Fue, Nicolás, una mañana de aires
nuevos, diferentes, únicos, en contraste con los aires contaminados que
han soplado estos años por la corporación molinesa. Fue algo absolutamente
diferente.
Fue la mañana del primero de mayo
en la sala de Santa María del Conde, en
la presentación de Molina se Mueve. A
pesar de los treinta y ochos años que
han trascurrido desde la caída de la dictadura, Nicolás, nunca habían visto mis
ojos un acontecimiento semejante, en el que me sentiera invadido todo el tiempo por
la emoción contagiosa que me impregnaron todas las personas de la candidatura
con esa ilusión tan desbordante y auténtica que trasmitían. Digo que me
impregnaron, aunque lo correcto sería decir que
nos impregnaron, pues hablé a la salida del acto con muchos de los
asistentes y todos, sin excepción, tenían sensaciones similares a las mías.
Auténtica, sí, y expuesta con una
sencillez y una confianza, que sólo pueden trasmitir hasta contagiar, quienes
se sienten seguros de que harán una buena y diferente tarea municipal, quienes
se sienten sabedores de haber formado para ello un equipo muy sólido y muy
unido en este proceso asambleario de elaboración del programa y elección de la
candidatura, quienes comparten en común unas ganas inmensas de poner en primer
plano: sus ansias de trasparencia en la gobernanza municipal; sus ansias de
defender la dignidad y la autonomía del ayuntamiento desde el respeto, pero sin
sumisiones a los de arriba; sus ansias de democracia participativa, de debatir
y aprobar todo en las asambleas; sus ansias de ser distintos y demostrar que
la política municipal se puede hacer desde la cercanía, desde la gente, con la
gente y para la gente. En definitiva, de otra manera.
Todas esas excelentes cualidades
y calidades que te cuento y sus ganas de plasmarlas, las posee con colmo esta
candidatura tan magnífica y nos la trasmitieron con un
convencimiento y una claridad diáfana en sus intervenciones. De ello salí -salimos-
convencidos todos los que asistimos al evento. Me molestaría, Nico, que me
tomaras por un exagerado y no me creyeras al pie de la letra lo que te cuento. Creértelo,
te lo ruego, que yo nunca te he mentido. Créete que asistí al acto político más
sencillo, auténtico y diferente que he presenciado en mi vida
Comenzó el evento con todos los
candidatos y suplentes en el escenario, nada nuevo, porque eso ya lo han hecho otras candidaturas
en otras ocasiones. Pero a partir de ahí,
todo fue innovador y auténtico. Como maestra de ceremonias, la joven y
dinámica María Heredia, moviéndose sobrada por el escenario, de forma natural, sin
estridencias y con una cara de emprendedora, de artista y de soñadora
indisimulable. Llenó de sencillez y de vida todo el espacio y creó un clima
acogedor y de empatía con la candidatura y con los muchos asistentes que acudimos
al acto.
Y llegaron enseguida, Nicolás, las
intervenciones de los candidatos que, de haber seguido el viejo guion al uso,
hubiera consistido en dar un discurso para la ocasión las dos o tres primeras
personas de la lista y punto. Pero que va, para nada, hablaron todos y todas, los
catorce, empezando por el último suplente y terminando por la que encabeza la
candidatura. Cada candidato/a llevaba su propio discurso y nos fueron explicando,
quienes eran, a qué se dedicaban, por qué causas no les había interesado hasta el momento la
política, por qué ahora sí, como la entienden y por qué han decidido dar el
paso de presentar esta candidatura. Hasta una candidata que no pudo asistir por
causas de fuerza mayor, dejó sus palabras en una cuartilla para que la
presentadora las leyera en su nombre. Se explicaron con tanta verdad y autenticidad,
que era imposible no creerles y no compartir su ilusión por cambiar las cosas.
Cuesta creerlo, Nico, pero he
decirte que ni una sola persona de esta candidatura había participado hasta
ahora en la política, que ya es decir y ya es de agradecer, que llegue esta
bocanada de aire fresco al ayuntamiento de Molina, que buena falta le hace. Por otra parte, se trata de un grupo de personas socialmente
muy inquietas todas ellas y muy preparadas profesionalmente. Son la más pura representación
de lo que debe ser la política municipal bien entendida y la mejor coraza contra el
politiqueo, el chalaneo y la opacidad.
En definitiva, todos los que
acudimos a este acto nos quedamos plenamente convencidos de que este año se
iban a presentar a las elecciones para el ayuntamiento de Molina, por una parte, los otros, los viejos de siempre
y por otra, una candidatura diferente de cambio,
Molina
se Mueve, que ojalá obtenga unos buenos resultados que les permita
pivotar la gobernabilidad municipal desde la participación de la gente, desde
la democracia, la transparencia, la autonomía. Y también, desde la tolerancia y
el respeto a la sociedad civil y a sus grupos, asociaciones y plataformas, algo
que no ha sucedido estos últimos años. Respeto, asimismo, hacia las
instituciones que gobiernan desde arriba, pero ejercido desde la dignidad y la
firmeza en la defensa de los intereses municipales del ayuntamiento y de los
vecinos y vecinas a los que representa, sin sumisiones y sin plegarse ante políticas
injustas de los de arriba, como ha venido sucediendo. La última vez, plegándose
sumisamente la mayoría de los grupos municipales ante la mutilación del Parador.
Ojala, Nicolás, que Molina
se Mueve, suponga el inicio de un nuevo tiempo en el que las prácticas
de autoritarismo prepotencia, personalismo, discriminación, lejanía, opacidad y
pactos de despacho, sean erradicados para siempre y se abran de par en par las
puertas a otra política cercana y diferente, a la política que representa la
candidatura de la que hoy te hablo. Ganas, preparación y capacidad para
llevarla a cabo les sobran.
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