente y el futuro de la vida, como lugares CEDENTES de bienes imprescindibles para toda la sociedad y, en consecuencia, como áreas que deben ser declaradas desde las instituciones de INTERÉS ESTRATÉGICO, con todo lo que ello conlleve en cuidados y ayudas desde el Gobierno Central y los Gobiernos Autonómicos, para que los bosques puedan desempeñar en plenitud y de forma permanente estas funciones tan imprescindibles para la vida Reflexiona a fondo sobre esta carta, Nico, y dime si la compartes, porque a partir de estos criterios, aquí esbozados, tenemos muchas cosas de qué hablar sobre los bosques

miércoles, 28 de octubre de 2009

Tengo una pregunta para Vd

Anoche, Nicolás, mientras veía un programa de TV titulado Tengo una pregunta para Usted, se me fueron pasando por la mente dos bloques de preguntas que les haría, si pudiera, a éste y a todos los Gobiernos de la Nación que hemos tenido desde que se instauró la democracia y a las fuerzas políticas que los han sustentado. Serían preguntas sobre asuntos que te resultan conocidos, porque ya los hemos hablado en otras cartas. 

El primer bloque, Nico, sería éste: Es evidente que cuentan Vds. en la Constitución, en las leyes que la desarrollan, en las leyes de las CCAA, en las Directivas Europeas y en sus Planes Rurales de Desarrollo Sostenible, con cobertura legal y dotación económica suficientes para haber ido tomando medidas que fueran reduciendo los desequilibrios y las desigualdades entre la ciudad y el campo. Y siendo esto así: ¿Por qué no lo han hecho? ¿Por qué no han dado ni dan cumplimiento a esas leyes? ¿Por qué? ¿Por desidia? ¿Por falta de voluntad? ¿Porque no somos rentables en términos de votos al vivir tan poca gente en los pueblos? ¿Porque no presionamos suficiente desde el mundo rural? ¿O es por todo un poco? No será, desde luego, por falta de tiempo, que ya llevamos treinta años desde que se instauró la democracia. 

Y no será tampoco porque los problemas no sean bien grandes, ya que se trata nada menos, que de las tremendas carencias de infraestructuras y servicios que sigue padeciendo en exclusiva el mundo rural, a pesar de que seamos igual de españoles y tengamos los mismos derechos que los demás Segundo bloque: El Gobierno puso en marcha un Plan Local de inversiones municipales y ahora otro, como una parte del conjunto de las medidas con las que pretende paliar los efectos de la crisis y salir de ella. Esto por un lado. Y por otro, llevan Vds. –los unos y los otros- más de veinticinco años reconociendo la pésima situación económica de los ayuntamientos y prometiendo sacar una nueva ley de financiación municipal que resuelva el problema y que, sin embargo, un cuarto de siglo después, todavía no ha visto la luz. 

Y, siendo ciertas ambas cosas: ¿No creen Vds., que si una nueva y suficiente financiación municipal estuviera en marcha, los propios ayuntamientos estarían colaborando desde sí mismos con sus iniciativas en la lucha contra la crisis y sin necesidad de recibir ayudas graciables del Gobierno? ¿Y por qué no se dice que en realidad el Gobierno no pone un solo euro, ya que esas ayudas se hacen a cargo de la deuda histórica que el Gobierno de la Nación y las CCAA tienen contraída con los municipios al haberles escamoteado durante un cuarto de siglo -¡¡¡un cuarto de siglo!!!- la financiación que en justicia les correspondía? 

Y más preguntas: ¿Por qué en los borradores que hasta de ahora se conocen relativos a la nueva financiación municipal sigue manteniéndose la trasnochada filosofía de que una buena parte de la futura financiación no sea directa, sino concedida a través de ayudas graciables? ¿Es el miedo y la desconfianza a los propios ayuntamientos lo que les lleva a no permitir que éstos manejen sus recursos y con ello hacer su propia política y establecer sus prioridades? ¿O es porque no quieren perder el margen de tutelaje y condicionamiento sobre los ayuntamientos, que tienen de hecho los cargos de las instituciones provinciales, regionales y nacionales encargados de conceder o denegar las ayudas? 

