Si te parece, Nicolás, vamos a recapitular sobre lo acaecido en nuestra Comarca desde la segunda mitad de 2005 hasta hoy. Nos servirá para ordenar y sintetizar nuestras ideas y, de paso, para orientar a posibles lectores del blog que no conozcan de cerca lo que acontece en una Comarca con un amplio territorio, que alberga un centenar de pequeñas localidades y cuya densidad de población es la más baja de Europa: 1,6 habitantes/km2.
Si recuerdas, en aquella carta que te envié el 22 de septiembre de 2005, no sólo te daba argumentos para que pusieras los pies en el suelo, sino que también te decía al final, que se vislumbraban algunas cosas, que invitaban al optimismo. Pues bien, por ellas voy a empezar.
En mi opinión, el devastador incendio que asoló trece mil has de bosque y del que tanto hemos hablado, supuso un aldabonazo en nuestras adormecidas conciencias, una especie de sentimiento de que era la gota de agua que colmaba el vaso de las adversidades y de que algo teníamos que hacer para cambiar la situación antes de que fuera demasiado tarde. Fuera por ello o no, lo cierto es que durante los cinco meses que quedaban del 2005 y principios de 2006, aparecieron de súbito varios síntomas que indicaban un cierto despertar; surgieron ideas y propuestas que, aunque inconexas e insuficientes, tenían un denominador común: Eran, por fin, iniciativas sobre los principales problemas que afectaban a toda la comarca y que debíamos resolver entre todos.
La actitud de Queremos Futuro www.queremosfuturo.org en la Comisión de seguimiento del área incendiada demandando que alguna de esas ayudas fueran para toda la comarca y no sólo para la zona calcinada; la propuesta del Parador Nacional, argumentada por la propia Junta, como una actuación de la que se beneficiaría toda la zona; la reivindicación de que la carretera Alcolea-Monreal, se convirtiera en Autovía, en vez de vía rápida, que empezó a proponerse desde algunas instancias; las voces que se levantaron desde ciertos ayuntamientos y alcaldes (Molina, Peralejos, Adobes…) reclamando que se extendieran a toda la comarca las medidas que se estaban poniendo en marcha en el área calcinada, la insistencia de algunos asambleistas y del propio Presidente de la Comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra, de que esta institución tomara en sus manos ciertas medidas que afectaban a toda la zona, etc., eran iniciativas y propuestas muy significativas, que desbordaban por completo el marco de cada una de nuestras pequeñas localidades y apuntaban hacia soluciones de carácter comarcal.
En el mismo contexto debemos situar las opiniones y debates sobre la comarcalización que surgieron en algunos medios escritos y las propias propuestas que hicimos algunos participantes de la tierra en el VI Congreso Regional de Ciudades y Pueblos Sostenibles de Castilla-La Mancha, celebrado en Molina en octubre de 2005 (yo mismo presenté una por escrito con 10 puntos comarcales) no eran todavía propuestas suficiente matizadas, ni estaban tan desarrolladas como se requiere para un discurso nuevo y comarcal, pero sí componentes del mismo y el preludio de lo que acabaría aconteciendo entre finales de 2005 y principios de 2006: el surgimiento de La Otra Guadalajara, www.laotraguadalajara.net.
En el Plan Integral de Desarrollo y Repoblación Humana elaborado por este movimiento ciudadano, quedaron definitivamente recogidas y definidas esas iniciativas dispersas y con ellas y otras nuevas, se le dio cuerpo y perspectiva, al fin, al nuevo discurso que se venía cerniendo. No exagero, Nicolás, cuando digo que es un discurso nuevo; pues si no dime tú, que expresión tengo que utilizar para definir el que hayamos pasado en tan poco tiempo del resignado y qué le vamos a hacer, al esperanzador vamos a ver qué podemos conseguir aún entre todos; de un discurso mantenido durante treinta años en que cada localidad iba a lo suyo y sólo a lo suyo, a otro nuevo de referencia y perspectiva comarcal, que reconoce la necesidad de seguir atendiendo lo específico de cada una de nuestras pequeñas localidades, pero que tiene muy claro, que el ámbito comarcal es natural e imprescindible para poder plantear y resolver los principales problemas de despoblación y de falta de desarrollo que tan drásticamente aquejan a nuestra tierra.
Y no solo está elegido el escenario adecuado, sino que, como tú bien sabes, se cuenta ya con un Plan Integral Comarcal, apoyado por la mayoría de la población de forma expresa a través de su firma 11.200) y, al menos de palabra, con un compromiso de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha de asumir las medidas que contiene. Pero de todo esto, Nicolás, ya te haré la recapitulación en la carta siguiente
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