Te lo prometí en mi carta anterior, Nicolás: Voy a referirme a la dificultad de la unidad de acción apartidista con los ayuntamientos, El momento es muy apropiado, porque no solo contamos con los argumentos que la hacen necesaria, sino también con el bagaje de experiencias que nos han aportado las recientes acciones unitarias de este año con los ayuntamientos por el inicio inmediato de las obras del Parador y para que no se hagan recortes en una comarca tan deprimida como esta.
Si no te importa, Nico, te lo desgloso en tres misivas. Creo que vale la pena. En la de hoy, me voy a referir a lo trascendente que es la unidad de acción apartidista en estos momentos y en esta comarca. En la segunda, te hablaré, con datos en la mano, de lo mucho que se ha avanzado en este terreno dentro de lo que se ha dado en llamar la sociedad civil. Y en la tercera, ya sí, me referiré expresamente, a las dificultades que prensenta conseguir esa unidad apartidista con los ayuntamientos.
Estamos atravesando desde hace muchos años por una situación calamitosa a causa de un proceso de despoblación, que no cesa. No se observan brotes verdes que nos indiquen que la tendencia se esté invirtiendo y ni siquiera que se esté frenando. Tú, Nicolás, eres lo suficientemente inteligente y sensible como para saber procesar y tomar concia de lo que significan los siguientes rasgos y datos:
Tenemos una población siberiana, con 1,3 habitantes por km2, con menos de nueve mil habitantes viviendo en unas noventa pequeñísimas poblaciones, dispersas a lo largo y ancho de un basto territorio, alejadísimo de la capital, que ocupa un tercio de la provincia. Con algunos pueblos deshabitados por completo y otros a las puertas de ocurrirles lo mismo y con una mayoría de localidades que están por debajo de los cincuenta habitantes.
Este desastre despoblacional es la alarma que martillea sin cesar nuestros oídos y remueve nuestras conciencias, es el indicador que nos muestra con todo su patetismo, que la comarca continúa con su proceso de hundimiento y desaparición; el indicador que pone al desnudo, que aquellos planes y sueños de futuro que se hacían tus padres y los míos cuando trasnochaban -¿te acuerdas?- están muriendo o, mejor dicho, los vienen matando desde fuera los que gobiernan, que cuentan, además, para tan “histórica y prestigiosa hazaña”, con vergonzosas colaboraciones desde dentro; supongo que a cambio de trepes políticos y medres personales.
Y por si no tenemos bastante con el drama de la despoblación, súmale la precariedad e insuficiencia de nuestras infraestructuras y servicios comarcales, infinitamente peores que los que tienen y disfrutan en la inmensa mayoría de los ámbitos territoriales de España. Y agrégale, además, las grandes dificultades que existen para mantener los negocios y existentes o crear otros nuevos en medio de este panorama tan sombrío y carente de perspectivas y entenderás, que eso que se viene diciendo de que esta comarca se debate entre el ser y no ser, no es sólo una frase bien lograda, sino también una triste y dolorosa realidad.
Como tú mismo me has reconocido muchas veces, Nicolás, si no es a través de un Plan Integral comarcal de medidas transversales, no es ya posible parar este proceso de hundimiento de la comarca e invertir la tendencia, Pero como tú también sabes, a pesar de que llevamos ya mas de treinta años de democracia, ninguna de las fuerzas con posibilidades reales de gobernar la región ha querido asumir e incluir en su programa ese Plan Integral comarcal, que tanto le urge a esta tierra para que no se vaya definitivamente al garete.
Y no lo quieren asumir, porque al vivir tan poca gente en la zona, no les resultamos rentables electoralmente, que es lo que verdaderamente les importa, Hasta hace siete años lo tenían muy fácil, porque nadie desde la comarca les demandaba el Plan Integral, pero desde que La Otra Guadalajara lo pusiera sobre la mesa, se lo llevara a la ciudadanía para que lo respaldara, consiguiera alianzas con los colectivos de la sociedad civil y se hayan realizados movilizaciones, las cosas se les han puesto infinitamente más difíciles a dichas fuerzas, que ahora se ven obligados a aceptar, aunque solo sea de palabra, la necesidad del Plan Integral, ya que tampoco quieren crearse la imagen pública de que prefieren que se hunda la zona antes que aceptar el Plan Integral para salvarla. De hecho, con al anterior gobierno, ya se consiguió arrancarle alguna de las medidas del Plan Integral y que no fuera “delito”.expresarse en clave de comarca.
En resumen: El Plan Integral es imprescindible, lo quiere la ciudadanía y se resisten a ponerlo en marcha las fuerzas con posibilidades de gobernar la región, por lo cual, imponerlo, requiere seguir por el camino emprendido, requiere conseguir unir todos los esfuerzos de los pocos somos, sin que nos podamos permitir el despilfarro de desperdiciar la fuerza y la colaboración de nadie por razones de ideología, credos, posición social etc, porque incluso, luchando todos juntos de forma apartidista, todavía somos demasiado pocos en relación a la magnitud de la tarea que tenemos por delante, que no es, que la comarca marche un poco mejor o un poco peor, sino que la comarca desaparezca o que la comarca se recupere con el Plan Integral.