Te lo digo, Nicolás, en cifras; pero de manera que puedan hurgar en nuestras conciencias. Te lo digo convencido de que hasta que llegue la inmunidad de rebaño, aún es posible evitar la muerte de cuatro o cinco mil personas destinadas a morir. Para ello, basta con que todo el pais hagamos un último esfuerzo solidario y unitario; para lo cual debemos exigir que se alargue un par de meses el estado de alarma, a fin de poder utilizarlo en la medida que sea necesario.
Lo ocurrido con la Pandemia en un año, Nicolás, es como si en ese corto espacio de tiempo, 1.660 autobuses llenos de personas humanas mayores se hubieran ido despeñando por las distintas carreteras
de España y, en todos los casos, hubieran muerto
el 100% de l@s viajer@s.
Y, con el riesgo evidente, de que se llegará a los 1.700 autobuses despeñados hasta que se arreglen todas las
carreteras, salgo que hagamos un último esfuerzo para reducir la masacre.
Digo
esto, con la deliberada intención de hurgar en las adormecidas conciencias de
las Direcciones elitistas y enajenadas de todos los partidos políticos y de un sector de
la ciudadanía del país, cuya escasa sensibilidad
humana, la han perdido ya del todo, al acostumbrarse a las cifras y olvidarse
por completo, que detrás de cada cifra hay un drama humano, una muerte cruel y
en absoluta soledad, un ser humano al que ni siquiera le han podido dar el último adiós sus seres
queridos.
En fin, te lo digo, Nico, para ver si es posible aún el despertar de las conciencias adormecidas, al menos las políticas, y evitar así por lo menos, 4.000 o 5.000 personas de las 10 o 12.000 que, más o menos, están condenadas a
morir, si no hacemos ese último esfuerzo todos a una, hasta que llegue la
inmunidad de rebaño.