Continúo, Nicolás, con las siguientes cartas
que te prometí, relativas a concretar lo
más posible los principales errores cometidos por Podemos y los aspectos
principales a mejorar para intentar evitar que le ocurra lo que al PSOE; por
aquello de que “cuando las barbas del vecino veas cortar…”
Pero no lo voy a
conseguir en dos misivas como te dije, sino que me van a salir algunas más. Ya
ves, hoy me he puesto con el asunto de la poca y mala política que lleva
Podemos con los que peinamos canas y no he conseguido pasar de ahí.
Podemos se ha venido limitando a destacar la
lucha de los mayores contra la dictadura
y por la democracia, a sentirse orgullosos de ello y asumir su legado. Está muy
bien significar y es muy de agradecer
para quienes ocupamos muchas horas de nuestra vida, y en condiciones muy
adversas, en esa digna tarea. Pero a efectos sociales y electorales aporta poco al discurso, porque los principales
receptores de ese mensaje, somos minoría entre los millones de mayores y,
además, personas ideologizadas y de voto
muy fiel a las izquierdas tradicionales, de
las cuales, cabe esperar pocos cambios al coger la papeleta.
Sin embargo, Podemos no ha sabido ver ni hacer
pedagogía permanente con los mayores, sobre las preocupaciones actuales de la inmensa mayoría de los mismos, que se
concretan, en general, en dos aspectos esenciales: las pensiones y el futuro de
sus hijos y nietos. Y en las pequeñas poblaciones, en otra preocupación más: la
despoblación y las grandes deficiencias de infraestructuras y servicios en el
mundo rural.
No haber llevado con las personas mayores una
política permanente, persuasiva, clarificadora y de cercanía sobre sus
principales preocupaciones, significa que Podemos ha estrechado drásticamente la política trasversal que decimos
defender; pues de este amplísimo sector deberán provenir muchos votos de los que nos
faltan, por decirlo con las
mismas palabras de Errejón, que hoy por hoy, a efectos electorales, son un
feudo del bipartidismo, y no por méritos propios, que para nada, sino porque Podemos
no ha elaborado ni puesto en marcha una estrategia continuada e inteligente,
para ganarse a los que peinamos canas.
Por todo ello, considero esencial dedicar esta misiva
exclusivamente a esta política hacia las
personas mayores, para lo cual, lo que sigue está extraído en lo esencial de la
carta que publiqué en el blog el día 23 de junio acerca de los mayores, que
está escrita en clave de campaña electoral, pero que los razonamientos que en
ella esgrimo, creo que no sólo sirven para momentos electorales, sino para
nuestra política persuasiva y
pedagógica del día a día que tendremos que llevar a cabo. Esa carta se titula: “Carta urgente a mis colegas los mayores.
Votad por vuestros hijos y vuestros nietos”
Quienes peinamos canas, debemos de reflexionar
seriamente antes de depositar el voto en la urna. Es ya el momento de dejar de
votar de forma rutinaria, por tradición
y hasta por ideología como venimos haciendo y depositar el voto, pensando en el
porvenir de los hijos e hijas, de los nietos y nietas, antes que en nosotros
mismos.
Con mucho orgullo, quiero recordarles a los de nuestra
generación, la actitud ejemplar que han tenido con sus descendientes en estos
años tan difíciles, no tanto por la crisis, como por la forma tan nefasta e
injusta de abordarla por parte de los gobernantes. Son muchos
cientos de miles de abuelos y abuelas que con su pensión, sus
pequeños ahorros y su humilde vivienda están sacando adelante a los suyos
con increíbles sacrificios. Estos hechos tan generosos y solidarios pasarán a
la historia como la página más digna, solidaria y hermosa que nunca jamás ha
escrito ninguna otra generación en nuestro país.
Pero estos mismos abuelos y abuelas tienen -tenemos- la
responsabilidad de refrendar esa ejemplaridad ayudándoles a abrir de par en par
las puertas del futuro a los nuestros, tanto en la lucha diaria como votando a su
favor cuando concurramos a las urnas, pues de lo contrario estaríamos echando un gran borrón sobre estas
páginas tan ejemplares que estamos escribiendo.
Visto desde la óptica de las pensiones y
de la Caja de la Seguridad que es la pagadora y el problema que más nos
preocupa a los mayores, la inmensa mayoría de nosotros estamos
equivocados y si el error persiste y se va trasladando a las urnas, supondrá que les
estamos haciendo un daño irreparable a los descendientes de nuestra propia
sangre.
