domingo, 23 de diciembre de 2012

Sí, Nicolás, créetelo. En El Pobo se acaba de hacer la mayor manifestación ciudadana de España

Supongo que no se te habrá olvidado, Nicolás, aquel día que fuimos por primera vez a la fábrica de harinas del Pobo. Recuerdo como si fuera hoy, lo que nos dijo tu pobre padre al salir de Adobes: Este frío y este aire que hace aquí no es na comparao con el que vamos a tener cuando lleguemos a las explanás del Pobo; allí tendremos que acurrucarnos dentro de la fábrica porque al ventestate no habrá quien pare. Pues bien, eleva al cuadrado el mal oraje de aquel día y el resultado que te de, es el pasmo que hacía la noche que nos encerramos en el centro de salud del Pobo y al día siguiente en la manifestación que hicimos en la calle.
Si agregas a esa gran adversidad meteorológica, que los pueblos convocados a las acciones carecían de trasporte público para acudir a la cita y que dos tercios de los vecinos -personas mayores- no tienen tampoco coche propio, lo normal es que llegues a la conclusión de que no hicieron acto de presencia ni los convocantes. Y, sin embargo, ¡¡¡sorpréndete!!! ha sido la manifestación con mayor porcentaje de participación que nunca jamás se haya dado en España: Te lo explico:

martes, 18 de diciembre de 2012

Prefieren que nos muramos


No te lo creerás, Nicolás, pero los dolores de Cospedal que está soportando esta tierra son tan fuertes que no se pueden calmar ni con morfina.
Ya es, de por sí, muy doloroso comprobar impotentes cómo el gobierno antisocial de Castilla La Mancha, con Doña María Dolores de Cospedal a la cabeza, ha ido liquidando uno a uno los insuficientes y precarios servicios que teníamos en la zona, sin tener en cuenta para nada, nuestras demandas y movilizaciones para que a una comarca en estado de coma, como la nuestra, no le quiten lo poco que tiene, porque la hunden del todo.
Pero cuando nuestros dolores de Cospedal se han tornado inaguantables del todo, ha sido al hurgarnos en el nervio más sensible de todos, el de las urgencias sanitarias; decidiendo cerrarnos por las noches y los fines de semana y festivos las urgencias médicas del Centro de Salud del Pobo de Dueñas y colocando la única ambulancia de soporte básico que tenemos en la comarca, en un extremo de la misma, El Pobo.


Si no quieres que falte a la verdad, Nico,

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Los Ayuntamientos y la unidad apartidista (y 3)..Las experiencias de este año


Al fin, Nicolás, se han producido este año, y por dos veces, acciones unitarias apartidistas en nuestra tierra entre los ayuntamientos y la sociedad civil, que nos han dejado experiencias muy positivas y también algunas incógnitas.

Parece evidente que reivindicaciones tan básicas y urgentes como el No a los recortes en la comarca para impedir que se hunda más de lo que ya está y por el inicio inmediato de la construcción del Parador para empezar a dinamizarla, eran la ocasión propicia para que

domingo, 2 de diciembre de 2012

Artículo del profesor Juan José Fernández sobre el Parador de Molina

Juan José Fernandez,  natural de EMBID (comarca de Molina) es historiador, periodista, escritor y ensayista y profesor de Historia Contemporánea en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Y es, por supuesto, una persona muy preocupada por el incierto futuro de esta deprimida comarca de Molina.

Os dejo con su magnífico artículo


"El Parador -¿Hotelito Rural?- de Molina, o TAL PARA CUAL
 Juan José Fernández Sanz

     Si la alegría dura poco en la casa del pobre, vaya Vd. a ver el destino que le toca a la ilusión, que van de la mano. Y el caso es que, en el Señorío de Molina, en Guadalajara entera, muchos ingenuos hemos venido pensando que, a la postre, se construiría lo prometido: ni más ni menos que un Parador. Eso sí, a pesar de siete años de retrasos, de sueños frustrados, de esperas, ¿de engaños?, de palabras vanas (verba volant), de escritos firmados a la postre vacuos (haciendo malo lo de scripta manent), de presentaciones de maquetas y colocación de primeras piedras que más bien buscaban la foto de rigor, para afianzamiento en el cargo de quienes participaban en dichas ceremonias aquelarre, quien sabe si para colgarle el mochuelo al futuro que nunca llega, o a los sucesores; cuando menos, de pena.
     Desde luego, si político es el que piensa en la próxima elección y estadista el que tiene en cuenta a la próxima generación, aquí, por desgracia, no ha habido ni lo último, ni lo otro. Más bien unos cuantos aficionadillos de tres al cuarto, faltos de idea y compromiso, presumiendo infantilmente que el Parador se hacía por ellos, gracias a ellos, versus su partido, aprovechando las más de las veces la coyuntura, palestra mediática u ocasión para la descalificación de “los otros”. Eso sí, repitiendo todos miméticamente los mismos comportamientos, ornados con vacua palabrería y sobrados de desprecio a la ciudadanía. Nihil novum sub sole.
     Cuando quieras que una cosa no se sepa, ni siquiera la pienses, dice algún refrán de la ancestral sabiduría popular. Aquí casi estamos llegando a la conclusión de que la mayoría de ellos pensaban que no se iba a hacer, que no se iba a construir el Parador, ya que en su momento (en sus momentos) no hicieron nada digno de reseña en pro de tal fin; y menos antes. ¿Para qué entonces siete años mareando la perdiz? Pues mayormente para mantenerse en el cargo, colocando la zanahoria en un palo cada vez más largo que, por demás, a la postre era un espejismo, aprovechándose de que en la era virtual los dislates-mentira bien manejados y publicitados cuelan mejor; sea también porque sus gobernados o representados, como quien tiene hambre, soñaban día sí día también con pasteles inexistentes (y los sueños, sueños son).
     Hace medio año largo participé en un programa de Popular TV en Guadalajara; nos acompañaba el entonces alcalde de Molina, del partido socialista. Ante ligerezas e incoherencias varias, impropias de una persona que representaba a los ciudadanos de la capital del Señorío, me vi obligado a preguntarle si de haber sido su partido el ganador de las últimas elecciones, las obras se habrían iniciado ya. Su respuesta, más que afirmativa, fue contundente, cuando en todo su mandato no se había hecho absolutamente nada, bien que, cual voz de su amo, hubiese estado repitiendo la cantinela que le marcaban, imagino que desde Guadalajara. Doblemente irresponsable, pues seguro tendría in mente los seis-siete años de trayectoria de su partido al respecto.
     Tal para cual los populares, quienes desde el presidente de la SEPI, Aguirre -compromisos con “su” Guadalajara, una y otra vez publicitados, bien que todos incumplidos y lastrados por un definitivo y más que sospechoso silencio-, a cualquier otro cargo relevante regional o provincial, aparecieron de la noche a la mañana como salvadores, paladines del compromiso y de la resolución de entuertos, tachando de rebote de falta de palabra a sus predecesores, “los otros”; la cantinela de siempre, que a los políticos de Guadalajara les ocupa y divierte muy mucho, sea también con lo del trasvase y sus vicisitudes cíclicas, sea con el almacén temporal centralizado de residuos nucleares, cuya decisión final en Villar de Cañas (Cuenca) no se sabe si a la postre celebran o lamentan.
     Un ejemplo señero. Cuando la entrega de los premios “Emprendedores Molineses” en 2012, la representante de la Junta, la presidenta de la Diputación, Ana Guarinos, así como el senador del mismo partido, De las Heras, un poco obligados por la situación al tiempo que provocados por quien presentaba el acto, tal que yo -no hay que hablar de uno pero, como dijera Don Miguel de Unamuno, es lo que se tiene más a mano, mil perdones- elevaron el compromiso ad infinitum (que con el PP, que en este año empezarían las obras, la intemerata), alguno con puyas sobrantes, olvidando una elemental cortesía con sus predecesores en la política provincial. Arrieritos somos.
     Por ahora, vienen validando el refrán de que es más fácil coger a un mentiroso que a un cojo. Hete aquí los resultados: primero una rebaja de 80 a 60 habitaciones, después incumplimiento de las fechas de comenzar antes de finales de año, y por fin desconocemos qué cambios aguardan, tramados con nocturnidad (sin descartar la alevosía), que vaya Vd. a ver si, a la postre -dicen las malas lenguas-, el proyecto quedará abocado en bucólica casa rural o chalets pareados para Heidi and family, a mitad de camino entre Molina y los Alpes Dolomitas. Por demás, para cuando las ranas crien pelos. Para este viaje no necesitábamos semejantes alforjas.
     Todavía estamos a tiempo de un Parador comme il faut, que dicen los franceses: oséase con la dignidad que requiere una obra de este cariz, capaz de captar un público nacional y extranjero de determinadas características y poder adquisitivo, con unos salones que puedan atraer celebraciones, congresos y convenciones, con su spa y piscina climatizada que impidan que los alojados deambulen obligadamente como almas en pena por Molina en los crudos días de invierno. Aprenda, Sra. Cospedal, del presidente de la Junta de Galicia, Núñez Feijóo, y su apoyo al Parador de Muxía, y mantenga sus compromisos. El Parador es cuestión de vida o muerte para el Señorío, palanca de su desarrollo presente y futuro, siempre que tras él se cimente una política de Estado de vertebración del territorio, de apuesta por las zonas deprimidas, de completar la obra del Parque Natural del Alto Tajo. Es un compromiso de Estado, por encima de las complicadas y volubles coyunturas que estos años de crisis deparan. Y hasta inversión para salir de ella.
     Cuando la promesa de levantar un Parador, comenté con el entonces presidente de la Asociación de la Prensa de Guadalajara, Carlos Sanz Establés: “Espero que esté terminado para el 2010”; con voluntad, sobraba tiempo. “Ojalá esté empezado”, fue su pronta contestación, trufada con un toque irónico, aunque a la postre haya que reconocer su realismo. Vamos rematadamente mal. Aquí el mejor profeta es el que calcula a la baja…y encima peca de optimismo.
     De seguir por estos cauces, al final nos dirán que, si tanto lo queremos, lo paguemos a escote. Quizá se lo propongan, para que se callen, a La Otra Guadalajara, los únicos que vienen manteniendo el fuego sagrado de la dignidad, que han creido en la palabra dada, que apuestan por su tierra. Ellos (nuestros políticos) ya han cobrado por adelantado, por extrañas (¿inexistentes?) gestiones que no han llevado a ninguna parte. Se atribuye a Kissinger lo de “mi experiencia es que ningún político aprende mientras está ejerciendo el poder”. Aquí Zapatero & Rajoy, Partido Socialista Obrero Español & Partido Popular, Barreda & Alique, Guarinos & Cospedal, tal para cual.
     Eso sí, recurrirán a la consabida crisis para explicárnoslo (les viene como anillo al dedo); de no existir, presumo que se la inventarían. Y el caso es que, ingenuos de nuevo, molineses todos, confiados en los representantes y gobernantes, algunos todavía se perderán una vez más en la “profundidad y la agudeza” de la explicación; un servidor, por ejemplo. Tenemos los políticos que nos merecemos. Tal para cual. No sé si me he liado un poco."