Otra explicación no soy capaz de encontrar y la verdad que de estas dos hipótesis ambas me parecen peores, por utilizar tu propia forma de expresarte cuando todo te parece mal. Mención aparte merece el exministro, Jordi Sevilla, que fue el único que puso sobre la mesa un excelente borrador, con el que pretendía devolverles la autonomía a los ayuntamientos con la financiación directa y dejando en fuera de juego el actual sistema de concesión de ayudas, que él mismo calificaba de graciables y tuteladas. ¿Por qué no se retoma de nuevo ese borrador tal y como lo presentó? ¿Por qué? 

Habría muchas más cosas, Nicolás, sobre las que hacer preguntas pero, por hoy, dejémoslo así.

sábado, 24 de octubre de 2009

Con los pies en el suelo. (II)

… positivo, con reafirmaciones, con la fuerza que inyecta el darte cuenta, que aquí sólo cabe el o , porque el no y el qué le vamos a hacer implica colaborar por inhibición en el proceso de despoblación y de dejar sin vida activa a nuestros pueblos; implica negarle el deber de auxilio para intentar invertir la tendencia a una comarca -la nuestra- que camina hacia el ocaso y, de paso, desairar las ilusiones de nuestros antepasados, sus sueños y proyectos, los que se traían entre manos tu padre y el mío cuando “trasnochaban”. ¿Te acuerdas qué cábalas se hacían, los pobres, para cuando nosotros fuéramos “grandes”? 

 A nadie se le ocurriría, Nico, dejar de pelear por recuperar la salud de un ser querido por muy remota que fuera la posibilidad de mejorar. Pues bien, en la misma posición deberíamos colocarnos ante el delicado estado de salud de nuestra tierra, todos los que decimos quererla. Y del mismo modo que en la lucha por intentar salvar al ser querido somos capaces de mantener la esperanza como norte y la tenacidad y paciencia como actitud vital; debemos serlo, en la larga y dura lucha de repoblar nuestra tierra, para recuperarle la salud hasta donde sea posible. 

Así pues, comprometerse con la causa de la comarca es, o debería ser, no resignarse ante el mal de su despoblación y a partir de ahí, engancharse con fuerza a todas las posibilidades que existan de que nuestra tierra salga adelante y transformarlas en esperanzas dignas por las que luchar; en contraposición a lo malparados que quedaríamos ante las nuevas generaciones, por dejar morir al enfermo, sin haber hecho todo lo posible por intentar salvarlo. Y, si tratando de evitarlo, el enfermo se nos llegara a quedar entre los brazos -que no lo creo- siempre podríamos ser admitidos por la historia con el respeto y la dignidad que merecen unas gentes, que pelearon por recuperar la tierra que querían mientras a ésta le estuvo latiendo el corazón.

Asumir esta causa y no otra cosa, es lo que debe darnos la firmeza necesaria, para que intereses particulares, electorales, partidistas u otros, no nos hagan desistir en el empeño de desarrollar tareas, que para la repoblación de esta tierra son del todo imprescindibles e irrenunciables; empezando por conseguir que la opinión pública conozca, para ponerla de nuestra parte, que en nuestra provincia hay dos realidades diametralmente opuestas: la de la capital y el Corredor del Henares, que crece y prospera al amparo de la expansión de Madrid y la del resto de la provincia, la que se queda sin gente y sin “interés electoral”, la marginada por las instituciones, la que configura las tres cuartas partes del territorio provincial, la que necesita con urgencia desarrollo y repoblación humana, la que exige de las instituciones un tratamiento jurídico especial de área deprimida y, en consecuencia, la inversión suficiente del fondo de solidaridad y de donde sea para acortar diferencias territoriales dentro de la región, la que tiene en su parte más alejada y olvidada una comarca, que precisa de todas estas atenciones con mas urgencia que nadie. 

