domingo, 18 de octubre de 2020

Muchas gracias por vuestras felicitaciones

 

Me han sorprendido muy satisfactoriamente, recibir tantas felicitaciones a través de llamadas al móvil, Whatsapp y Facebook tanto en la biografía como por mensajes privados. Os lo agradezco de corazón .

Me ha sorprendido más aún: Por la irrelevancia de mi persona, porque siempre he tenido muchísimas menos felicitaciones y porque llevo varios meses haciendo sports y Cartas a Nicolás sobre la PANDEMIA en España. que van a contratorrente de los discursos mayoritarios que se han instalado en el pais, y cabía esperar que una disensión así, aunque sea sólo sobre un hecho concreto, me restara afectos.

Le trasladaré las gracias al mejor amigo de mi mismo, porque a esa persona, es a la que habéis felicitado. Deseo que le trasladéis también el agradecimiento a las personas mejores amigas de vosotras mismas. Pues sólo teniendo todas una autoestima tan sana, humilde y digna, como sólida y firme, podremos evitar no ser personas subalternas de los de arriba, aunque lo hagan mal, como ha ocurrido con la Pandemia. Ni dejar margen para que nos manejen desde abajo l@s caciques y egocéntricas, para que no puedan medrar a nuestra costa con engaños ni hacerles el juego a los de arriba. Con la autoestima en su sitio, ambos males podemos y debemos evitarlos. Un abrazo grande

martes, 13 de octubre de 2020

Madrid: Un caso excepcional para combatir el coronavirus. El niño del video lo tiene más claro q la mayoría de nosotrxs

 

Un niño que cuando te lo hechas a la cara, pocos son capaces de resistirse sin volver a verlo más veces.

No hay un post mejor que el tuyo, chavalín. No hay icono o imagen gráfica que nos alerte mejor que tú, de lo que hay que hacer para acabar con el virus de Madrid al estilo asiático; es decir, reducir a cero los contagios de la capital y no un sólo día, sino al menos catorce días seguidos, para garantizar que no haya rebrotes posteriores. Si no te importa, resalado, colgaré tu espontáneo SUSTO al nombrarte Madrid, cada vez que suba algo
Hay que explicar más y mucho mejor, que los cuarenta años de franquismo nos han dejado la ciudad más centralista que país alguno pueda tener, donde todas las formas de intercomunicación e interrelación de España tiene su nudo central en Madrid. Casi todo sale, entra y pasa por ahí.
España es como la rueda de un carro que nos la ha construido la dictadura a su imagen y semejanza; con el eje central de la rueda en Madrid y, con los palos (radios) que se extienden por todo el país, en un constante ir y venir.
Pensar en extirpar el virus en España, sin extirparlo totalmente en Madrid, es un a utopía tan grande, que hasta Abundio y el que asó la manteca se llevarían las manos a la cabeza.

No, Madrid, no es un lugar más para extirpar el virus, es un caso excepcional, único, que si no se entiende así, mejor para el virus y peor para la ciudadanía.

Si encima tiene la Comunidad de Madrid a una Presidenta tan despiadada humanamente, como limitada intelectualmente (el polo opuesto a las presidentas del norte de Europa y de Nueva Zelanda, que han sido la admiración del mundo en liderazgo de cómo se extirpa una pandemia) que antepone los intereses económicos de la Comunidad, a curar a 67.000 personas. Y si, además, tiene esa Comunidad un Consejero de Sanidad que les niega el sagrado derecho de auxilio hospitalario al 77% de los residentes de las Residencias de Mayores, con su firma digital protocolaria ( delito penal por homicidio imprudente, a mi juicio), mal, muy mal, se nos ponen las cosas a todxs.
Ya he dicho por activa y por pasiva que me considero una persona independiente y libre como los pájaros, que me parece que la gestión de la pandemia ha sido desastrosa desde el mes de febrero hasta hoy, por parte de los dirigentes de todas las fuerzas políticas. Y en ello me mantengo, pero eso no quita, como también he manifestado, que omita una crítica porque favorezca más a un partido que a otro. Trato, simplemente, de aproximarse lo más posible a la verdad objetiva, al margen por completo de la contienda partidista. Y punto