Te lo digo muy convencido, Nicolás: El Plan Integral de repoblación humana que se ha puesto encima de la mesa en esta comarca de Molina de Aragón, del que vamos a hablar mucho, es perfectamente extrapolable en sus rasgos esenciales a todo el basto territorio de la marginada y despoblada España rural interior. Es, pues, una motivación extra, pensar que cuando comentamos los aconteceres de esta comarca, estamos trasmitiendo experiencias que pueden ser útiles para las comarcas de Teruel, Zamora, Soria, Burgos, etc. y para las de nuestra propia provincia.
La certeza de que es así, no se basa en subjetivismos, sino en puras evidencias. La principal, que el problema de fondo, la despoblación, no afecta solamente a nuestra comarca, sino a toda la España rural interior, y la necesidad de parar el proceso e invertir la tendencia antes de que sea demasiado tarde, también es la misma en todo el ámbito. Pero hay varias coincidencias más, que refuerzan y dan solidez al argumento.
Una de ellas, y no pequeña, que las causas históricas de las enormes desigualdades entre la ciudad y el campo son las mismas y, similares son también, sus dramáticas consecuencias: éxodo masivo hacia la ciudad y dejar cientos de pequeños municipios semidespoblados y sin apenas actividad laboral.
Muy semejantes son, asimismo, en todo el anchuroso territorio del que hablamos, los rasgos orográficos, geográficos, climatológicos y antropológicos y, lo más importante de todo: su configuración en comarcas naturales. Comarcas que no son hijas de la clase política, pero sí de la historia, que es quien las ha parido y configurado como realidades naturales económicas, socio-culturales y administrativas, que están llamadas a jugar un papel determinante e insustituible en la lucha contra la despoblación, por el marco incomparable que ofrecen.
Parecidas son igualmente, las grandes carencias de infraestructuras y servicios en enseñanza, sanidad, trasportes, carreteras, telecomunicaciones… e idéntica la necesidad de recibir apoyo público suficiente para estimular las iniciativas productivas, singularmente las del turismos rural, por las potencialidades que presenta.
Para no hacer interminable el relato de similitudes y coincidencias, decirte sólo dos más: La primera, que son motivos electorales los que explican, que en más de treinta años que llevamos de democracia, la clase política no haya querido tomar en sus manos los problemas transversales y de fondo que padece toda la España rural interior. "Son pocos, apenas tiene interés electoral y, por lo tanto, la problemática rural que se joda y espere, pero sentada, que de pie se cansará", han debido pensar. La segunda, que se deriva de la anterior, es que estamos obligados, a asumir otra tarea común a todos: la de unir nuestras fuerzas en todas las comarcas, elaborar nuestras propias propuestas, elevar nuestra voz y luchar decididamente utilizando todos los derechos democráticos que nos asisten para contrarrestar con nuestra presión la falta de incidencia electoral.
Tantas y tan profundas similitudes, Nico, nos vienen a decir, que los planes de desarrollo y repoblación humana tendrán que ser bastante parecidos en toda la España rural interior. Y ello, a su vez nos indica, que trasmitir y recibir experiencias entre todas las comarcas, es un factor permanente de extraordinaria importancia. Si, además, tenemos en cuenta que, por ahora, esacasean las mismas, y tampoco contamos con referencias anteriores que pudieran servirnos de orientación, estarás de acuerdo conmigo, que cualquier experiencia que podamos trasmitir o recibir en estos momentos nos vendrá a todos como maná llovido del cielo.
.No es que haya que esperar en ninguna parte a que nos lleguen datos positivos de otros lugares para empezar a caminar; al contrario, debemos aplicarnos al pie de la letra aquello de caminante no hay camino, se hace camino al andar, que dijera Machado. Pero si, a su vez, nos vamos comunicando las experiencias positivas que vayan surgiendo, estaremos contribuyendo decisivamente a incrementar la riqueza, claridad y eficacia del proceso en su conjunto. Creo, Nicolás, que en este sentido, los aconteceres de estos últimos años en la Comarca de Molina, pueden aportar cosas interesantes a la causa común.
La certeza de que es así, no se basa en subjetivismos, sino en puras evidencias. La principal, que el problema de fondo, la despoblación, no afecta solamente a nuestra comarca, sino a toda la España rural interior, y la necesidad de parar el proceso e invertir la tendencia antes de que sea demasiado tarde, también es la misma en todo el ámbito. Pero hay varias coincidencias más, que refuerzan y dan solidez al argumento.
Una de ellas, y no pequeña, que las causas históricas de las enormes desigualdades entre la ciudad y el campo son las mismas y, similares son también, sus dramáticas consecuencias: éxodo masivo hacia la ciudad y dejar cientos de pequeños municipios semidespoblados y sin apenas actividad laboral.
Muy semejantes son, asimismo, en todo el anchuroso territorio del que hablamos, los rasgos orográficos, geográficos, climatológicos y antropológicos y, lo más importante de todo: su configuración en comarcas naturales. Comarcas que no son hijas de la clase política, pero sí de la historia, que es quien las ha parido y configurado como realidades naturales económicas, socio-culturales y administrativas, que están llamadas a jugar un papel determinante e insustituible en la lucha contra la despoblación, por el marco incomparable que ofrecen.
Parecidas son igualmente, las grandes carencias de infraestructuras y servicios en enseñanza, sanidad, trasportes, carreteras, telecomunicaciones… e idéntica la necesidad de recibir apoyo público suficiente para estimular las iniciativas productivas, singularmente las del turismos rural, por las potencialidades que presenta.
Para no hacer interminable el relato de similitudes y coincidencias, decirte sólo dos más: La primera, que son motivos electorales los que explican, que en más de treinta años que llevamos de democracia, la clase política no haya querido tomar en sus manos los problemas transversales y de fondo que padece toda la España rural interior. "Son pocos, apenas tiene interés electoral y, por lo tanto, la problemática rural que se joda y espere, pero sentada, que de pie se cansará", han debido pensar. La segunda, que se deriva de la anterior, es que estamos obligados, a asumir otra tarea común a todos: la de unir nuestras fuerzas en todas las comarcas, elaborar nuestras propias propuestas, elevar nuestra voz y luchar decididamente utilizando todos los derechos democráticos que nos asisten para contrarrestar con nuestra presión la falta de incidencia electoral.
Tantas y tan profundas similitudes, Nico, nos vienen a decir, que los planes de desarrollo y repoblación humana tendrán que ser bastante parecidos en toda la España rural interior. Y ello, a su vez nos indica, que trasmitir y recibir experiencias entre todas las comarcas, es un factor permanente de extraordinaria importancia. Si, además, tenemos en cuenta que, por ahora, esacasean las mismas, y tampoco contamos con referencias anteriores que pudieran servirnos de orientación, estarás de acuerdo conmigo, que cualquier experiencia que podamos trasmitir o recibir en estos momentos nos vendrá a todos como maná llovido del cielo.
.No es que haya que esperar en ninguna parte a que nos lleguen datos positivos de otros lugares para empezar a caminar; al contrario, debemos aplicarnos al pie de la letra aquello de caminante no hay camino, se hace camino al andar, que dijera Machado. Pero si, a su vez, nos vamos comunicando las experiencias positivas que vayan surgiendo, estaremos contribuyendo decisivamente a incrementar la riqueza, claridad y eficacia del proceso en su conjunto. Creo, Nicolás, que en este sentido, los aconteceres de estos últimos años en la Comarca de Molina, pueden aportar cosas interesantes a la causa común.
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