Una comarca, la nuestra, que precisa como el aire que respira apostar por su desarrollo, por la comarcalización, por planes integrales de montes, de infraestructura, de servicios, de inversión pública y privada, de repoblación humana… y como herramienta para conseguirlo, de la unidad de nuestros pueblos a través de una organización comarcal fuerte. Para llegar ahí, me parece vital empezar a crear algo semejante a Teruel Existe, Soria Ya y Plataforma Ciudadana de Zamora, cuyos movimientos no nacieron a impulso de los partidos, ni por su deseo, pero que ahora se ven obligados a respetar y a asumir sus reivindicaciones contra la despoblación y la falta de infraestructuras. Bien es cierto, que en esos casos se trata de provincias y no de comarcas, pero como ejemplo de lo que quiero decirte me sirven.

La tarea, Nicolás, se presume difícil y nada corta y nos obligará a ser constantes; también pacientes cuando los resultados tarden en llegar y siempre muy flexibles para explorar las vías más adecuadas, ya que no debe ser nada fácil intentar una repoblación humana en el siglo veintiuno.

Por último, deberemos desprendernos por completo del sectarismo partidista y asirnos al consenso todo lo posible, encontrando un denominador común que facilite luchar todos juntos por nuestra tierra a pesar de la diversidad de ideas, de partidos y de grados de conciencia y compromiso. 

Hablando de constancia, Nico, me acuerdo ahora de lo embelesados que nos quedábamos los dos, cuando el maestro nos contaba aquello de que San Isidoro, un mal estudiante al principio, llegó a ser sabio y que todo empezó una vez en que viendo a un hombre sacar agua de un pozo, observó que la piedra del brocal se había desgastado con el roce constante de la soga, por lo que se dijo: Si la perseverancia del roce de la soga es capaz de desgastar la piedra, mi perseverancia en el estudio también será capaz de hacerme aprender muchas cosas. ¿Te acuerdas? Haríamos bien en tener en cuenta este ejemplo, porque no será sin perseverancia, como iremos logrando nuestros nobles anhelos. 

No todo son adversidades en la tarea de intentar repoblar la zona; también empiezan a vislumbrarse algunas cosas que invitan al optimismo, pero éstas ya irán saliendo en mis sucesivas cartas. En ésta sólo pretendía hacerte una fotografía panorámica de las adversidades objetivas y subjetivas que nos vamos a encontrar, porque me parecía que no tenías los pies en el suelo. A partir de ahora, carta a carta y tema a tema, te lo iré exponiendo todo con detenimiento, y me centraré mucho más en proponer soluciones, que en reiterar los problemas, porque ahí es donde reside el quid de la cuestión.

viernes, 23 de octubre de 2009

Con los pies en el suelo. Carta de fecha 22-09-2005 (I)

Hola Nicolás: Lo que me pides en tu carta es un imposible. Ni yo ni nadie es capaz de explicar en el espacio reducido de una carta ni de dos, todo lo que acontece por esta comarca y cuáles son las posibles alternativas para ir recuperando población, que es donde reside la madre del cordero, como tú sueles decir. 

Todo esto, querido amigo, requiere bastantes páginas, requeriría un libro. No, Nico, no; las cosas no son tan fáciles como tú las imaginas; ni mucho menos. ¿Cómo puedes decirme: que para elaborar y proponer alternativas viables de repoblación humana en la comarca sólo hace tener la voluntad de hacerlo y disponer de un poco de tiempo para escribirlas? Además, pasas por alto en tu carta otra cuestión más importante aún y es: que no se trata de que alguien individualmente elabore una propuesta, sino de que surja con el mayor grado de participación posible de la gente desde el inicio; es decir, desde la elaboración hasta su traslado a la ciudadanía y a las instituciones, porque si no es así, de poco serviría. 

¡Ojala fuera todo tan sencillo como tú dices! De entrada, debes saber que no disponemos de una literatura, que al menos en el campo de la teoría pudiera darnos luz. De esta tierra nuestra se ha escrito bastante, claro que sí. Se han escrito libros interesantes analizando y poniendo en orden nuestra historia; se han hecho otros textos eruditos y descriptivos, sobre componentes de nuestra cultura, costumbres, arquitectura, arte, gastronomía, etc. Pero sobre soluciones, sobre alternativas de desarrollo y repoblación, no contamos con nada relevante, con nada que vaya más allá, de algunos apuntes genéricos e inconexos, que han ido apareciendo últimamente. 

