La obsesión de la Sra Cospedal y su gobierno regional y de la
Sra Guarinos y sus aláteres provinciales, de arremeter de un modo inmisericorde contra los más
desfavorecidos, sean personas o territorios, han dejado esta Comarca
prácticamente desmantelada en tan solo dos años y medio y han agravado hasta lo
indecible, las dificultades que ya tenía esta tierra para hacerle frente a la situación e invertir la tendencia.
Si aterrizamos en la realidad y partimos del hecho cierto de
que mucho antes de esta crisis, ya estaba atravesando esta Zona otra
crisis mucho más grave, profunda y crónica que ésta a causa del azote de la
despoblación y de otras carencias básicas, que tiene sumida a la
Comarca en un proceso de hundimiento cada vez más desesperante. Y si, a tan sombrío
panorama,
le sumamos ahora el estropicio propiciado con los recortes salvajes que con tanta irracionalidad y saña han impuesto en la Zona, que han dejado sin trabajo a cerca de trescientas personas -buena parte de ellas del sector público- y han suprimido o dejado maltrechos los pocos servicios que teníamos, bien fácil es deducir el estado extremadamente agónico en el que ha quedado la Comarca en estos momentos. Y menos mal, que gracias a la lucha ciudadana, hemos podido salvar los muebles en la sanidad, impidiendo que quiten las urgencias de los centros de la salud, forzando el restablecimiento de los acuerdos sanitarios con Aragón y, sobre todo, impidiendo que se nos llevaran la UVI-móvil de Molina.
Aunque tendremos que estar muy alerta, Nicolás, por si todavía nos quieren endosar algún recorte más, es de suponer que la etapa de las tijeras se acerca a su fin y, por consiguiente, que nos está llegando el momento de cambiar el chip, es decir, de evaluar los destrozos ocasionados y de sacar fuerzas de flaqueza y empezar a tomar la iniciativa de nuevo de la única forma posible, que cabe: Partiendo de lo poco que han dejado en pie y, a partir de ahí, volver a reconstruir y readaptar el discurso del Plan Integral de medias transversales a la nueva situación y poner toda la carne en el asador para intentar sacarlo adelante, siendo muy conscientes de las dificultades que vamos a tener para implantarlo, por supuesto; pero sabiendo también, que al margen del Plan Integral, no existe ninguna posibilidad -absolutamente ninguna- de parar el proceso de despoblación y hundimiento en el que se halla sumida la Comarca y menos aún, de cambiar la tendencia.
le sumamos ahora el estropicio propiciado con los recortes salvajes que con tanta irracionalidad y saña han impuesto en la Zona, que han dejado sin trabajo a cerca de trescientas personas -buena parte de ellas del sector público- y han suprimido o dejado maltrechos los pocos servicios que teníamos, bien fácil es deducir el estado extremadamente agónico en el que ha quedado la Comarca en estos momentos. Y menos mal, que gracias a la lucha ciudadana, hemos podido salvar los muebles en la sanidad, impidiendo que quiten las urgencias de los centros de la salud, forzando el restablecimiento de los acuerdos sanitarios con Aragón y, sobre todo, impidiendo que se nos llevaran la UVI-móvil de Molina.
Aunque tendremos que estar muy alerta, Nicolás, por si todavía nos quieren endosar algún recorte más, es de suponer que la etapa de las tijeras se acerca a su fin y, por consiguiente, que nos está llegando el momento de cambiar el chip, es decir, de evaluar los destrozos ocasionados y de sacar fuerzas de flaqueza y empezar a tomar la iniciativa de nuevo de la única forma posible, que cabe: Partiendo de lo poco que han dejado en pie y, a partir de ahí, volver a reconstruir y readaptar el discurso del Plan Integral de medias transversales a la nueva situación y poner toda la carne en el asador para intentar sacarlo adelante, siendo muy conscientes de las dificultades que vamos a tener para implantarlo, por supuesto; pero sabiendo también, que al margen del Plan Integral, no existe ninguna posibilidad -absolutamente ninguna- de parar el proceso de despoblación y hundimiento en el que se halla sumida la Comarca y menos aún, de cambiar la tendencia.
Las medidas aisladas o por goteo que a estas alturas se tomen
en la Comarca, podrán servir, a la sumo, para ralentizar el proceso de su
muerte, pero no para impedirla, incluso aunque sea la de hacer el Parador y con
el proyecto que tenía, que es la medida más influyente y dinamizadora, a gran
diferencia, de todas cuantas quepa poner en marcha en la Zona.
Así, pues, Nicolás, si te parece, vamos a dedicar ahora el
tiempo que sea necesario a poner en orden nuestras ideas y a sacar conclusiones
que nos sirvan de brújula personal de cómo se puede reanudar el viaje que
quedó interrumpido cuando tuvimos que dejar a un lado el Plan Integral y dedicar todas las energías a defendernos de
los recortes. Pero vamos a hacerlo a nuestra manera, desde nuestra libertad personal
absoluta, no condicionada por nada ni por nadie. Espero que tú también
te impliques a fondo conmigo en esta
tarea y que atiborres mi correo de mails, aunque mejor sería, que dejaras a un
lado tus reticencias y te atrevieras a exponer tus opiniones en el blog, al
menos de vez en cuando.
Hemos de dejarles muy claro, Nicolás, a los que entran al
blog y leen las cartas que te envío, que los análisis y conclusiones que
vayamos sacando representarán exclusivamente tu opinión y la mía y sólo eso,
aunque como es lógico y legítimo, aspiramos a influir lo más posible en los
lectores como todo el que escribe; otra cosa es, que lo consigamos.
Digo lo anterior, porque todo el mundo sabe que fue La Otra Guadalajara quien hizo la
propuesta del Plan Integral para la Comarca hace ya varios años y que lo viene
demandando desde entonces. Pero eso, Nicolás, no nos puede impedir ni a
nosotros ni a nadie dar nuestras propias opiniones personales sobre el mismo,
tanto si son coincidentes con las que sustente la Plataforma en cada momento,
como sino. Otra cosa es, que dentro de la Plataforma y como miembro de la misma
que soy, respete y me atenga a lo que en ella se acuerde, que así será,
mientras siga vinculado a este movimiento.
Seguiremos con el tema, Nicolás.
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