martes, 27 de noviembre de 2012

Los ayuntamientos y la unidad apartidista (2). Factores externos


Retomo el tema de los ayuntamientos y la unidad apartidista; Nicolás, y me referiré, como ya te dije, a las causas externas que la dificultan.
Supongo que estaremos de acuerdo, Nico, que cualquier corporación municipal surgida de las urnas se debe, por encima de todo, a sus electores. Sin embargo, amigo mío, en la práctica las cosas no son así, y eso pasa, porque los ayuntamientos se convierten -sálvense las excepciones- en correas de trasmisión de la siglas que presentaron las candidaturas. Esta deformación de la vida municipal, se viene practicando de un modo tan habitual, que lo hemos llegado a interiorizar como si fuera algo lógico y natural.
Son diversos los tutelajes que ejercen los partidos sobre los ediles municipales, pero aquí sólo te voy a relatar los cuatro que, a mi juicio, inciden más negativamente en la unidad de acción a favor del Plan Integral, que es el tema que nos ocupa.
1) La política de la obediencia debida, de acatar sin rechistar las consignas u órdenes que llegan de arriba, es un mal general impuesto a las militancias de los principales partidos, y no sólo en el ámbito municipal, sino en todas las esferas. Y la manera de ir imponiéndola suele ser, mediante la política del palo y la zanahoria, es decir, orillando a los más críticos que tienen criterios y opinión propia y premiando a los más “obedientes” con repetir legislatura, ascensos en el partido o algún puesto en las instituciones que gobiernan o en otros entes paralelos a las mismas.
Como comprenderás, Nicolás, los pocos o muchos concejales y alcaldes que hayan sido contagiados por el virus de la sumisión, no van a ser proclives a sumarse a la unidad de acción por el Plan Integral, mientras ésta no sea expresamente la política de su partido en la Comarca.
2) En el ámbito de lo estrictamente municipal, los partidos gobernantes ejercen el tutelaje y el chantaje a los ediles; aprovechándose de que los ayuntamientos no tienen capacidad económica y, por lo tanto, tampoco autonomía municipal para marcarse por sí mismos sus líneas de actuación y sus priorizaciones.
Lo que los ayuntamientos han de hacer o no hacer, no lo deciden las corporaciones municipales, sino que les llegan impuestas por los cargos políticos desde arriba a través de las líneas que establecen, cuyas subvenciones las perciben los ayuntamientos en forma de ayudas graciables, lo cual lleva implícita la política de chantaje, de tal suerte, que si no son de la misma cuerda que los que otorgan la ayuda graciable o, como mínimo ediles dóciles, podrían no percibir nada o una cuantía menor.
Este tutelaje presiona sobre todas las tareas que realiza un ayuntamiento, ya que si cualquier corporación hace algo que no agrada a los que reparten el dinero -léase luchar por el Plan Integral- te lo pueden tener en cuenta y darte un trato discriminatorio.
La denominación de ayudadas graciables y del tutelaje y subordinación que con las mismas someten a los ayuntamientos, no son denominaciones que se me ocurre a mí ahora, sino que son los términos de denuncia en los que se expresó Jordi Sevilla cuando era ministro de las Administraciones Públicas, en su propuesta de borrador para una nueva Ley de Financiación para la Autonomía Local. La autonomía municipal, la llevan prometiendo desde el inicio mismo de la democracia, pero la ley sigue sin aprobarse treinta años después y la cusa principal es, que no les interesa poner en marcha una Ley que les haría perder a los cargos políticos la capacidad omnímoda de tutelaje y chantaje que ahora tienen sobre los ayuntamientos.
3) Un problema de de carácter específicamente comarcal, es el causado con las falacias que varios políticos de la zona y de la provincia vertieron sobre la sociedad civil y más en concreto sobre La Otra Guadalajara, para tratar de evitar a toda costa que se produjera una corriente de simpatía y de unidad de los ayuntamientos con las asociaciones y movimientos ciudadanos y con el Plan Integral. Estas mentiras malintencionadas se han ido desvaneciendo por sí solas, pero los recelos y desconfianzas que consiguieron crear en varios concejales y alcaldes, es uno de los hándicaps que más ha influido en que se haya pasado tanto tiempo sin logros en la unidad de acción entre ayuntamientos y sociedad civil.
4) La unidad apartidista, se concibe dentro de la sociedad civil de la comarca, como un principio vital e irrenunciable, pero no así, por ahora, dentro del municipalismo como ha quedado comprobado en las movilizaciones unitarias de este año entre los ayuntamientos y los agentes de la sociedad civil. Mientras que las declaraciones totalmente partidistas de algunos dirigentes políticos locales, sentaron muy mal en el seno de La Otra Guadalajara y se han tomado acuerdos para que no se vuelvan a repetir, en los concejales y alcaldes que participaron en dichas acciones, sin embargo, se vieron como algo normal. Es de esperar, que los ayuntamientos de la Comarca, se lo replanteen
La siguiente carta, Nico, será la última que te envíe, al menos por ahora, sobre los ayuntamientos y la unidad apartidista. En ella trataré de analizar las acciones unitarias de este último año y las enseñanzas e interrogantes, que, a mi juicio, nos han dejado.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Ha Nacido un Plataforma en la Zona Norte de la provincia. Te doy, Nicolás, mis primeras impresiones.


