viernes, 29 de julio de 2016

OJO, MUCHO OJO CON EL SIMANCAZO



Nicolás, la decisión de Felipe VI de encargar la envestidura a Rajoy no creas que nos aleja del SIMANCAZO que te contaba en la carta de antes de ayer, al contrario, creo que nos acerca.

En principio, puede que no se dé siquiera el debate de investidura por muy imperativa que sea su celebración según el artículo 99.2 de la Constitución y si se hace, lo más probable que sea para investir a Rajoy con los votos de Cs y los del PNV en segunda sesión, que era uno de los dos escenarios que te comentaba, si bien los del PNV lo encubrirían bajo el subterfugio de “evitar las terceras elecciones” pero con acuerdos secretos a poner en marcha al día siguiente de las elecciones de Euskadi que se celebraran -al parecer- en septiembre.

Esta salida sería muy buena para toda la buitrada que se autodenomina constitucionalista, ya que, por un lado, tendrían  Gobierno  derechoso y, por otro, con el SIMANCAZO, hundirían a Podemos todo cuanto pudieran.

Para quienes no hayáis leído mi carta anterior, llamo Simancazo a las palabras pronunciadas por Rafael  Simancas en una entrevista en la 13, que en un arrebato soltó el bombazo de que el PSOE tenía que estar en la oposición intentando hacerse pasar por ALTERNATIVA y como principal partido de la misma, porque era lo mejor para el país, a fin de asfixiar y cerrar el paso al “populismo” que, en palabras de  Rafael Simancas y  asentimiento  cómplice de los tertulianos es el principal problema que tiene  nuestro país.

Por si fallase la primer opción, ayer mismo empezó a coger cuerpo el otro escenario que te comentaba también en la anterior, con el manifiesto firmado por más de 400 personalidades, publicado en EL País, pidiendo una alianza PSOE, Ciudadanos y Podemos que, o son idiotas a pesar de que se las den de “intelectuales,” o se lo hacen, porque cualquiera sabe de sobra, que al “populismo”  le pondrían unas condiciones draconianas, ya que sin ellas no aceptaría Cs y toda el ala derechosa del PSOE. Serían esencialmente la mismas que ya pactaron antes PSOE y Cs y con un gobierno monocolor de los socialistas.

Podemos tendría dificilísimo decir que no, ya que ello abocaría definitivamente a las terceras elecciones y, si tal sucediera, ello le serviría de excusa perfecta a todas  las buitreras políticas y mediáticas del país, para machacar a lo que ellos llaman el populismo y sería prácticamente imposible salir indemnes de esa batalla tan torticera, masiva y canalla. Porque de lo que no se puede dudar es, que a quien se consiga echarle la culpa de ser responsable de ir a elecciones pagará un precio muy alto.  Y es que son ya las terceras.

Se podrá decir que no es posible que PP y PSOE deseen unas terceras elecciones, porque urge formar gobierno, por “el gran sentido de estado del que alardean” y con Bruselas esperando. En mi opinión, Nicolás, a Bruselas le importaría un comino que en España se fuera a terceras elecciones, por no decir que las desearían, si se perciben que con ellas se pretende que el  PSOE, con la ayuda de lo demás, tenga la oportunidad de dejar maltrecho el populismo. Seguro que mañana mismo firmaría esas condiciones la carroña bruseliana, con tal de que España retornara al trasnochado, degradado y sumiso bipartidismo, tan manejable para ellos.

Estoy casi seguro que esta carta suscitará poca credibilidad en quienes la lean, porque  es un modesto verso suelto, completamente al margen del debate oficial, pero a mí desde que el "tontainas" de Rafael Simancas soltó lo que soltó, no hay quien me quite la mosca de detrás de la oreja. Parece casi un imposible que yo pueda llevar razón y el discurso oficial, no. Pero y si sí, como dice el popular humorista José Mota.

Está fuera de toda duda, a mi juicio, que si se diera el caso, Podemos o Unidos Podemos y las confluencias tendrían que votar sí a la envestidura de Sánchez, pero dejando claro es un voto de investidura y NO DE LEGISLATURA y que lo hacen para evitar unas terceras elecciones, pero que durante la legislatura estarán en la oposición, salvo que el PSOE en algún momento de la misma les pusiera encima de la mesa una propuesta irrechazable para los intereses de la gente y especialmente, para los más necesitados.


Alguien, no recuerdo quien, me dio una vez un consejo que me tomo muy en serio y trato de aplicarlo en muchos momentos de mi vida: Ante los riesgos y las dificultades lo más acertado es ponerse en lo peor, porque evitas ser sorprendido y si luego sucede lo mejor, pues fenomenal, porque aún te alegras más.

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