Pocas veces he tenido, Nicolás, unas sensaciones tan encontradas: Por un lado, contento porque parece que, al fin, se va a hacer el Parador Nacional de Turismo en Molina de Aragón y por otro, indignado por la salvaje reducción de plantilla y/o de jornada que la JCCM pretende hacer en nuestros montes y por la restricción o eliminación de algunos de los pocos servicios que tenemos.
El Parador parece que, al fin, sí
Como ya te he contado, Nicolás, esta es una obra encomendada a Trangsa por el Gobierno anterior que, sin embargo, tal y como ha venido alertando La Otra Guadalajara, estaba en el aire, como se pone de manifiesto en el pliego de condiciones del primer concurso que ha sacado Trangsa en la modalidad de subcontrata por seis millones de euros, en el cual consta, que Trangsa queda liberada de su compromiso en cualquiera momento del proceso (licitación, adjudicación o ejecución) en el caso de que la Administración, o sea el Gobierno, deje sin efecto la encomienda a Trangsa.
Como ya te he contado, Nicolás, esta es una obra encomendada a Trangsa por el Gobierno anterior que, sin embargo, tal y como ha venido alertando La Otra Guadalajara, estaba en el aire, como se pone de manifiesto en el pliego de condiciones del primer concurso que ha sacado Trangsa en la modalidad de subcontrata por seis millones de euros, en el cual consta, que Trangsa queda liberada de su compromiso en cualquiera momento del proceso (licitación, adjudicación o ejecución) en el caso de que la Administración, o sea el Gobierno, deje sin efecto la encomienda a Trangsa.
La ejecución de la obra del Parador, pues, no era irreversible como nos dijeron con pretensiones electorales y embaucadoras cuando hicieron la pantomima de poner la primera piedra, si no que estaba condicionada por completo a la voluntad política del Gobierno, por cuya razón, era absolutamente imprescindible que el nuevo Ejecutivo que saliera de las urnas, fuera del color que fuera, diera la cara e hiciera un contrato expreso con la ciudadanía de la comarca, adquiriendo públicamente, con fechas y plazos, el compromiso de construir el Parador, que es lo que acaba de hacer el Presidente de la SEPI, Sr. Ramón Aguirre, al decir públicamente y con contundencia, que se adjudican obras por seis millones de euros a finales de este mes y que el Parador estará terminado en el 2014, comprometiéndose, además, a hacer una rueda de prensa cada seis meses, para informar de la marcha de las obras.
Tras las elecciones, existía un cierto miedo a que el nuevo Gobierno pospusiera sine die la construcción del Parador, amparándose en su política de recortes de obra pública y echándole al anterior Gobierno la culpa de que las obras no estén empezadas. Pero también teníamos esperanzas fundadas de que el eco alcanzado por las movilizaciones que se han venido haciendo en la comarca desde las plataformas y asociaciones de la sociedad civil para que el anterior Ejecutivo dejara las obras realmente empezadas antes de marcharse y de que se seguiría presionando al nuevo Gobierno en el mismo sentido, dieran los resultados pretendidos.
La presión firme y sostenida de la sociedad civil ha sido, sin duda, el factor determinante que ha forzado al Presidente de la SEPI a hacer ese contundente pronunciamiento público a favor de la ejecución de las obras. Y si alguien cree que no se debe a las movilizaciones, que me explique por qué no se dice nada sobre la construcción del Parador de Muxía, que ha llevado un proceso idéntico al de Molina en todo momento, incluida la farsa de la primera piedra. Me alegro de que las cosas parezcan encarriladas, en primerísimo lugar, por la comarca y sus gentes, pero también por todas las personas que se han movilizado y que ahora pueden empezar a sentir la satisfacción de que su lucha no ha sido en vano. No obstante, por si las moscas, tendremos que seguir con la táctica de vigilancia y de no bajar la guardia, que ya pusiéramos en marcha ante anteriores promesas incumplidas.
Los montes como brutal contrapunto
Los montes como brutal contrapunto
Pero estar contentos por el encauzamiento de la obra del Parador, no me quita ni una pizca de la fuerte indignación que me invade ante la pretensión de la JCCM, que preside la Sra Cospedal, de quitar o restringir los pocos servicios que tenemos y de echar gente a la calle. De todo esto ya te hable en la carta anterior, aunque aprovecho ésta para explicarte un poco más lo de los montes, dado lo salvaje que me parece la pretensión de la JCCM de recortar drásticamente el número de empleados que trabajan en ellos a través de la empresa pública GEACAM, que depende directamente de dicha Junta.
Sí, Nicolás, sí, salvaje es la palabra, porque reducir plantilla en nuestros montes, trae la alarmante consecuencia de desatender las tareas silvícolas que nuestras vastas y sucísimas masas forestales reclaman a gritos, ante el palpable peligro de que se repitan catástrofes como las del incendio de 2005, que asoló trece mil has de bosque y se llevó por medio la vida de once personas y también trae el drama de dejar a mucha gente sin empleo o con una jornada reducida que no da para vivir. Pero debes saber, además, amigo mío, que a estas dos desastrosas consecuencias, hay que agregarle otra tan salvaje como es, la de echarle la soga al cuello a esta deprimida comarca para estrangularla definitivamente, ya que eso supondría perder nuevos habitantes en unos municipios como los nuestros, cuya patética despoblación, no admite la pérdida de un solo vecino más.
El pésimo estado en que se hallan las vastas masas de bosque de nuestra comarca, Nicolás, no requieren reducción de plantilla, sino que demandan con urgencia, que se triplique el número de trabajadores para evitar los riesgos de nuevas catástrofes y para atender la tarea prioritaria de crear empleo, dada la mucha mano de obra que absorben las tareas silvícolas. Pero es que, además, de estas dos básicas y clamorosas razones que existen para aumentar sustancialmente el número de trabajadores en ellos, hay otra todavía más capital, que es la de aumentar a corto plazo el número de vecinos en nuestros pueblos y, por lo tanto, evitar su desaparición definitiva, que es lo que ocurriría en varios de ellos, si no se abortan las pretensiones del Gobierno de la Sra. María Dolores de Cospedal.
Aquí, Nicolás, como ya te decía en la carta anterior, no queda otra que levantar la voz y movilizarse unitariamente para que en esta deprimida comarca, tan carente de servicios, no se nos quiten o restrinjan los pocos que tenemos y para que no se consume la brutalidad de echar a la calle a nadie de los que trabajan en nuestros montes, ni tampoco en los servicios, porque de no ser así, nuestra comarca habrá dado un paso decisivo hacia atrás, hacia su hundimiento definitivo. Y cuando se está tan al borde del abismo, un paso más hacia atrás, puede ser mortal de necesidad.