martes, 2 de agosto de 2016

Asamblea Estatal Extraordinaria y Urgente de Podemos



Nicolás, la segunda de las dos opciones que te comentaba en la carta anterior tiene visos de imponerse y, aunque la prefiera a la primera, como es lógico, también me da miedo, porque a tenor de lo comprobado,  yo no veo a los dirigentes de Podemos capaces de salir airosos de esa circunstancia, salvo que se hiciera algo urgente y convincente para evitarlo.
Ese algo, a mi juicio, requeriría de una Asamblea Extraordinaria de  Podemos convocada tan pronto se supiera que Rajoy no va a ser investido y que Sánchez se ha postulado para intentarlo. Dicha Asamblea tendría como único punto del Orden del día: Autocrítica por la mala campaña electoral del 26J llevada a cabo, rectificación a fondo y concreción de la táctica a seguir con el PSOE y Cs ante la posible propuesta que nos lanzarán ambos partidos para investir a Pedro Sánchez.

La opción de Rajoy es muy difícil que salga adelante, por mucho que la desee el PP, Cs, Bruselas; el Ibex, los amigos de los negocios con tiranos Cebrián y Felipe González, los dinosaurios,  varios varones y la varonesa del PSOE, porque tal y como se han puesto las cosas, es casi imposible incluir a la minoría catalana y que Cs diga SÍ, mientras que el PSOE lo más probable es que diga NO, dada la correlación de fuerzas en este partido a favor del voto negativo. Quedaría el PNV, que, en ese contexto, daría igual lo que votara.
Así, pues, Nicolás, parece estar cercano el momento de la posible, que no segura,  postulación de Pedro Sánchez a través de un pacto PSOE, Cs y Podemos o Unidos Podemos, que es, por otra parte -¡oh casualidad!- lo que piden las 450 personalidades en su manifiesto pagado como publicidad el jueves pasado en El País. Si el pacto fuera asumible para Podemos, pues tema resuelto, se vota a favor y ya está, pero para nada es descartable, máxime teniendo en cuenta los antecedentes, que PSOE y Cs ofrezcan a Podemos o Unidos Podemos y las confluencias, un pacto draconiano e inasumible, parecido al que ya pactaran en su día el PSOE y Cs con las políticas económicas de Cs y aderezos sociales del PSOE. ¿Cómo serán de malas para que 125 de ellas las asuma el propio PP?
ENVESTIDURA o LEGISLATURA.
Comprender bien la diferencia entre ambas figuras es crucial  tal y como están las cosas en estos momentos.  Votar envestidura y legislatura a la vez, supone no solo envestir al candidato, sino el compromiso de hacerlo a través de un pacto que implique impulsar  un programa conjunto durante todo el mandato, sea mediante una coalición de gobierno o sin ella.
Pero también se puede votar envestidura solamente dando el voto o absteniéndose, según exijan los números, a los solos efectos de que salga envestido un Presidente, y sin ningún compromiso posterior con el mismo, ni con su gobierno. Y no sólo eso, sino explicando en la propia sesión de envestidura con total claridad, que se va a estar nítidamente en la oposición, porque no se comparten las políticas del gobierno que va a salir, pero que como no queda más salida que investir a un presidente o ir a las terceras elecciones, se prefiere lo primero, y se actuará desde la oposición.
Y dentro de votar solamente envestidura, también cabe otra opción, votar No e ir a otras elecciones con todas las consecuencias y con todo el precio que haya que pagar por ser acusados de ser lo culpables de tener que ir a las urnas por tercera vez.
Ni que decir tiene, que la primera opción, la de un pacto de investidura y legislatura, es lo deseable, pero un pacto así tiene que ser un pacto digno y consensuado  por todos  y no un trágala, donde dos partes le quieran imponer sus políticas a la otra. También deben existir obligatoriamente organismos públicos de seguimiento, para garantizar que se lleva a la práctica lo pactado tanto en el contenido como el calendario que se establezca y ello se puede hacer con un pacto de coalición de gobierno, que  es la mejor fórmula o, a una mala, a través de un organismo público de  seguimiento entre las partes. Si se hace un pacto así, pues miel sobre hojuelas, aunque esté también Cs.