Hago un breve paréntesis, Nicolás, en el tema de los ayuntamientos y la unidad apartidista de la comarca que tenía entre manos, para hablarte de la creación de la Plataforma para la Defensa de la Zona Norte de nuestra provincia, cuya área es más conocida como la zona de la Arquitectura Negra.

Esa comarca tiene dos rasgos que la diferencia de la nuestra: Está menos alejada de la capital de Guadalajara y es bastante más pequeña en extensión territorial y en población. Por lo demás, padece los mismos males que la de Molina: el azote de la despoblación, la precariedad y escasez de servicios e infraestructuras básicas, la ausencia de medidas dinamizadoras, etc.

La citada Plataforma, se vistió de largo este sábado en la capital de Guadalajara con la celebración de una manifestación contra los recortes en la sanidad, la educación y los transportes de la Zona Norte y por la vida de los pueblos, Dejo a un lado el número de asistentes, que ni lo se ni es lo que más importa ahora , no sin antes solidarizarme plenamente con su lucha,

La Plataforma, por lo que informan sus representantes, está constituida por unos 25 ayuntamientos y seis o siete asociaciones. Nos dicen que las 25 corporaciones son del PSOE, aunque a mí este sentido de propiedad que tienen los partidos sobe las corporaciones locales, ya sabes, Nico, que me revuelven las tripas, porque los ayuntamientos no son, ni se deben al partido que presenta las candidaturas, sino a los vecinos que los eligen, que son ante los únicos que están obligados a responder los ediles.

Voy a seguir con mucha atención los movimientos de la Plataforma y te informaré de ello, Nicolás. Y ojala que pueda ir contándote que lo que, hoy por hoy, es sólo un conato de esperanza, se va convirtiendo en una realidad tangible, pues todavía tiene que acreditar que es una plataforma realmente unitaria de la Zona Norte, que tiene un programa para su territorio y que no está controlada y tutelada por ningún partido, que son condiciones sine qua non para adquirir credibilidad y que los vecinos y amigos de aquella zona la vean como una cosa suya y la apoyen.

En principio, es sólo una plataforma contra los recortes y por la vida en los pueblos, según dicen sus propios portavoces y alguna de las pancartas que exhibieron, aunque yo diría que es sólo una plataforma contra los recortes, ya que el agregado de: y por la vida de los pueblos, aunque queda bien, no deja de ser un mero deseo vacío de contenido, que por sí mismo no significa nada, ni da pistas de si tienen otros objetivos, aparte de la oposición a los referidos recortes.

Por ahora no podemos saber, si esa segunda parte del slogan quiere decir, que a los componentes de la Plataforma les parecía bien en líneas generales la situación que tenían antes en su zona y que lo único que no aceptan es que les hagan recortes para no empeorar, o si, por el contrario, además de tratar de impedir los recortes, tienen planteada la necesidad de elaborar, proponer e imponer la puesta en marcha de un plan integral o de dinamización de medidas trasversales, como la única solución que les queda, al igual que a nosotros aquí, de parar el proceso de despoblación en su zona, dinamizarla e invertir la tendencia.

Si la Plataforma opta por implicarse en lo segundo, se podrá abrir una gran ventana a la esperanza donde ahora sólo hay una rendija y más aún, empezará a demostrar con hechos que tiene carácter y voluntad de ser una opción unitaria e independiente, ya que eso sólo se puede acometer, desbordando los límites permitidos por las direcciones de cualquiera de los dos principales partidos que, en absoluto, desean que las cosas se les vayan por el cauce de los planes integrales, pues de haber tenido un mínimo de interés por los mismos, tiempo han tenido para ponerlos sobre la mesa en más de treinta años que llevamos de democracia. ¡Que ya son años! Otra cosa es, que puedan verse obligados a asumirlos si seguimos perseverando en la presión democrática que, al menos por aquí, en esas estamos.

En fin, Nico, por ahora, sólo cabe esperar y ver cómo se desarrollan las cosas. Esperaremos.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Los ayuntamientos y la unidad apartidista (1)


Nicolás, trataré de exponerte en positivo lo poquísimo que te puedo contar, en relación a la implicación de los ayuntamientos en la unidad apartidista para conseguir el Plan Integral y también intentaré explicarte el por qué los avances son tan pobres.

Siete años después (2.555 días) de ponerse en marcha la propuesta del Plan Integral en toda la comarca con el apoyo de 11.225 firmas, todo lo que se puede poner en el haber de los ayuntamientos es, el apoyo explícito al mismo de las corporaciones municipales de Molina, Adobes y Villel de Mesa y el silencioso y tembloroso respaldo de algunos otros ayuntamientos, “no vaya a ser que se enteren los de arriba o los jefes de la zona y la vayamos a joder”. Observa, no obstante, que los apoyos explícitos suponen, en términos de población, la mitad de la comarca y si agregamos los apoyos sigilosos, la mayoría de la misma.

Pero las declaraciones testimoniales a favor del Plan Integral son una cosa y la unidad de acción apartidista para conseguirlo, otra muy distinta, en la cual, la sociedad civil lleva ya varios años peleando a través de diversas acciones y movilizaciones, sin que los ayuntamientos se hayan venido implicando, salvo algún caso aislado. Tan sólo es digna de mención por su amplitud, la involucración en la recogida de firmas de apoyo al Plan Integral en 2005-2006, en cuya acción, acabaron colaborando ediles de más de la mitad de los pueblos de la comarca. En definitiva, un apoyo testimonial relativamente mayoritario de los ayuntamientos a favor del Plan Integral y una implicación muy escasa en las acciones y movilizaciones para conseguir el mismo.

A primera vista, resulta inexplicable, que siendo el Plan Integral Comarcal tan imprescindible y urgente para incrementar población, dinamizar la zona y mejorar la calidad de vida de todos y cada uno de nuestros pueblos, no sean los propios ayuntamientos los principales impulsores del mismo, pues debe suponerse, que los ediles municipales concurrieron a las elecciones para defender los intereses de sus pueblos que, aquí y ahora, se concretan esencialmente en conseguir el Plan Integral.

Como nada en la vida sucede por casualidad, sino que hay detrás unas causas que lo explican, voy a tratar de bucear para ver si doy con las que, a mi juicio, están influyendo negativamente para que los ayuntamientos no hayan asumido aún de una vez por todas y, en primera fila, la lucha por conseguir el Plan Integral, como sería lo lógico.

Causas internas o propias

La primera es, a mi modo de ver, que las cosas del día a día en cada municipio polarizan y absorben mucho a los ediles y nunca parecen tener un momento para pensar e implicarse en aquello que acontece más allá de las mojoneras de su término municipal, por muy importante que sea para su propio pueblo. Es lo que se ha dado en llamar: política de campanario, en cuya visión miope y sin horizonte, hemos caído muchas veces todos los que hemos sido “de ayuntamiento” y yo, Nicolás, como el que más. A ello se une un segundo problema, y es, la escasa o nula capacidad para rectificar, que demuestran muchos ediles, que por más que se vayan convenciendo de que los principales problemas que afectan a sus pueblos se sustancian en el ámbito comarcal, a la hora de la verdad y sin que se sepa bien por qué, les sigue costando un mundo poner su mente y sus brazos, más allá de donde llega el eco de sus campanas.

.Esta política de campanario, no es ningún inconveniente cuando se gobiernan ayuntamientos de poblaciones grandes o medianas, cuyos problemas esenciales se pueden resolver desde su propio ámbito municipal, pero es nefasta en nuestros pequeños municipios, porque supone, en la práctica, que los ayuntamientos se desentienden de los principales problemas que cada pueblo tiene por delante, la mayoría de los cuales -los más importantes- son comarcales y no locales.

