Debemos felicitar y felicitamos, Nicolás, a la militancia
socialista por la sublevación o revolución
pacífica a través de las urnas, que han
llevado a cabo contra el sucio y derechoso atropello, que se cometió contra la
misma y contra su Secretario General.
Toda la derecha a una contra Pedro Sánchez: Y todos son
todos, todos son el fuego amigo de los derechosos del partido: el aparato la Gestora, los barones, la “Tiranesa
Andaluza”, Zapatero y Felipe Gonzalez, el trío que dirigió abiertamente
la operación del golpe de partido, junto al maniobrero Rubalcaba que se ocupó
del manejo de los hilos interiormente. Sigue leyendo
Todos son, asimismo, el respaldo incondicional del resto de la derecha de fuera del
partido, desde la derecha económica que controla y gobierna sin presentarse a
las elecciones; hasta los partidos autodenominados constitucionalistas, pasando por to el arco de medios y tertulianos que van desde El País y La Ser hasta La Razón y el Cascabel de la 13.
Todos en amor y compañía, todos unidos contra Pedro Sánchez; todos aplaudiendo
el vilipendio y destrono del Secretario General del PSOE, mediante el golpe de
partido.
Pero ¡Qué placer más inmenso cuando llega la hora de la
verdad, se abren las urnas y ves a los que se creían dioses con esa cara de
incredulidad y de ridículo y patetismo que mostraban! ¡Qué satisfacción más grande,
ver medio escondidos y desencajados a tantos popes y burócratas sociatas, que
creían tenerlo todo atado y bien atado, que
estaban convencidos de dominar a su antojo a una militancia educada en la sumisión
y en la obediencia debida. Sin embargo ¡oh sorpresón!, resulta que esa militancia
no tragó el golpismo a su Secretario General, ni la abstención para que
gobernara el PP, ni la Gestora títere de aparato y optó por rebelarse y hacer una auténtica sublevación y revolución
pacífica interior a través de las urnas.
Para concluir este relato de parabienes, Nicolás, mención
aparte merece el alegrón indescriptible que sentí al ver a la soberbia, demagoga y
derechosa tiranesa Andaluza derrotada,
barrida, humillada y mordiendo el polvo como se merecía y con su farsante
sonrisa barrida de su rostro por completo. Y es que el golpe de partido mediante
la dimisión de más de la mitad de la Ejecutiva contra Pedro Sánchez para echarlo
y formar una Gestora de parte, quizás fuera el primero que habían dado todos
los judas dimisionarios, pero para la tiranesa era ya el 33, porque antes ya había perpetrado otros 32 más en Andalucía, desde que está de jefa omnímoda en esa
Autonomía
Hasta aquí lo extraordinario, lo hermoso, la página escrita
por los de abajo contra los abusos de los arriba dentro de un partido, que quedará
para siempre en un lugar destacado de las páginas de la historia. Esta gesta
es, asimismo, un excelente aviso para
navegantes a los aparatos de éste y todos los demás partidos, cuando los arriba usan y abusan de su poder y dejan a sus militancias reducidas
a la mera subalternidad, al papel de comparsas y a rellenar recintos con
autobuses y bocadillos gratis en los mítines para mayor ego e engreimiento de los dirigentes oradores.
Para la militancia
socialista democráticamente sublevada.
Como veis, he expuesto sin remilgos y con satisfacción esta
revolución democrática de militancia que habéis realizado a través
de las urnas. Pero pienso con sinceridad -ojala me equivoque- que vuestra
causa va tener poco recorrido en cuanto a conseguir cuanto antes un gobierno
de izquierdas y propiciar el cambio que es, realmente, de lo que se trata,
porque al líder que vosotros, militancia, habéis defendido en
este caso tan justamente y con tantas agallas y dignidad, ha dado ya los suficientes
bandazos y se ha movido en contradicciones (mejor mentiras) lo suficiente abultadas,
como para que no sean muy creíbles que digamos sus promesas en adelante y mejor será que lo atéis corto, como vulgarmente se dice.
