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Roberto Sotomayor, excandidato de Podemos al Ayuntamiento de Madrid, abandona el partido por la ruptura con Sumar
El coordinador de Podemos en Madrid deja el partido por los “choques con Sumar”
Documento — Lee la carta de dimisión de Roberto
Sotomayor
11 de
diciembre de 2023 09:58h
Actualizado el 11/12/2023 10:48h
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Podemos sigue acusando bajas. Desde la ruptura con
Sumar, prácticamente todos los nombres importantes en el partido en Madrid han
dejado la formación política. El primero en hacerlo la semana pasada fue el
coordinador autonómico en esa región, Jesús Santos. Este lunes le han seguido
el último candidato del partido al Ayuntamiento de Madrid, Roberto Sotomayor, y
la exdiputada en la asamblea madrileña Carolina Alonso, tal y como han
anunciado este lunes en redes sociales. Ambos lo hacen entre críticas a la estrategia
marcada por la dirección estatal de distanciarse del proyecto de Yolanda Díaz.
Sotomayor, que había anunciado
hace semanas su intención de postularse como candidato a portavoz del partido
en la capital, ha criticado en un comunicado las decisiones de la dirección
sobre la relación con Sumar. “Podemos tuvo la oportunidad de influir sobre esta
nueva herramienta, pero en lugar de eso, se ha decidido por confrontar
directamente como si de un campeonato por saber quién se quedará con el espacio
se tratara”, escribe en su carta de despedida quien fuera el último candidato
del partido a la Alcaldía de Madrid, que se quedó a pocos votos de lograr su
entrada en ese consistorio. “Se rompen ilusiones y esperanzas por poner por
encima egos personales”, dice.
El exdirigente deja su lugar en
el Consejo Ciudadano Estatal entre críticas a la dirección por la relación con
el resto del partido. “Ya no se consulta ninguna decisión importante, ni
siquiera la de salirse del GP Sumar en unos momentos trascendentales para nuestro
país, con una extrema derecha desatada en nuestras calles”, dice en su carta
sobre la decisión que tomó el partido la semana pasada para pasar al Grupo
Mixto en el Congreso de los Diputados. “Esta última decisión es otro paso más
de una estrategia estatal que ha renunciado a los territorios y a la
construcción de un Frente Amplio”, añade.
Llevo días meditando esta decisión, no me gustan las
decisiones en caliente y tras hablar con las personas que más me han apoyado en
los últimos tiempos en la organización, he decidido dar un paso atrás y
desvincularme de toda estructura orgánica de Podemos y de participar de… pic.twitter.com/HArQ4AN7ks
— Carolina Alonso
(@Carolalon1) 11 de diciembre de 2023
“Es incomprensible que los miembros de un
órgano de dirección se enteren antes por Canal Red de esta noticia y que no
haya sido consultado a los inscritos previamente con una pregunta clara”, dice
sobre la noticia que dio el diario del exvicepresidente del Gobierno Pablo
Iglesias. “Y es precisamente aquí donde mantengo la diferencia política más
importante: la renuncia al Frente Amplio y la doble militancia. Existe una
necesidad, reclamada en las calles, demandada por organizaciones de la sociedad
civil, asociaciones vecinales, y colectivos sociales de configurar un Frente
Amplio en nuestra ciudad que acabe ya con las políticas nefastas del PP desde
hace décadas”, añade.
En una carta similar, Alonso ha
anunciado también su salida del partido. “No comparto que hayamos renunciado a
crear un frente amplio y que celebremos la ruptura con Sumar”, afirma en su
carta en la que asegura que el partido rechazó el año pasado que encabezara
alguna de las candidaturas del partido en Madrid para el 28M.
Madrid, 11 de diciembre de 2023
Durante mucho tiempo he participado en
política a través de los movimientos
sociales. Mis
convicciones políticas heredadas
de una madre
y de un
padre de
clase trabajadora hicieron que pronto me
interesara por la necesidad de cambio
en las condiciones de vida de la
gente.
En
mis últimos años
de carrera deportiva
me centré, sobre
todo, en luchar
contra
una de las
grandes lacras que
asolan nuestros barrios:
los locales de
apuestas. Y fue con Podemos como espacio
político y social donde, con mucha
otra gente, hice frente a un sector
atroz, vil, implacable, que está destrozando la
vida de
miles de jóvenes
y familias y
que ensucia y
mancilla el deporte.
No fue
sencillo, recibí
muchas amenazas y
presiones por parte
de los lobbies
para que
nos calláramos. No lo hicimos porque en
Podemos, nos cuidábamos.
Entré al órgano de dirección política
(Consejo Ciudadano Estatal) de mano de
la Secretaria General, Ione Belarra, y
me puse la tarea de poner en marcha uno de
los
proyectos estatales más
ambiciosos y necesarios
desde el que
aportar mi
entusiasmo, y
mi compromiso: el
estudio de la
proliferación de los
locales de
apuestas en todas nuestras ciudades,
llamado #QueNoJueguenContigo.
