miércoles, 24 de octubre de 2012

O UNIDAD APARTIDISTA EN TORNO AL PLAN INTEGRAL, O QUE EL ÚLTIMO APAGUE LA LUZ.


Te lo prometí en mi carta anterior, Nicolás: Voy a referirme a la dificultad de la unidad de acción apartidista con los ayuntamientos, El momento es muy apropiado, porque no solo contamos con los argumentos que la hacen necesaria, sino también con el bagaje de experiencias que nos han aportado las recientes acciones unitarias de este año con los ayuntamientos por el inicio inmediato de las obras del Parador y para que no se hagan recortes en una comarca tan deprimida como esta.

Si no te importa, Nico, te lo desgloso en tres misivas. Creo que vale la pena. En la de hoy, me voy a referir a lo trascendente que es la unidad de acción apartidista en estos momentos y en esta comarca. En la segunda, te hablaré, con datos en la mano, de lo mucho que se ha avanzado en este terreno dentro de lo que se ha dado en llamar la sociedad civil. Y en la tercera, ya sí, me referiré expresamente, a las dificultades que prensenta conseguir esa unidad apartidista con los ayuntamientos.

Estamos atravesando desde hace muchos años por una situación calamitosa a causa de un proceso de despoblación, que no cesa. No se observan brotes verdes que nos indiquen que la tendencia se esté invirtiendo y ni siquiera que se esté frenando. Tú, Nicolás, eres lo suficientemente inteligente y sensible como para saber procesar y tomar concia de lo que significan los siguientes rasgos y datos:

Tenemos una población siberiana, con 1,3 habitantes por km2, con menos de nueve mil habitantes viviendo en unas noventa pequeñísimas poblaciones, dispersas a lo largo y ancho de un basto territorio, alejadísimo de la capital, que ocupa un tercio de la provincia. Con algunos pueblos deshabitados por completo y otros a las puertas de ocurrirles lo mismo y con una mayoría de localidades que están por debajo de los cincuenta habitantes.

Este desastre despoblacional es la alarma que martillea sin cesar nuestros oídos y remueve nuestras conciencias, es el indicador que nos muestra con todo su patetismo, que la comarca continúa con su proceso de hundimiento y desaparición; el indicador que pone al desnudo, que aquellos planes y sueños de futuro que se hacían tus padres y los míos cuando trasnochaban -¿te acuerdas?- están muriendo o, mejor dicho, los vienen matando desde fuera los que gobiernan, que cuentan, además, para tan “histórica y prestigiosa hazaña”, con vergonzosas colaboraciones desde dentro; supongo que a cambio de trepes políticos y medres personales.

Y por si no tenemos bastante con el drama de la despoblación, súmale la precariedad e insuficiencia de nuestras infraestructuras y servicios comarcales, infinitamente peores que los que tienen y disfrutan en la inmensa mayoría de los ámbitos territoriales de España. Y agrégale, además, las grandes dificultades que existen para mantener los negocios  y existentes o crear otros nuevos en medio de este panorama tan sombrío y carente de perspectivas y entenderás, que eso que se viene diciendo de que esta comarca se debate entre el ser y no ser, no es sólo una frase bien lograda, sino también una triste y dolorosa realidad.

Como tú mismo me has reconocido muchas veces, Nicolás, si no es a través de un Plan Integral comarcal de medidas transversales, no es ya posible parar este proceso de hundimiento de la comarca e invertir la tendencia, Pero como tú también sabes, a pesar de que llevamos ya mas de treinta años de democracia, ninguna de las fuerzas con posibilidades reales de gobernar la región ha querido asumir e incluir en su programa ese Plan Integral comarcal, que tanto le urge a esta tierra para que no se vaya definitivamente al garete.

Y no lo quieren asumir, porque al vivir tan poca gente en la zona, no les resultamos rentables electoralmente, que es lo que verdaderamente les importa, Hasta hace siete años lo tenían muy fácil, porque nadie desde la comarca les demandaba el Plan Integral, pero desde que La Otra Guadalajara lo pusiera sobre la mesa, se lo llevara a la ciudadanía para que lo respaldara, consiguiera alianzas con los colectivos de la sociedad civil y se hayan realizados movilizaciones, las cosas se les han puesto infinitamente más difíciles a dichas fuerzas, que ahora se ven obligados a aceptar, aunque solo sea de palabra, la necesidad del Plan Integral, ya que tampoco quieren crearse la imagen pública de que prefieren que se hunda la zona antes que aceptar el Plan Integral para salvarla. De hecho, con al anterior gobierno, ya se consiguió arrancarle alguna de las medidas del Plan Integral y que no fuera “delito”.expresarse en clave de comarca.

