El impuesto de sucesiones aplicado a la gente normal y
corriente, en ambas CCAA y otras, es ROBARLE a la gente salvajemente con la
protección de la Ley, una buena parte de lo que es suyo, pero no para costear la sanidad ni la
educación ni la dependencia como nos cuentan con mentiras, sino para pagar con
ese dinero público a las decenas de miles de MANGUILANES puestos a dedo de manera innecesaria
indebida y despilfarrante, tanto en el partido como en las instituciones
en una desvergonzada política de amiguismo, clientelismo y nepotismo, a
semejanza del PRI mexicano.
Con el dinero público malgastado para pagar a sus redes clientelares,
da más que de sobra para tener bien atendidos unos servicios básicos como la
sanidad, la educación y la dependencia y
todavía sobran un buen puñado de millones de euros. ¿Cómo es posible, entonces, que estos caras duras, por
muy autoridades que sean, se atrevan a robarle de esta manera tan cínica a la
gente corriente con el impuesto de sucesiones? ¿Cabe mayor sinvergüencería?
¡¡¡Y pensar que ambas CCAA están presididas por el Presidente
de la Gestora del PSOE y por la presidenta de la Junta de Andalucía aspirante a
instalarse en Ferraz!!!
Poca sensibilidad y poca dignidad hay que tener para no sentir asco e indignación de que nuestro suelo patrio los pisen personajes públicos así. Pero lo que no puedo ya ni imaginar es la rabia que deben sentir por dentro las decenas de miles de honrados
socialistas, al ver que el dinero público, en vez de utilizarlo las dos autoridades
citadas de su partido, para sufragar necesidades básicas, lo utilicen para mantener a sus varios
miles de PARÁSITOS Y MANGUILANES puestos a dedo en sus redes clientelares. Diga
lo que diga la Ley, si esto no es corrupción que venga Dios y lo vea.
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