miércoles, 12 de diciembre de 2012

Los Ayuntamientos y la unidad apartidista (y 3)..Las experiencias de este año


Al fin, Nicolás, se han producido este año, y por dos veces, acciones unitarias apartidistas en nuestra tierra entre los ayuntamientos y la sociedad civil, que nos han dejado experiencias muy positivas y también algunas incógnitas.

Parece evidente que reivindicaciones tan básicas y urgentes como el No a los recortes en la comarca para impedir que se hunda más de lo que ya está y por el inicio inmediato de la construcción del Parador para empezar a dinamizarla, eran la ocasión propicia para que
 la sociedad civil y los ayuntamientos uniéramos nuestras fuerzas; máxime cuando los municipios en esta ocasión, se habían incorporado, por fin, a la acción comarcal, dejando en segundo plano su rutinaria política de campanario..La ocasión, Nico, la pintaba calva.

Pero, aún así, la tarea no era sencilla, mayormente por las influencias negativas que habían logrado incubar estos años los comisarios políticos de la zona y de la provincia en varios ediles municipales contra las movilizaciones de la sociedad civil y contra todo lo oliera a comarca, como ya te he relatado en la carta anterior. Esos intrusismos de los partidos no han aparecido en esta ocasión o al menos, no de forma significativa y, por otro lado, han sido muchos los concejales y alcaldes que han entendido que había que dejar a un lado de una puñetera vez las reticencias del pasado y unirse con la sociedad civil ante la que estaba cayendo. Ambos hechos han sido factores relevantes que han facilitado mucho la tarea de la unidad y suponen pasos positivos en la buena dirección,

No obstante, la unidad de acción apartidista no hubiera sido posible, sin la voluntad y la flexibilidad de las personas de la sociedad civil y de los ayuntamientos que la pactaron, pues a pesar de hallarnos en una zona sin experiencia en estas lides y del ambiente adverso que se había creado desde la política, supieron entender que la unidad implicaba, por principio, aparcar prejuicios, malos entendidos, enfrentamientos personales y disensos anteriores y centrarse exclusivamente en los dos puntos que, en estos momentos, generaban el consenso de todos: los recortes y el Parador. Este primer paso unitario se resolvió con nota y favoreció sobremanera las movilizaciones realizas. He aquí, Nicolás, la primera conclusión positiva que debemos extraer.

La segunda enseñanza relevante, es la gran receptividad con que acoge la ciudadanía las propuestas unitarias apartidistas. El mensaje unitario tiene por sí mismo unos efectos tan movilizadores, que más que sumar, multiplican.

A mi modo de ver, este clima unitario tan fuerte que se percibe en la comarca y que ha sido tan determinante en la extraordinaria partición de todas las acciones convocadas este año, viene determinado por la conciencia ciudadana que genera la angustiosa situación que padece la comarca, donde todo el mundo entiende a estas alturas, que aquí está más que comprobado, que nadie nos quiere arreglar las cosas desde arriba y menos con la urgencia y profundidad que las circunstancias demandan y que no nos queda otra que intentar conseguirlo a base de unirnos como una piña los pocos que somos y presionar sin cesar. Pero esta conciencia se debe también, a lo mucho que está calando el mensaje trasmitido por las plataformas y asociaciones de la sociedad civil, cuya unidad apartidista es un principio sagrado que propugnan sin cesar y que avalan con su ejemplo, una vez tras otra.

Ya se sabe de siempre, que cuando se abre un proceso unitario no todos los agentes que lo suscriben se suman a él con las mismas ganas ni con idénticas intenciones en cuanto a los objetivos y, en este caso, no podía ser distinto. Pero deducir, que una unidad de acción así no se debe suscribir como piensan algunas personas, aunque pocas, dentro de la sociedad civil, es algo que no comparto en absoluto, aunque lo respeto.

