viernes, 22 de octubre de 2010

Artículo de Carlos Sanz Estables en La Crónica de Guadalajara


Molina, otra vez olvidada y humilla
Carlos Sanz Establés
Actualizado 18 octubre 2010
Para sorpresa monumental de los molineses, los Presupuestos Generales del Estado para 2011, que es donde se cuece en verdad la política, no traen ni un solo euro para el futuro Parador de Turismo de Molina.

La decepción ha sido extraordinaria en mucha gente de buena voluntad que, esta vez sí, había creído a pie juntillas al presidente de la Castilla-la Mancha, más aún después de habernos presentado en público la maqueta de lo que deberá –o tal vez debería- ser el edificio.

Esto quiere decir, ni más ni menos, que en 2011, y después de seis años de promesas, tampoco se iniciarán las obras de construcción, a pesar de que existan los terrenos, el proyecto, la maqueta y no sé cuantas promesas políticas más.

Personalmente, yo no quiero creerme que esto sea verdad, quizá quiero cerrar los ojos ante este hecho porque creo que si llega a confirmarse, mi confianza (la poca que me queda en los políticos) habrá desaparecido mientras viva. Y la poca esperanza que tienen los molineses también sufrirá un revés del que ya no se llegará a recuperar este pueblo.

Por eso digo, y reafirmo, que no me lo quiero creer, que quiero cerrar los ojos, pero las evidencias comienzan a ser muchas y cada una más preocupante que la anterior.
Alique, el diputado nacional socialista, que sabe tanto de las Cuentas del Estado que hasta escribe artículos perfectamente ininteligibles, lo ha confirmado: en los Presupuestos del Estado no hay nada de nada, pero eso sí, confía en que se solucione pero no dice ni cómo ni cuándo y esto comienza a oler a chamusquina.

No sabemos lo que habrá ocurrido para que un proyecto emblemático, vital para Molina y su comarca, que por fin había despertado del letargo a todo un pueblo, que supone una esperanza de futuro innegable y que se ha prometido sobre la base de una tragedia humana, ahora haya desaparecido de los Presupuestos del Estado y no aparezca ni un solo céntimo de euro para su construcción.

Y todavía nos debería preocupar más el silencio que están manteniendo personas que han comprometido su palabra, que es lo mismo que decir su cargo y su dignidad política, en este proyecto.

Silencio clamoroso del alcalde de Molina, David Pascual (aunque ello tampoco nos debería sorprender mucho); silencio de la secretaria provincial del PSOE, María Antonia Pérez León; silencio de la delegada de la Junta en Guadalajara, Magdalena Valerio; silencio de la que todavía es subdelegada del Gobierno de España en Guadalajara, Araceli Muñoz, que es el Gobierno que no dedica ni un euro a este proyecto; y tan sólo unas palabras que sonaron a obligadas de Barreda ante las preguntas de la Prensa de Guadalajara en una de sus recientes visitas, respuesta de compromiso que no mostraba, a mi entender, confianza alguna en el futuro de este proyecto.

Pero sigo sin creérmelo, no es posible que esto sea verdad, tiene que ser una metedura de pata, un olvido sin consecuencias, un error sin trascendencia de algún funcionario anónimo del Ministerio que se solucionará de inmediato; no puede ser verdad. Sólo nos cabe esperar que alguien, no sé quién, dé explicaciones convincentes y que las obras se inicien de inmediato. Ya no queda otra.

Pero sigo pensando que no es posible, no puede ser posible que esto sea verdad. Tiene que ser un mal sueño.

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