No creo que sea sospechoso; Nicolás, de no estar con la lucha de
los trabajadores por sus justas demandas y sus derechos. Ni tampoco por no
ejercer el derecho a la huelga; pues cuando éstas estaban prohibidas y más aún entre
los funcionarios, ya participé activamente en las de Correos y me costó ser
detenido en cuatro ocasiones y en dos ellas, pasar por la cárcel franquista.
Sin embargo, y por paradójico que parezca, no acabo de ver que ahora
las jornadas de huelga sean la táctica más eficaz para luchar
contra la precarización, el paro y otras enormes injusticias que están cometiendo los grandes
poderes desde arriba, contra las que sin duda alguna hay que luchar, sea como sea.
¿PERO CÓMO?
A mí me parece, Nico, que las
personas que se hallan en situación precaria, a la vez que tienen unos grandes
deseos de luchar para mejorar su dramática situación, pueden temer que con
motivo de la huelga la patronal los chantajee para que no la hagan y que de
lo contrario, irán a la calle: Y este panorama podría tener dos efectos muy negativos:
El primero, que estos trabajadores en precariedad, tomen miedo, no
se atrevan a ir a la huelga y ello se aproveche para decir: que la huelga no ha
sido secundada y ha sido un fracaso, etc. En definitiva, para crear un clima
de derrota y desmoralización.
El segundo, que las personas en precariedad, se dejen de miedos,
hagan huelga, y al día siguiente las empresas les hagan el finiquito.
¿Y QUÉ SALIDA CABE?
A mi juicio quizás fuera más eficaz ir a trabajar y organizar la lucha ocupando, hasta abarrotar, todas las plazas del país todos los días con los que no estén en turno de trabajo, con los parados y con todos los que
nos solidaricemos. Hay varias fórmulas: de forma permanente, un tiempo por la mañana y otro por la tarde o sólo un
tiempo por la tarde, pero en todos los casos, durante los días que hiciera
falta hasta que el gobierno y los grandes poderes diesen el brazo a torcer.
¿Tácticas nuevas, para situaciones nuevas? Pienso que podía ser una solución y como tal la sugiero, pero la palabra la tienen los millones de personas directamente
afectadas. La mía es sólo una opinión y, por supuesto, mi apoyo solidario,
decidan la táctica que decidan.