martes, 11 de abril de 2017

Falaz manipulación Susanista tras la muerte de Carme Chacón


Ya te dije ayer por whatsapp, Nicolás, que no me gustaba el día de las alabanzas, el día que todos somos maravillosos; con nuestras cosillas, pero buena gente en el fondo. También te recalqué que no te haría ninguna carta por la triste muerte  de Carme Chacón de forma repentina y en la flor de su vida, como no lo hago nunca con nadie. Y te agregué, además, que no me gusta hacer distingos en los fallecimientos, entre la gente relevante y la gente corriente.


Si me salto  la regla, es contra mis deseos, es porque se me están haciendo insoportables las falacias políticas de Susana Díaz y toda su cohorte de de dirigentes políticos del aparato, que han aprovechado todos ellos a tope y sin el menor rubor, el último adiós a su compañera Carme Chacón, para apretar el acelerador político hasta extremos vergonzantes, que siento la necesidad de criticar, porque no es ético convertir esa muerte ni ninguna, en un día electoral  clave para impulsar las primarias de nadie. Y menos improvisando un relato de falacias, que poco tienen que ver con el  quehacer político real de la fallecida. 


Lo lógico, lo decoroso ante una muerte tan dramática, es compartir condolencias con sus seres más queridos, aliviar la pena recordando sus principales valores personales y humanos, realzar la entereza de llevar su vida con tanta valentía, a pesar del grave trastorno congénito de su corazón, etc. Y si se quiere, ensalzar políticamente el valor que más le caracterizaba: Su actitud rompedora de palabra y de hecho a favor de la igualdad de las mujeres y de sus derechos.


Pero el oportunismo, la demagogia y las ansias de poder insaciable de la derechosa Presidenta andaluza, secundada por un aparato del PSOE del mismo tenor, unido al pánico de que gane Pedro Sánchez a pesar del aparato y las tropelías que le han hecho, les ha llevado a adoptar una actitud tan inoportuna y tan falaz sobre los valores políticos de la fallecida, que tildar el hecho de vergonzante,  es quedarme muy corto.


Por si ya no era bastante con el golpe de estado que dieron contra Pedro Sánchez elegido por la militancia, pero decapitado con la dimisión en bloque, en un abrir y cerrar de ojos, de la mitad más uno de los miembros de la Ejecutiva, incluida la propia Chacón, continuando con la creación de una Gestora de parte, controlada y dirigida por Susana y Rubalcaba, siguiendo con los juegos y maniobras que se traen con el censo de militantes. Y por si no era ya bastante  con todo ello, lo remachan con otro paso indecoroso: construir un relato falso sobre Carme Chacón, con la pretensión de colárselo a la militancia como un relato verídico que le pertenece a Susana y los suyos.


Relato falso, sí, porque Carme nunca jamás fue una mujer caracterizada en propiciar cercanías  y climas unitarios como  le atribuyen. Y si no, que se lo digan a la militancia del PSC, donde militaba y donde contaba con escasas simpatías. Tampoco ha sido jamás una persona de ideas firmes como alardea el susanismo; todo lo contrario, sus ideas han sido de conveniencia. Su pasión por el poder y sus maniobras para estar encaramada en lo más alto, han puesto en evidencia que las ideas le importaban muy poco; de ahí, que unas veces sustentara unas ideas determinadas y otras veces, las contrarias.


Conocido es su discurso renovador y profundo de cambio de personas y de ideas en el PSOE, cuando le disputaba la Secretaría General a Rubalcaba. Y conocidas son ahora sus ideas absolutamente contrarias a las anteriores, de apoyo abierto a todo lo más derechoso, inmovilista, rancio y clientelar del PSOE, representado en Susana Díaz y el aparato político de dinosaurios políticos que la apoyan; se entiende que era a cambio de hacerla la dirigente de un PSC de obediencia debida al susanismo. 


Y ello, por no hablar de su papel como Ministra de la Vivienda, donde se acordó una Ley de aceleración de los desahucios, que destrozaron la vida a muchos miles de familias y la muerte, por suicidio, de algunas personas, que no pudieron soportar semejante desgracia. O de su responsabilidad política compartida desde el gobierno en la segunda legislatura de Zapatero, tan funesta.


Tan vergonzante actitud de Susana y los suyos, contrasta con la correcta postura de Pedro Sánchez que, asumiendo que no eran momentos para hacer política, se limitó a dar sus condolencias, a resaltar los valores humanos y la valentía de la fallecida y a realzar su rasgo político más favorable de romper amarras de palabra y de hecho en defensa de los derechos y la igualdad de la mujer.


Es de suponer, que las aguas volverán a su cauce, que la verdad, por evidente, se abrirá paso tan pronto remita el lógico estado emocional que la muerte de Carme Chacón haya podido causar en muchos militantes y que, el susanismo que le dio el golpe de estado a Pedro Sánchez para que gobernara el PP esta legislatura y la siguiente, muerdan el polvo, pierdan las primarias y no se salgan con la suya.


Susanismo y cambio son incompatibles, son legislaturas para las alianzas de la triple A, gobernadas por el PP, para seguir jodiendo la vida a mucha gente e impedir los anhelos de tantos y tantos que queremos cambio, sin esperar ni siete, ni seis, ni cinco, ni cuatro, ni tres años para conseguirlo y abrirle las puertas al futuro, a una nueva etapa sin triple A. En definitiva, al cambio que demanda la mayoría social y, de un modo imperioso, los millones de personas que lo están pasando tan mal y que necesitan como el aire que respiran, aliviar con urgencia su penosa situación y alcanzar la vida digna, que como seres humanos merecen.











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