Leo, Nicolás, que acaba de formarse una plataforma de cara a
las elecciones generales denominada Ahora
en Común, a la que se han
sumado una veintena de miembros de Podemos
que, por lo que veo, son una parte
de un grupo que días atrás hicieron un manifiesto exponiendo que había que ampliar
Podemos de cara a las elecciones generales a más gente, aunque no decían cómo.
La razón era que las candidaturas de Unidad Popular que se formaron en las
elecciones municipales, cosecharon mejores resultados que Podemos donde se
presentó con su propia marca.
En su derecho está Ahora
en Común de constituirse y presentarse a las elecciones generales y en
su derecho están, asimismo, esa veintena de miembros de Podemos de meterse en
esa plataforma. Pero queda muy feo que lo hagan mintiendo descaradamente.
Es una flagrante mentira, que las candidaturas de Unidad
Popular consiguieran más votos en las
elecciones municipales, que la marca Podemos en las autonómicas en esos mismos
ámbitos. La trampa es bien fácil de descubrir.
Haz, Nico, lo que he hecho yo, quita la capital de Madrid, donde es
cierto que los ciudadanos otorgaron muchos más votos en la capital a Carmena que a la candidatura autonómica de
Podemos. Digo en la capital, porque en todas las grandes poblaciones de esta
provincia fue al revés: sacó bastantes más votos Podemos en las autonómicas, que
las candidaturas de Unidad Popular en las municipales.
Y bien, Nicolás, aclarado el tema de Madrid, utiliza el
sistema que he empleado yo: Toma todas las capitales de provincia de las trece CCAA donde se
celebraron elecciones municipales y autonómicas y donde concurrieron
candidaturas de Unidad Popular en las municipales y de Podemos en las
autonómicas y verás que la marca Podemos ha cosechado en el conjunto de las
capitales un 7,75% más de votos que las candidaturas de Unidad Popular. Y si
quieres, continúa con las grandes poblaciones de las citadas trece CCAA hasta
donde quieras llegar y verás que el porcentaje se mantiene invariable entre
7,75 y 8% de votos a favor de la marca Podemos.
¿Acaso cabe otra comprobación más objetiva y más exhaustiva
que ésta? Y por qué mienten entonces esta veintena de podemistas. Si las comprobaciones
requiriesen de dificultades matemáticas, entonces podíamos pensar que estas veinte personas son de letras y de ahí su
fallo, pero este no caso. Son estadísticas que están en el Ministerio del Interior.
Han mentido, porque han querido mentir. Y punto.
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