Haz un esfuerzo Nicolás por imaginarte nuestra comarca tal y como se encuentra en estos momentos. Te ayudará mucho a comprender la carta.
Imagínatela, Nico, con unos ochenta pueblos dispersos por una vasta superficie que supone la tercera parte del territorio de la provincia de Guadalajara; imagínate a algunos de esos pueblos deshabitados totalmente, otros varios en trance de desaparecer y ninguno en proceso de crecimiento. Imagínatela con los 1,5 habitantes por km2 que tiene, si es que llega.
Añádele también, que se trata de una comarca que carece de unas infraestructuras y unos servicios dignos de tal nombre que, sin embargo, sí tienen, disfrutan y aprovechan desde hace muchos años la inmensa mayoría de los ciudadanos que, por lo visto, son más españoles que nosotros y se rigen por una constitución distinta. Y ten bien presente, además, que esta dramática situación no ha sucedido porque sí, sino principalmente porque las fuerzas políticas que dirigen y tutelan las instituciones regionales, provinciales y locales se vienen resistiendo como gato panza arriba desde el principio a solucionar las necesidades básicas comarcales de una zona que quisieran ver desaparecer, al no serles rentable electoralmente.
¿Tú crees, Nicolás, que a una comarca esquelética y agónica como ésta se le puede meter ahora la tijera para adelgazarla más aún? Hacer recortes en una comarca así, sería dejarla del todo en los huesos, presta para la muerte definitiva. No utilizo lo de muerte definitiva como una manera de hablar, sino como una expresión cabal de lo que le ocurrirá a la zona si consentimos que restrinjan o eliminen los pocos servicios que tenemos y que se reduzcan empleos en nuestros montes en vez de triplicar el número de trabajadores en los mismos, que es una de las medidas más básicas y urgentes de las que tenemos por delante, si queremos de verdad y no de boquilla empezar a incrementar la población.
Te agradeceré, que entres en la web de La Otra Guadalajara www.laotraguadalajara.net y leas la carta que esta plataforma a enviado a la Presidenta de la JCCM, Sra. Cospedal, en la quedan explicados los tijeretazos que se pretenden hacer en la zona y sus irreparables consecuencias negativas si se llevan a cabo. Con ello me evitas hacer más extensa esta carta.
Es injusto, Nicolás, cualquier ajuste del gasto público que recaiga sobre sectores humildes de la sociedad o sobre servicios públicos básicos, porque hay otros sitios de donde sacar una burrada de millones, sin necesidad de perjudicar en nada a los más desfavorecidos, lo cual ya denunciamos en este blog desde que empezaron los recortes en 2010 y volveremos, en breve, sobre ello. Pero mientras que estas injustas y salvajes medidas no implican, por lo general, el hundimiento de ningún territorio como tal, en nuestra deprimidísima zona, sin embargo, -y esto es lo singular y dramático del caso- supone darle jaque y prácticamente mate a la propia existencia de la comarca, ya que la dificilísima partida que está librando en el tablero de su subsistencia, no admite perder ninguna pieza más. No está ya nuestra zona en condiciones de perder un solo vecino más, ni los escasos servicios que tiene, y no sólo por sus consecuencias negativas inmediatas en pérdida de calidad de vida y de población, sino también por los efectos desmoralizadores y de miedo que se instalarían en el ánimo de las gentes de esta tierra al ver que nos obligan a recular en una comarca que tiene el borde de su precipicio a menos de dos metros si camina para atrás.
Dar pasos hacia atrás en estas circunstancias, significa caminar hacia el ocaso de nuestra zona y dejar el encargo al último de sus moradores para que apague la luz cuando se marche. Habrá quien podrá decirme: hombre, no será para tanto, porque al menos al verano y en los puentes siempre se podrá venir a pasárselo bien, a lo cual se podría responder: que sería una diversión muy excluyente, porque habría muchas personas, que no seríamos capaces de bailar o hacer meriendas encima del cadáver de la tierra que nos vio nacer y crecer, de la tierra que unos mataron y se quitaron del medio porque no les daba rédito electoral y otros no hicimos lo suficiente para impedirlo.
Por ahora, Nicolás, prefiero asirme a la esperanza de que todos por aquí vamos a reaccionar con contundencia y espíritu unitario para impedir que en esta deprimida comarca se haga un sólo recorte. Prefiero pensar que podremos ver alguna manifestación unitaria por el Paseo los Adarves, alguna huelga de hambre o qué se yo. Pero también te digo lleno de preocupación, que muy mal porvenir le aguardaría a nuestra tierra, si en el plazo corto no acontecieran estas movilizaciones u otras semejantes.
Hola, creía que lo habías dejado. Me alegro que te reactives, porque te explicas con mucha independencia, claridad y profundidad
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