Me dices en la tuya, Nicolás, que a veces te cuesta entender
algunas cosas que te cuento de por aquí y que querrías que te expusiera las
premisas o criterios generales en los que me apoyo, a fin de que pudieran
servirte de norte para comprender mejor algunas de mis cartas.
Lo importante, Nicolás, es que tú mismo consolides tus propios
criterios y que partas siempre de ellos, más que basarte en los míos. Pero
bueno, tampoco estorba que te los exponga, por si te aportan algo, pues lo que
no puede ser, es no tener un norte claro, no saber
por qué suceden las cosas y no tener la terapia adecuada para cada
circunstancia, siquiera sea para que no nos den gato por liebre, para
no confundir la parte por el todo o para que no nos deslumbren con la primera panacea
milagrosa que nos pongan delante de los ojos. Te cuento, pues, los criterios
esenciales en los que me baso para orientarme en el quehacer de la Comarca:
Primero: Parto de que en la Constitución, en las leyes que la desarrollan y, sobre todo, en la Ley Sostenible de Desarrollo del Medio Rural se establecen deberes políticos y cobertura legal sobrada para reactivar la Comarca de Molina e incrementar la población. Y de que el Fondo de Solidaridad Interterritorial que, año tras año, viene recibiendo, en presupuesto aparte, la JCCM para atajar los desequilibrios en la Región, son dotación suficiente (80 millones de media por año) para que, a estas alturas, las comarcas más deprimidas de Castilla La Mancha, verbigracia la de Molina, estuvieran ya reactivadas y repobladas.
Primero: Parto de que en la Constitución, en las leyes que la desarrollan y, sobre todo, en la Ley Sostenible de Desarrollo del Medio Rural se establecen deberes políticos y cobertura legal sobrada para reactivar la Comarca de Molina e incrementar la población. Y de que el Fondo de Solidaridad Interterritorial que, año tras año, viene recibiendo, en presupuesto aparte, la JCCM para atajar los desequilibrios en la Región, son dotación suficiente (80 millones de media por año) para que, a estas alturas, las comarcas más deprimidas de Castilla La Mancha, verbigracia la de Molina, estuvieran ya reactivadas y repobladas.
Segundo: Entiendo que el hecho de que esta
Comarca, no haya recibido un solo euro del referido fondo es una forma
indecente, anti social y anti solidaria de utilizar ese dinero, cuyas
consecuencias están a la vista. Y considero las ayudas europeas, vía Leader, con
las que han tratado de contentarnos, como meras limosnas, si lo comparamos con
lo que nos escatiman del Fondo de Solidaridad y de no poner en marcha la Ley de
Desarrollo Rural.
Tercero: El descuelgue de los políticos de los
deberes contenidos en los puntos anteriores, sólo se puede explicar si se
entiende que los partidos políticos son maquinarias electorales, cuyo objetivo
central y permanente es capturar votos para acceder al poder y bajo ese exclusivo
criterio distribuyen el dinero público que manejan los que gobiernan. Y, como reactivar
comarcas de amplio ámbito y escasa población, como la de Molina, supone
bastantes gastos y muy pocos votos, pues sansejodió,
que decía tu madre, y les importa un comino saltarse los principios del Fondo
de Solidaridad o tener guardada en un cajón desde hace seis años la Ley
Sostenible de Desarrollo del Medio Rural.
Cuarto: La razón de que la Comarca de Molina
y otras muchas áreas de la España rural interior estén como están, no se debe a
causas naturales que no tengan remedio, sino a motivaciones estrictamente
políticas, a la marginación y el abandono político que ha venido sufriendo el
medio rural a lo largo de muchas décadas, como ya te conté hace poco en tres misivas
consecutivas; olvido y abandono, que ha proseguido en lo que llevamos de democracia.
Quinto: El principio de los gobernantes en
áreas tan deprimidas y despobladas como la Comarca de Molina, es la de gastar
en ellas lo menos posible y descartar la idea de reactivarlas
y, consecuencia de ello, el de tratar que no haya movimientos reivindicativos que
puedan ponerlos en evidencia, desenmascararlos y crearles mala imagen por su
maltrato político a las zonas deprimidas.
Sexto: Y para no invertir y a su vez que
nadie se lo reclame, lo que mejor les viene, es que los pueblos queden reducidos
a meras colonias veraniegas y a cotos y fincas privadas de algunos ricachones,
que es a donde conduce el triple acoso y derribo al que nos están sometiendo
en estos momentos: Desmonte de todos los servicios, incluidos los que no suponen ahorro público,
como la notaría y el registro, que se sustentan con sus propios recursos; posible
mutilación del Parador que, de consumarse, no podríamos asirnos tampoco a esta
infraestructura para empezar a levantar cabeza y degradación medio ambiental,
veneno y riesgos de seísmos a través del fracking, que haría inviable explotar
los recursos medio ambientales y muy inseguro y peligroso vivir en nuestros
pueblos.
Séptimo: La premisa de la esperanza. Tenemos la constitución y las leyes
que la desarrollan de nuestra parte, tenemos los recursos económicos del Fondo
de Solidaridad Territorial y tenemos, además, una ley de desarrollo rural, cuyo
ámbito para ponerla en marcha, es el de las comarcas y cuyas medidas son
transversales, lo mismo que las del Plan Integral surgido desde de la Comarca y
refrendado por sus gentes desde hace ocho años, medidas las del Plan, que se
pueden plasmar todas ellas desde la citada ley. Y para mayor suerte, contamos también con
una Plataforma ciudadana que es la que impulsa y defiende el Plan Integral. Es
decir, tenemos todo para invertir la tendencia, menos la voluntad de los
políticos
Y esto es lo que hay, Nicolás, ellos, los políticos, tienen
la fuerza y el poder, pero pasan de reactivar zonas deprimidas. A nosotros, la ciudadanía, nos asiste la razón,
la justicia y la ley para el noble y digno objetivo de defender una Comarca que
está prácticamente hundida por la dejadez política de antes y, sobre todo, por
los brutales recortes de ahora y la pretensión de los gobernantes de imponernos el fracking. Y nada, a
pelear se ha dicho, Nicolás. No nos queda otra.
Ninguno de nosotros abandonaríamos a su suerte a un ser
querido que padeciera una grave enfermedad y lucharíamos por la recuperación de
su salud hasta el último instante, por pocas que fueran las esperanzas de poder
salvarlo. Pues en esas estamos, Nicolás. Ese ser querido que necesita de nuestra
ayuda para que desde el poder político no puedan hacerle fallecer, se llama: Comarca
de Molina de Aragón. De Aragón como nombre y de Aragón -ojala- como objetivo
institucional, en el caso de que sigan jodiéndole la vida a esta Comarca desde los poderes de
Castilla-La Mancha y le impidan resurgir.
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