martes, 16 de junio de 2015

Acerca del porqué en Molina no ha habido cambio



No te he contado antes, Nicolás, lo que ha pasado en Molina, por el desconcierto y la decepción tan grande que me ha causado, que cuatro  grupos que daba por hecho que querían el cambio para el ayuntamiento de Molina, a juzgar por sus propuestas electorales, nunca le entregarían  en bandeja de plata la gobernanza  al grupo del partido popular. Semejante desilusión me quitaba la voluntad de ponerme delante del ordenador. Y mejor que haya esperado hasta reponerme un poco, porque en  el estado de ánimo de estos días, no estoy seguro de lo que habría soltado.

Voy a ver si aunque sea con desgana, te cuento lo ocurrido, empezando por el principio, por hacerte una fotografía de los resultados: 713 votos (38,54%) para el PP y 1.114 (más del 60%) para los otros cuatro gupos, que por lo propugnado en la campaña electoral los creía a todos partidarios del cambio y que estarían deseosos de formar una alianza para conseguir la gobernabilidad del Ayuntamiento, sacando democráticamente de dicho gobierno, a quien venía obstentándolo; pues siempre que el cambio fuera la sincera pretensión de todos los grupos, eso obligaba sí o sí a conseguir la mayoría absoluta de 6 concejales a favor de una candidatura determinada, ya que de no ser así, queda nombrado alcalde en el mismo acto, el candidato de la que haya sido la lista más votada en las elecciones;  o sea el candidato del PP (artículo 196 de la ley electoral).

Antes de proseguir con las matemáticas que han arrojado las urnas y del porqué no se ha dado el cambio  de gobierno, permíteme, Nicolás,  hacer un inciso para ponerte encima de la mesa a grosso modo la situación de la Comarca y de Molina (sus destinos van unidos) en el momento de celebrarse estas elecciones, porque si no la tenemos en cuenta, no podremos entender las verdaderas consecuencias  de lo que ha ocurrido ni de la imperiosa necesidad del cambio.

Es un hecho indiscutible,  que esta Comarca, Molina incluida, ha estado demasiado tiempo marginada y olvidada  y que por eso las cosas estaban como estaban; pero es también una evidencia, que esta tierra acaba de sufrir el cuatrienio  más negro desde el inicio de la democracia, con abismal diferencia a cualquier otro tiempo. Un cuatrienio negro, durante el cual, nos han aplicado unas políticas de recortes tan monstruosas y antisociales desde Toledo y desde Guadalajara, que han dejado a la Comarca con novecientos habitantes menos, con doscientos cincuenta despedidos, con los servicios, ya de por sí precarios, disminuidos unos y desmantelados la mayoría.  Y todo ello, ante la pasividad cómplice y el mirar para otro lado del ayuntamiento de Molina, cuando no dando luz verde a la mutilación de proyectos como el del Parador o aplicando la discriminación y el autoritarismo con los grupos, asociaciones y  organizaciones de la sociedad civil

Ya me dirás, Nicolás, si ante semejante situación, si ante una Comarca en estado agónico y pidiendo auxilio a causa del azote de la despoblación  y del brutal ensañamiento que se está cometiendo contra ella, dirigido por la Sra Cospedal, (bien merecido se tiene, que las urnas la hayan mandado a hacer puñetas a las primeras de cambio) y secundada por sus secuaces, algunos de los cuales nos tocan muy cerca. Ya me dirás, si ante todo ello, no era una ocasión clamorosa, para sacar del ayuntamiento de Molina al PP y empezar un nuevo tiempo con aires nuevos, a través de una alternativa de cambio, primero para reparar los estragos causados durante todo el cuatrienio negro y a continuación para empezar a levantar cabeza, desde la gente y con la gente, tanto directamente,  como en sólida alianza con todo el tejido asociativo de la sociaciedad civil. Y ya me dirás, en fin, si ante estos hechos es como darles las gracias a los grupos municipales que han impedido que se produzca el cambio en el ayuntamiento de Molina y han dejado  cuatro años más gobernando al PP

Retomo las explicaciones que te estaba dando al principio  exponiéndote las matemáticas que han arrojado las urnas para construir la alternativa del cambio: PSOE 3 concejales, MSM 2, IU 1 e IPM 1. A partir de aquí, no hay ninguna alianza matemáticamente posible para alcanzar la cifra requerida de  los 6 concejales que se necesitan para la mayoría absoluta, que no precise del PSOE, de MSM y de,  al menos, uno de los grupos que han sacado un solo concejal. Por lo tanto, todos los grupos estaban obligados a mantener dos principios irrenunciables, que tenía esta negociación concreta. 1) Conseguir el cambio de gobierno en el ayuntamiento de Molina y 2) ceder en lo que hubiera que ceder, para garantizar la mayoría absoluta de 6  concejales, que pudieran hacer realidad el punto anterior.