La segunda causa es, que en nuestros pequeños pueblos, se concurre a las elecciones municipales, sin asumir las dos obligaciones más básicas que debe exigírsele a cualquier candidatura: La primera: presentarse con un programa y la segunda, cumplirlo si sale elegida; programa este, que a estas alturas, no puede ser otro, que el del Plan Integral,
El salir elegidos los candidatos sin presentar ningún programa, les libera después ante los vecinos de asumir unas medidas programáticas, a las que en ningún momento se comprometieron cuando presentaron su candidatura y los únicos condicionantes y presiones a los que se pueden ver sometidos, no son las de los vecinos en general, sino sólo aquellas que provengan de quienes les deben el cargo; esto es, del partido que los presentó de candidatos y de sus familiares y amigos, que es el caladero habitual donde se pescan los votos en municipios tan pequeños, y mucho más aún, cuando no hay propuestas de programa por medio.

Siempre hay alguna excepción, Nicolás, como por ejemplo, en tu pueblo y el mío, Adobes, donde los actuales concejales nos presentaron su programa previamente y por escrito, en el cual, se incluía el Plan Integral. Pero estas son honrosas excepciones y no la regla.

La tercer causa es, la existencia de una cultura municipal dominante y equivocada, que consiste en entender que los ayuntamientos deben resolver sus asuntos solamente desde la gestión ante las instituciones de arriba y que la movilización y la presión son cosas, en todo caso, de la sociedad civil pero no de los ayuntamientos, cuando lo cierto es, que tan legal y tan constitucional es, ejercer una acción de presión democrática, como hacer una gestión. Téngase en cuenta, además, que si los ayuntamientos se pusieran de verdad la ropa de faena para conseguir el Plan Integral que tanto necesita esta tierra, más veces tendrían que recurrir a la presión, que a la gestión. Y, si no es costumbre asumir la cultura de la presión democrática desde los ayuntamientos en general, no digamos ya, cuando los ediles que han de ejercerla, pertenecen al partido que gobierna la institución a la que hay presionar.

Puedes valorar, Nicolás, estas tres causas o limitaciones para la unidad de acción apartidista como tú quieras, que ya eres mayorcito. Pero si prefieres hacer una valoración global de todos los impedimentos, tendrás que esperar hasta la carta siguiente, en las que te expondré las causas externas que también están torpedeando, y de qué manera, la incorporación de los ayuntamientos a la acción unitaria apartidista..

No te creas, Nico, que me he olvidado de analizar y sacar las correspondientes enseñanzas de las acciones unitarias que se han dado este año entre la sociedad civil y los ayuntamientos; ocurre, simplemente, que lo he dejado deliberadamente para el final, porque no han sido propiamente movilizaciones por el Plan Integral y si lo meto todo en el mismo saco podría contribuir a confundirte.



sábado, 3 de noviembre de 2012

LA UNIDAD APARTIDISTA ES IMPRESCINDIBLE Y TAMBIÉN POSIBLE. LO DEMUESTRAN LOS DATOS


Como continuación de la anterior, he de decirte, Nicolás, que la unidad apartidista en la comarca para conseguir el Plan Integral no solo es imprescindible, sino también posible. Los datos que te voy a exponer demuestran que llevamos ya un buen tramo del camino recorrido

La propia elaboración del Plan Integral Comarcal fue el primer gran ejemplo de unidad apartidista. Se perfiló y concretó a través de varias y concurridas asambleas, en cuyos debates no se tuvo jamás en cuenta la ideología de nadie, sino que todos los esfuerzos se concentraron en seleccionar y ponerse de acuerdo en el paquete de medidas transversales que precisaba la comarca para invertir la tendencia de la despoblación e iniciar un proceso de dinamización. Se dejó meridianamente claro, que esos puntos eran los que nos unían a todos, con independencia de ideologías, credos, posición social etc, y que, por lo mismo, haríamos de la unidad apartidista el principio más preciado.

Este primer paso de unidad nítida y sincera, creó las condiciones de credibilidad necesarias que hizo posible dar un segundo paso todavía de mayor magnitud, cual fue: unir a la ciudadanía de toda la comarca en torno al Plan Integral elaborado, consiguiendo el apoyo expreso de todos a través de la firma, mediante un proceso de reuniones y asambleas por los pueblos que duró casi un año. Las 11.225 rúbricas que se consiguieron hubieran sido absolutamente imposibles de lograr, si se hubieran promovido desde banderas ideológicas y partidistas de cualquier signo.

En el sector empresarial y del comercio de la comarca tenemos el ejemplo más claro de esta unidad apartidista, al margen de ideologías, credos o posición social. Su colaboración se inició con la aportación unánime de una ayuda económica a La Otra Guadalajara para que pudiera sufragar sus gastos (los de personal son cero euros) cuyo listado de entidades colaboradoras se expuso públicamente en todos los pueblos y es de dominio público. Prosiguió con la colaboración en el toque de rebato colocándose todos ese día la camiseta amarilla del Plan Integral y recogiendo firmas desde sus establecimientos y en esas siguen hasta ahora. Su última colaboración, tan unitaria como las anteriores, ha sido: recoger miles de firmas desde sus establecimientos contra los recortes en la comarca y por el Parador.

Todos estos pasos unitarios impulsados desde La Otra Guadalajara, acabaron convirtiéndose en un factor social positivo y atrayente y abrieron las puertas de par en par a nuevas e importantísimas cuotas de unidad apartidista dentro de lo que se ha dado en llamar la sociedad civil, se supone que para diferenciarlo de lo que son los organismos institucionales. Aunque ya lo hemos hablado en otras ocasiones, Nico, déjame que traiga de nuevo a colación al menos dos ejemplos unitarios de gran relevancia,

Uno de ellos ha sido, el acontecimiento sin precedentes de que CEOE, CEPYME, CCOO, y UGT de la provincia, con sus secretarios generales a la cabeza, se desplazaran todos juntos desde Guadalajara a Molina a firmar públicamente en el Salón de Santa María del Conde un protocolo de apoyo al Plan Integral de La Otra Guadalajara. Fue por la mañana en horario de trabajo, pero a pesar de ello, la Sala estuvo a rebosar, como no podía ser de otra manera, dada la ilusión y expectativas que generó un acto tan extraordinario.

Posteriormente, se dio otro hecho de unidad apartidista de la máxima importancia, cual fue, el que más de sesenta asociaciones de la comarca decidieran unirse, hacer suyo el camino andado por la Otra Guadalajara, así como el Plan Integral, al cual, como es lógico, se le introdujeron algunos retoques, que La Otra Guadalajara también asumió por considerarlos enriquecedores. Estas asociaciones crearon una Coordinadora Comarcal para unir sus esfuerzos entre sí y con La Otra Guadalajara y desde entonces, se han venido realizando, codo con codo, acciones unitarias por el Plan Integral, sin que en ningún momento se haya creado tensión o rivalidad alguna por causas ideológicas o de otro signo.

Me dejo para la carta siguiente, Nicolás, el tema de la unidad apartidista con los ayuntamientos que, vistos los grandes avances unitarios logrados en la sociedad civil, debería ser igual de fácil conseguirla; aunque, desafortunadamente, no lo es, No obstante las últimas acciones unitarias con los ayuntamientos, a pesar de un par de notas disonantes y partidistas, han sido un paso esperanzador. Ya veremos si esas disonancias se corrigen y ya veremos qué ocurre cuando la unidad haya de hacerse por el Plan Integral y no sólo contra los recortes en la comarca y por el inicio de las obras del Parador. Te lo comentaré en breves días

miércoles, 24 de octubre de 2012

O UNIDAD APARTIDISTA EN TORNO AL PLAN INTEGRAL, O QUE EL ÚLTIMO APAGUE LA LUZ.


Te lo prometí en mi carta anterior, Nicolás: Voy a referirme a la dificultad de la unidad de acción apartidista con los ayuntamientos, El momento es muy apropiado, porque no solo contamos con los argumentos que la hacen necesaria, sino también con el bagaje de experiencias que nos han aportado las recientes acciones unitarias de este año con los ayuntamientos por el inicio inmediato de las obras del Parador y para que no se hagan recortes en una comarca tan deprimida como esta.