En resumen: El Plan Integral es imprescindible, lo quiere la ciudadanía y se resisten a ponerlo en marcha las fuerzas con posibilidades de gobernar la región, por lo cual, imponerlo, requiere seguir por el camino emprendido, requiere conseguir unir todos los esfuerzos de los pocos somos, sin que nos podamos permitir el despilfarro de desperdiciar la fuerza y la colaboración de nadie por razones de ideología, credos, posición social etc, porque incluso, luchando todos juntos de forma apartidista, todavía somos demasiado pocos en relación a la magnitud de la tarea que tenemos por delante, que no es, que la comarca marche un poco mejor o un poco peor, sino que la comarca desaparezca o que la comarca se recupere con el Plan Integral.

miércoles, 17 de octubre de 2012

COINCIDO CONTIGO EN MUCHAS COSAS, PERO EN ESTO DISCREPO


Me sorprendió, Nicolás, leer el mes pasado en la Crónica de Guadalajara un artículo de Carlos Sanz Estables, titulado “El 18-A en Molina y La Otra Guadalajara”, en cuya parte final del mismo hacía una crítica en el sentido de que este movimiento ciudadano no debió implicarse en la lucha contra los recortes en esta comarca de Molina. Te envío el enlace para que leas el artículo:: http://www.lacronica.net/el-18a-en-molina-y-la-otra-guadalajara-47161.htm

Leyendo detenidamente el artículo y, sobre todo, conociendo las ideas en pro de la comarca y la seriedad y ponderación con que Carlos ha tratado siempre a La Otra Guadalajara, no me cabe ninguna duda, que su crítica es bienintencionada y estoy seguro, que hecha con la sana intención de ponernos en alerta a quienes formamos parte de este movimiento, para que cuidemos la valiosísima seña de identidad, de La Otra Guadalajara, que hemos consolidado a pulso a lo largo de siete años: La unidad de acción apartidista.

Mi opinión personal -no hablo en nombre de nadie- es que la implicación de La Otra Guadalajara contra los recortes en la comarca ha sido un gran acierto y, además, era su deber. A tal punto me parece así, que si se hubiera cruzado de brazos ante los mismos, yo ya no pertenecería a este movimiento. Doy mucho valor, igualmente, a la unidad de acción con la Coordinadora de Asociaciones y con los ayuntamientos a través de La Común. Otra cosa bien distinta es, la gran dificultad que conlleva conseguir la unidad apartidista con los municipios, pero este es otro tema que requiere carta aparte, Nicolás, y que te escribiré a no tardar.

Como tú bien sabes, Nico, la comarca de Molina no tiene bolsas de pobreza ni de parados superiores a otros lugares, sino más bien todo lo contrario, pero sí padece, sin embargo, un proceso agonizante como territorio difícil de revertir, En una situación así, lo único que no se puede hacer, es permanecer pasivos mientras nos quitan o desmontan parte de lo poquísimo que tenemos, ya que, inhibirnos, es hacernos cómplices de un mayor hundimiento de la zona, que el que ya sufre, que es a donde conducen los recortes en un área tan deprimida como la nuestra.

Dada la situación de la región y de la nación, se nos puede pedir paciencia con la puesta en marcha del Plan Integral a pesar de su urgencia, pero lo que no se nos puede, ni siquiera sugerir, es que permanezcamos pasivos, mientras se da otro brusco paso hacia el hundimiento de la comarca con los recortes que le están haciendo. Y esto no es ideología ni leches, es pura lucha monda y lironda por la pervivencia de un territorio en trance de desaparecer.

La Otra Guadalajara, como tal, nunca ha entrado a analizar el tema de los recortes a nivel general ni se ha posicionado al respecto, pero era su inexcusable deber, a mi juicio, valorar cómo podían afectarle los mismos al proceso de hundimiento en el que está sumida esta tierra -en buena parte a causa de sus precarios e insuficientes servicios e infraestructuras, que ahora decapitan- y, valoradas sus evidentes consecuencias negativas, solicitar que esta deprimida zona, así reconocida por la propia JCCM, quede excluida de los recortes.

Hecho el diagnóstico, La Otra Guadalajara siguió su propio camino, buscó desde su independencia la unidad de acción a nivel de la comarca con otros colectivos ciudadanos y ayuntamientos y concretó con ellos desde el primer momento el programa de peticiones y de acciones de lucha a seguir, acciones éstas, que dicho sea de paso, en ningún momento coincidieron con las efectuadas contra los recortes a otros niveles mas amplios por otras fuerzas o colectivos.

Si a lo expuesto se le quiere llamar politización, pues qué le vamos a hacer. Yo le llamo, simplemente, luchar por la pervivencia de esta tierra en el momento más crítico; algo que jamás puede dejar de hacer, en mi opinión, un movimiento ciudadano que ha surgido, precisamente, para luchar por cambiar la tendencia de una comarca que está en trance de desaparecer y, cuyos recortes, son un fuerte obstáculo que nos aleja drásticamente de conseguir los imprescindibles y básicos objetivos por llos que luchamos 

lunes, 15 de octubre de 2012

VOLVEMOS

Te dije ayer, Nicolás, que hoy mismo te mandaría algo a través del blog, y aquí me tienes.


Llevas razón, Nico, ni mails ni leches. No hay mejor herramienta que la carta para nuestra fluida intercomunicación. Y como las mías hacen referencia a lo que por aquí acontece, pues nada mejor, si te parece, que seguir colgándolas en el blog como antes, por si suscitan el interés de otras personas, que ya veremos si somos capaces de recuperar al menos a ese modesto número de lectores, que teníamos. Siete meses sin colgar nada, son demasiados meses...

Desde marzo, que te mandé la última carta hasta hoy, han pasado muchas cosas, de las cuales se pueden extraer -creo- interesantes reflexiones y conclusiones, sobre todo, de lo acaecido por aquí, por la tierra. Me pongo a ello, Nicolás.