Todo lo que no fuera hacer realidad esos dos principios, era regalarle la  alcaldía y la gobernanza al PP, a cuyo partido se suponía que había que sacar del ayuntamiento, para que fueran los grupos del cambio quienes lo gobernaran. Digo que se suponía, porque  en la práctica, nada de eso han intentado, quienes han presentado su candidatura a la alcaldía como un principio  irrenunciable del cual no pensaban moverse, como ha sucedido desde el principio  hasta el final (el Psoe). NI tampoco quienes han hecho su principio  irrenunciable de que la candidata tenía que ser la cabeza de lista de MSM, de cuya postura   tampoco pensaban moverse en ningún momento, como así ha sucedido ()IU e IPM).

Ante actitudes tan inamovibles, sin que tuvieran ninguna de las dos  los 6 votos requeridos, le sumara sus votos  MSM a quien se los sumara, el hecho incontestable que se ha producido es que el PSOE ha preferido que siga gobernando el PP antes que votar a la candidata de MSM y que IU e IPM han preferido igualmente que sigan gobernando los populares. antes que votar la candidatura del PSOE

Conocidos los hechos esenciales, Nicolás, haz tu mismo tu propia valoración y saca las conclusiones que creas, que yo sigo teniendo todavía una decepción demasiado grande como para andar soltando adjetivos. Y tampoco me pidas que entre a matizar quienes son más responsables de lo sucedido, porque para mí lo son por igual, las dos partes que con su atrincharamiento  han impedido el cambio y porque, además, sería entrar en el juego que ahora se llevan entre ellos para sacudirse las culpas. Estas cuitas, Nico, que se las ventilen entre ellos.  

Lo más triste y decepcionante de todo es, que encima se hayan producido las intransigencias en el tema menos relevante de todos los que han estado en la mesa de negociación, el de la alcaldía, que, a mi juicio, importaba nada y menos, quien fuera el alcalde o la alcaldesa, y que  de una pequeñez así, se hayan hecho principios irrenunciables que han tiradoo por la borda cuatro años  de gobernanza de cambio se entienden muy mal, la verdad. Y menos entiendo aún, estos atrincheramientos, cuando al entrar  en el asunto de la alcaldía, ya se habían pactado antes el programa, el compromiso de buenas prácticas y el limitar sustancialmente el poder de la alcaldía, porque a eso conducía inexorablemente el tercer acuerdo pactado.

Tal acuerdo consistía, en que se gobernaría el ayuntamiento a través de un equipo de gobierno formado por una coalición colegiada  de todos los grupos pactantes, que desde el consenso, la igualdad y el compromiso dirigirían  la vida municipal entre todos, con lo cual al alcalde no le quedaría más espacio de actuación, que aquellos  deberes, que por ley,  fueran inherentes a su cargo y que no cupiera delegarlos en los tenientes de alcalde.

Cuanto más lo pienso, Nicolás, más me pellizco para cerciorarme de que no estoy soñando, pues me sigue pareciendo imposible asimilar, que se haya tumbado todo por la intransigencia de un punto  tan minio como este de la alcaldía, donde lo verdaderamente relevante iba a ser la coalición colegiada y no el alcalde. Por intentar buscar alguna explicación, Nico, acaso puede deberse a esa idea tan equivocada y deformada que tienen algunas gentes de que, quien tiene la alcaldía tiene el mando y el poder de la corporación, cosa que no es así en ningún ayuntamiento que funcione de forma democrática y muchísimo menos lo es aún, en una corporación gobernada por una coalición, que  funcionaría de manera colegiada y cuyos  componentes, y no el alcalde, serían quienes tendrían el control y la dirección de la vida municipal.

En contraste con lo anterior, me ha dejado asombrado , Nicolás, que unos novatos recién llegados a la política municipal, como son los/las de la comisión negociadora de MSM, hayan  tenido la inteligencia, la madurez, la flexibilidad  y la paciencia de pelear el acuerdo hasta el último momento a pesar de los enrocamientos tan irracionales de los dmás, conscientes de que si no se gestaba un acuerdo que reuniera los 6 votos necesarios, fuera alrededor de la candidatura que fuera, todo lo demás no servía absolutamente para nada.  

¡Qué pena más grande, que un trabajo tan persistente, tan altruista y tan digno, no haya podido encontrar la recompensa del acuerdo! ¡Cuantísimas decepciones y cuántos males  se hubieran podido ahorrar con ello, a Molina, a  la Comarca y a su ciudadanía! Pero bueno, la vida sigue. Cada noche pare un día y ninguna aborta,  y hay muchos días y muchas cosas que se pueden hacer también desde la oposición, siempre que se cuente con la principal fuerza de todas, la de trabajar desde la gente y con la gente  

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