Días atrás, Nicolás, cuando te hablé del carácter apartidista de las plataformas que han surgido en nuestro país, te dije, que me referiría en otra misiva a los obstáculos que se les ponen desde la política y que me basaría, principalmente, en experiencias vividas por la plataforma de La Otra Guadalajara, que es la que mejor conozco
Sin embargo, sobre la marcha, me he dado cuenta que valdría la pena dejar ese tema para otro momento y darle prioridad a algo mucho más interesante: Explicarte el plus de credibilidad que ha adquirido La Otra Guadalajara con la defensa permanente de la unidad apartidista y las ventajas que ello reporta a sus actuaciones en defensa de la pervivencia de la comarca.
La Otra Guadalajara partió desde el principio de los siguientes postulados:
que la comarca se debate entre el ser y no ser a causa de la despoblación y otras carencias esenciales; que su hundimiento se llevaría caralante el futuro de quienes vivimos en ella; que a estas alturas solo se puede invertir la tendencia con un Plan Integral urgente de medidas transversales; que ninguno de los dos partidos con opciones de gobernar en Castilla-La Mancha ha querido poner nunca sobre la mesa un plan para intentar salvarla en más de treinta años que llevamos de democracia; que si no nos poníamos la propia ciudadanía de la comarca a elaborar el plan Integral y luchar por implantarlo, nadie lo iba a hacer por nosotros; que la tarea es muy apremiante y que en una comarca donde somos tan pocos y la tarea tan grande es absolutamente indispensable la unidad de todos los que vivimos y sentimos esta tierra, si realmente queremos hacer fuerza para cambiar la tendencia
En coherencia con estos postulados, La Otra Guadalajara impulsa desde el primer momento el formato que puede hacer posible la unidad de la ciudadanía de la comarca; esto es, una fórmula absolutamente abierta de participación al margen de ideologías, que facilite el que todos nos podamos sentir cómodos para luchar unidos por las medidas que son del interés común: El Plan Integral. Este formato unitario es el mismo que están adoptando en cada ámbito o sector las plataformas que están surgiendo por todo el país, lo cual refrenda que elegimos bien el camino; cosa, por lo demás, de puro sentido común y que no tiene el menor mérito intelectual, ya que luchar todos juntos desde una misma plataforma es, a los ojos de todo el mundo, la única manera seria y eficaz de luchar que tenemos los ciudadanos afectados por unos problemas comunes en cualquier lugar concreto
Pero no te creas, Nicolás, que ha sido un camino de rosas para La Otra Guadalajara consolidar sus criterios unitarios. Al contrario, le ha costado Dios y ayuda como diría tu padre, a pesar de la coherencia y sencillez del discurso. Y eso se debe a que, si bien era cierto, que la gente desea y ve necesaria la unidad, no cree en ella sin embargo, debido a la desconfianza que generan en la ciudadanía las fuerzas políticas con sus afanes partidistas de controlar y llevar todo al terreno de la lucha electoralista y, por lo mismo, a dividir a la gente por tendencias, aunque las reivindicaciones por las que estemos luchando sean las mismas. A causa de este partidismo imperante que tantos recelos genera, eran muchas las personas que pensaban al inicio, que en La Otra Guadalajara habría intereses políticos ocultos o en el mejor de los casos, que seríamos unos románticos ingenuos, que sucumbiríamos a los intereses partidistas; augurios ambos que, a la vista está, eran equivocados.
La Otra Guadalajara en sus casi ocho años de andadura habrá cometido errores como cualquier otro movimiento u organización, eso seguro, pero NO en relación a la defensa de la unidad apartidista, que la ha cuidado como oro en paño, haciendo de esta causa un principio esencial y permanente, sabedora de que recuperar la confianza ciudadana en la unidad era una batalla por ganar y, además, muy dura, para lo cual no bastaba siquiera con tener un formato de participación adecuado, sino que, además, había que demostrar día tras día y acción tras acción, que los hechos se correspondían con las palabras. La ciudadanía ha ido captando la sinceridad de ese mensaje y hoy confían y participan en las acciones promovidas por La Otra Guadalajara muchísimas personas que al principio desconfiaban.
