martes, 20 de octubre de 2009

Gracias

Agradezco mucho todos los comentarios que me hacéis con motivo de abrir este blog, pero considero excesivos los elogios y las esperanzas que depositáis en él, pues se trata, simplemente, de un blog abierto por uno de tantos de los muchos que empezamos a buscarle salidas a nuestra tierra en clave comarcal y tratamos de superar la política de campanario de miras tan limitadas, que durante tanto tiempo nos ha venido ocupando a todos casi en exclusiva, y a mí también. 

La tarea intra mojoneras tiene su espacio, es necesaria, hemos conseguido con ella cosas importantes para nuestros pueblos y habrá que atenderla siempre, por supuesto. Pero quedarnos atrapados exclusivamente en este afán como nos ha ocurrido durante tanto tiempo, sin ocuparnos a la par de todo aquello que, siendo imperioso para todos nuestros pueblos no podemos abordar desde cada lugar en particular, ha sido una gran limitación en nuestra forma de hacer las cosas, que necesariamente tenemos que superar si queremos de verdad ir dando soluciones a los gravísimos problemas de despoblación y de desarrollo que padece nuestra comarca. 

Y en esa idea estamos ya muchos. Distinto es, que para profundizar en las ideas, para sintetizar y ordenar el discurso, para perfilar estrategias de actuación, etc. unas personas contribuyan más que otras. Pero esas aportaciones se deben casi siempre, al tiempo que cada cual dediquemos al análisis y a la reflexión. Y ese tiempo es muy desigual según los casos; pues mientras que la mayoría aunque quieran no pueden concederle mucho, porque andan a calzón quitado en sus quehaceres, otros disponemos de 24 horas cada día y eso, evidentemente, otorga algunas ventajas. Esto sí es objetivo y sí puedo aceptarlo. Pero sólo esto. 

 También me atrae, y mucho, la vida en el mundo rural y sobre ella opinaré de vez en cuando. Me atrae, sí, pero también me preocupa y me subleva, que no podamos disfrutar de una parte de la calidad de vida a la que tenemos derecho, por culpa de los desequilibrios y las desigualdades que existen entre la ciudad y el campo en infraestructuras, en servicios y en otras cosas, cuyas soluciones se siguen eternizando a pesar de estar recogidas esas políticas en la Constitución y en leyes que la desarrollan, en leyes de las CCAA, en Programas Sostenibles de Desarrollo Rural y en Directivas de la Comunidad Europea. Estas cosas nos preocupan a muchos, y yo soy uno de tantos, excepto en cuanto a tiempo disponible, tanto a la acción práctica, com a pensar y a analizar, que es lo que denominamos universalmente  como praxis.  

Por todo ello, y tras reiterar mi agradecimiento de corazón por los elogios y estímulos de vuestros comentarios, os pido que admitáis mi blog como uno de los más humildes que circulan por la red, aunque eso sí, muy libre y con mucho espíritu de compromiso.

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