Hola, Nicolás, esta carta complementa
la anterior, en la que dejé a medias mi valoración personal sobre el movimiento
ciudadano La Otra Guadalajara de la Comarca de Molina de Aragón. Así,
pues, proseguimos.
Tuvimos que derribar la resistencia numantina de la JCCM
Nos costó mucho más derribar el muro de
la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (JCCM), que a David derribar al gigante Goliat. David tuvo la suerte de liquidarlo de una pedrada, pero
a La Otra Guadalajara le tocó hacer lo
que no está escrito, para echar abajo el muro de hormigón que le impusieron para impedirle entrevistarse
con la JCCM y con su Presidente, Sr
Barreda
Pensó la Plataforma que la extrema
necesidad y urgencia de las peticiones que hacía y las 11.225 firmas de respaldo
al Plan Integral que las contenía, donde se pedía, además, que la JCCM
recibiera a La Otra Guadalajara para
entregarle las firmas y negociar las 11 medidas, serían razones sobradas para
obtener la entrevista. Seguir leyendo
Pero en absoluto, muy por el
contrario, nos contraatacaron públicamente con una campaña a través de
dirigentes socialistas de Toledo y Guadalajara, negándonos el derecho a existir
como movimiento o plataforma y y recalcando que no seríamos escuchados hasta
que no pasáramos por las urnas.
Ya sé, amigos lectores, (a Nicolás ya
lo he convencido), que es difícil creer tal postura antidemocrática ahora que
tanto proliferan los movimientos y plataformas y tan prestigiadas están varias
de ellas; entre otras razones, porque tod@s sabemos que es un derecho constitucional
de cualquier colectivo organizarse, reunirse, manifestarse, reivindicar,
negociar, etc como viene aconteciendo
ahora todos los días. Y que se sepa, la constitución es la misma de antes, con
la excepción del artículo 135.
Sin embargo, estos prepotentes dirigentes
estaban viviendo entonces aún la borrachera del poder, de sentirse eternos e impunes en él, de creerse los
propietarios de Castilla-La Mancha, de
pensar que la democracia la determinaban ellos y no la Ley y que le podían negar
a La Otra Guadalajara el pan y la sal; su propio derecho a existir, reivindicar
y negociar. Y no hace tantos años de esto, Nico, que aconteció en 2005-2006. ¡¡¡Bendito 15M, que bueno que apareciste!!!
Total, que para derribar el muro tuvimos
que hacer otra acción comarcal en Molina que denominamos toque de rebato, agitado por 16 campanas a la vez y dando la explicación exhaustiva de su significado: Un toque a darse prisa, a
arrebatarse, a actuar sin demora a favor
de nuestra Comarca antes de que fuera demasiado tarde y a que nos recibiera el
Sr Barrea y nos aceptara el Plan Integral de 11 puntos que le demandábamos.
Contábamos con que participarían más de un centenar de personas en el toque de
campanas y las diez mesas que pusimos en Molina, pero la realidad nos
desbordó de tal modo, que fuimos más de mil los participantes.
El eco de las campanas llego a todos los medios provinciales, regionales y
algunos nacionales y, por supuesto, a la JCCM en Toledo. Medios, por otra
parte, que desde el primer momento estuvieron incondicionalmente a favor de
nuestra legítima causa y en contra de la JCCM, que no podían explicarse su
intransigencia a recibirnos y escucharnos.
Pues bien, ni las firmas, ni el toque de rebato, ni el apoyo de los medios,
ni la impopularidad que le estaba cayendo encima a Junta de Comunidades, les hizo
dar el brazo a torcer. Pero La Otra Guadalajara pensó, que ante una situación
tan insostenible e injustificable, más pronto que tarde, tendrían que ceder y
todo era cuestión de preparar una nueva acción que le diera a la JCCM donde más
les pudiera doler, cual fue, ponerles en contra a las organizaciones patronales
y a los principales sindicatos de la provincia, a fin de aislar más aún a la
JCCM y asestarle el golpe de gracia, metafóricamente hablando.