A través de ese proyecto pudimos conocer
en profundidad el problema del
juego y su penetración silenciosa.
Pudimos conocer y tejer redes con
investigadoras, psicólogas, profesoras
de Universidad, siempre en contacto
directo
con asociaciones y
colectivos. No puedo
olvidarme de la
cantidad de
familias que, de primera mano, nos
narraron lo que significa sufrir una enfermedad
como esta. Podemos enarboló la bandera
de la lucha contra el juego en nuestro
país.
Donde hemos gobernado,
hemos impulsado leyes
pioneras. Estoy muy
orgulloso de ello.
En
septiembre de 2022,
Ione Belarra me
convoca a una
reunión, donde
después de hacer un análisis de cómo
está Madrid y de su importancia, me pide
que
asuma uno de
los desafíos más
ambiciosos: que Podemos
entre en el
Ayuntamiento de Madrid, después de no
haber presentado candidatura en 2019.
Con carácter competitivo salí a ganar
Madrid, aun a sabiendas de la
complejidad de
la tarea. Nunca
me he rendido
antes de tiempo,
y siempre he
salido a ganar en cada objetivo que me
he marcado. Lamentablemente el destino
nos
depararía un final
dramático, quedándonos a
tan solo un
puñado de votos
para que Podemos tuviera hoy voz propia
en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid.
Durante
toda la campaña
he podido visitar
más de 70
asociaciones vecinales,
diferentes colectivos
y plataformas. He
mantenido reuniones con
los diferentes
sindicatos y he podido forjar un sin fin
de contactos de la sociedad civil que me
a hecho entender y comprender mejor mi ciudad. Ser el candidato a la
alcaldía
de la mejor ciudad del mundo es algo que
llevaré en mi corazón para siempre.
No puedo dejar de acordarme de todas y
cada una de las personas que han
trabajado, apoyado y contribuido desde su militancia a
la elaboración del
que
quizás sea el programa electoral más
ambicioso desde la era de Tierno Galván. He
trabajado codo con codo con formaciones
políticas hermanas, como IU o AV, con
profesionales y
técnicos que se
pusieron manos a
la obra desde
la primera
llamada, con altos funcionarios que
desde el primer momento fueron leales a un
proyecto que, entre todos, pusimos en
marcha con ilusión y esperanza. No puedo
olvidarme de los más de 70 jóvenes que
pusieron toda su fuerza en todos estos
meses. No conseguimos el objetivo por
muy poco, como en el atletismo cuando
te quedas a unas décimas de una medalla,
sin embargo, me llevo el buen sabor
de
comprobar que pude
transmitir toda la
pasión y la
energía que me ha
acompañado durante
toda mi vida.
Toda esa gente
se merece mi
máximo
respeto,
incluido el equipo
de campaña que
me acompañó y
asesoró con total
lealtad.
Me volqué al cien por cien en mantener
viva la esperanza y coser las heridas,
recorriendo los círculos de la ciudad,
hablando y escuchando, animando y
consolando. En definitiva, dando la
cara. Pero, desde la dirección Estatal, tenían
otros planes y otros objetivos. Las
dinámicas que se dieron en otras regiones se
repetían en Madrid, ya nadie coge el
teléfono, ni responde a los mensajes, se actúa
y
decide en pequeños
grupos de decisión,
algunos parece que
sobramos, las
distancias se agigantan con la dirección
estatal de Podemos.
Hoy
presento esta carta
de dimisión de
un órgano de
dirección en donde
prácticamente ya no se consulta ninguna
decisión importante, ni siquiera la de
salirse del GP Sumar en unos momentos
trascendentales para nuestro país, con
una
extrema derecha desatada
en nuestras calles.
Esta última decisión
es otro
paso
más de una
estrategia estatal que
ha renunciado a
los territorios y
a la
construcción de un
Frente Amplio. Es
incomprensible que los
miembros de un
órgano de dirección se enteren antes por
Canal Red de esta noticia y que no haya
sido consultado a los inscritos
previamente con una pregunta clara.
Y es precisamente aquí donde mantengo la
diferencia política más
importante: la renuncia al Frente Amplio y la doble militancia. Existe
una
necesidad, reclamada en las calles,
demandada por organizaciones de la
sociedad
civil, asociaciones vecinales,
y colectivos sociales
de configurar un
Frente Amplio en nuestra ciudad que
acabe ya con las políticas nefastas del
PP
desde hace décadas. No comparto la
decisión de no permitir la doble militancia
de manera categórica: puede servir para
recomponer lazos rotos, viejas
complicidades y entenderse el uno con el
otro con el objetivo, precisamente, de
2 / 4
construir unidad. Desgraciadamente Podemos
ha renunciado a
ello. Esto me ha
conllevado a
escuchar demasiadas veces
aquello de ser
un "traidor", quizás
porque la posición siempre más
complicada es de quien pretende tender puentes.