Si no te importa, Nico, te lo desgloso en tres misivas. Creo que vale la pena. En la de hoy, me voy a referir a lo trascendente que es la unidad de acción apartidista en estos momentos y en esta comarca. En la segunda, te hablaré, con datos en la mano, de lo mucho que se ha avanzado en este terreno dentro de lo que se ha dado en llamar la sociedad civil. Y en la tercera, ya sí, me referiré expresamente, a las dificultades que prensenta conseguir esa unidad apartidista con los ayuntamientos.

Estamos atravesando desde hace muchos años por una situación calamitosa a causa de un proceso de despoblación, que no cesa. No se observan brotes verdes que nos indiquen que la tendencia se esté invirtiendo y ni siquiera que se esté frenando. Tú, Nicolás, eres lo suficientemente inteligente y sensible como para saber procesar y tomar concia de lo que significan los siguientes rasgos y datos:

Tenemos una población siberiana, con 1,3 habitantes por km2, con menos de nueve mil habitantes viviendo en unas noventa pequeñísimas poblaciones, dispersas a lo largo y ancho de un basto territorio, alejadísimo de la capital, que ocupa un tercio de la provincia. Con algunos pueblos deshabitados por completo y otros a las puertas de ocurrirles lo mismo y con una mayoría de localidades que están por debajo de los cincuenta habitantes.

Este desastre despoblacional es la alarma que martillea sin cesar nuestros oídos y remueve nuestras conciencias, es el indicador que nos muestra con todo su patetismo, que la comarca continúa con su proceso de hundimiento y desaparición; el indicador que pone al desnudo, que aquellos planes y sueños de futuro que se hacían tus padres y los míos cuando trasnochaban -¿te acuerdas?- están muriendo o, mejor dicho, los vienen matando desde fuera los que gobiernan, que cuentan, además, para tan “histórica y prestigiosa hazaña”, con vergonzosas colaboraciones desde dentro; supongo que a cambio de trepes políticos y medres personales.

Y por si no tenemos bastante con el drama de la despoblación, súmale la precariedad e insuficiencia de nuestras infraestructuras y servicios comarcales, infinitamente peores que los que tienen y disfrutan en la inmensa mayoría de los ámbitos territoriales de España. Y agrégale, además, las grandes dificultades que existen para mantener los negocios  y existentes o crear otros nuevos en medio de este panorama tan sombrío y carente de perspectivas y entenderás, que eso que se viene diciendo de que esta comarca se debate entre el ser y no ser, no es sólo una frase bien lograda, sino también una triste y dolorosa realidad.

Como tú mismo me has reconocido muchas veces, Nicolás, si no es a través de un Plan Integral comarcal de medidas transversales, no es ya posible parar este proceso de hundimiento de la comarca e invertir la tendencia, Pero como tú también sabes, a pesar de que llevamos ya mas de treinta años de democracia, ninguna de las fuerzas con posibilidades reales de gobernar la región ha querido asumir e incluir en su programa ese Plan Integral comarcal, que tanto le urge a esta tierra para que no se vaya definitivamente al garete.

Y no lo quieren asumir, porque al vivir tan poca gente en la zona, no les resultamos rentables electoralmente, que es lo que verdaderamente les importa, Hasta hace siete años lo tenían muy fácil, porque nadie desde la comarca les demandaba el Plan Integral, pero desde que La Otra Guadalajara lo pusiera sobre la mesa, se lo llevara a la ciudadanía para que lo respaldara, consiguiera alianzas con los colectivos de la sociedad civil y se hayan realizados movilizaciones, las cosas se les han puesto infinitamente más difíciles a dichas fuerzas, que ahora se ven obligados a aceptar, aunque solo sea de palabra, la necesidad del Plan Integral, ya que tampoco quieren crearse la imagen pública de que prefieren que se hunda la zona antes que aceptar el Plan Integral para salvarla. De hecho, con al anterior gobierno, ya se consiguió arrancarle alguna de las medidas del Plan Integral y que no fuera “delito”.expresarse en clave de comarca.

En resumen: El Plan Integral es imprescindible, lo quiere la ciudadanía y se resisten a ponerlo en marcha las fuerzas con posibilidades de gobernar la región, por lo cual, imponerlo, requiere seguir por el camino emprendido, requiere conseguir unir todos los esfuerzos de los pocos somos, sin que nos podamos permitir el despilfarro de desperdiciar la fuerza y la colaboración de nadie por razones de ideología, credos, posición social etc, porque incluso, luchando todos juntos de forma apartidista, todavía somos demasiado pocos en relación a la magnitud de la tarea que tenemos por delante, que no es, que la comarca marche un poco mejor o un poco peor, sino que la comarca desaparezca o que la comarca se recupere con el Plan Integral.

miércoles, 17 de octubre de 2012

COINCIDO CONTIGO EN MUCHAS COSAS, PERO EN ESTO DISCREPO


Me sorprendió, Nicolás, leer el mes pasado en la Crónica de Guadalajara un artículo de Carlos Sanz Estables, titulado “El 18-A en Molina y La Otra Guadalajara”, en cuya parte final del mismo hacía una crítica en el sentido de que este movimiento ciudadano no debió implicarse en la lucha contra los recortes en esta comarca de Molina. Te envío el enlace para que leas el artículo:: http://www.lacronica.net/el-18a-en-molina-y-la-otra-guadalajara-47161.htm

Leyendo detenidamente el artículo y, sobre todo, conociendo las ideas en pro de la comarca y la seriedad y ponderación con que Carlos ha tratado siempre a La Otra Guadalajara, no me cabe ninguna duda, que su crítica es bienintencionada y estoy seguro, que hecha con la sana intención de ponernos en alerta a quienes formamos parte de este movimiento, para que cuidemos la valiosísima seña de identidad, de La Otra Guadalajara, que hemos consolidado a pulso a lo largo de siete años: La unidad de acción apartidista.

Mi opinión personal -no hablo en nombre de nadie- es que la implicación de La Otra Guadalajara contra los recortes en la comarca ha sido un gran acierto y, además, era su deber. A tal punto me parece así, que si se hubiera cruzado de brazos ante los mismos, yo ya no pertenecería a este movimiento. Doy mucho valor, igualmente, a la unidad de acción con la Coordinadora de Asociaciones y con los ayuntamientos a través de La Común. Otra cosa bien distinta es, la gran dificultad que conlleva conseguir la unidad apartidista con los municipios, pero este es otro tema que requiere carta aparte, Nicolás, y que te escribiré a no tardar.

Como tú bien sabes, Nico, la comarca de Molina no tiene bolsas de pobreza ni de parados superiores a otros lugares, sino más bien todo lo contrario, pero sí padece, sin embargo, un proceso agonizante como territorio difícil de revertir, En una situación así, lo único que no se puede hacer, es permanecer pasivos mientras nos quitan o desmontan parte de lo poquísimo que tenemos, ya que, inhibirnos, es hacernos cómplices de un mayor hundimiento de la zona, que el que ya sufre, que es a donde conducen los recortes en un área tan deprimida como la nuestra.

Dada la situación de la región y de la nación, se nos puede pedir paciencia con la puesta en marcha del Plan Integral a pesar de su urgencia, pero lo que no se nos puede, ni siquiera sugerir, es que permanezcamos pasivos, mientras se da otro brusco paso hacia el hundimiento de la comarca con los recortes que le están haciendo. Y esto no es ideología ni leches, es pura lucha monda y lironda por la pervivencia de un territorio en trance de desaparecer.

La Otra Guadalajara, como tal, nunca ha entrado a analizar el tema de los recortes a nivel general ni se ha posicionado al respecto, pero era su inexcusable deber, a mi juicio, valorar cómo podían afectarle los mismos al proceso de hundimiento en el que está sumida esta tierra -en buena parte a causa de sus precarios e insuficientes servicios e infraestructuras, que ahora decapitan- y, valoradas sus evidentes consecuencias negativas, solicitar que esta deprimida zona, así reconocida por la propia JCCM, quede excluida de los recortes.