 Son comunes en la literatura socio-política de este incipiente despertar, los tres siguientes rasgos: Abundancia de retórica para demostrar lo obvio: que nos quedamos sin gente y que el proceso de despoblación sigue su curso; datos y más datos estadísticos para redundar en lo mismo. Y en positivo, sólo algunos apuntes por encima, sugiriendo de un modo general, que la solución de la zona pasa por el turismo, las producciones alternativas a la agricultura, mejores infraestructuras, etc.; adobado todo ello de huera fraseología de desarrollo sostenible y Agenda 21, que queda muy bien, pero que enarbolada en el contexto del retroceso que padece la zona, suena a pura demagogia, ya que mientras no exista el sustantivo desarrollo, el adjetivo sostenible, no tiene nada que sostener. Quizás caricaturice demasiado, pero de todos modos, quédate con esta idea: el discurso alternativo está en pañales. 

 Ten en cuenta, Nico, que no nos vale el discurso tradicional y necesitamos uno nuevo, donde además de empresarios hay que traer también trabajadores y -lo más difícil- conseguir que se queden a vivir. Piensa también que la función hay que desarrollarla en el desangelado escenario de una comarca muy alejada de la mano de Dios y de las instituciones provinciales y regionales. Hay más adversidades. Te enumero algunas: 

La descapitalización económica de la zona sigue su curso; una buena parte del ahorro se marcha fuera, principalmente a la compra de pisos en Guadalajara, Teruel, Madrid, Zaragoza o Valencia, por falta de perspectivas de futuro; la descapitalización humana ya la conoces: menos de dos habitantes por km2 y los que quedamos, somos demasiado localistas, lo cual, por ahora es más obstáculo que resorte para la acción unitaria de los pueblos de la comarca. 

 Estos inconvenientes que a bote pronto te cuento -hay otros, que irán saliendo- ya deberían bastarte para comprender las adversidades del trabajo que me pides, algo que a priori necesito de ti, para que seas comprensivo cuando veas los condicionantes a que están sometidas las ideas alternativas que en plan propositivo, te iré sugiriendo a lo largo de nuestro carteo. Tras esta retahíla de aspectos negativos, seguro que se pasearán por tu mente preguntas como las siguientes: ¿Y qué se puede hacer ante tanta adversidad? ¿Cómo transformar tantos factores negativos en elementos positivos? ¿Cómo hacer de la necesidad virtud? ¿Vale la pena luchar contra la despoblación o es ya demasiado tarde? Yo también me he planteado estos interrogantes, Nicolás, y los he resuelto en…

miércoles, 21 de octubre de 2009

Querido amigo

Con esta carta, Nicolás, pretendo conseguir dos cosas. La primera, vencer tu resistencia a comprarte el ordenador, ya que, de lo contrario no tendrás opción a seguir leyendo mis cartas, puesto que, en adelante, te las voy a mandar a través de mi blog, como ya te dije días atrás y tú me aceptaste. Y la segunda, abrir la posibilidad de que accedan a la lectura y al comentario más personas, pues siempre habrá alguien que le pueda intersar lo que te cuente de por aquí.

Me refiero, como ya te dije, a las cartas que no contengan asuntos personales, ya que las demás seguirán siendo privadas, como siempre. Ser tu amigo de pupitre me da la ventaja de conocerte a fondo, de saber lo tradicional que eres en ciertas cosas y de pensar que seguirás prefiriendo echarme tus cartas en el correo y punto. Pero también sé que cuando das una palabra la cumples y aceptaste abrirte un blog, para comunicarnos públicamente, excepto en lo que consideremos privado entre nosotros.

He echado un vistazo a todo nuestro intercambio epistolar desde 2005 y observo que el noventa por ciento de nuestras misivas no contienen nada personal que no se pueda comentar en público. Si te fijas, verás que desde esas fechas hemos hablado casi siempre de lo mismo: que si la comarca, que si las necesidades del mundo rural, que si la crisis, etc. Y cartas de este tenor no está demás que las conozca quien quiera. ¿De acuerdo?

