Nicolás, la decisión de Felipe VI de
encargar la envestidura a Rajoy no creas que nos aleja del SIMANCAZO que te contaba en
la carta de antes de ayer, al contrario, creo que nos acerca.
En principio, puede que no se dé siquiera
el debate de investidura por muy imperativa que sea su celebración según el
artículo 99.2 de la Constitución y si se hace, lo más probable que sea para investir a Rajoy
con los votos de Cs y los del PNV en segunda sesión, que era uno de los
dos escenarios que te comentaba, si bien los del PNV lo encubrirían bajo el subterfugio
de “evitar las terceras elecciones” pero con acuerdos secretos a poner en
marcha al día siguiente de las elecciones de Euskadi que se celebraran -al parecer-
en septiembre.
Esta salida sería muy buena para toda
la buitrada que se autodenomina constitucionalista,
ya que, por un lado, tendrían Gobierno derechoso y, por otro, con el SIMANCAZO, hundirían a Podemos todo cuanto pudieran.
Para quienes no hayáis leído mi carta
anterior, llamo Simancazo a las
palabras pronunciadas por Rafael
Simancas en una entrevista en la 13, que en un arrebato soltó el bombazo
de que el PSOE tenía que estar en la oposición intentando hacerse pasar por
ALTERNATIVA y como principal partido de la misma, porque era lo mejor para el
país, a fin de asfixiar y cerrar el paso al “populismo” que, en palabras
de Rafael Simancas y asentimiento
cómplice de los tertulianos es el principal problema que tiene nuestro país.
Por si fallase la primer opción, ayer
mismo empezó a coger cuerpo el otro escenario que te comentaba también en la
anterior, con el manifiesto firmado
por más de 400 personalidades, publicado en EL País, pidiendo una alianza PSOE, Ciudadanos y Podemos que, o son
idiotas a pesar de que se las den de “intelectuales,” o se lo hacen, porque
cualquiera sabe de sobra, que al “populismo”
le pondrían unas condiciones
draconianas, ya que sin ellas no aceptaría Cs y toda el ala derechosa del PSOE. Serían esencialmente la mismas
que ya pactaron antes PSOE y Cs y con un gobierno monocolor de los socialistas.
Podemos tendría dificilísimo decir que
no, ya que ello abocaría definitivamente a las terceras elecciones y, si tal
sucediera, ello le serviría de excusa perfecta a todas las buitreras políticas y mediáticas del país,
para machacar a lo que ellos llaman el
populismo y sería prácticamente imposible salir indemnes de esa batalla tan
torticera, masiva y canalla. Porque de lo que no se puede dudar es, que a quien
se consiga echarle la culpa de ser responsable de ir a elecciones pagará un precio
muy alto. Y es que son ya las terceras.
Se podrá decir que no es posible que
PP y PSOE deseen unas terceras elecciones, porque urge formar gobierno, por “el gran sentido de estado del que alardean” y
con Bruselas esperando. En mi opinión, Nicolás, a Bruselas le importaría un
comino que en España se fuera a terceras elecciones, por no decir que las desearían,
si se perciben que con ellas se pretende que el PSOE, con la ayuda de lo demás, tenga la
oportunidad de dejar maltrecho el populismo.
Seguro que mañana mismo firmaría esas condiciones la carroña bruseliana, con tal
de que España retornara al trasnochado, degradado y sumiso bipartidismo, tan
manejable para ellos.
Estoy casi seguro que esta carta suscitará
poca credibilidad en quienes la lean, porque es un modesto verso suelto, completamente al
margen del debate oficial, pero a mí desde que el "tontainas" de Rafael Simancas soltó lo que soltó, no hay quien me
quite la mosca de detrás de la oreja. Parece casi un imposible que yo pueda llevar
razón y el discurso oficial, no. Pero y si sí, como dice el popular
humorista José Mota.
Está fuera de toda duda, a mi juicio,
que si se diera el caso, Podemos o Unidos Podemos y las confluencias tendrían
que votar sí a la envestidura de Sánchez, pero dejando claro es un voto de investidura y NO DE LEGISLATURA y que lo hacen para evitar
unas terceras elecciones, pero que durante la legislatura estarán en la oposición,
salvo que el PSOE en algún momento de la misma les pusiera encima de la
mesa una propuesta irrechazable para los intereses de la gente y especialmente, para
los más necesitados.
Alguien, no recuerdo quien, me dio una
vez un consejo que me tomo muy en serio y trato de aplicarlo en muchos momentos
de mi vida: Ante los riesgos y las
dificultades lo más acertado es ponerse en lo peor, porque evitas ser
sorprendido y si luego sucede lo mejor, pues fenomenal, porque aún te alegras
más.
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