¿Pero y si se quiere imponer un trágala, un pacto draconiano a Podemos o a Unidos Podemos, que no se pude asumir? ¿Qué se hace?, porque hay que estar preparado también para lo peor, pues como dice el refrán, para las cuestas arriba quiero mi burro, que las cuestas abajo yo me las subo. Ante una imposición así, solo caben dos opciones: votar No a la investidura e ir a las terceras elecciones o votar Sí para que la envestidura sea posible, pero actuando desde la oposición en todo momento.
Dar una respuesta acertada a esto dos últimos supuestos, sólo es posible si se tienen en cuenta tres circunstancias que están ahí y que ignorarlas o minusvalorarlas podría llevar a Podemos a estrellarse. La primera, la de votar No a la investidura y llevar a la ciudadanía por tercera vez a las urnas, va a suponer recibir un castigo muy fuerte para el partido que consideren el principal culpable de esta tercera concurrencia. La segunda, que si esa culpa se le imputar a Podemos, como sería el caso, el castigo sería mucho más fuerte, porque cuenta para hacerle una salvaje propaganda en contra con todas las buitreras políticas y mediáticas del país, mientras que si el causante fuera otro, las críticas estarían más repartidas y serían más moderadas.
Y la tercera, que está muy reciente todavía es, la pésima campaña electoral llevada a cabo por Podemos el 26J, de la que aún no han dado señales sus dirigentes de ser conscientes de ello y por lo tanto, de rectificar. No voy a cansar recordando todos los errores cometidos porque ya están dichos en recientes cartas colgadas en el blog, pero hay uno, que sí lo voy a traer a colación por lo mucho que puede afectar sino se rectifica, ya que el error ha sido tan grave que  merece un CERO ROTUNDO.
Me refiero a la posición inexplicable de todos los dirigentes de Podemos de no defenderse y revertir la acusación cuando todos los socialistas políticos y tertulianos se cebaron con Podemos acusándolos machaconamente de ser los responsables de ir a las segundas elecciones y los dirigentes de Podemos tragaron y callaron siempre ante tan falsas acusaciones (el que calla otorga)  cuando era evidente que los acuerdos del Comité Federal del PSOE del 28 de diciembre de 2015 vetaban a Podemos del pacto, tal y como ha denunciado hasta cansarse Pérez Tapias miembro de dicho Comité, veto que también imponía Cs.
Que en plena campaña electoral el propio culpable de repetir las elecciones por segunda vez, El PSOE (entre el 40 y el 50% culparon a este partido de ser el culpable en seis encuestas consecutivas) te endose la culpa a ti de tal repetición y que los dirigentes de Podemos se calle vez tras vez, es algo que no cabe en la cabeza de ningún ser humano, y menos en una campaña.
Y si el PSOE culpaba a Podemos de repetir las segundas elecciones a pesar de que eran ellos los culpables y consiguieron revertir la situación por la inexplicable actitud de Podemos, no te digo ya, cómo pondrían a Podemos  ahora si no hubiera dado un Sí de investidura Pedro Sánchez y pudieran cargarle el mochuelo de que las terceras elecciones son culpa del No de Podemos en la misma.
En definitiva, si no se pudiera acordar un pacto digno, sería preferible facilitar la envestidura de Sánchez, pero actuando en todo momento desde la oposición, que votar No a la envestidura y tener que asumir las consecuencias de culpabilidad de ir a terceras elecciones. Aunque cualquier acuerdo, debería pasar por una Asamblea Estatal Extraordinaria tan pronto se supiera que Rajoy no ha sido investido y que Pedro Sánchez  se postula para intentarlo, que es el supuesto del que estamos hablando.
Ya sé que a día de hoy no están las cosas centradas en este debate, pero los dirigentes que se precien de serlo, deben ser previsores y no desprevenidos, pues como dice el dicho Camarón que se duerme se lo lleva la corriente


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