Lamento suspender temporalmente la actividad en
todas mis cuentas de las redes, incluido el blog.
Lo siento y pido disculpas, sobre todo, a mis
amigos que se habían duplicado en poco
tiempo y a mis lectores que se han triplicado en tan sólo un mes.
Pero no quiero ni debo escribir nada más sobre
el conflicto catalán mientras las aguas no se calmen y las vísceras influyan,
porque hoy hablar de Referéndum Pactado, del que soy partidario, es como no hablar
de nada, si no se concreta cómo, con qué aliados, con qué gobierno en la Moncloa,
con qué preguntas etc. Ello exige, reducir las vísceras a cero y
elevar a la enésima potencia la mente, la tolerancia y la parte más noble del
corazón.
Por otra parte aprovecharé para terminar mi
pequeño libro titulado: “Podemos: Aún se podría”
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