No veas, Nicolás, lo poco que les ha gustado a varios amig@s,
que me haya dado de baja como inscrito en Podemos. Por la amistad mutua que nos
tenemos, casi nadie ha querido decírmelo en público, pero por el móvil y el mensaje privado, me ha tocado escuchar y
darles razones a unos cuant@s.
Los motivos que les he dado a esas buenas amistades, son los
mismos que te voy a dar a ti, mi mejor amigo; aunque creía que habían quedado
claros en mi última carta.
Yo tengo la conciencia que más que salirme de Podemos, es
Podemos quien se ha salido de sí mismo. Por mi parte, Nicolás, sigo siendo fiel
al espíritu 15-M y también al Podemos que propone y decide desde la base, desde
los Círculos, que fue lo que nos prometieron y por lo que me inscribí muy ilusionado.
Pero Podemos organizativamente ha desaprovechado Vista Alegre
2 y el no existir elecciones a la vista para dejar de ser un partido de viejo cuño. Que
no lo hiciera en Vista Alegre 1, lo he respetado y justificado como el que más
y escrito está en algunas cartas de las que te he mandado.
Era de cajón que al surgir Podemos con varios comicios a la
vuelta de la esquina y dado que todos queríamos ir a por todas en los mismos, no
quedaba otra, que organizar el partido jerárquicamente desde arriba y no con las
candidaturas de los mejores y más capaces de Podemos, sino sólo con quienes
tuvieran esas calidades dentro del escaso número de gente que conocía el grupo
promotor, que es una cosa cualitativamente distinta, aunque inevitable para
evitar infiltrados indeseados.
Pero el tiempo electoral ya pasó, los inscritos ya nos conocíamos más entre nosotros y ante los dirigentes; pero estos nos han demostrado con claridad meridiana, que no han querido dar el giro
organizativo de 180 grados que permitía el momento, a fin de cumplir con el
tipo de partido que prometieron. Por el contrario, estos dos años electorales han
servido para que los dirigentes le hayan cogido un apego grande al modelo
organizativo de viejo cuño. Te doy dos datos que no dejan lugar a dudas:
El primero, que se han presentado con candidaturas, cuya
mayoría de personas eran las mismas de Vista Alegre I, casi todas provenientes
del gueto de la universidad docente en vez de dar un salto cualitativo y llevar
un ochenta o un noventa por ciento de la “gran universidad de la calle” donde hay gente, y mucha, más capacitada y
con mayor experiencia que las personas presentadas en las candidaturas. Mayor prueba de resistencia al cambio organizativo no cabe.
El segundo y principal, es que mientras nos dijeron que el poder y
la toma de decisiones residiría en los círculos, tan sólo se ha permitido optar
al Consejo Ciudadano Estatal a cuatro candidatos de los 93 que compone el
Consejo Estatal; o sea, nada que ver entre lo prometido y lo permitido. Por decirlo suavemente, un gran
incumplimiento de la palabra dada.
Es por ello, Nicolás, que yo sigo con el espíritu 15-M y con
lo prometido por Podemos. Es Podemos quien se ha apartado del
camino; si rectifican
y retornan a su origen, si al menos el 70 o el 80% del Consejo Estatal es propuesto
y elegido desde los círculos, no dudaré en volver a inscribirme, sino seguiré
fuera, aunque continuaré votando a Podemos y pidiendo el voto para el partido, mientras
mantengan las ideas de cambio, que tantos millones de personas necesitan con
urgencia.
Bueno, digo, mientras mantengan ideas de cambio, pero debo
agregar, además, que mientras no se conviertan en un reducto cerrado, sectario, minoritario
y sin incidencia real; algo que no hay que descartar. En primer lugar, por el daño
irreparable que ya le han causado a
Podemos sus principales dirigentes ante muchos votantes con sus luchas infantiles, personalistas y
de egos. Y en segundo lugar, porque no presagian nada bueno, las primeras medidas
impuestas en el Consejo Ciudadano Estatal de ayer por los vencedores. Se trató
a Errejón y a su candidatura sin la
mínima equidad, propio de la soberbia de los vencedores. Y eso demuestra que los vencedores
no han entendido o no quieren entender
la reclamación de UNIDAD, que de forma unánime se les demando en Vista Alegre
2. Y, así, No. Así, no hay salida.
Nada, Nicolás, es mi decisión personal, puede que equivocada,
pero desde que dejé de militar en un partido hace ya la friolera de 35 años, me
prometí a mí mismo, que jamás volvería a pertenecer a otro, salvo que
apareciera uno en el que se pudiera hacer política de otra manera; esa otra
manera, la prometía Podemos y por eso me inscribí y con ilusión; ahora veo que se ha apartado
mucho de ella y por eso me he dado de
baja como inscrito. Y eso es todo
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