Hecho el diagnóstico, La Otra Guadalajara siguió su propio camino, buscó desde su independencia la unidad de acción a nivel de la comarca con otros colectivos ciudadanos y ayuntamientos y concretó con ellos desde el primer momento el programa de peticiones y de acciones de lucha a seguir, acciones éstas, que dicho sea de paso, en ningún momento coincidieron con las efectuadas contra los recortes a otros niveles mas amplios por otras fuerzas o colectivos.

Si a lo expuesto se le quiere llamar politización, pues qué le vamos a hacer. Yo le llamo, simplemente, luchar por la pervivencia de esta tierra en el momento más crítico; algo que jamás puede dejar de hacer, en mi opinión, un movimiento ciudadano que ha surgido, precisamente, para luchar por cambiar la tendencia de una comarca que está en trance de desaparecer y, cuyos recortes, son un fuerte obstáculo que nos aleja drásticamente de conseguir los imprescindibles y básicos objetivos por llos que luchamos 

lunes, 15 de octubre de 2012

VOLVEMOS

Te dije ayer, Nicolás, que hoy mismo te mandaría algo a través del blog, y aquí me tienes.


Llevas razón, Nico, ni mails ni leches. No hay mejor herramienta que la carta para nuestra fluida intercomunicación. Y como las mías hacen referencia a lo que por aquí acontece, pues nada mejor, si te parece, que seguir colgándolas en el blog como antes, por si suscitan el interés de otras personas, que ya veremos si somos capaces de recuperar al menos a ese modesto número de lectores, que teníamos. Siete meses sin colgar nada, son demasiados meses...

Desde marzo, que te mandé la última carta hasta hoy, han pasado muchas cosas, de las cuales se pueden extraer -creo- interesantes reflexiones y conclusiones, sobre todo, de lo acaecido por aquí, por la tierra. Me pongo a ello, Nicolás.

viernes, 9 de marzo de 2012

Razones de mi conclusión de la carta anterior



Te decía en la anterior, Nicolás, que en esta te daría las razones del porqué de la conclusión que te adelante en la misma. Entre esas razones no hay ninguna, que yo vea, que se deba a méritos del PP. Tampoco comparto la idea de que la principal causa de la debacle del PSOE se deba a la crisis en sí, que es la rueda de molino con la que quieren hacernos comulgar aún los socialistas.

Tan escandalosa diferencia de 21,9 puntos está cimentada ante todo, en los propios deméritos del PSOE ante su electorado más de izquierdas o avanzado. Principalmente estos: pérdida de efectividad de algunas consignas electorales que en otro tiempo hicieron fortuna, pésima gobernabilidad de la segunda legislatura, derechización pura y dura del partido traicionando su ideario social demócrata y no haber rectificado en el congreso de Sevilla.

La pobrísima y cada vez más desgastada cantinela de que hay que votar PSOE, porque es peor el PP, esgrimida por los socialistas como principal razón para votarles, ha sido minimizada hasta la saciedad en las redes sociales y en la calle a partir del 15-M, donde centeneras de miles de veces se ha escrito y se ha gritado eso de: PP y PSOE la misma mierda es, que no deja de ser una manera de decirle a los socialistas, que no se enrollen con una consigna tan desesperanzadora e inmovilista y que den razones propias, estimulantes y de peso para votarles.

A lo anterior hay que agregar, el daño que le ha hecho al PSOE el desenmascaramiento constante que se ha venido haciendo a partir del 15-M del antidemocrático sistema electoral, ya que ha servido para que muchos votantes de izquierdas hayan acabado siendo plenamente conscientes, que también su voto podía ser útil sin votar al PSOE y que si no lo es, no se debe a que no haya votos suficientes para una verdadera opción de izquierdas, que cuente e influya y condicione en el Parlamento, sino a que el propio PSOE en alianza con el PP se lo están impidiendo con el sistema electoral antidemocrático que se han montado, precisamente para impedir por ley que prospere cualquier opción por sus costados.

Otras causas que han influido en el desgaste electoral socialista han sido: la tardanza en reconocer la crisis y una vez reconocida, el delirante ilusionismo trasmitido desde el Gobierno de que empezaríamos a remontar al trimestre siguiente, cantinela que nos vinieron repitiendo durante más de dos años seguidos, mientras la crisis iba a peor. Esto creaba una imagen paupérrima del Gobierno y trasmitía la impresión de que quienes menos se enteraban de lo que estaba pasando eran los que se reunían cada viernes en La Moncloa.

Un Ejecutivo en fuera de juego respecto a la crisis, no podía sino cometer desatinos y torpezas, saliendo de ese desconcierto los infumables Planes Locales de Zapatero (las consecuencias todavía se siguen pagando) llegándose a gastar inútil e innecesariamente trece mil millones de euros en acciones secundarias, prescindibles e improductivas que no dejaban empleo detrás. Estas actuaciones se pueden entender en tiempos de bonanza, pero en medio de una crisis y con tanto paro, no cabía otro Plan de ayuda pública que no fuera el destinado al cien por cien a apoyar iniciativas productivas y generadoras de empleo.

Otro desatino del Gobierno y de la dirección del PSOE, más imperdonable que el anterior, fue el de pretender gobernar en solitario como si fueran tiempos normales, en vez de apelar a la necesidad de un Pacto de Estado que generara confianza en la población y ayudara a salir de la crisis. La prueba de la importancia social de una propuesta así, la tenemos en que cuando ese pacto lo propuso Durán i Lleida, su imagen subió como la espuma y pasó de repente a ser el político más valorado durante varias semanas seguidas. Si eso lo hubiera estado proponiendo el Gobierno y, además, de forma constante como era su ineludible deber, sobre el Ejecutivo hubieran repercutido, y con creces, los reconocimientos y méritos que se llevó el político catalán y si, en esas, el PP no se hubiera sumado, al menos habría sufrido el descrédito que así le ha evitado el propio Partido Socialista.

Lo dicho hasta aquí, si se pudiera medir en número de desafectos al PSOE, no creo que supusiera ni siquiera la cuarta parte de los millones de votantes que le echaron la espalda. Pero los he traído a colación, para que luego, Nico, no me taches de simplista y de que no toqué todas las posibles causas de la debacle electoral socialista.

Lo que verdaderamente decepcionó y dejó estupefactos a millones de votantes de izquierda e hizo que este partido hundiera de súbito y por completo sus perspectivas electorales, acaeció cuando le leen la cartilla a Zapatero en Bruselas y al regreso a España, él y su Gobierno deciden apresurados y sin ningún debate, pasar a aplicar inmediatamente una política de reducción de gastos al estilo puro y duro de la derecha y renunciando por entero a sus postulados socialdemócratas.

En un santiamén, aplican un gran recorte de dieciséis mil millones de euros , que los hacen

recaer desde el primer céntimo al último sobre las espaldas de sectores desfavorecidos de la sociedad, al mismo tiempo que abaratan sustancialmente el despido e inyectan dinero público a la banca, sin exigirle a cambio la contrapartida de la concesión de créditos a todas las empresas en apuros y a todas las iniciativas productivas, ni sin poner tampoco la condición, siquiera fuera por decencia democrática, de que los bancos beneficiados les rebajaran sustancialmente a sus ejecutivos los escandalosos sueldos que cobran.

Y con este bagaje de desméritos y esa gran derechización, Nicolás, concurren los socialistas a las elecciones, cosechando los desastrosos, pero merecidos, resultados que todos conocemos.

Faltaba saber aún qué haría el PSOE tras su debacle

Pero esta historia de derechización del PSOE y de abandono de las señas de identidad socialdemócratas no había acabado de escribirse todavía, sino que faltaba saber, si tras elecciones, los socialistas iban a seguir encastillados en lo mismo o si, por el contrario, harían una profunda autocrítica, pedirían perdón públicamente, abrirían un debate real y visualizable que indicara con claridad que retornaban a la socialdemocracia y colocaban al frente del nuevo proyecto, si no a líderes críticos con lo ocurrido, que no tenían ninguno, porque todos acataron de un modo sumiso y vergonzante la derechización impuesta desde las alturas, sí al menos a personas que no hubieran tenido responsabilidades ni en la dirección del partido ni en el Gobierno.