Y es que no son nuestras pensiones las que están en
juego, ni siquiera aunque ganaran los de siempre que tanto están castigando a
la gente con sus recortes. Lo que está en juego realmente
con estas políticas, son las pensiones de los hijos y nietos, sino
echamos con nuestros votos a los que nos están gobernando.
El paro tan brutal que tenemos y los contratos basura que se nos han impuesto
con las reformas laborales del PSOE y del PP, son las causas esenciales de que
las pensiones de quienes vienen detrás peligren realmente.
Digo más: Aunque se llegara al pleno empleo por
la vía de los contratos basura y salarios miserables, es decir, que donde había
un puesto de trabajo ahora lo cubran entre tres, repartiéndose por meses, por
semanas y hasta por días que es el camino emprendido, no sólo es que eso no da
para vivir, sino que, además, las cotizaciones caerán drásticamente y
con ello se arruina la Caja de las pensiones. Súmese a ello, la gran
cantidad de años que se exigen para hallar la media de una pensión, y no hace
falta ser unos ilustrados en economía, para darse perfecta cuenta, que si no sacamos
del poder a este gente, estaremos actuando en contra de nuestros propios hijos
y nietos.
Reflexionemos por favor, si ganan los que gobiernan
ahora, no será porque les voten los jóvenes, que ellos, en buena parte, votan CAMBIO, votan a Unidos Podemos,
según indican todas las encuestas. Pero ese cambio que tanto precisan, no lo conseguirán
ellos solos, precisan de nuestra ayuda, precisan de que los millones de
personas mayores que dábamos tradicionalmente el voto al bipartidismo, se lo demos
en adelante al mismo partido que voten nuestros hijos y nietos, si no es así,
nosotros mismos estaremos impidiendo el cambio que necesitan; estaríamos cerrándoles
las puertas a su futuro. Sólo uniendo todos
esfuerzos y votos se las podremos abrir de par en par.
Podrá ponerse en duda, si Unidos Podemos conseguirá o
no conseguirá llevar a la práctica todas las medidas que se proponen (nos
proponemos, que yo también me cuento) pero lo que no se puede negar es que
todas ellas van en la buena dirección, en garantizar que todo el mundo tenga lo
básico para vivir, que el salario mínimo de un buen empujón hacia arriba y que
los contratos sean fijos y de calidad, tanto para vivir dignamente el momento,
como para garantizar unas pensiones dignas para el día de mañana. Del mismo
modo, se puede afirmar categóricamente, que si se sigue por la senda
que inició el PSOE desde los dos últimos años del gobierno Zapatero y que
prosiguió el PP de forma más exacerbada todavía, el paro, el empleo precario y la
ruina del futuro de las pensiones seguirán su nocivo proceso y las consecuencias no las
pagaremos los que peinamos canas, las pagarán nuestros hijos y nietos.
¡Qué paradoja más triste y dolorosa sería, que la
mayoría de abuelos y abuelas siguieran votando a los mismos que han traído el
paro y la precariedad en el empleo y que le están arruinando el futuro a los
suyos!
Dentro de la modestia de este blog, yo me atrevería a
hacer encarecidamente un ruego:
Que en cada casa, en cada familia, abramos cauces y
creemos el ambiente adecuado para hablarnos todos con franqueza, respeto, sin
acusaciones Y sin echarnos nada a la cara, y será mucho más fácil que los
mayores lleguemos a la conclusión, que debemos
de dejar a un lado la votación por rutina, por tradición, por fidelidad y hasta
por ideología y votar, principalmente, pensando en nuestros
descendientes, que son quienes necesitan imperiosamente el CAMBIO para
poder encarrilar su vida y para que cuando ellos sean mayores, tengan una
pensión digna garantizada. Por favor, yayos y yayas, por favor jóvenes, reflexionemos
juntos, aparquemos diferencias generacionales, creemos un clima amable en cada
casa, en cada lugar donde coincidamos, miremos hacia adelante, seamos valientes y dignos y pongamos las luces
largas cuando vayamos a las urnas otra vez, votemos pensando en los que vienen
detrás y esperemos que sea UNIDOS PODEMOS quien siga mereciendo ese voto, quien siga luchando inequívocamente por
el CAMBIO.
Dicho sea con toda la
modestia, esto que expongo en la
presente carta, considero de vital
importancia que lo asuma y lo practique Podemos o Unidos Podemos si sigue la
alianza, pues de lo contrario, no conseguiremos el apoyo imprescindible que se
necesita para conseguir el cambio. No conseguiremos nunca una buena parte de
esos votos que nos faltan.
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