domingo, 19 de febrero de 2017

Más que salirme de Podemos, tengo la conciencia que es Podemos quien se ha salido de sí mismo

No veas, Nicolás, lo poco que les ha gustado a varios amig@s, que me haya dado de baja como inscrito en Podemos. Por la amistad mutua que nos tenemos, casi nadie ha querido decírmelo en público, pero por el móvil  y el mensaje privado, me ha tocado escuchar y darles razones a unos cuant@s.

Los motivos que les he dado a esas buenas amistades, son los mismos que te voy a dar a ti, mi mejor amigo; aunque creía que habían quedado claros en mi última carta.

Yo tengo la conciencia que más que salirme de Podemos, es Podemos quien se ha salido de sí mismo. Por mi parte, Nicolás, sigo siendo fiel al espíritu 15-M y también al Podemos que propone y decide desde la base, desde los Círculos, que fue lo que nos prometieron y por  lo que me inscribí muy ilusionado.

Pero Podemos organizativamente ha desaprovechado Vista Alegre 2 y el no existir elecciones a la vista para dejar de ser un partido de viejo cuño. Que no lo hiciera en Vista Alegre 1, lo he respetado y justificado como el que más y escrito está en algunas cartas de las que te he mandado.

Era de cajón que al surgir Podemos con varios comicios a la vuelta de la esquina y dado que todos queríamos ir a por todas en los mismos, no quedaba otra, que organizar el partido jerárquicamente desde arriba y no con las candidaturas de los mejores y más capaces de Podemos, sino sólo con quienes tuvieran esas calidades dentro del escaso número de gente que conocía el grupo promotor, que es una cosa cualitativamente distinta, aunque inevitable para evitar infiltrados indeseados.

Pero el tiempo electoral ya pasó, los inscritos ya nos conocíamos más entre nosotros y ante los dirigentes; pero estos nos han demostrado con claridad meridiana, que no han querido dar el giro organizativo de 180 grados que permitía el momento, a fin de cumplir con el tipo de partido que prometieron. Por el contrario, estos dos años electorales han servido para que los dirigentes le hayan cogido un apego grande al modelo organizativo de viejo cuño. Te doy dos datos que no dejan lugar a dudas:

El primero, que se han presentado con candidaturas, cuya mayoría de personas eran las mismas de Vista Alegre I, casi todas provenientes del gueto de la universidad docente en vez de dar un salto cualitativo y llevar un ochenta o un noventa por ciento de la “gran universidad de la calle”  donde hay gente, y mucha, más capacitada y con mayor experiencia que las personas presentadas en las candidaturas.  Mayor prueba de resistencia al cambio organizativo no cabe.

El segundo y principal, es que mientras nos dijeron que el poder y la toma de decisiones residiría en los círculos, tan sólo se ha permitido optar al Consejo Ciudadano Estatal a cuatro candidatos de los 93 que compone el Consejo Estatal; o sea, nada que ver entre lo prometido y lo  permitido. Por decirlo suavemente, un gran incumplimiento de la palabra dada.

Es por ello, Nicolás, que yo sigo con el espíritu 15-M y con lo prometido por Podemos. Es Podemos quien se ha apartado del camino; si rectifican y retornan a su origen, si al menos el 70 o el 80% del Consejo Estatal es propuesto y elegido desde los círculos, no dudaré en volver a inscribirme, sino seguiré fuera, aunque continuaré votando a Podemos y pidiendo el voto para el partido, mientras mantengan las ideas de cambio, que tantos millones de personas necesitan con urgencia.

Bueno, digo, mientras mantengan ideas de cambio, pero debo agregar, además, que mientras no se conviertan en  un reducto cerrado, sectario, minoritario y sin incidencia real; algo que no hay que descartar. En primer lugar, por el daño irreparable que  ya le han causado a Podemos sus principales dirigentes ante muchos votantes con sus luchas infantiles, personalistas y de egos. Y en segundo lugar, porque no presagian nada bueno, las primeras medidas impuestas en el Consejo Ciudadano Estatal de ayer por los vencedores. Se trató a Errejón y  a su candidatura sin la mínima equidad, propio de la soberbia de los vencedores. Y eso demuestra que los vencedores  no han entendido o no quieren entender la reclamación de UNIDAD, que de forma unánime se les demando en Vista Alegre 2.  Y, así, No. Así, no hay salida.

Nada, Nicolás, es mi decisión personal, puede que equivocada, pero desde que dejé de militar en un partido hace ya la friolera de 35 años, me prometí a mí mismo, que jamás volvería a pertenecer a otro, salvo que apareciera uno en el que se pudiera hacer política de otra manera; esa otra manera, la prometía Podemos y por eso me inscribí y con ilusión; ahora veo que se ha apartado mucho de ella y por eso  me he dado de baja como inscrito. Y eso es todo


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