lunes, 23 de septiembre de 2019

10N a las urnas. 11N ocupación de las plazas de los pueblos y ciudades hasta que nos presenten firmado un Pacto de Izquierdas



Sí, Nicolás, sí, me reafirmo en que NO existen posibilidades para un pacto de izquierdas tras las nuevas elecciones, den el resultado que den las urnas. Incluso aunque hubiera mayoría absoluta entre PSOE y Unidas Podemos.

El nuevo gobierno que se forme será de la triderecha, si les dieran las cifras o del PSOE con Cs o con el PP si no les dan. Y muy remotamente del PSOE en solitario si se acercara mucho a la mayoría absoluta. Pero lo que no habrá, será un pacto PSOE-Unidas Podemos, ni en forma de coalición de gobierno ni de pacto a la Portuguesa. Sólo si se hiciera algo que expondré al final de la carta existirían posibilidades para el pacto PSOE-Unidas Podemos.

La carta anterior, que podéis pinchar los lectores en el enlace que tenéis al final de esta misiva, forma parte del mismo relato. En ella doy unas cuantas razones, sin partir de las cuales, será más difícil entender ésta y darle la credibilidad y seriedad que humildemente, creo que merece. De ahí, que quien no  haya leído la otra le sugiero que lo haga.

Ambas fuerzas, en vez de centrarse en las necesidades sociales y políticas más perentorias de la ciudadanía han puesto su esfuerzo en lo que han considerado más importante para cada fuerza. El PSOE, en que no se sellara un acuerdo para volver a convocar elecciones y pactar con un partido a su derecha, pero aparentando que quería el pacto para intentar justificarse ante  su sector de militantes y votantes de: ¡Con Rivera No!

Y Unidas Podemos en hacer un principio de entrar al gobierno  o NADA, desdeñando un pacto a la Portuguesa, que es el mejor pacto posible y, en todo caso, el único que cabe en la actual correlación de fuerzas. Espero que con las razones que explico en la carta anterior y las que voy a agregar ahora, queden pocas dudas de que es así, aunque también me espero, que al no coincidir con el relato de la la dirección de U. Podemos en el planteamiento, habrá quien me leerá con recelo.

Los pactos políticos sólo son posibles, si las partes  asumen la CORRELACIÓN DE FUERZAS DE LA QUE PARTEN.

¿Y cuál era la fuerza de Sánchez? Esa fuerza era tan grande como paradójica. Resulta, Nicolás, que entre sus militantes y votantes había un amplio sector que quería pacto y en absoluto nuevas elecciones. En este sentido, esa gente era, objetivamente, favorable para U. Podemos, que tampoco las quería. Su fuerza colosal y contraria a pactar con Podemos le venía impuesta; factor este, que sin desentrañar sus entresijos, es imposible saber de qué va la vaina. Es imposible entender el porqué Pedro Sanchez tenía que simular que quería un pacto con U. Podemos, a la vez que garantizar que no se hiciera para ir a nuevas elecciones que era lo exigido

Ha habido que ir a nuevas elecciones en primer lugar y por encima de todo, porque así lo querían los poderosos, los que mandan en la política, sin presentarse a elecciones:

¿Cómo entender si no, la presión que estos mismos poderosos ejercieron sobre el PSOE, dramatizando las cosas y viniéndonos a decir que si no se abstienen para que gobernara Rajoy, poco más o menos que se hundiría España, porque la economía no aguantaba ni un día más sin un gobierno?

¿ Y cómo no entenderlo, si vemos con nuestros propios ojos, que los dirigentes socialistas de España y de casi toda Europa, más allá del barniz, se pliegan a los poderosos en lo mollar como las otras fuerzas de derechas?

¿Y cómo explicar que en esta ocasión estos poderes no hayan dicho ni palabra ni hayan ejercido la más mínima presión para que, fuera como fuera, se formara gobierno cuanto antes, como hicieron cuando Rajoy?

 Pues muy sencillo, Nicolás, porque la dirección del PSOE tenía que hacer simulaciones de pactar para intentar justificase  ante los que: Con Rivera, NO, y tratar de no perder esos votantes, Pero hecho de tal modo, que les quedara después un relato lo más digerible posible: “Hemos intentado el pacto progresista. Pero por culpa de Podemos no ha sido posible y no queda otra salida  que ir a nuevas elecciones”.  

No se olvide tampoco, que dentro de esos poderosos está también la banca, a la que el PSOE le debe el impagable favor de condonarle entre sesenta y setenta millones de euros  de préstamos concedidos, y que ahora, de nuevo, están con otra deuda parecida. Es decir, que la banca tiene a los dirigentes del PSOE cogidos por ese sitio un poco prosaico que todos sabemos.

Y esto, no es que lo diga yo, es que lo dijo el viernes en Antena 3, el propio Presidente del Círculo de Empresarios Sr John de Zulueta, con todas las letras y por todo el morro. Le dijo a Cristina Briso, que ellos estaban en contra de un pacto PSOE-Unidas Podemos y querían un Pacto PSOE con una fuerza a su derecha y eso sólo era posible si iban a nuevas elecciones (sic).

Y cuando la entrevistadora le repreguntó, que si se daban cuenta que eso supondría que al menos hasta febrero no habría nuevos presupuestos, el Presidente  le quitó toda la importancia a esa tardanza y recalcó que ellos preferían esperar el tiempo que hiciera falta, que ver a U. Podemos en el pacto y que por esperar, a la economía no le iba a pasar nada. Además se permitió el lujo de decir que no hablaba a título personal, sino que así pensaba todo el empresariado y que hasta habían hecho encuestas entre ellos en ese sentido y estaban de acuerdo en lo que él estaba aseverando.