Sin el impulso constante de la unidad en torno a los problemas comunes de la comarca al margen de ideologías y al margen de quien gobierne, La Otra Guadalajara no hubiera podido conseguir jamás el plus de credibilidad que ha ido adquiriendo, gracias al cual, pudo obtener el apoyo para el Plan Integral de 11,225 firmas y el respaldo activo del comercio y las empresas de la zona, de otros organismos municipales, de muchas asociaciones de la comarca y de los empresarios y sindicatos de la provincia, amén del reconocimiento y respeto de los medios informativos. Sin ese plus de credibilidad, nada de eso hubiera sido posible, ni tampoco la capacidad de gestión (entrevistas con la JCCM y otras gestiones) y de movilizaciones por todos conocidas, acompañadas de algunos logros, aunque bastantes menos de los que la comarca necesita para empezar a levantar cabeza
La capacidad real de gestión y movilización de La Otra Guadalajara, al principio provenía casi por entero de los esfuerzos de las personas vinculadas directamente a la plataforma, pero con el tiempo son muchas las personas que están colaborando de diversas maneras y muchas también, las que cada vez que se inicia una movilización, se incorporan activamente a las tareas, aunque ni siquiera tengan por costumbre asistir a las reuniones habituales. El hecho de que no se pueda trazar una línea divisoria entre lo que es estrictamente la plataforma y lo que es la ciudadanía de la comarca en general, es la prueba más evidente de la simbiosis creada.
En fin, Nicolás, hoy solo pretendía que supieras el efecto multiplicador en influencia y capacidad de acción que ha ido consiguiendo La Otra Guadalajara con el espíritu unitario de sus actuaciones y también avanzarte mi convencimiento de que la perseverancia y firmeza de la plataforma en esa filosofía unitaria sigue siendo un bien esencial a conservar, ya que de caer en el relajamiento o permitir tutelajes y/o connivencias partidistas, todo ese plus de credibilidad se iría enseguida al garete y muchas personas que acabaron creyendo en la unidad que les propuso la plataforma, se sentirían traicionadas, y con toda la razón.
No obstante, Nicolás, todo hay que decirlo, La Otra Guadalajara no ha podido conseguir logros en otra de sus pretensiones, la de intentar incorporar a la unidad de acción a los ayuntamientos de la comarca. Pero esto es harina de otro costal. De ello te hablaré en la siguiente.
Te felicitamos, Jerónimo, por tu excelente artículo en el que dices grandes verdades. La plataforma Soria ¡Ya! lleva DIEZ LARGOS AÑOS, con reivindicaciones muy similares a las que pedís vosotros. Lo principal es no desfallecer y seguir insistiendo, al final, vosotros y nosotros, conseguiremos se nos tenga en cuenta y mejore la situación de nuestras deprimidas provincias. !Ánimo¡
ResponderEliminarSoria ¡YA!
Muchas gracias, amigos de ¡Soria Ya!.
ResponderEliminarMe he tomado el atrevimiento de publicar aquí vuestro mensaje.
Ánimo, constancia, unidad y "pa lante". No podeemos consentir que sigan marginando de esta manera a las áreas deprimidas.
Un abrazo
Jerónimo,Como siempre, reflejas a la perfección el pensamiento y el fundamento de todos los que participamos (más o menos) en La Otra Guadalajara.
ResponderEliminarSolo añadiría, al final de tu espléndido artículo, un logro no conseguido que para mi es fundamental y muy necesario, la no implicación de los más jóvenes en la plataforma, el no haber obtenido todavía su participación de una manera más activa. Creo que es una obligación por parte de todos, el encontrar un medio para conseguir que nuestros jóvenes luchen por su comarca.
Un abrazo de Susana.