Como continuación de la anterior, he de decirte, Nicolás, que la unidad apartidista en la comarca para conseguir el Plan Integral no solo es imprescindible, sino también posible. Los datos que te voy a exponer demuestran que llevamos ya un buen tramo del camino recorrido
La propia elaboración del Plan Integral Comarcal fue el primer gran ejemplo de unidad apartidista. Se perfiló y concretó a través de varias y concurridas asambleas, en cuyos debates no se tuvo jamás en cuenta la ideología de nadie, sino que todos los esfuerzos se concentraron en seleccionar y ponerse de acuerdo en el paquete de medidas transversales que precisaba la comarca para invertir la tendencia de la despoblación e iniciar un proceso de dinamización. Se dejó meridianamente claro, que esos puntos eran los que nos unían a todos, con independencia de ideologías, credos, posición social etc, y que, por lo mismo, haríamos de la unidad apartidista el principio más preciado.
Este primer paso de unidad nítida y sincera, creó las condiciones de credibilidad necesarias que hizo posible dar un segundo paso todavía de mayor magnitud, cual fue: unir a la ciudadanía de toda la comarca en torno al Plan Integral elaborado, consiguiendo el apoyo expreso de todos a través de la firma, mediante un proceso de reuniones y asambleas por los pueblos que duró casi un año. Las 11.225 rúbricas que se consiguieron hubieran sido absolutamente imposibles de lograr, si se hubieran promovido desde banderas ideológicas y partidistas de cualquier signo.
En el sector empresarial y del comercio de la comarca tenemos el ejemplo más claro de esta unidad apartidista, al margen de ideologías, credos o posición social. Su colaboración se inició con la aportación unánime de una ayuda económica a La Otra Guadalajara para que pudiera sufragar sus gastos (los de personal son cero euros) cuyo listado de entidades colaboradoras se expuso públicamente en todos los pueblos y es de dominio público. Prosiguió con la colaboración en el toque de rebato colocándose todos ese día la camiseta amarilla del Plan Integral y recogiendo firmas desde sus establecimientos y en esas siguen hasta ahora. Su última colaboración, tan unitaria como las anteriores, ha sido: recoger miles de firmas desde sus establecimientos contra los recortes en la comarca y por el Parador.
Todos estos pasos unitarios impulsados desde La Otra Guadalajara, acabaron convirtiéndose en un factor social positivo y atrayente y abrieron las puertas de par en par a nuevas e importantísimas cuotas de unidad apartidista dentro de lo que se ha dado en llamar la sociedad civil, se supone que para diferenciarlo de lo que son los organismos institucionales. Aunque ya lo hemos hablado en otras ocasiones, Nico, déjame que traiga de nuevo a colación al menos dos ejemplos unitarios de gran relevancia,
Uno de ellos ha sido, el acontecimiento sin precedentes de que CEOE, CEPYME, CCOO, y UGT de la provincia, con sus secretarios generales a la cabeza, se desplazaran todos juntos desde Guadalajara a Molina a firmar públicamente en el Salón de Santa María del Conde un protocolo de apoyo al Plan Integral de La Otra Guadalajara. Fue por la mañana en horario de trabajo, pero a pesar de ello, la Sala estuvo a rebosar, como no podía ser de otra manera, dada la ilusión y expectativas que generó un acto tan extraordinario.
Posteriormente, se dio otro hecho de unidad apartidista de la máxima importancia, cual fue, el que más de sesenta asociaciones de la comarca decidieran unirse, hacer suyo el camino andado por la Otra Guadalajara, así como el Plan Integral, al cual, como es lógico, se le introdujeron algunos retoques, que La Otra Guadalajara también asumió por considerarlos enriquecedores. Estas asociaciones crearon una Coordinadora Comarcal para unir sus esfuerzos entre sí y con La Otra Guadalajara y desde entonces, se han venido realizando, codo con codo, acciones unitarias por el Plan Integral, sin que en ningún momento se haya creado tensión o rivalidad alguna por causas ideológicas o de otro signo.
Me dejo para la carta siguiente, Nicolás, el tema de la unidad apartidista con los ayuntamientos que, vistos los grandes avances unitarios logrados en la sociedad civil, debería ser igual de fácil conseguirla; aunque, desafortunadamente, no lo es, No obstante las últimas acciones unitarias con los ayuntamientos, a pesar de un par de notas disonantes y partidistas, han sido un paso esperanzador. Ya veremos si esas disonancias se corrigen y ya veremos qué ocurre cuando la unidad haya de hacerse por el Plan Integral y no sólo contra los recortes en la comarca y por el inicio de las obras del Parador. Te lo comentaré en breves días
No parais de decir q sois apartidistas.¿No sería más logíco q os definierais como independientes?. Me gustaría q me lo explicaras
ResponderEliminarHola Nuria. Aunque hable en mi blog de La Otra Guadalajara, mis opiniones son a título personal y no en representación de este movimiento ciudadano.
ResponderEliminarAún así, voy a contestar a tu pregunta: Si no recuerdo mal, la idea de “independiente”, también la barajamos pero, finalmente, optamos por la definición de “apartidista”, porque nos pareció que se ajustaba mejor al mensaje que queríamos trasmitir de que fuera un movimiento unitario donde cupieran todas las personas de la zona, o relacionadas con ella, que quisieran luchar por un Plan Integral para la comarca, tanto si tenían alguna militancia política como si no.
Para que La Otra Guadalajara no caiga en el partidismo, considerábamos entonces y seguimos considerando ahora, que lo principal es: que los que estemos en este movimiento sigamos viendo lo que encierra este concepto, como el principal principio a cuidar y defender, amén de tomar otras medidas prácticas, como tener varios portavoces a la vez o que no pueda ser portavoz nadie que tenga responsabilidades políticas en cualquier partido
Si vale mi opinión, habéis sido unos adelantados a nuestro tiempo, Jerónimo, a este tiempo de imposiciones y sectarismos, de radicalidad; y estáis demostrando que siendo cado uno de diversos partidos e ideologías (con o sin militancia), aun con todas las dificultades, es posible avanzar y crear proyectos importantes y serios para mejorar nuestra sociedad si cada uno renuncia un poco, solo un poco, a sus propios principios en aras del bien común.
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