Nada de ello se hizo en el congreso de Sevilla y eso ha llevado a los socialistas a pagar una nueva factura, cuya pérdida de más de otro millón de nuevos desafectos al PSOE desde las elecciones hasta ahora, que refleja la encuesta del País, no es otra cosa que el precio lógico a pagar, por más que a ti, Nicolás, te haya sorprendido tanto. Y el rechazo del 75% de los españoles que recibe la figura de Rubalcaba es, asimismo, el justo castigo de tener que seguir viendo al frente del PSOE a uno de los tres principales responsables de todo lo sucedido.

A pesar de que yo no vea por ningún lado, Nicolás, que en el corto ni el medio plazo se puedan cumplir tus deseos de ver un PSOE retornando a la socialdemocracia y con caras nuevas al frente, que no tengan impicación con el pasado, no te pido que renuncies a tu esperanza, pues esa es una cuestión estrictamente tuya que respetaré siempre.


Pero por lo mismo, también te pido que respetes tú la mía de asirme al sueño, de que todos los que estamos a la izquierda o por delante del PSOE, seamos capaces de construir otra opción política con los millones de personas que andamos en éstas, por más que hasta ahora no haya signos que alimenten la esperanza de que esto pueda ser realidad algún día.

domingo, 4 de marzo de 2012

¿Y qué esperabas, Nicolás? ¿que le pasaran por alto al PSOE la factura del congreso de Sevilla?



No, Nicolás, no. No tengo nada contra ti. En absoluto. No te escribo, porque me siento muy decepcionado de casi todo y de casi todos y no quiero contagiarte mi pesimismo. Por otro lado, cuando se cae en estas de creer que los demás están equivocados y uno en lo cierto, lo recomendable es instalarse en la duda, pensar que el equivocado pueda ser uno mismo y seguir reflexionado, que es lo que estoy haciendo ahora.

Tan sólo me encuentro en sintonía con bastante gente en el pequeño espacio de lo comarcal, donde somos muchos, y cada vez más, los que pensamos que: Recortes: NO y Plan Integral, ya, no son, simplemente, dos consignas, si no lo que va a determinar si nuestra comarca se va a hundir del todo o resurgirá.

Reflexionando mucho y sin ganas de escribir estaba, cuando de repente me llega tu mail, mostrándome tu absoluta sorpresa (son tus propias palabras) por la encuesta que acabas de leer en el País de Metroscopia, que da una diferencia en expectativa de voto entre el PP y el PSOE de 21,9 puntos, o sea, un aumento en 5,4 puntos en comparación a los 16.5 que arrojaron las elecciones generales. Terminas tu mail diciéndome: Con los recortes y la reforma laboral que ha impuesto el PP no es concebible que siga aumentando la diferencia de esta manera, me siento desolado, desesperado y te ruego que dejes tu silencio y me des tu opinión.


Lo acepto y te responderé a ello por la amistad que nos une, aunque no me apetece seguir tecleando por ahora y menos aún sobre un tema del que, al menos en el corto plazo, no hay posibilidades de coincidencia entre nosotros. Tú vas a seguir preocupado en si el PSOE renueva sus cargos y su política realmente, mientras que a mí ese asunto ha dejado de interesarme por completo. A mí lo único que me preocupa y me tiene sumido en el desencanto y el pesimismo, e s la constatación de lo horriblemente mal que va la construcción de la alternativa al PSOE con los millones de personas que se mueven a la izquierda o por delante de este partido, a pesar de que los socialistas nos hayan dejado todo el camino expedito


Te pido por lo menos, que no me sigas llamando “cabezurro” si te insisto en que no se pueden analizar nunca con acierto las perspectivas electorales del PSOE, sin partir de la premisa de que este partido tiene una parte de electorado que le es fiel y otra a su izquierda, que en ciertas circunstancias favorables le otorgan un voto prestado y desganado y en otras, le echan la espalda y que, a la postre, son los segundos los que deciden los éxitos o las debacles socialistas.


Y ya que me has hecho la puñeta forzándome a escribirte cuando no me apetecía ni lo más mínimo, te la voy a hacer yo también a ti, adelantándote mi conclusión, pero dejando para la carta siguiente las razones de la misma.


Mi conclusión es, Nicolás, que todavía faltaba pasarle factura al PSOE por su rancio e inmovilista congreso de Sevilla, cuyo chasco en el conjunto de la ciudadanía progresista ha sido tal, que ni siquiera la que está cayendo con los recortes del PP, le ha hecho olvidar a los encuestados la decepción que les ha causado tan desesperanzador evento. Si prefieres te lo resumo con un dato de la propia encuesta, que a ti parece habérsete pasado por alto. El grado de desconfianza que despierta Rubalcaba entre los ciudadanos es del 75%. Lo nunca jamás visto ni imaginado en un Secretario General del PSOE recién elegido.


Una última cosa antes de acabar estas letras: con la carta siguiente y salvo que ocurra algo excepcional, pongo fin a mis comentarios sobre el PSOE. Vete pensando si te interesa o no que te escriba, en adelante, sobre la opción alternativa a este partido, sobre la manera de hacer confluir a todo lo que se mueve a la izquierda y por delante del PSOE.

sábado, 21 de enero de 2012

Contento e indignado


Pocas veces he tenido, Nicolás, unas sensaciones tan encontradas: Por un lado, contento porque parece que, al fin, se va a hacer el Parador Nacional de Turismo en Molina de Aragón y por otro, indignado por la salvaje reducción de plantilla y/o de jornada que la JCCM pretende hacer en nuestros montes y por la restricción o eliminación de algunos de los pocos servicios que tenemos.


El Parador parece que, al fin, sí

Como ya te he contado, Nicolás, esta es una obra encomendada a Trangsa por el Gobierno anterior que, sin embargo, tal y como ha venido alertando La Otra Guadalajara, estaba en el aire, como se pone de manifiesto en el pliego de condiciones del primer concurso que ha sacado Trangsa en la modalidad de subcontrata por seis millones de euros, en el cual consta, que Trangsa queda liberada de su compromiso en cualquiera momento del proceso (licitación, adjudicación o ejecución) en el caso de que la Administración, o sea el Gobierno, deje sin efecto la encomienda a Trangsa.

La ejecución de la obra del Parador, pues, no era irreversible como nos dijeron con pretensiones electorales y embaucadoras cuando hicieron la pantomima de poner la primera piedra, si no que estaba condicionada por completo a la voluntad política del Gobierno, por cuya razón, era absolutamente imprescindible que el nuevo Ejecutivo que saliera de las urnas, fuera del color que fuera, diera la cara e hiciera un contrato expreso con la ciudadanía de la comarca, adquiriendo públicamente, con fechas y plazos, el compromiso de construir el Parador, que es lo que acaba de hacer el Presidente de la SEPI, Sr. Ramón Aguirre, al decir públicamente y con contundencia, que se adjudican obras por seis millones de euros a finales de este mes y que el Parador estará terminado en el 2014, comprometiéndose, además, a hacer una rueda de prensa cada seis meses, para informar de la marcha de las obras.

Tras las elecciones, existía un cierto miedo a que el nuevo Gobierno pospusiera sine die la construcción del Parador, amparándose en su política de recortes de obra pública y echándole al anterior Gobierno la culpa de que las obras no estén empezadas. Pero también teníamos esperanzas fundadas de que el eco alcanzado por las movilizaciones que se han venido haciendo en la comarca desde las plataformas y asociaciones de la sociedad civil para que el anterior Ejecutivo dejara las obras realmente empezadas antes de marcharse y de que se seguiría presionando al nuevo Gobierno en el mismo sentido, dieran los resultados pretendidos.

