No te conozco personalmente, Yolanda, pero siento admiración por ti, por tu forma tan transparente, digna y democrática de defender la instalación del Cementerio Nuclear Centralizado en tu pueblo de Bernuy de Porreros (Segovia).
Mi admiración no proviene de estar de acuerdo con tu idea, que no lo estoy, sino por decidir llevar el asunto directamente a tus representados y considerar soberana la decisión de tus vecinos, a pesar de que no salió lo que tú proponías. Y por otra cosa más: No sólo no sucumbiste a las presiones de ENRESA -empresa pública dependiente del Ministerio de Industria- instándote a que tomaras el acuerdo en el Pleno sin consultar a tu pueblo, sino que, además, tuviste la valentía de criticarlo públicamente.
¡Qué trasparente y qué auténtica eres, Yolanda! Nada te hubiera impedido legalmente seguir las pretensiones de ENRESA -las bases del concurso del Ministerio de Industria sólo exigían un acuerdo por mayoría en Pleno municipal, sin consultas ni consensos previos de nadie- y, sin embargo, no quisiste acogerte a ello. Entendiste, por el contrario, que un asunto estratégico de esta transcendencia no era propio que lo decidierais solo los ediles en un Pleno y decidiste trasladarles el asunto a tus vecinos, para que ellos decidieran.
Como el proceso se acabó en esa asamblea vecinal, nos hemos quedado sin saber si tú y tu pueblo os habríais quedado ahí, de triunfar el sí; o si por el contrario, hubierais buscado a continuación el consenso con toda la comarca afectada e incluso con la propia capital, dada la proximidad con tu pueblo. Pero da igual, el caso es, que tú y tu ayuntamiento actuasteis con plena trasparencia y democracia, y eso es lo que cuenta; eso es lo que os acredita como cargos públicos que merecéis el respeto, la confianza y la admiración de vuestros vecinos y de toda la gente de bien, porque no aceptar presiones, convocar la asamblea vecinal y preferir arriesgarse a perder, antes que privarle a vuestros vecinos de decidir por ellos mismos en un tema de tanto calado, es un gesto lleno de honradez, dignidad y espíritu democrático
Con vuestra manera tan democrática de actuar, Yolanda, habéis dejado con el culo al aire al Ministerio de Industria, cuyo “olvido” de dejar fuera del concurso cualquier requisito relativo a consultas y consensos locales, comarcales, provinciales y regionales, ha sido la manera deliberada que ha utilizado el Ministerio para darles cobertura legal y dejarles el camino expedito a algunos ediles, que estaban esperando precisamente unas bases así. Y detrás de toda la oscura jugada, un Ministro que se jactaba de que los ayuntamientos acudirían como moscas a su solicitud; quizás confiando, en que miles de ellos, sobre todo de la España interior, al estar tan desatendidos y tan urgidos de desarrollo y de fijar población, no les quedaría otra, que claudicar.
Pero hete aquí que el Sr Ministro, se ha topado con el 99,99% de los ayuntamientos de España, que haciendo gala de una dignidad muy superior a la suya, le han echado la espalda a su torticera propuesta de Cementerio Nuclear. Quizás tampoco se esperara, que entre los escasos ayuntamientos dispuestos a hacer la solicitud, saldría uno -el tuyo, admirada Alcaldesa- que no sólo no se iba a dejar manejar, sino que con su postura democrática y trasparente dejaría al descubierto, no sólo al Ministro, sino también a esa minoría ínfima de ediles insolidarios, cuya obsesión ha sido evitar a toda costa la consulta a sus vecinos y a los pueblos de su comarca para que nada ni nadie pudiera poner en dificultades su exacerbada codicia. Atentamente.
Mi admiración no proviene de estar de acuerdo con tu idea, que no lo estoy, sino por decidir llevar el asunto directamente a tus representados y considerar soberana la decisión de tus vecinos, a pesar de que no salió lo que tú proponías. Y por otra cosa más: No sólo no sucumbiste a las presiones de ENRESA -empresa pública dependiente del Ministerio de Industria- instándote a que tomaras el acuerdo en el Pleno sin consultar a tu pueblo, sino que, además, tuviste la valentía de criticarlo públicamente.
¡Qué trasparente y qué auténtica eres, Yolanda! Nada te hubiera impedido legalmente seguir las pretensiones de ENRESA -las bases del concurso del Ministerio de Industria sólo exigían un acuerdo por mayoría en Pleno municipal, sin consultas ni consensos previos de nadie- y, sin embargo, no quisiste acogerte a ello. Entendiste, por el contrario, que un asunto estratégico de esta transcendencia no era propio que lo decidierais solo los ediles en un Pleno y decidiste trasladarles el asunto a tus vecinos, para que ellos decidieran.
Como el proceso se acabó en esa asamblea vecinal, nos hemos quedado sin saber si tú y tu pueblo os habríais quedado ahí, de triunfar el sí; o si por el contrario, hubierais buscado a continuación el consenso con toda la comarca afectada e incluso con la propia capital, dada la proximidad con tu pueblo. Pero da igual, el caso es, que tú y tu ayuntamiento actuasteis con plena trasparencia y democracia, y eso es lo que cuenta; eso es lo que os acredita como cargos públicos que merecéis el respeto, la confianza y la admiración de vuestros vecinos y de toda la gente de bien, porque no aceptar presiones, convocar la asamblea vecinal y preferir arriesgarse a perder, antes que privarle a vuestros vecinos de decidir por ellos mismos en un tema de tanto calado, es un gesto lleno de honradez, dignidad y espíritu democrático
Con vuestra manera tan democrática de actuar, Yolanda, habéis dejado con el culo al aire al Ministerio de Industria, cuyo “olvido” de dejar fuera del concurso cualquier requisito relativo a consultas y consensos locales, comarcales, provinciales y regionales, ha sido la manera deliberada que ha utilizado el Ministerio para darles cobertura legal y dejarles el camino expedito a algunos ediles, que estaban esperando precisamente unas bases así. Y detrás de toda la oscura jugada, un Ministro que se jactaba de que los ayuntamientos acudirían como moscas a su solicitud; quizás confiando, en que miles de ellos, sobre todo de la España interior, al estar tan desatendidos y tan urgidos de desarrollo y de fijar población, no les quedaría otra, que claudicar.
Pero hete aquí que el Sr Ministro, se ha topado con el 99,99% de los ayuntamientos de España, que haciendo gala de una dignidad muy superior a la suya, le han echado la espalda a su torticera propuesta de Cementerio Nuclear. Quizás tampoco se esperara, que entre los escasos ayuntamientos dispuestos a hacer la solicitud, saldría uno -el tuyo, admirada Alcaldesa- que no sólo no se iba a dejar manejar, sino que con su postura democrática y trasparente dejaría al descubierto, no sólo al Ministro, sino también a esa minoría ínfima de ediles insolidarios, cuya obsesión ha sido evitar a toda costa la consulta a sus vecinos y a los pueblos de su comarca para que nada ni nadie pudiera poner en dificultades su exacerbada codicia. Atentamente.
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