Podemos necesita más que nunca
consolidar un proyecto municipalista en
Madrid.
Solo así tendrá
mimbres de crecimiento.
La renuncia de
Podemos al
municipalismo se vio reflejada en la
decisión de no acudir al acto de Magariños,
para
mí fecha clave
en el transcurso
de las pasadas
elecciones municipales. La
decisión
de la dirección
Estatal de no
acudir pese a
que los candidatos
a la
Comunidad y la ciudad de Madrid, junto a
Jesús Santos, pedimos estar, puso en
peligro nada menos que el futuro de
nuestra organización en la región. Se eligió
la peor de las estrategias posibles.
Nadie a día de hoy ha asumido sus
responsabilidades políticas, excepto los
propios candidatos que, después del 28M
hemos sufrido la invisibilidad más
absoluta y la desconsideración de sus
dirigentes.
Durante las últimas semanas he visto con
preocupación cómo el desánimo y
la decepción se ha apoderado de nuestro
espacio: se desinflan los círculos y el
activo político se marcha o se
desactiva. La salida de gran parte del Área Joven
de
la Comunidad de
Madrid es un
buen ejemplo. La
renovación del partido
no
existe.
Quizás haga falta
otra hornada de
dirigentes que no
esté tan implicada
emocionalmente en esta batalla interna.
El tejido social nos ve con rechazo.
Desde
las elecciones municipales
he trabajado sin descanso
por fortalecer
Podemos, hice campaña por Sumar en las
Generales porque el objetivo era parar
a la extrema derecha: volvería a
hacerlo. El pasado mes anuncié mi presentación
a las primarias de Madrid ciudad, tras
la dimisión de Luis Nieto.
El día 8 de diciembre acababa el plazo
para abrir el proceso de primarias en
la
ciudad de Madrid
y renovar todos
sus cargos. A
día de hoy
no solo no se ha
abierto, sino que además se dice que
nuestro Reglamento no es válido y que ahora
necesitamos otro. Todo ello me obliga a
reconsiderar mi decisión, por eso anuncio
que retiro mi candidatura.
Ganar
unas primarias dividiendo aún
más a la
militancia no es
ganar. Me lo
dijo una compañera hace tiempo, Carolina
Alonso, una mujer que se ha dejado la
vida personal, laboral y familiar en
este proyecto en Madrid, y que ha sido pieza
clave en momentos críticos. Algún día se
reconocerá su trabajo y esfuerzo, estoy
seguro. No comparto este
atrincheramiento y bunkerización de las posiciones. Mi
forma de entender la política es
precisamente la contraria, y esta experiencia de
la candidatura me ha enseñado que hoy
más que nunca es preciso abrir nuestro
partido para atraer a la gente. Hace
mucho tiempo que dejamos de hablar al país,
y solo hablamos a los militantes.
3 / 4
Carta de dimisión de Podemos de Roberto
Sotomayor
4
El nacimiento de Sumar ha sido, sin
duda, otro elemento importante.
Podemos tuvo la oportunidad de influir
sobre esta nueva herramienta, pero en
lugar de eso, se ha decidido por
confrontar directamente como si de un
campeonato por saber quién se quedará
con el espacio se tratara. De esta manera
perdemos
todos, Sumar, Podemos,
y el país
que, a través
de los millones
de
votantes progresistas que siguen
creyendo en esa izquierda valiente y
transformadora ven
con ojos atónitos
todo lo que
está ocurriendo. Se
rompen
ilusiones y esperanzas por poner por
encima egos personales.
Con
esta carta presento
mi dimisión del Consejo Ciudadano
Estatal y mi
baja del partido, no sin antes agradecer
el trabajo de las buenas gentes que me
he
encontrado durante todos
estos años. Estoy
convencido que nuestra
visión
conjunta y nuestra apuesta personal por
seguir transformando nuestro país, nos
hará reencontrarnos en algún camino.
En política, la lealtad no tiene que ser
a las personas, sino a las ideas y a los
proyectos. El
proyecto de la unidad
sigue siendo el
que más me representa
y
frente a todo y pese a todo, seguiré
trabajando y colaborando para que Madrid,
por fin, tenga el proyecto político que
se merece: un Frente Amplio de todas las
fuerzas
progresistas posibles construido
desde abajo. Nunca
renunciaré a un
Frente Amplio en mi ciudad.
Ganar Madrid fue uno de nuestros lemas
en campaña. No hay día que no me
levante soñando con que esto suceda.
Porque, al fin y al cabo, tanto en la política
como en el deporte, de eso se trata, de
hacer posible lo imposible.
Atentamente,
Roberto Sotomayor.