Los temas de actualidad, Nicolás, nos han hecho descuidar demasiado, lo que convinimos que sería asunto fundamental de nuestra relación epistolar: La despoblación. Nos quedamos estancados el 19 de enero en la quinta carta y es hora ya de hacer la sexta.
Recapitulando, en las cinco misivas anteriores sobre despoblación te hablé: de los desequilibrios entre la ciudad y el campo, de recuperar la dignidad de vivir en el mundo rural, de que la vida en la ciudad y en el campo son opciones muy distintas, de que tenemos derecho a que las infraestructuras y servicios lleguen al mundo rural y de que la lucha por traer nuevos pobladores y por mejorar la calidad de vida de quienes ya vivimos aquí, es la misma.
Si no recuerdas bien el contenido de esas cartas, será mejor que las repases, porque como ya te dije, cada misiva que te haga sobre la despoblación, está relacionada con las anteriores y es su continuación. Todas ellas seguirán apareciendo numeradas y ordenadas en el blog; algo así, como si hiciéramos un libro. Y todas llevarán al final del titular la palabra despoblación. Aclarado esto, creo que ya es el momento de ir adentrándonos en el meollo del asunto y pasar a comentar las medidas contra la despoblación que están puestas ya encima de la mesa.
Afortunadamente, no sólo te voy a hablar de teoría, si no también de hechos, dado que nuestra Comarca de Molina de Aragón es una aventajada, si no pionera, en elaborar, proponer y asumir un Plan Integral de Desarrollo y Repoblación Humana en su propio ámbito; algunas de cuyas medidas ya se están poniendo en marcha. Sea porque aquí el trillo de la despoblación nos da en los talones más que a nadie (1,6 habitantes por km2) o sea por más causas, el hecho concreto es, que la sociedad civil de esta tierra, a través del movimiento ciudadano La Otra Guadalajara, ha puesto ya encima de la mesa un Plan contra la despoblación, lo ha avalado con once mil doscientas firmas y ahora lucha para que todas y cada una de las medidas que contiene, se transformen en realidades.
A quienes leen este blog desde lugares más lejanos, les pongo al tanto de que al citado Plan Integral se le conoce ahora por los once compromisos, que es como se ha dado en llamar a las once medidas que la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha y su Presidente, Sr. Barreda, se comprometieron a impulsar en esta comarca ante La Otra Guadalajara y que, en esencia, son las mismas que las contenidas en el Plan Integral del citado movimiento. Ver objetivos en www.laotraguadalajara.net.
Te desgranaré pacientemente, Nicolás, en sucesivas cartas el contenido y la importancia de ese Plan Integral u once compromisos, convencido de que no sólo tiene validez para muestra comarca, sino que tal y como yo lo veo, su filosofía puede ser muy útil para toda la España rural interior, como trataré de explicarte en la misiva siguiente.
Sobre todo, Nicolás, no te quedes con la idea de que hemos perdido el tiempo por dedicarlo coyunturalmente a la lucha anticementerio nuclear y anteriormente, al no a la explotación de las minas de uranio. Muy por el contrario, ahuyentar para siempre de nuestras tierras estos monstruos radioactivos es imprescindible, para que no se le cierre el paso al modelo de desarrollo que necesitamos y, por lo tanto, al Plan Integral para nuestra comarca
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