La presión firme y sostenida de la sociedad civil ha sido, sin duda, el factor determinante que ha forzado al Presidente de la SEPI a hacer ese contundente pronunciamiento público a favor de la ejecución de las obras. Y si alguien cree que no se debe a las movilizaciones, que me explique por qué no se dice nada sobre la construcción del Parador de Muxía, que ha llevado un proceso idéntico al de Molina en todo momento, incluida la farsa de la primera piedra. Me alegro de que las cosas parezcan encarriladas, en primerísimo lugar, por la comarca y sus gentes, pero también por todas las personas que se han movilizado y que ahora pueden empezar a sentir la satisfacción de que su lucha no ha sido en vano. No obstante, por si las moscas, tendremos que seguir con la táctica de vigilancia y de no bajar la guardia, que ya pusiéramos en marcha ante anteriores promesas incumplidas.

Los montes como brutal contrapunto

Pero estar contentos por el encauzamiento de la obra del Parador, no me quita ni una pizca de la fuerte indignación que me invade ante la pretensión de la JCCM, que preside la Sra Cospedal, de quitar o restringir los pocos servicios que tenemos y de echar gente a la calle. De todo esto ya te hable en la carta anterior, aunque aprovecho ésta para explicarte un poco más lo de los montes, dado lo salvaje que me parece la pretensión de la JCCM de recortar drásticamente el número de empleados que trabajan en ellos a través de la empresa pública GEACAM, que depende directamente de dicha Junta.

Sí, Nicolás, sí, salvaje es la palabra, porque reducir plantilla en nuestros montes, trae la alarmante consecuencia de desatender las tareas silvícolas que nuestras vastas y sucísimas masas forestales reclaman a gritos, ante el palpable peligro de que se repitan catástrofes como las del incendio de 2005, que asoló trece mil has de bosque y se llevó por medio la vida de once personas y también trae el drama de dejar a mucha gente sin empleo o con una jornada reducida que no da para vivir. Pero debes saber, además, amigo mío, que a estas dos desastrosas consecuencias, hay que agregarle otra tan salvaje como es, la de echarle la soga al cuello a esta deprimida comarca para estrangularla definitivamente, ya que eso supondría perder nuevos habitantes en unos municipios como los nuestros, cuya patética despoblación, no admite la pérdida de un solo vecino más.

El pésimo estado en que se hallan las vastas masas de bosque de nuestra comarca, Nicolás, no requieren reducción de plantilla, sino que demandan con urgencia, que se triplique el número de trabajadores para evitar los riesgos de nuevas catástrofes y para atender la tarea prioritaria de crear empleo, dada la mucha mano de obra que absorben las tareas silvícolas. Pero es que, además, de estas dos básicas y clamorosas razones que existen para aumentar sustancialmente el número de trabajadores en ellos, hay otra todavía más capital, que es la de aumentar a corto plazo el número de vecinos en nuestros pueblos y, por lo tanto, evitar su desaparición definitiva, que es lo que ocurriría en varios de ellos, si no se abortan las pretensiones del Gobierno de la Sra. María Dolores de Cospedal.

Aquí, Nicolás, como ya te decía en la carta anterior, no queda otra que levantar la voz y movilizarse unitariamente para que en esta deprimida comarca, tan carente de servicios, no se nos quiten o restrinjan los pocos que tenemos y para que no se consume la brutalidad de echar a la calle a nadie de los que trabajan en nuestros montes, ni tampoco en los servicios, porque de no ser así, nuestra comarca habrá dado un paso decisivo hacia atrás, hacia su hundimiento definitivo. Y cuando se está tan al borde del abismo, un paso más hacia atrás, puede ser mortal de necesidad.

viernes, 6 de enero de 2012

¿Recortes en nuestra deprimida comarca?, pues el último que apague la luz





Haz un esfuerzo Nicolás por imaginarte nuestra comarca tal y como se encuentra en estos momentos. Te ayudará mucho a comprender la carta.

Imagínatela, Nico, con unos ochenta pueblos dispersos por una vasta superficie que supone la tercera parte del territorio de la provincia de Guadalajara; imagínate a algunos de esos pueblos deshabitados totalmente, otros varios en trance de desaparecer y ninguno en proceso de crecimiento. Imagínatela con los 1,5 habitantes por km2 que tiene, si es que llega.

Añádele también, que se trata de una comarca que carece de unas infraestructuras y unos servicios dignos de tal nombre que, sin embargo, sí tienen, disfrutan y aprovechan desde hace muchos años la inmensa mayoría de los ciudadanos que, por lo visto, son más españoles que nosotros y se rigen por una constitución distinta. Y ten bien presente, además, que esta dramática situación no ha sucedido porque sí, sino principalmente porque las fuerzas políticas que dirigen y tutelan las instituciones regionales, provinciales y locales se vienen resistiendo como gato panza arriba desde el principio a solucionar las necesidades básicas comarcales de una zona que quisieran ver desaparecer, al no serles rentable electoralmente.

¿Tú crees, Nicolás, que a una comarca esquelética y agónica como ésta se le puede meter ahora la tijera para adelgazarla más aún? Hacer recortes en una comarca así, sería dejarla del todo en los huesos, presta para la muerte definitiva. No utilizo lo de muerte definitiva como una manera de hablar, sino como una expresión cabal de lo que le ocurrirá a la zona si consentimos que restrinjan o eliminen los pocos servicios que tenemos y que se reduzcan empleos en nuestros montes en vez de triplicar el número de trabajadores en los mismos, que es una de las medidas más básicas y urgentes de las que tenemos por delante, si queremos de verdad y no de boquilla empezar a incrementar la población.

Te agradeceré, que entres en la web de La Otra Guadalajara www.laotraguadalajara.net y leas la carta que esta plataforma a enviado a la Presidenta de la JCCM, Sra. Cospedal, en la quedan explicados los tijeretazos que se pretenden hacer en la zona y sus irreparables consecuencias negativas si se llevan a cabo. Con ello me evitas hacer más extensa esta carta.

Es injusto, Nicolás, cualquier ajuste del gasto público que recaiga sobre sectores humildes de la sociedad o sobre servicios públicos básicos, porque hay otros sitios de donde sacar una burrada de millones, sin necesidad de perjudicar en nada a los más desfavorecidos, lo cual ya denunciamos en este blog desde que empezaron los recortes en 2010 y volveremos, en breve, sobre ello. Pero mientras que estas injustas y salvajes medidas no implican, por lo general, el hundimiento de ningún territorio como tal, en nuestra deprimidísima zona, sin embargo, -y esto es lo singular y dramático del caso- supone darle jaque y prácticamente mate a la propia existencia de la comarca, ya que la dificilísima partida que está librando en el tablero de su subsistencia, no admite perder ninguna pieza más. No está ya nuestra zona en condiciones de perder un solo vecino más, ni los escasos servicios que tiene, y no sólo por sus consecuencias negativas inmediatas en pérdida de calidad de vida y de población, sino también por los efectos desmoralizadores y de miedo que se instalarían en el ánimo de las gentes de esta tierra al ver que nos obligan a recular en una comarca que tiene el borde de su precipicio a menos de dos metros si camina para atrás.

Dar pasos hacia atrás en estas circunstancias, significa caminar hacia el ocaso de nuestra zona y dejar el encargo al último de sus moradores para que apague la luz cuando se marche. Habrá quien podrá decirme: hombre, no será para tanto, porque al menos al verano y en los puentes siempre se podrá venir a pasárselo bien, a lo cual se podría responder: que sería una diversión muy excluyente, porque habría muchas personas, que no seríamos capaces de bailar o hacer meriendas encima del cadáver de la tierra que nos vio nacer y crecer, de la tierra que unos mataron y se quitaron del medio porque no les daba rédito electoral y otros no hicimos lo suficiente para impedirlo.

Por ahora, Nicolás, prefiero asirme a la esperanza de que todos por aquí vamos a reaccionar con contundencia y espíritu unitario para impedir que en esta deprimida comarca se haga un sólo recorte. Prefiero pensar que podremos ver alguna manifestación unitaria por el Paseo los Adarves, alguna huelga de hambre o qué se yo. Pero también te digo lleno de preocupación, que muy mal porvenir le aguardaría a nuestra tierra, si en el plazo corto no acontecieran estas movilizaciones u otras semejantes.