Supongo que no se te habrá olvidado, Nicolás, aquel día que fuimos por primera vez a la fábrica de harinas del Pobo. Recuerdo como si fuera hoy, lo que nos dijo tu pobre padre al salir de Adobes: Este frío y este aire que hace aquí no es na comparao con el que vamos a tener cuando lleguemos a las explanás del Pobo; allí tendremos que acurrucarnos dentro de la fábrica porque al ventestate no habrá quien pare. Pues bien, eleva al cuadrado el mal oraje de aquel día y el resultado que te de, es el pasmo que hacía la noche que nos encerramos en el centro de salud del Pobo y al día siguiente en la manifestación que hicimos en la calle.
Si agregas a esa gran adversidad meteorológica, que los pueblos convocados a las acciones carecían de trasporte público para acudir a la cita y que dos tercios de los vecinos -personas mayores- no tienen tampoco coche propio, lo normal es que llegues a la conclusión de que no hicieron acto de presencia ni los convocantes. Y, sin embargo, ¡¡¡sorpréndete!!! ha sido la manifestación con mayor porcentaje de participación que nunca jamás se haya dado en España: Te lo explico:
Somos unas setecientas personas las que realmente estamos viviendo en los once pueblos afectados y, al encierro de la noche, acudimos más de cien (15% de la población) y cuatrocientas a la manifestación del día siguiente. Descontando unas cincuenta personas más o menos que se sumaron de otras localidades, nos quedan trescientas cincuenta de los pueblos directamente afectados, o sea, el 50% del total de la población, Este porcentaje tan alto de partición en una manifestación no creo que se haya alcanzado nunca en ningún otro lugar de España, ni tampoco el de personas mayores de setenta años.
A mi modo de ver, semejante éxito de concurrencia se debe a la confluencia de dos factores. El primero, a que era imposible callar y quedarse quietos ante la indignación que nos ha producido a todos los que vivimos en estos pueblos la déspota, inhumana y brutal arbitrariedad del gobierno de Castilla-La Mancha de dejar desprotegida la salud de un reducido núcleo de inocentes e indefensos ciudadanos, sin importarles saltar por encima de la constitución y de las leyes que regulan y protegen la prestación de las urgencias médicas. Esta medida parece tan inspirada en la ley de la selva, que haríamos bien en adaptar el refrán a la ocasión: De la Sra Cospedal, líbreme Dios, que de los leones y los tigres, ya me libro yo.
El segundo factor del éxito participativo, es la unidad apartidista (léase al margen de los partidos y de su tutelaje, que no contra ellos) que han sabido construir, los ayuntamientos de los pueblos afectados, al convocar todos juntos a sus vecinos a defender las guardias médicas de nuestro centro de salud sin sucumbir a las presiones de la fuerza gobernante llegadas desde arriba.
Tal era el ambiente de unidad y solidaridad que se vivía la noche del encierro, que de haber estado tú en él, Nicolás, te aseguro que no hubieras podido saber, salvo que lo hubieras preguntado, qué ediles y vecinos eran del PP, quienes del PSOE y cuales de ninguno. Ya te he dicho varias veces, Nico, que las convocatorias unitarias tienen por sí mismas un efecto multiplicador muy grande en esta tierra, pues somos cada vez más conscientes de que tal y como está la comarca o nos unimos todos o no hay salvación. Vaya desde aquí mi felicitación a los once ayuntamientos y en especial a los dos portavoces, Juana y Mario, que nombraron para la ocasión, que con tanto esfuerzo, inteligencia y sensatez contribuyeron a crear y mantener el clima unitario.
En cierta medida, también ayudó al éxito de las movilizaciones, la conciencia colectiva que todavía perdura en la memoria ciudadana de estos pueblos de, cuando años atrás, conseguimos que arreglaran la carretera del El Pobo-Alustante, cuyo inicio venía demorándose año tras año, con las excusa de que había otras prioridades, o sea, otras obras que hacer en lugares con más interés electoral. Los siete ayuntamientos afectados, hartos de esperar y sin tener en cuenta ideologías ni historias, formamos una plataforma de municipios, nos movilizamos y conseguimos el objetivo. También entonces hubo presiones para que deshiciéramos la plataforma y no presionáramos, la mayoría de ellas ejercidas sobre la alcaldesa socialista de Alustante, Rosabel, que las soportó con una entereza y una dignidad ejemplarizantes.
En fin, Nicolás, una gran manifestación, consecuencia de un gran atropello. Seguiremos luchando para que no lo lleven a cabo y también, para que devuelvan la ambulancia de soporte a su base de Molina
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