miércoles, 18 de septiembre de 2019

Para conseguir un buen pacto y evitar otras elecciones solo había dos salidas: Un pacto a la Portuguesa o un pacto a la Portuguesa


Sí, Nicolás, como me temía vamos a nuevas elecciones. O me equivoco muchísimo -ojalá- o Unidas Podemos acaba de cometer un error de consecuencias históricas, al preferir nuevas elecciones antes que negociar un pacto a la portuguesa.

 Me dirás, ¿y por qué la pillas con Unidas Podemos? ¿Es que los otros partidos no tienen culpa?  ¿No es acaso más lógico, pasar de puntillas por el partido al  que votaste y echarle la culpa a los demás? Pues sí, así actúa casi todo la gente, pero yo soy yo,  un activista político autónomo, que se debe así mismo y me parece más positivo exigirle al partido que vengo votando, que a los demás

Reitero: Desde que voté a Unidas Podemos, considero mi deber moral, ante lo que está pasando, pedirle cuentas antes que a nadie, y sin remilgos ni medias tintas, al partido al que le dí mi confianza en las urnas. 

Voy a ir paso a paso, con el único fin de hacerme entender lo mejor posible, porque la acusación del primer párrafo es  tan fuerte como real, y me duele como al que más, por lo que me prometido a mi mismo pasar del   votaycalla, a la actitud más digna y colaboradora del votayexige. Le moleste a quien le moleste. Otro gallo nos cantaría, si en vez de criticar exacerbadamente los errores de los demás y tapar los errores del partido al que votamos o  de justificarlos, le exigiéramos antes que a nade responsabilidades a los que salieron elegidos con nuestro voto

 ¿Qué es un pacto político de legislatura?

Creo, Nicolás, que los dos tenemos claro algo tan obvio, como que un pacto de legislatura es un acuerdo entre fuerzas políticas, que se toma por el tiempo que trascurre desde la investidura hasta la convocatoria de otras elecciones. Y también, que un  pacto para la gobernanza de un país durante tiempo es una cosa muy seria, que se tiene que hacer, en base a los intereses de la ciudadanía y no los propios personales o del partido. Esto tiene ser el primer deber de cualquier fuerza que se pone a pactar y, sobre manera de Unidas Pedimos, cuya política sólo tiene sentido  si pone encima de la mesa en primerísimo lugar  las necesidades de los más precisados y trata por todos los medios posibles -parlamento y calle- de que se lleven a la práctica. Desde este punto de vista está escrita esta carta. Y todas las  sugerencias de rectificación que en ella sugiero,  las hago impregnado de este sagrado principio. Dicho esto, vamos al grano:

1º) Que la soberbia de la fuerza o fuerzas mayoritarias ante las minoritarias es siempre una traba para poder llegar a acuerdos, mientras que la generosidad ayuda mucho a allanar el camino. El PSOE ha tenido muchísimo de lo primero y nada de lo segundo y, por lo tanto, de las dificultades que haya generado este comportamiento, nada tengo que reprochar a Unidas Podemos, sino al contrario, mostrar mi solidaridad.

2º) Dicho lo anterior, voy a los errores que haya podido cometer Unidas Podemos con el deseo de que no se vuelva a incurrir en el ellos. El principal de todos, es proponer un pacto de legislatura mediante una coalición de gobierno, para lo cual no existía ni la más mínima posibilidad. Pero en vez de reconocerlo, rectificar y optar por la única vía posible, que era un pacto a la portuguesa; Unidas Podemos se ha centrado en justificar con argumentos falsos su mantenella y no enmendalla.

3º) Una coalición de gobierno sólo es posible, cuando las fuerzas pactantes tienen objetivos lo suficiente aproximados en lo esencial para que puedan acercarse las posturas y, sobre todo, para que los acuerdos resultantes sean lo  sólidos, cohesionadores, estables y eficaces, que requiere garantizar un gobierno duradero. Esta aproximación entre socialdemócratas y las fuerzas a su izquierda no se dan ni por asomo, ni en España ni en ningún país de Europa, de ahí que no sea por casualidad, que desde hace muchas décadas  no se haya dado más que un sólo pacto de coalición en Europa entre socialdemócratas y fuerzas a su izquierda; el de la República de San Marino con una población de 33.000 habitantes.