No se puede olvidar que no hace tanto, fue a buscar apoyos
como los de Cebrián y otros de los que gobiernan sin presentarse a elecciones;
tampoco, que el Pedro Sánchez que se autocriticó abiertamente ante Jordi Évole,
nada tiene que ver con el que anduvo diciendo durante toda la campaña de primarias
justamente lo contrario; ni con el que parecía que se iba a comer a Rajoy con
patatas y le ha faltado tiempo para prometerle su total lealtad y apoyo para
que no haya ningún tipo de consulta o referéndum en Cataluña. Ni con el que se
opone a los presupuestos generales, porque dice que son sumamente antisociales
y, sin embargo, no ha movido un solo dedo para intentar que Quevedo de Nueva
Canarias no los apoye.
La seguridad de que Pedro Sánchez sea proclive al cambio y
no se deje presionar por la derecha del partido y la de fuera, radican, por
encima de todo, en que esa misma militancia que habéis escrito esta
página tan bonita y digna, adoptaréis, si preciso fuera, la esa misma actitud
contra el propio Pedro Sánchez, si no se aviniera a un pacto de cambio de
izquierdas, o sea, con Unidos Podemos y con quien sea necesario hasta completar
los números. De vosotros, militancia, depende. Vosotros veréis
que hacéis si se pliega a las presiones, que sin duda va a tener y muy fuertes
desde el Susanismo, que lo tacharán de querer romper el partido si osa apostar
por el cambio. O séase, por un pacto de izquierdas. El valor indiscutible de
vuestra fuerza ya lo habéis comprobado, ya sabéis, que si vosotros no lo consentís,
Pedro Sánchez, no podrá plegarse por mucho que la otra parte del partido tire
de él hacia la derecha. Hablo en estos términos porque doy por
hecho, militancia, que no aceptaríais jamás llamarle cambio a un pacto con la otra
derecha, es decir, con Cs, la marca blanca del PP.
Y esto para Podemos
Expuesto lo anterior, decir claro y alto, que me siento cada
vez más en las antípodas de los que, cuanto peor
mejor, de los que hubiesen preferido que ganara la Tiranesa para que las cosas se pusieran aún peor
y hubiera más espacio para Unidos Podemos. Siento decirlo, pero pensar así, supone
en la práctica, aunque no sea esa la intención, caer en el error de poner al
partido como fin y a la gente como herramienta, cuando al menos en mi cabeza,
lo único que cabe, lo único importante, lo único que deseo y siento, es solucionar cuanto
antes los problemas de la gente que lo está pasando mal (esa es mi única
religión) y el partido, se llame Podemos o se llame sursuncorda es sólo una herramienta,
un mero medio.
Por eso, Nicolás, me hallo con los que, cuanto peor peor, porque por muy difíciles que sean las posibilidades de llegar
a un acuerdo de cambio con Pedro Sánchez, mucho más difícil es con la Tiranesa
y los suyos, que se reducen a cero.
Y si a Podemos o a Unidos Podemos le queda menos espacio al seguir
Pedro Sánchez de S.G del PSOE, pues a espabilarlse tocan; a no dejar pasar sin
la crítica y el rechazo correspondiente, ni una
sola de las concesiones hacia la derecha que haga Pedro Sánchez y sobre todo, a corregir,
y mejor hoy que mañana, la salida en falso de Vista Alegre II, donde la
soberbia de los vencedores, su falta de generosidad con los vencidos en los
porcentajes en el Consejo Estatal y en la Ejecutiva, así como el apartar de sus
responsabilidades institucionales a personas vitales como Carolina Bescansa y a
Errejón, y de la vida pública en general, suponen muchos votantes desilusionados, que se sentían atraídos por un Podemos más coral y, en concreto, por el
tirón de estos dos dirigentes orillados.
Que dichos dirigentes no intervinieran el día 20 en la Puerta
del Sol o que la ejecutiva acordara sacar a Errejón de las tertulias de Hora
25, son dos disparates -no me cansaré de repetirlo- que demuestran unas
maneras de actuar, imposibles de digerir desde el más elemental sentido común y de madurez, cuyas consecuencias está pagando Podemos, por ahora, con su retroceso,
en vez obtener un importante ascenso ante la tremenda crisis en que ha estado sumido
el PSOE.
Y no es que no reconozca la valía de Pablo Iglesias y que deba ser el Secretario General, que por supuesto, pero apartar de la vida pública a las dos personas citadas, me
parece un despilfarro electoral y para el crecimiento de Podemos, que no se
puede ni se debe consentir; si preciso fuera, hasta presionando desde abajo en
toda regla.
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