domingo, 14 de diciembre de 2014

¿Será PODEMOS la escoba que barra la corrupción. Podría ser, pero...(I)

Podría ser, Nicolás, que Podemos sea la escoba que barra la corrupción de nuestro país, como afirma su Secretario General, Pablo Iglesias.
Podría ser, sí, podría ser, porque los nidos de  privilegios, corruptelas y ladronicio que se han creado por arriba en las cúpulas de las principales instituciones y partidos, no los van erradicar los mismos que los han  introduciendo durante treinta años seguidos para su medre y el de sus partidos

A estas alturas, sólo es ya posible barrer la corrupción sistémica que se ha instalado por arriba, con la escoba de partidos nuevos y limpios, se llamen como se llamen, que al no tener corruptelas que esconder ni privilegios  que proteger, están en condiciones de pasar la escoba  por todo el edificio de la corrupción. Para eso hace falta que ese partido nuevo y sano tenga mayoría para gobernar y Podemos podría conseguirla, según la tendencia que van indicando las encuestas.
Si empezamos a descartar, Nicolás, la escoba no la podrán tomar en sus manos los partidos minoritarios sin opciones de gobernar; aunque sí podría darse el caso que sus votos en el Congreso de los Diputados fueran necesarios, en un momento dado, para acordar las medidas anticorrupción. Pero lo que se acuerda en la Cámara hay que ejecutarlo después y para ello, es condición sine qua non que  un partido nuevo haya ganado las elecciones y gobierne, porque si gana el PP o PSOE, adiós muy buenas.
Sí, Nico, adiós muy buenas, porque la corrupción sistémica la han introducido  los que han venido gobernando y nadie  se puede creer, que vayan a ser ellos mismos quienes cojan la escoba para barrer su propia mierda. El mismo Rubalcaba, en una entrevista que le hacían el domingo en el País, reconocía abiertamente, que ninguno de los dos partidos tenía credibilidad ante la ciudadanía en el tema de la corrupción. Y es lógico que sea así. Te lo explico con hechos concretos:
Todo el mundo sabe que la corrupción por arriba, la empezaron a practicar de forma organizada las Ejecutivas de las dos fuerzas del bipartidismo hace treinta años al financiarse ilegalmente (casos Filesa Y Nasairo) y  no es posible confiar en que se vayan a poner a erradicarla los promotores de traerla. Agrega, además, que desde entonces han pasado nada menos que treinta años -¡que se dice pronto!- en los que nuevos y escandalosos casos de corrupción se han venido sucediendo sin cesar, sin que ninguna de las dos fuerzas gobernantes hayan tomado una sola medida para intentar atajarla. Esto significa, lisa y llanamente, que la corrupción lejos de ser perseguida, ha encontrado  cobertura  y amparo en los que han venido gobernando
Súmale, además, Nicolás, que ningún partido se ha adelantado ni una sola vez a denunciar a sus propios ladrones y ponerlos ante la justicia y que, muy por el contrario, cuando sus golfos han sido descubiertos, la postura habitual de los dirigentes de los partidos ha salido la de salir defendiendo la “honorabilidad” de sus delincuentes, amén de presionar y desacreditar  a los jueces o destruir pruebas, como hizo el PP con los ordenadores en el caso Bárcenas, y juzga tú mismo, si esto es luchar contra la corrupción o si es darle cobertura y protección. Eso por no entrar en que los delitos sigan prescribiendo todavía a los cuatro años de cometidos o en la podredumbre de privilegios, prebendas y corruptelas con cobertura “legal” que han introducido en las principales instituciones, donde miles de políticos y enchufados le esquilman al erario público indebidamente más de tres mil millones de euros anuales, que vendrían de cine para atender necesidades sociales.
Únelo todo, Nicolás, contrasta la coherencia e interrelación de su discurso, y ya me dirás si alguien se puede creer que estos partidos se vayan a poner a levantar alfombras y a limpiar el estercolero de la corrupción.
Y por si no fuera suficiente, ahí tenemos el pacto reciente entre ambas fuerzas, que en vez de ser un acuerdo para propiciar la trasparencia, como era su deber, lo que han acordado es blindarse para evitar que salga a la luz el escandalazo que debe esconderse debajo de las alfombras de las dos cámaras en viajes indebidos de sus señorías, pagados con el dinero público de todos, durante treinta y ocho años seguidos. Muy grande debe ser el escándalo, para que hayan preferido asumir el gran desprestigio social de blindarse, a que aflore la porquería escondida.
En fin, que está clarísimo, quienes no van combatir la corrupción y también quienes podrían hacerlo; pero quiero terminar esta carta, en condicional, como la he empezado; porque a mi modo de ver, Podemos está muy anclado en el aspecto parcial de las puertas giratorias, que es muy importante sin duda, pero que la corrupción es más, muchísimo más, que las puertas giratorias y creo que no la están abordando en toda su dimensión. De ello te hablaré en la misiva siguiente.

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