Con lo expuesto, y sabiendo cómo se pliega el PSOE a los poderosos cuando éstos lo necesitan, ya sería más que suficiente para explicar la correlación de fuerza tan grande, aunque fuera impuesta, que existía  a favor del PSOE para que no hubiera pacto.

Pero es que, además, quería nuevas elecciones el PP. Y lo que es aún peor, las quería el sector derechoso de PSOE que, incluso, ya tienen preparada la opción B) por si hubiera que darle matarile político a Pedro Sánchez, para el caso de que no doblara la rodilla como Dios manda. El sustituto de Susana Díaz sería García Page, tan derechoso o más que Susana, para lo cual, y por si las moscas, ya se ha preparado el aval que lo acredite para tal misión:

En Castilla-La Mancha a pesar de tener mayoría absoluta el PSOE, Page ha  pactado con Ciudadanos y con el PP para que, llegado el caso, pueda aparecer como un garante que sabe pactar con la derecha. Es decir, ya tienen preparado hasta un plan B) que garantizaría estabilidad y que los poderosos puedan dormir sin necesidad de tomar valeriana, incluido  el sector Susanista del partido y la propia dirección actual del PSOE. “Va, mejor que la valeriana la tomen, al menos cuatro años más, los millones de personas que viven en precario y que ya están acostumbrados.” Se dirán

Por eso, precisamente por eso, por los millones de personas que tienen que seguir tomando valeriana o hasta suicidarse si no soportan la presión de la angustiosa situación, es por lo que U. Podemos ha cometido un error de consecuencias dramáticas; porque el pacto a la Portuguesa, tal y como explico en mi carta anterior, es mejor que una coalición de gobierno y, ni siquiera se intentó, a pesar de que el PSOE lo ofreció como última salida, sin duda que sabedores de que los negociadores de Unidas Podemos no se iban a salir nunca de su cerrazón d: Coalición de Gobierno o NADA.

Y así, con ello, mataban dos pájaros de una sola pedrada: Se quedaban para ellos el relato de que fue U. Podemos quien no quiso avenirse a razones, porque le ofrecieron también un pacto a la portuguesa, incluso con tres comités de control, seguimiento y rendición de cuentas y lo desdeñaron. De paso, cumplían con el compromiso, tan sigiloso como evidente, de no haber traspasado la línea roja que les habían impuesto los poderosos y todos los que no querían ningún tipo de pacto PSOE-U. Podemos

Si se hubiera podido llegar o no al acuerdo del pacto a la Portuguesa por parte de Unidas Podemos ya no lo podremos saber, pero sí sabemos, que si Unidas Podemos hubiera tomado la palabra a los socialistas en vez de rechazarlo,  a la dirección del PSOE  se la hubiera puesto entre la espada y la pared y hubieran tenido dificilísimo inventarse otra excusa creíble, sobre todo entre sus militantes y votantes de que: Con  Rivera No, y dependiendo de la magnitud del rechazo y del precio a pagar por el mismo, no era descartable que ante tal tesitura y con la venia de los poderosos, los propia dirección socialista se hubiera visto obligada a aceptar el pacto a la portuguesa; con lo cual, hoy mismo, o 48 horas después,  se estaría aprobando en el Parlamento el Pacto de de legislatura.

Pero lo cierto es, que se rechazó  y ahora a ver quien el guapo o la guapa de Unidas Podemos, que se atreve a explicarles a esos millones de desesperados, que como no se ha podido hacer la coalición de gobierno, pues que ya daba lo mismo el Pacto a la portuguesa que hacer nuevas elecciones y que ellxs antes que un pacto a la portuguesa prefieren nuevas elecciones; aún a sabiendas que estas se harán para que la dirección socialista se desprendan de los Unidas Podemos y pactar con la derecha, tal y como ordenan los Poderosos. ¡Qué difícil debe ser asumir a quienes lo están pasando tan mal, que les espera otro cuatrienio negro! ¡Y qué vergonzoso! ¡Y qué indignante!

Y no, no, no y mil veces no. Entre un pacto a la portuguesa para ponerlo en marcha ya mismo y otro demorado del gusto de la derecha, no es que haya  diferencia, es que media un abismo absoluto. Además, y esto es de la máxima importancia, esos pactos han funcionado bien en Portugal  y Dinamarca, como así lo reconoce de un modo bastante generalizado la opinión pública europea y también la española. Son un espejo en el que mirarnos y las dos mejores y únicas referencias que hoy por hoy, tenemos Europa

¿Hay alguna solución, Nicolás, a pesar de tan negrísimo panorama? Te dirás. Mi respuesta es que sí, pero sólo hay una. ¡Tan solo una! y es ocupar todas las plazas de los pueblos y ciudades de España desde el día 11 de noviembre de forma permanente y seguir en ellas hasta que el pacto de izquierdas se haya firmado.

He dicho y mantengo, Nicolás, que los pactos son siempre una cuestión de correlación de fuerzas. Y, del mismo modo, que la fuerza de los negociadores del PSOE se ha hecho infinitamente más potente con la exigencia de todos los poderosos desde fuera, de forma extraparlamentaria, nosotrxs también podemos cambiar esa correlación de fuerzas haciendo desde fuera lo mismo que los poderosos desde todas sus tramas y organismos no parlamentarios. Nuestra fuerza democrática de presión puede ser tan potente y más que la suya y, además, lleva incorporada otra fuerza más de un valor incalculable: llevar toda la razón en defensa de causas justas e inaplazables sociales, de igualdad de género, medio ambientales y de cambio climático

Quien no haya leído la carta anterior, complementaria de esta, y la quiera ver, que vaya a ella en mi blog pinchando aquí  

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