Cuando al día siguiente
anuncian rueda de prensa de Pablo Iglesias a las 12,30, me dije: Ya está. ¡Por
fin dimite!.
Sesenta y ochos Diputados
Autonómicos perdidos (70%) y cerca de un millón de votos menos en las
municipales en relación a las generales, en cuya caída libre se ha llevado por
delante en la bajada, todo lo que ha
estado o aún estaba relacionado con Podemos (las mareas principalmente), no me podía llevar a otra conclusión que el S. General de Podemos, Pablo
Iglesias, presentaría su dimisión irrevocable.
Sin embargo, Nicolás, -¡qué desengaño!- Iglesias se coloca sobre el atril y nada, de nada, de nada; “que sí, que han sido unos malos resultados,
que hay que hacer autocrítica” (coletilla enarbolada, por cierto, siempre en reveses anteriores
para salir del paso, pero aún está por la primera vez que la hayan hecho) donde acepta su responsabilidad como
Secretario General, pero eso sí, los errores siempre los han cometido los demás
y nunca él, cuando la mayoría son errores suyos en exclusiva. Tal es su soberbia para asumir sus culpas propias, que en la misma rueda de
prensa se sigue considerando pieza esencial para recuperar un Podemos a la
deriva.
Los errores más graves
arrancan meses antes de Vista Alegre II -los principales cometidos por el
propio Iglesias- y culminan, por ahora, en la última rueda de prensa, donde desde
mi punto de vista ya no puede haber un Vista Alegre III, ni siquiera de refundación,
porque este Podemos es antagónico con el
espíritu 15-M, y cuando las contradicciones son antagónicas, ya no las pueden
resolver los mismos que las han creado.
Pero como mis convicciones de lo que ocurre en Podemos,
son tan crudas y descorazonadas, Nicolás, es mi deber argumentarlo en próximas cartas con razones,
datos y hechos desde el principio hasta el final. Soy
consciente que los iglesistas están radicalizados alrededor de su jefe, lo cual es
un problema añadido para que Iglesias se ponga a reflexionar y se dé cuenta que no le queda
otra, que dimitir
A estas alturas de mi vida
y con todas las experiencias extraídas durante 52 años seguidos de activista
político, sindical, municipal y de la sociedad civil correlativamente, no me
voy a callar ni apartar ni un milímetro de lo que creo y pienso, de lo que a mis ojos y a
mi entender, considero objetivo y se corresponde con la verdad.
“El segundo motivo es, que digan lo que digan en campaña los naranjitos, si gana el PSOE y con los votos de Cs dieran para una mayoría absoluta, tengo cero dudas, que entre el sector carca (en ideas y edad) que tiene el PSOE en su seno, más el Ibex-35, más la banca, más todas las altas finanzas en general, forzarían a Pedro Sánchez a pactar con los naranjas. Y ya nos podemos imaginar el programa económico que saldría de ese pacto y lo míseras que quedarían las medidas sociales”.
Bueno, el apoyo a la envestidura y/o legislatura a nivel general, está por ver, pero en los ámbito de las CCAA y de grandes municipios, el PSOE ya pide pactar con Cs y los de Rivera, por su parte ya han eliminado el cordón sanitario con los socialistas y se muestran proclives a las negociaciones con el PSOE.
Ya digo, Nicolás, las siguientes serán sobre
razones, datos y hechos que respalden mi crítica política de hoy. No obstante
te dejo un par de interrogantes para la reflexión que quizás te puedan ayudar a
comprender mejor las cartas venideras.
¿Tú crees, Nicolás, que se puede crear y
asentar un partido en todos los ámbitos y sectores de la sociedad con el mando
a distancia desde el gueto de la docencia universitaria?
¿Y tú crees que se puede caer en una aberración mayor que nombrar Secretario de Organización, a un dirigente en silla de ruedas, dicho con
el máximo respeto a su persona y a su valía política, cuando es un cargo, cuyas tareas exigen
obligatoriamente, patearse todos los puntos del país y hacerse al menos
doscientos mil km por año?
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