lunes, 21 de julio de 2014

Cetiberia (II) Partido a partido como Simeone. Hoy, la parte más adversa


Sigo con la Celtiberia, Nicolás, pero al estilo del Cholo Simeone: partido a partido Pues hay al menos tres o cuatro aspectos a comentar que tienen mucho que ver con el Proyecto y te los quiero explicar todos, de uno en uno.
La misiva de hoy no va a ser tan optimista como quisiera, pero sabes que me gusta contar las cosas tal y como son, o como yo creo que son, y en eso entra también no omitir los lados más desagradables y adversos del asunto.

Desde mi punto de vista, la diferencia entre antes de aparecer el proyecto Celtiberia y ahora radica, en que antes las posibilidades  que veía de invertir el proceso de despoblación y de agonía que sufre la España rural interior eran muy remotas y ahora, al menos, se han abierto ciertas esperanzas; aunque las cosas siguen estando muy duras de pelar y pienso que se necesitará bastante tiempo y un trabajo perseverante para conseguir los objetivos, si bien las cosas podrían acelerase a partir de obtener el primer logro parcial, porque serviría de estímulo y referencia  para luchar por el logro en su conjunto que precisamos: reactivar toda la Celtiberia e incrementar su población.
Los gobiernos de las CCAA y  de la Nación son el problema
Debo recordarte de nuevo, amigo mío, que en los casi cuarenta años que llevamos de democracia, ni los gobiernos de las Comunidades Autónomas (CCAA) con áreas despobladas y deprimidas, ni el gobierno de la Nación han intentado en ningún momento parar el calamitoso proceso de despoblamiento que se encontraron, y su intencionada dejación de este deber,  ha dado lugar a que el proceso haya seguido agravándose  hasta el punto de que la mayoría de las comarcas de la Celtiberia presentan un estado  absolutamente agonizante y de muerte segura, sino `se pone cuanto antes toda la carne en el asador para remediarlo.
Los dos hechos de gran relevancia que te comento a continuación, son la  evidencia del desinterés que los gobiernos referidos han tenido hasta ahora con la España rural interior  o Celtiberia:
UNO.- El dinero del Fondo de Compensación Interterritorial que todas las CCAA  recibieron del Estado, en presupuesto aparte, del año ochenta al noventa, doce de las cuales, todavía lo siguen percibiendo, está destinado, según la Ley, a acortar las diferencias entre CCAA y, especialmente, a atajar los desequilibrios territoriales dentro de cada una de ellas. Pues bien, en  Castilla La Mancha, por ponerte el ejemplo que conozco  mejor, aunque el caso es general, esta Comunidad Autónoma ha recibido ya  un montante  superior a 2.000 millones de euros de ese fondo, de los cuales, la parte más despoblada de esta provincia -más de dos tercios de su territorio- no ha visto ni un solo euro de ese fondo en los treinta cuatro años que lleva funcionado.
No es, pues, por falta de leyes ni de dinero, Nico, por lo que no se ha hecho nada por parar la sangría de la despoblación y reactivar estas zonas deprimidas, sino por una  falta total de voluntad política de quienes han venido gobernando la Nación y las CCAA afectadas por este dramático problema.
DOS.- Tuvieron que pasar nada más y nada menos que treinta años desde que se instaurara la democracia para que, ¡por fin!, en el año 2007,  el gobierno de la Nación se decidiera a  sacar  una Ley de Desarrollo Sostenible para Medio Rural, en cuyo preámbulo se hace autocrítica y se reconoce el hecho de que la despoblación en las zonas rurales de la España interior, no se debe a imponderables  de difícil accesibilidad como ocurre en  ciertas zonas de algunos países, sino a causas de  desatención política, que son remediables, a la vez que se reconoce, que lo que se pretende con esta ley es lo que ya se  viene haciendo en otros países de Europa desde hace mucho tiempo.