4º) Para el caso de España, no se pueden tomar como referencia, como viene haciendo Unidas Podemos, las veinte coaliciones de gobierno de legislatura que existen en otros tantos países europeos, ya que están formados todos ellos por conservadores, liberales y socialdemócratas y con la exclusión en  todos los casos de las fuerzas a la izquierda de los socialdemócratas. Si son gobiernos estables por lo general es porque tienen mucha coincidencia en las principales cuestiones de Estado, incluidas las políticas más duras e injustas, tanto en el ámbito de cada país, como en el europeo, como el internacional en general.

5º) Tampoco sirven de referencia, sino de injustificable excusa, hacer similitud con las coaliciones de gobierno de ámbito menor (CCAA y Ayuntamientos) ya que  éstos gobiernos solo tienen responsabilidad sobre las políticas de sus limitados ámbitos, mientras que el gobierno de la Nación las tiene sobre todas y cada una de la cuestiones del país, así como de las políticas europeas  e internacionales en general, cuya multiplicidad de obligaciones y del ámbito de aplicación, impide hacer similitudes entre el gobierno de la nación y  esos pequeños gobiernos. Hacerlo -perdoneseme  el calificativo- es de un infantilismo casi ruborizante.

6º) Mención aparte merece tratar de entender bien la doble cara de la socialdemocracia. En la práctica los dirigentes y órganos de dirección de los socialistas llevan ya varias décadas poniéndose cada vez más al servicio pleno de los intereses  de los poderosos. En ese sentido, se comportan como cualquier fuerza de derechas. De ahí, que ellos quepan en las coaliciones de derechas  de los pactos de los países europeos, mientras que las fuerzas situadas a la izquierda de la social democracia no se les admite en ninguna de las veinte coaliciones existententes en Europa actualmente.

Pero los socialistas tienen. a su vez, otra cara y es, la de darse barniz  para continuar apareciendo como una fuerza de izquierdas, aunque ya no lo sean, con lo cual cual arrastran a millones de votantes, que son y se consideran de izquierdas de corazón. Por muy equivocados que estén dichos votantes, es una necesidad imperiosa trabajar aliados con ellos, tanto por la fuerza que suponen, como de cara a ir decantándolos  hacia líneas políticas más consecuentes, para lo cual no sólo basta con el proselitismo, sino también, y sobre todo,  el ejemplo de los hechos prácticos. No puede perderse de vista ni por un sólo instante, que para crecer por la izquierda  hasta ser mayoría, el principal caladero son los actuales votantes del PSOE. 

7º) Por extraño que te parezca, Nicolás, son muchas las personas votantes de Unidas Podemos, entre ellas defensoras de la coalición de gobierno, que sea por falta de interés, sea porque nadie se lo ha explicado o sea por lo que sea, no saben como funciona el Gobierno y el Consejo de Ministros a pesar de que esté recogido en los correspondientes artículos de la Constitución y en la Ley de Gobierno -así llamada- que desarrolla dichos artículos constitucionales. 

No han caído por ejemplo en la cuenta de que a lo largo de una legislatura se celebran más de doscientos Consejos de Ministros y que allí se acuerdan todas las políticas: las pactadas y también las antisociales e inasumibles para Unidas Podemos y sus ministros. 

