lunes, 15 de noviembre de 2010

Los tremendos esfuerzos de algunos pueden hacer realidad el Parador en apenas un cuarto de siglo más

Tú me conoces mejor que nadie, Nicolás, y sabes que entre mis muchos defectos no está el de escatimar esfuerzos para luchar por las cosas que creo. Pues que lo sepas, Nico, aún con mi forma de ser, me siento extrañado, alucinado y conmovido por los durísimos y exacerbados esfuerzos de nuestros distinguidos representantes Alique, Barreda y David Pascual por conseguir dinero en la repesca de los Presupuestos del Estado para hacer el Parador de Molina. ¡Cómo tienen que estar de extenuados los pobres!, Nicolás. No quiero ni pensarlo. Fíjate si estarán agotados, que no les ha quedado ya aliento para luchar por incluir una enmienda en los presupuestos para hacer el primer tramo de la Autovía Alcolea-Monreal del Campo. Este no saber medir las fuerzas y agotar hasta el último átomo de energía en la pelea por el Parador, le ha tenido que fastidiar especialmente al Sr Barreda, que se había comprometido con La Otra Guadalajara a que la Autovía no se quedaría en una mera promesa electoral del Sr Zapatero, sino que estaría acabada o al menos muy avanzada antes de acabar la presente legislatura. Pero bueno, hay que entenderlo, se ha dejado la piel en el Parador, no le quedaban más fuerzas y punto. Además, la hazaña de conseguir un millón de euros para el Parador ahí queda para la historia. No se, Nicolás, si el millón de euros lo emplearán en algún tramite previo que les quede, o en la explanación del terreno o si no lo gastarán siquiera, pero lo cierto es, que si cada año se sigue con esta tenacidad y se va arañando el correspondiente millón, en 27 fases correspondientes a otros 27 años tendríamos Parador, que es lo que cuenta. Los costes son: Unos veintidós millones la obra y entre cuatro y cinco el acondicionamiento interior. Por otra parte, eso del tiempo es muy relativo. Por ejemplo: ¿qué son veintisiete años comparado con la eternidad? Pues nada, ni siquiera un soplo. Ojo, Nicolás, que no quiero pecar tampoco de optimista ni lanzar las campanas al vuelo, porque para tener Parador en veintisiete años, se tiene que dar la favorable circunstancia de que, los importantes puestos políticos que ahora ocupan estos tres tenaces luchadores, sigan ocupados por perosnas igual de esforzadas y eso no será nada fácil, salvo que tengamos la inmensa suerte de disfrutar de estos mismos cargos durante veintisiete años más, que ellos sí sabemos que se dejan la piel en el empeño. Si queremos preservarlos, lo primero que tenemos que hacer es cesar en las exigencias, porque si tras lo agotados que están, encima los presionamos, podría ocurrir que un día se cansaran y lo dejaran y entonces, los que nos quedaríamos hechos polvo, seríamos los demás. No seamos, pues, impacientes. Me preocupa especialmente el Alcalde de Molina. Si ya alardeó de que si no conseguía dinero para el Parador dimitiría y ahora cuando llega el millón se le critica y se le dice, que lo conseguido y nada es lo mismo, pues lo lógico es que acabe desmoralizándose y dejándolo. Sería mejor tranquilizarlo; decirle que un millón es la leche, que es un éxito sin precedentes. Y si las injustas críticas hubiesen calado ya tanto en él, que ni con esos argumentos se le pudiera consolar, pues entonces tirar del plan b y decirle, que no se preocupe, que él no es el principal responsable, ya que de ser cierto lo que comenta la vox pópuli, tan sólo se habría limitado a decir, lo que le dicen que diga.

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