Dicho y hecho: Conseguimos que CEOE, CEPYME, CCOO y UGT, se trasladaran
juntos desde Guadalajara a Molina a hacer un acto de apoyo expreso a La Otra
Guadalajara, a su Plan Integral y a que nos recibiera la JCCM. Un acto que
adquirió gran solemnidad e hizo que la sala de Santa María del Conde estuviera abarrotada
de público a pesar de celebrarse a las 11 de la mañana.
Y, con este acto tan descalificante
para la Junta y tan solidario para La
Otra Guadalajara, el muro, al fin, cayó, la JCCM con su presidente, Sr Barreda, a la
cabeza nos recibió en dos ocasiones, una en Toledo y otra en Molina, y tras seis
horas entre ambas reuniones, aceptaron diez de los once puntos del Plan
Integral Comarcal y la formación de una comisión de seguimiento de ambas partes
para su aplicación, que se reunió en tres
o cuatro ocasiones más.
Enseñanzas a extraer de esta epopeya
No creo que haya muchos precedentes
en la historia de la acción ciudadana, en que tan poca gente (unos 9.000 habitantes
por entonces, esparcidos por 85 pueblos de la Comarca) pero muy unida alrededor
de los 11 puntos de extrema necesidad para la Comarca y actuando de forma apartidista,
que no apolítica, dieran de sí para unas acciones tan participativas y tan tenaces,
que derribaran contra viento y marea un muro de hormigón armado como el que
tuvimos que echar abajo.
Todo lo dicho aconteció y es ya
historia de la buena, de la de sentirse orgullosos, de la que, si mañana
desaparece la comarca, se podrá escribir que no fue por culpa de sus vecinos e
hijos, que no fue por su pasividad y abulia, sino a pesar de una
digna lucha por intentar salvarla; algo así como cuando se muere una
madre, cuya enfermedad da poco margen a la esperanza, pese lo cual, a su pareja e hij@s no se les pasa por la cabeza
dejarla a su suerte, sino que hacen lo
indecible por intentar salvarla, mientras le siga latiendo el corazón.
Y es así, como si fuera nuestra
segunda madre, como tenemos que seguir tomándonos nuestra moribunda Comarca.
Muy singularmente, las gentes que queremos seguir viviendo en ella; pero
también, los que han tenido que marcharse, porque aquí nacieron, aquí tienen
sus raíces y muchas vivencias y es lógico, que no quieran ver desaparecer el
pueblo que los vio nacer y crecer.
Y si en esta Comarca esparcida en 85
pueblos y con 1,6 habitantes por km2, se ha podido hacer todo lo que aquí
relato, mejor aún, se podrá realizar en las 189 despobladas o en proceso
despoblación que determina la Ley de Desarrollo Sostenible de Medio Rural de
2007 y el Decreto de 2010.
De hecho, las gentes de la Sierra
Norte de nuestra provincia de Guadalajara, han construido otra plataforma hermana
parecida a La Otra Guadalajara y con
unas condiciones más adversas si cabe, no en cuanto a despoblación, que por ahí
andamos, sino porque carecen de un pueblo cabecera de Comarca, que ayuda mucho
y que aquí sí tenemos.
Ánimo, pues, a levantar un movimiento unitario
y apartidista en cada comarca, a elaborar planes integrales, a coordinarnos
bien entre todos y a vencer las resistencias de los dirigentes políticos. En
definitiva, a intentar reactivar nuestras comarcas y revertir el proceso de despoblación
todo lo posible, luchando todas y todos coordinados. Y como si cada una de nuestras
comarcas fuera la segunda madre.
¡¡¡Que sorpresa más grande y más grata!!!
En 2007, dos años después de que La
Otra Guadalajara elaborara su plan Integral
de medidas trasversales de carácter comarcal, se aprueba una Ley de Desarrollo Sostenible para el Medio Rural.
