lunes, 24 de abril de 2017

Contra la despoblación, así me caigan mil querellas

Nicolás, de tus Whatsapp desprendo que estás preocupado por lo que te dije de escribir el libro. No confundas no dejar títere con cabeza, como temes, con decir todo lo que pienso, sin callarme nada.

Ya sé que el asunto sobre el que voy a escribir, tiene poderosos enemigos y muchos aprovechados. Unos ya, a cara descubierta, otros pretendiendo dar gato por liebre y otros, bastante camuflados  todavía.

Pero por encima de ello, un millón de veces por encima, está el drama de la despoblación, el hacer lo indecible para que nuestras pueblos y comarcas no se conviertan en desiertos humanos, que poco les falta; ante este azote y ante la literatura mentecata, incomprometida, de escepticismo y de falta de propuestas imperante, donde ni si quiera importa los derechos constitucionales que nos asisten, no caben, moralmente, las medias tintas

Aprovechando que la responsabilidad que asumo es absolutamente personal, y nada tiene que ver ya con lo que diga o haga La Otra Guadalajara, donde no tengo ya ningún cargo o responsabilidad, no voy a silenciar nada que considere necesario contar ; aunque ello, sin duda, me acarreará más adversarios.

Sé distinguir muy bien entre el sumo respeto que se debe tener a todo el mundo en su vida particular y privada y el derecho a criticar las acciones públicas que me parezcan injustas, las cometan los cargos públicos,  que las cometan, sea el Presidente de la Nación, o de una Comunidad Autónoma, o sea, el alcalde o cualquier edil del pueblo más pequeño Es difícil que caiga en el error de confundir una cosa con la otra. Y, además, el primero  que leerá el texto cuando lo tenga terminado, será un abogado. Así, que no pases cuidado, Nico.

Pero a pesar de lo dicho, tengo claro que, amparados en las carencias que tiene la libertad de expresión y en que no es lo mismo ser de los de arriba, que de los de abajo, me van a caer unas cuantas querellas, que las ganaré si la ley mejora hasta que lo publique o perderé algunas si no es así. Pero te puedo garantizar, que no me voy a arrugar y diré todo lo que crea que es positivo en la lucha contra la despoblación.

Tan convencido estoy de que van a aumentar el número de adversarios que,  aunque no tenga decidido el título aún, uno de los que  más me pasa por la cabeza es: “Contra la despoblación, así me caigan mil querellas.” Y con estas letras quiero que dejemos cerrado el tema, Nicolás. Ahora a trabajar.






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