Con ésta, Nicolás, doy por concluido mi intento de
demostrarte que la comarca está así por culpa de la desatención histórica de los
políticos y no por causas naturales y que, por lo tanto, son los políticos los
que tiene el deber inexcusable de dotar a esta tierra de lo que le han ido
escamoteado. Me alegro que compartas las dos misivas anteriores.
Para explicarte que esa desatención política ha continuado hasta
nuestros días, nada me viene mejor, que exponerte de forma sucinta lo que han
dejado por escrito y en forma de leyes quienes gobernaban la Nación y la CA de
Castilla-La Mancha en 2007, cuando ya llevábamos 29 años de democracia. En síntesis
dijeron lo siguiente:
Que en España no se ha tenido una política para el mundo
rural, que hay muchas áreas rurales deprimidas y despobladas y que esto se debe
a causas políticas y sociales que son evitables, que en los países avanzados de
Europa, por el contrario, sí se están llevando esas políticas en el mundo rural,
que hay que dar toda la prioridad a las áreas rurales más deprimidas para revitalizarlas, aplicando,
incluso, la discriminación positiva, que esa política hay que elaborarla y ejecutarla
desde el ámbito de cada comarca o zona rural concreta con la participación de
los agentes sociales en cada ámbito, que los planes deben conformarse con un
conjunto de medidas transversales que abarquen toda la problemática de cada una
de esas zonas, o sea, con Planes Integrales y que para plasmar esa política, la
JCCM ha dividido el mundo rural de la Región en 29 comarcas o zonas y da total prioridad a las más
deprimidas.
Todo esto, Nicolás, lo tienes recogido en la Ley
45/2007 para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural y en el Plan estratégico de Desarrollo
Sostenible del Medio Rural de Castilla La Mancha y si no quieres leerte todo el contenido de
sendos textos legales en vigor, te
recomiendo encarecidamente, Nico, que al menos te leas la exposición de motivos
de ambos y verás cómo, en esencia, todo
lo que te pongo en el párrafo anterior está recogido en los mismos, con lo
cual te darás cuenta por ti mismo -y no porque te lo diga yo- que el
Plan Integral que propuso la Otra Guadalajara a finales de 2005 y los porqués
en los que se basaba, no fue una simple ocurrencia de gente voluntariosa ante
la situación desesperada que atraviesa la Comarca de Molina, si no que fue
desde la A hasta la Z, lo que dos años después reconocen y hacen ley el
Gobierno de la Nación y la JCCM.
Es decir, aunque haya sido 29 años después, lo cierto es que los
propios gobernantes acabaron reconociendo -escrito está- que no estaban cumpliendo
con sus obligaciones respecto a las áreas más deprimidas del mundo rural y que,
por eso sacaban esas leyes rurales. Sin embargo, la esperanza que suscitaron
las mismas al principio, se han ido convirtiendo en pura decepción, al pasarse nada
menos que seis años desde de la entrada en vigor de dichos textos legales, sin
que todavía se hayan empezado a poner en marcha, que es la prueba más inequívoca
de que las leyes las han hecho para quedar bien, pero que carecen por completo,
unos y otros, de voluntad política para ponerlas en práctica. Y es que, amigo Sancho, con los intereses electorales hemos topado. A los
políticos, a los unos y a los otros, sólo y exclusivamente les
importan los votos y cómo en estas áreas tan despobladas no hay caladeros importantes
donde pescarlos, pues sansejodió,
nunca es el momento de activar esas
leyes y siempre lo es, para desviar el dinero que han de gastar en las áreas
deprimidas hacia otros ámbitos más poblados que, aunque estén menos
necesitados, son más rentables electoralmente.
Si los que han estado gobernado hasta hace poco la región no han
hecho una política rural desde el inicio de la democracia para revitalizar estas
comarcas tan deprimidas, y los que han estado en la oposición tampoco la han
exigido, no es porque no estuviera expreso el mandato en la Constitución y en
posteriores leyes, ni tampoco, porque no existiera dinero para ello, pues la
JCCM recibe cada año en presupuesto aparte, un puñado de millones de euros del
Fondo de Solidaridad Interterritorial (unos ochenta de media por año) para
atajar desequilibrios, aunque en esta Comarca no hayamos visto nunca un euro de
ese fondo. Habría bastado con que a ese dinero se le hubiera dado desde la JCCM,
como el deber requería, un destino finalista y
bien concretado por comarcas o zonas más desfavorecidas, para que ahora no tuviéramos que estar luchando
a la desesperada por la pervivencia de la Comarca.
En fin, Nicolás, espero que después de las tres cartas seguidas
que te he mandado, no te queden dudas de que la Comarca de Molina está
agonizando por culpa de la política y que es a los políticos a quienes hay
que exigirles las soluciones, que consisten en poner marcha las leyes referidas
de 2007 y los planes integrales que en ellas se propugnan para las zonas o
comarcas rurales más desfavorecidas, verbigracia la Comarca de Molina.
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