Así que cómprate el ordenador y dile a tu amigo, a ese que dices que sabe tanto de informática, que te enseñe su manejo y a navegar por Internet. Te pongo el blog: http://jeronimolorente.blogspot.com/

¡Ah!, otra cosa, recuerda que me diste el consentimiento para airear la carta que te escribí el 22 de septiembre de 2005 en la que te esbozaba, a grandes rasgos, un panorama general de los graves problemas de nuestra zona. ¿Te acuerdas? Será, pues, la primera carta que ponga en el blog. Bueno, la primera es esta. La pondré en dos veces, porque es larga. Creo que puede ayudar a situarse en la problemática de nuestra tierra a personas que no la conocen y, de paso, pienso que servirá también para ir constatando que desde entonces hasta hoy, algo empieza a moverse. Algo empieza a cambiar, para bien, en nuestra comarca. Ojala que no sea flor de un día, porque si difícil es echar a andar un proyecto más difícil es consolidarlo.

martes, 20 de octubre de 2009

Gracias

Agradezco mucho todos los comentarios que me hacéis con motivo de abrir este blog, pero considero excesivos los elogios y las esperanzas que depositáis en él, pues se trata, simplemente, de un blog abierto por uno de tantos de los muchos que empezamos a buscarle salidas a nuestra tierra en clave comarcal y tratamos de superar la política de campanario de miras tan limitadas, que durante tanto tiempo nos ha venido ocupando a todos casi en exclusiva, y a mí también. 

La tarea intra mojoneras tiene su espacio, es necesaria, hemos conseguido con ella cosas importantes para nuestros pueblos y habrá que atenderla siempre, por supuesto. Pero quedarnos atrapados exclusivamente en este afán como nos ha ocurrido durante tanto tiempo, sin ocuparnos a la par de todo aquello que, siendo imperioso para todos nuestros pueblos no podemos abordar desde cada lugar en particular, ha sido una gran limitación en nuestra forma de hacer las cosas, que necesariamente tenemos que superar si queremos de verdad ir dando soluciones a los gravísimos problemas de despoblación y de desarrollo que padece nuestra comarca. 

Y en esa idea estamos ya muchos. Distinto es, que para profundizar en las ideas, para sintetizar y ordenar el discurso, para perfilar estrategias de actuación, etc. unas personas contribuyan más que otras. Pero esas aportaciones se deben casi siempre, al tiempo que cada cual dediquemos al análisis y a la reflexión. Y ese tiempo es muy desigual según los casos; pues mientras que la mayoría aunque quieran no pueden concederle mucho, porque andan a calzón quitado en sus quehaceres, otros disponemos de 24 horas cada día y eso, evidentemente, otorga algunas ventajas. Esto sí es objetivo y sí puedo aceptarlo. Pero sólo esto. 

 También me atrae, y mucho, la vida en el mundo rural y sobre ella opinaré de vez en cuando. Me atrae, sí, pero también me preocupa y me subleva, que no podamos disfrutar de una parte de la calidad de vida a la que tenemos derecho, por culpa de los desequilibrios y las desigualdades que existen entre la ciudad y el campo en infraestructuras, en servicios y en otras cosas, cuyas soluciones se siguen eternizando a pesar de estar recogidas esas políticas en la Constitución y en leyes que la desarrollan, en leyes de las CCAA, en Programas Sostenibles de Desarrollo Rural y en Directivas de la Comunidad Europea. Estas cosas nos preocupan a muchos, y yo soy uno de tantos, excepto en cuanto a tiempo disponible, tanto a la acción práctica, com a pensar y a analizar, que es lo que denominamos universalmente  como praxis.  

Por todo ello, y tras reiterar mi agradecimiento de corazón por los elogios y estímulos de vuestros comentarios, os pido que admitáis mi blog como uno de los más humildes que circulan por la red, aunque eso sí, muy libre y con mucho espíritu de compromiso.