 Allí se aprobarían por ejemplo, si procediera y así lo estimara el partido mayoritario  otro 135, otro 155, renovar el contrato de venta de armas a la Arabia Saudí,  seguir otorgándole los privilegios a la Iglesia,  inhibirse ante el dramón del mediterráneo, donde siguen muriendo cientos y cientos de seres humanos que huyen de la guerra y el hambre, que siguieran las concertinas,  que la banca no devuelva el dinero prestado para su rescate, que no se cree una plantilla suficiente en Hacienda especiada en perseguir el gran fraude fiscal, etc,  la duplicidad de organismos y de chiringuitos de enchufismo en la Administración etc. No digo que estas y otras medidas antisociales y despilfarradoras se vayan a aprobar; digo que se aprobarán las que las circunstancias exijan, según el criterio del partido mayoritario de la coalición.

Algún lector me podría decir, Nicolás, eso no lo consentiría Unidos Podemos bajo ninguna circunstancia. A quienes así puedan pensar de buena fe, tengo que decirles, que los acuerdos se toman por mayoría en el Consejo de Ministros de la cual dispondría el PSOE de forma más que holgada; que las deliberaciones del Consejo de Ministro son secretas y que los acuerdos, una vez tomados, compromete a todos los ministros su aceptación y ejecución, dado que el Consejo de Ministros funciona de forma colegiada. Se podría decir, pues  si se dan esos casos, se dimite y punto. Y se puede hacer, pero trae la consecuencia inmediata que esas dimisiones se cargan el gobierno de coalición y el pacto de legislatura. Y si se quedan dentro sin dimitir, haciéndose el remolón y no asumiendo dichos acuerdos, tampoco sirve de nada, porque es facultad y obligación del Presidente del Gobierno proceder a sus ceses.

Esto es menester que lo sepan y lo tengan muy en cuenta los que piensan de buena fe que entrando al gobierno "se atarán los perros con longaniza" como dicen en nuestro pueblo. Y estas cosas, no lo tendría que estar explicándolo yo, Nicolás, sino los dirigentes de Unidas Podemos que son las personas responsables de dar la cara y los defienden el inmenso error de la coalición de gobierno. Yo sólo soy un simple votante , aunque activo, que se dio de baja como inscrito.

Pacto a la portuguesa.

Afortunadamente, hay dos países en Europa, cuyas fuerzas socialdemócratas  ya han roto con las alianzas tradicionales europeas y han pactado con las "apestadas" fuerzas a su  izquierda, aunque debido a las diferencias de fondo, ya explicadas y la imposibilidad que conlleva compartir gobierno en tales circunstancias, haya tenido que ser a través de pactos desde fuera del gobierno. Pactos de carácter social, educativos, medioambientales etc, que a pesar del contexto adverso en que se hicieron (la crisis económica), tienen una aceptación y reconocimiento bastante generalizado. La puesta en práctica de las medidas pactadas cuenta con igual o más garantías de ejecución, que si  dichas fuerzas de izquierda estuvieran dentro del gobierno, puesto que se han dotados todos los partidos pactantes de organismos unitarios de control y seguimiento permanente con lo que se garantiza que los acuerdos se cumplan y no queden en papel mojado.

Ya no podemos decir que la izquierda no tenemos referencias europeas en las que basarnos para hacer pactos, porque tenemos las de Portugal y Dinamarca que además  funcionan bien, Por ello, Nicolás, a mi me resulta muy duro y decepcionante que Unidas Podemos no parta de estas referencias  y las potencie dado, que hoy por hoy no es sólo la mejor opción, sino la única posible y, además de eficacia probada; algo que por otra parte, ha tenido a su alcance hasta el último momento y con muchas más posibilidades de cuajar que la coalición de gobierno. ¡Una pena, una pena, una auténtica pena! que habría servido para poner en marcha ya mismo las medidas sociales pactadas más urgentes y para evitar otras elecciones.

Me dirás, Nicolás, que con lo dicho hasta aquí no te he demostrado que Unidas Podemos haya cometido un error histórico como afirmo al principio, y es cierto. No te preocupes que te lo explicaré en la carta siguiente. Pero consideraba necesario enviarte la presente, para que puedas reflexionar sobre lo que digo, que también es importante y de paso darle más crédito a la siguiente misiva


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