No lo comparto, en primer lugar, porque la unidad pura y bien intencionada de todos los agentes que la suscriben no existe y pertenece al campo de la utopía. En segundo lugar, porque la unidad de acción entre la sociedad civil y los ayuntamientos gestada en esta ocasión, tenía un efecto multiplicador muy fuerte y ello garantizaba alcanzar el mayor grado de participación posible de la ciudadanía en las acciones convocadas, lo cual ha favorecido principalmente a quienes queríamos que las acciones fueran masivas y fuertes para tener mejores posibilidades de conseguir los objetivos por los que luchamos, que es de lo que se trata. Cosa distinta sería si, so pretexto de la unidad de acción cuando ésta pueda darse, un movimiento como La Otra Guadalajara hiciera dejación de sus objetivos, de su firmeza, de sus pronunciamientos y acciones propias, etc. Pero nada de eso está en peligro, ni en discusión. Para mí ha sido un importante aprendizaje de cómo combinar la flexibilidad con la firmeza al servicio de la causa

Otro factor positivo ha sido, que la Común haya hecho acto de presencia, por fin, formando parte de los agentes convocantes de las acciones. Es positivo, porque se trata de una institución histórica que representa y vincula a la mayoría de los ayuntamientos de la comarca y, por lo mismo, es el organismo adecuado para unir la acción y la gestión de los ayuntamientos de la comarca cuando estos lo precisen, pero también, y sobre todo, porque a no tardar, el gobierno va a poner en marcha su destructiva y antidemocrática reforma municipal, una de cuyas medidas es, si no cambian, la de gestionar las necesidades supramunicipales de los ayuntamientos desde organismos de ámbito comarcal o superiores, de tal forma, que aquella comarca que no tenga un organismo comarcal de municipios mancomunado, que pueda hacerse cargo de los mismos, pasará a depender directamente a esos efectos de la Diputación Provincial. ¡Sólo nos faltaba eso, Nicolás! No podía ocurrirle nada peor a nuestra comarca, que sus ayuntamientos pasen a ser gobernados directamente por los políticos desde Guadalajara a través de la Diputación. Y, sin embargo, eso será lo que sucederá, si la Común no se espabila y se deja oír, si no se actualiza enseguida, incluyendo la tarea de articular alguna fórmula que permita vincular y unir a los ayuntamientos de la comarca que no pertenecen a ella.

Pero las movilizaciones de este año también nos han dejado dos incógnitas, que dependiendo de cómo se resuelvan, abrirán las puertas a más acciones unitarias entre ayuntamientos y sociedad civil o las fustrarán. Una de ellas, es la utilización absolutamente partidista de las acciones que han intentado algunos políticos con cargos. municipales en las zonas y en instituciones de la provincia que, afortunadamente, apenas han tenido eco en los medios, pero que no deja de ser un aviso del que, al menos La Otra Guadalajara, no sólo ha tomado nota, si no también medidas para que tales partidismos no vuelvan a repetirse en adelante, ya que la unidad apartidista, se ha venido consolidando a lo largo de estos siete últimos años y se ha convertido en una herramienta absolutamente imprescindible e insustituible desde la que poder luchar todos juntos por los objetivos comarcales comunes. Por consiguiente, no podemos permitir ahora, que nadie la destruya, la deteriore o la arrincone.

La segunda incógnita es, que estas movilizaciones unitarias se han dado en torno a puntos coyunturales, pero no por el Plan Integral, que es el objetivo estratégico por el que hemos de seguir movilizándonos hasta conseguirlo. Los ayuntamientos hasta ahora no se han movilizado por el Plan Integral y la mayoría de ellos, ni siquiera han hecho un pronunciamiento testimonial a favor del mismo; Es lo que hay. Esperemos, por el bien de la comarca, que lo asuman cuanto antes y que acciones unitarias como las de este año para conseguirlo se sigan repitiendo. Ojala que así sea, Nicolás, ojala

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