Cuando cayó el texto en nuestras manos, no nos lo podíamos creer por más que
nos restregáramos los ojos, porque proponía exactamente lo mismo que La Otra
Guadalajara propuso dos años antes. Y si no fuera porque parecería pretencioso,
hasta podríamos decir, que si inspiraron en la plataforma para hacer la Ley y
el posterior Decreto de 2010.
Si durante el tiempo que los
dirigentes políticos trataron a la Plataforma como si fuéramos demonios,
alguien se hubiera levantado en una de sus asambleas diciendo: que en dos años
los políticos nos darán la razón en todo y, además, con una ley por medio, creo
que le habríamos dicho que se marchara de la asamblea a dormir la mona y, sin embargo, así ha ocurrido. Exactamente así.
Esta coincidencia suponía tres cosas:
La primera, darle la razón a la Otra
Guadalajara, en que había acertado al 100% en su propuesta, a pesar de tener que
hacerla sin referencias en las que basarse.
La segunda, darle a La Otra
Guadalajara una autoridad y un respaldo legal absoluto,
puesto que la Ley se basa en los mismos criterios y principios: Reconocer
que la despoblación en España es por causas políticas y políticas han de ser
las soluciones; admitir que la despoblación ya no se puede combatir con medidas
sueltas, sino con planes Integrales de medidas trasversales y que estos, deben
ser endógenos, desde abajo; es decir, propuestos y aplicados desde cada Comarca
o ámbito similar.
La tercera, que dado que las medidas
precisadas para combatir la despoblación son las mismas o parecidas en toda la
España rural despoblada y que ahora hay cobertura legal para impulsarlas en todas las comarcas despobladas, ello nos facilitará dar un salto cualitativo, amén de empujar todos en la misma dirección, para exigir que la Ley se ponga en marcha cuanto antes, pero que no se haga a medias tintas, si no con la suficiente dotación, dado que la situación es desesperante y ha de tomarse como una auténtica CUESTIÓN
DE ESTADO, porque está en juego el ser o no ser del
setenta ciento de la superficie de nuestro país, cuyas comarcas se hallan al
borde de la desaparición.
Se podrían decir muchas cosas más de la
andadura realizada por La Otra Guadalajara hasta el momento; se podría escribir
un libro; pero espero que esta misiva y la anterior les haya podido servir para hacerse una idea bastante aproximada de lo que ha dado de sí hasta ahora
esta rica y singular experiencia. Al menos lo he intentado.
No podía concluir, sin poner de manifiesto
que durante una parte del proceso
llegaron a unirse a las acciones de la
Plataforma hasta 65 asociaciones de los pueblos de la Comarca
Y, finalmente, recordar que hubo muy mala
suerte, en cuanto a conquistar todas las medidas que se habían pactado (de infraestructuras, servicios, creación de empleo y conservación de los pueblos, de los montes y del patrimonio) y que estábamos tocando con la
punta de los dedos, primero porque se nos cruzó enseguida la maldita crisis y después, porque
caímos en manos de la funesta, María Dolores de Cospedal, que se dedicó a desmantelar la Comarca a destajo y no nos quedó otra, que pelear a la defensiva,
para que los estragos fueran lo menos dramáticos posible.
Aún así, laplataforma consiguió la cobertura para la telefonía móvil, un centro Especialidades Sanitarias. una
Delegación de la JCCM en Molina por razones de lejanía y evitar con la
movilización desde la Plataforma que se llevaran la UVI-móvil de Molina. Además
de lo dicho, La Otra Guadalajara ha colaborado activamente con la plataforma contra el fracking para que
no nos impusieran esta porquería,
contraria al medio ambiente y a la salud de las personas y en la defensa de medidas
sanitarias imprescindibles, junto a otras asociaciones y ayuntamientos, que quería cargarse la funesta presidenta de la JCCM, antes citada.
Nada más. Toda la suerte del mundo a
la nueva andadura de La Otra Guadalajara y a la nueva Comisión, cuya dificilísimo objetivo es, nada más y nada menos. que intentar la reactivación de la Comarca de Molina de Aragón e impedir su
muerte definitiva.
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