Por otra parte, se establece también en esa ley, que cada Comunidad Autónoma  debe hacer su propio Plan dentro de lo que se estipula en ella  y que han de aplicarlo desde abajo, desde el ámbito natural de cada comarca o zona a través de un conjunto de medidas transversales, en cuyas propuestas, así como en su ejecución y seguimiento, participarán los agentes de los diversos sectores y las organizaciones y asociaciones de la zona. Además,  a todas las comarcas más deprimidas, se les da el calificativo de Zonas a Revitalizar para aplicarles la discriminación positiva y concederles mayor porcentaje de ayuda que al resto de las áreas rurales, que están menos precisadas.
Como puedes ver, Nicolás, es el texto de la Ley y no yo, quien  reconoce laq dejadez de los gobiernos hacia las áreas rurales más despobladas. También te darás cuenta por los aspectos que te he resaltado, que la ley es muy buena y que pareciera estar inspirada en los criterios del propio Plan Integral de La Otra Guadalajara para la Comarca de Molina. Pero de nada sirve que sea buena la ley, si quienes tienen que llevarlo a efecto son unos gobernantes políticos completamente insensibles e indiferentes  a la agonía que viven nuestras comarcas, a los cuales parece  importarles un comino que  toda la Celtiberia rural se hunda definitivamente, si es que no es eso, precisamente, lo que van buscando. ¿Cómo podemos explicarnos si no, que siete años después de aprobada la ley todavía no la hayan puesto realmente en marcha, siendo tan urgente poner manos a la obra  antes de que las cosas no tengan ya remedio? 
Esto pasa, amigo mío, porque nuestros políticos se mueven solamente por intereses electorales y no les interesamos, ya que como es evidente, los caladeros de votos no están precisamente en estos desiertos humanos del ámbito Celtiberia, si no en las áreas más pobladas. Súmale a ello, Nico, la insuficiente conciencia ciudadana que existe en estas áreas rurales (sobre todo donde no hay plataformas), motivada mayormente por la dispersión de la ciudadanía  en un sin fin de pequeñas localidades y por la escasez y envejecimiento de la misma, y podrás hacerte tú mismo una idea bastante aproximada del  porqué nuestros gobernantes políticos pasan olímpicamente de sacar a nuestras comarcas del estado agónico en que se hallan sumidas.
Y claro, el problemón que tenemos ahora es, que han de ser estos gobiernos de las CCAA del ámbito Celtiberia y el de la Nación tan contrarios a parar el proceso de agonía de nuestras comarcas e invertir la tendencia, los que tienen que hacer suyo el Proyecto  Celtiberia  y trasladarlo a Bruselas para que le den el visto bueno en Europa y podamos acogernos a sus ayudas por despoblación, ruralidad y montaña. Pero esto te lo contaré en otra carta que te enviaré enseguida.
En esta sólo he pretendido, Nicolás, describirte el panorama y ponerte sobre el tapete cuáles son las resistencias que tenemos que vencer  para que el proyecto Celtiberia pueda abrirse las puertas y recibir esas ayudas europeas. Ayudas estas, que nunca podrán ser tan cuantiosas y determinantes como las que hay que poner en marcha desde casa, desde los presupuestos del Estado  de nuestro país,  a través de las dos leyes referidas, amén de otras medidas, como por ejemplo, exenciones fiscales a quienes inviertan en comarcas a revitalizar, pero que lo que venga de Europa será también un complemento muy bueno y también una manera de arrancar de una buena vez y con ello, empezar al menos, a ponerle remedio a la sangría de la despoblación antes de que la historia de nuestros pueblos, la que construyeron con tantos esfuerzos y anhelos nuestros ante pasados, no quede sepultada para siempre bajo los escombros, que en algunos pueblos ya sucede.
¡Ay, Nicolás, si nuestros padres y nuestros abuelos levantaran la cabeza! Aunque solo fuera por respeto a ellos y a todos nuestros antepasados, la Celtiberia entera tendríamos que estar ya de pie movilizándonos para que la historia prosiga y nuestros pueblos no mueran nunca. A nosotros es a quien nos ha tocado vivir este trance y nosotros, y sólo nosotros, somos los que tenemos el deber de  hacer lo indecible por resolverlo. No lo harán, desde luego, las generaciones venideras, porque si  no actuamos ahora, para entonces ya no habrá futuro ni posibilidades de vivir en la Celtiberia  
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario