miércoles, 18 de febrero de 2015

Monedero

Empiezo, Nicolás, posicionándome: Votaré a Podemos en las próximas  elecciones autonómicas y generales que se avecinan.
Son muchas las veces que he ido a votar con la nariz tapada al encontrarme con papeletas que destilaban  olor a podredumbre en mayor o menor medida. Esta vez, al fin, tendré en la cabina las papeletas de un partido nuevo y de cambio, que merece un diez en los dos únicos aspectos que se le puede juzgar públicamente hasta ahora como tal partido: El comportamiento ejemplar de sus cinco diputados en la Comunidad Europea y las finanzas absolutamente trasparentes del partido, que las tiene colgadas en Internet, en contraste total con las cuentas opacas y atadas a los bancos de todos los partidos viejos.
Elegir la opción que deseo y, además, sabiendo que es un voto útil, es algo excepcional, algo que ni en los mejores sueños podía imaginarme que pudiera acontecerme, dado lo atado que parecía tenerlo todo el bipartidismo y por  la edad que ya tengo. Pero mira por donde, voy a tener la ocasión de ir a las urnas sin pinzas en la nariz y con la indescriptible ilusión de acudir a votar un cambio para desalojar del poder a las viejas élites que tanto daño y sufrimiento le han causado a millones de personas, que tanto han podrido las instituciones, que tanto dinero han robado y que tanto han protegido el fraude de los poderosos. Y para colmo, sé que votaré lo mismo que los sectores más jóvenes, que son  los que más precisan abrirle las puertas al futuro y en ese sentido, mi papeleta será también un voto de solidaridad con ellos.
Ya sé, Nicolás, que tú nunca me ibas a emplazar a que dijera abiertamente a quien voy a votar, pero me ha parecido conveniente hacerlo, para que no quede la más mínima duda sobre la solidez de mi opción, a pesar de las disonancias que vas a ver en esta misiva sobre Monedero en relación con la Hacienda. Sigo:
Estoy al cien por cien con Podemos en sus denuncias públicas de cómo las élites de los viejos partidos y su inmensa cohorte de medios y tertulianos, se han lanzado como hienas al cuello de los dirigentes de la nueva formación, con todo un arsenal de difamaciones y mentiras que, además, elevan a la categoría de gran corrupción, en un intento desesperado de extender la creencia de que los partidos nuevos son como ellos, a fin de desanimar a los votantes más dubitativos y limitar lo más posible el auge de Podemos.
El chiste con el que abría la carta en la que me refería a que Podemos debería elevar el listón de su código ético (Se encuentran dos amigos  y el uno le dice al otro: ¡qué mala suerte tenemos hoy los dos, a ti se te acaba de morir tu madre y a mí se me acaba de manchar la corbata), ilustra perfectamente cómo intentan meter en un mismo saco la Gürtel y los Eres, con cualquier mínimo fallo que puedan suponerle a los dirigentes de Podemos, por más aberrante y ridícula que sea la comparación.
Fui ayer al podólogo, Nico, y me estuvo comentando, que los callos de los pies se pueden evitar la mayoría de las veces si se les da a estas extremidades el tratamiento preventivo adecuado y, de súbito, me vino a la cabeza que las viejas élites políticas y sus cavernas mediáticas, podrían maquinar la idea de ponerles espías a los cargos de Podemos para ver cuántos de ellos tienen callos en los pies a fin denunciarlos públicamente como personas que deben dimitir de la política, bajo el alegato, de que si ni siquiera se preocupan de la salud de sus propios pies, menos se van a preocupar de los problemas de la ciudadanía. Da por hecho, Nicolás, que delirios, aberraciones y estupideces semejantes se les ocurrirán y los lanzarán en las portadas de los periódicos y los platós, porque ellos ya no juegan a ganar -se saben desacreditados y que nadie los cree- y se lo juegan todo a una sola carta: Intentar desprestigiar a los cargos de Podemos con el todo vale, incluida la mentira y la calumnia, para procurar desgastarlos y ver, si así, pueden conseguir que no gane el nuevo partido y salvarse de ser desalojados del poder.
Y no me sorprende, Nicolás, este Indismo cainita, porque visto desde la óptica de esas élites casposas del bipartidismo que se habían acomodado en las instituciones como si fueran de su propiedad, llenándolas desde arriba de redes clientelares e impregnándolas de podredumbre y corrupción, les debe producir verdadero pavor sentir que se están jugando, nada más y nada menos, que ser desalojados de la finca del poder, que creían suya y para siempre. No me extraña que ante el gran miedo de perder su gran bicoca y de lo que pueda aparecer debajo de las alfombras cuando se pase la escoba, se sientan tan aturdidos y rabiosos y reaccionen tan desesperadamente contra el nuevo partido que les está moviendo la silla; reacción, que hasta el momento, se ha vuelto contra los acusadores, porque sólo ha servido para estimular el crecimiento de Podemos según van indicando todas las encuestas, hasta las del PSOEPAIS, como no podía ser de otra manera, ya que quienes lanzan las sandeces son personajes o medios sin credibilidad que no hacen la menor mella en una ciudadanía ansiosa de cambio, que no es tonta y que, en cualquier caso, encuentra cero razones para seguir votando a los de siempre.
Me podrías decir que siguiendo esta línea argumental debería darme igual lo que digan ahora de Monedero y te contestaría, Nicolás, que sí, que da igual, excepto en un punto, el que se refiere a los pagos a Hacienda, porque eso es harina de otro costal y lo es, porque para que Podemos pueda sacar adelante sus políticas sociales básicas con los más desfavorecidos, necesita recaudar mucho dinero y piensa conseguirlo principalmente haciéndoles pagar más a las grandes fortunas  y combatiendo el fraude fiscal, lo cual obliga a los dirigentes de Podemos a predicar con el ejemplo, para tener la credibilidad y fuerza moral necesaria, que reclama una tarea tan ardua. En este sentido, el día que Monedero haga la rueda de prensa que ha anunciado, deberá utilizar toda la pedagogía adquirida como profesor para demostrar, que todo lo relativo a su declaración, se ha hecho correctamente y sin rastro de que haya existido la menor intención de defraudar en ningún momento.
Si, como es de esperar, consigue demostrarlo con datos y razones inequívocas y logra convencer, no a la carroña de la inquisición Indista, que eso da igual, porque de todos modos van a decir lo que les venga en gana, sino a toda la gente, que estando sinceramente por el cambio, le suscita dudas el proceder de Monedero con Hacienda; pues en ese caso, debemos luchar todos por restablecer su buen nombre y dar el capítulo por cerrado; pero si no consigue tal cosa, lamentablemente, no le cabe otra opción a Monedero que la hacerse a un lado y apartarse de la dirección de Podemos, aunque no se le pueda acusar legalmente de nada, porque su presencia en la dirección podría dañar la credibilidad de la política fiscal de Podemos, y eso es sagrado.

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