martes, 18 de agosto de 2020

INDIGNANTE!!! Otra vez los primeros de Europa en rebrotes y contagios del coronavirus

Hola, Nicolás, tal y como el ministro de Sanidad iba anunciando el viernes las 11 medidas para todo el país contra el Covid19, consensuadas con todas las CCAA, me iban apareciendo sentimientos encontrados. 

Algunos puntos me parecían bien y me aportaban optimismo; algún otro, escepticismo y los dos principales(residencias de mayores y la atención primaria sanitaria) gran pesimismo y decepción. Y, por último, perplejidad, al comprobar, que ni siquiera se había abordado el gravísimo problema de la masificación del transporte público, ni las urgentes y complejas medidas de la apertura de los colegios y de la docencia en general. 

Pero como bien sabes, Nico, no me gusta quedarme nunca en las primeras impresiones (conocimiento sensitivo) y analizo la cosas todo lo a fondo que puedo antes de exponerlas (conocimiento consciente), ya que como dice el refrán: Del dicho al hecho, hay mucho trecho, Y si se trata de promesas políticas, me atrevo a decir, que más que mucho trecho, hay un abismo. 

Imposible, Nicolás, responderte en una sola carta a todo lo que, a mi juicio, tengo que decirte. Y no porque no lo haya madurado, he echado muchísimas horas a constatar experiencias propias y de otros países y al análisis y conclusiones que se desprenden para España. Pero como el tema es tan serio y mis discrepancias tan hondas en algunos puntos vitales, me veo en la necesidad de hacer mis exposiciones con la máxima seriedad y, a la vez, con valentía, para que no se me quede nada sin exponer, por muy crudo que sea, o porque moleste a alguien sea de la cuerda que sea. 

Entro en harinas, Nicolás. 

Parto de tres errores esenciales que se han cometido: El primero es, que en vez de prevenir y adelantarse a los acontecimientos en lo político, se ha ido siempre por detrás de los mismos. El segundo, el gran error de la  desescalada por provincias y con mucha precipitación, causa principal de extender el virus por todo el país, de lo que ya te he puesto al corriente en la carta carta anterior. Y el tercero, que en vez de apostar por liquidar el virus, se ha optado por convivir con él, con tal de activar a toda prisa la economía, centrándose en ella, casi en exclusiva y dejando postergadas medidas sanitarias muy urgentes, que ya se deberían haber tomado hace meses. 

Las consecuencias negativas no pueden ser más evidentes: El primer país de Europa en rebrotes y reactivación de contagios y por eso mismo, hundiendo cada vez más la economía. “Vísteme despacio que llevo mucha prisa”, Qué refrán más sabio! Y qué precio mas caro estamos pagando por no tenerlo en cuenta!. 

De acuerdo con la filosofía de convivir con el virus y emplear todas las energías y tiempo en echar a andar la economía, los caga prisas de los poderes económicos aprietan muy fuerte para consolidar este discurso unilateral, utilizando a tope todos sus grandes recursos mediáticos, se meten en el bolsillo a sus acólitos políticos de la triderecha y arrastran y meten al gobierno en el mismo discurso economicista, dejando todos de lado, gobierno incluido, la puesta en marcha de las medidas sanitarias vitales que urgía tomar.

Para colmo, la mala imagen sanitaria creada de nuestro país a causa del vivero de rebrotes, la han magnificado todavía más los principales países emisores de nuestro turismo, poniendo trabas y metiendo miedo a sus ciudadanías para que no vengan a España, por más que fuera este su lugar preferido habitual. ¿Y por qué?. Pues obvio, porque la situación tampoco es buena en esos países y retener a sus gentes en sus respectivas naciones, les venía que ni de perlas, para ir mejorando su consumo interno. 

Las medidas que considero positivas y las que no

Yendo ya, Nicolás, a analizar las medidas acordadas entre el ministro de Sanidad y las CCAA y empezando por las que me parecen positivas, decirte:

Que me parece muy bien cortar de raíz el ocio nocturno y el botellón; aunque me parecerá mejor si las sanciones que se apliquen a quienes se las salten, se les aplicaran multas elevadas o cualquier otra sanción ejemplar.

Hay que ser muy irresponsables e inhumanos para asistir adrede donde se pueda coger el virus, teniendo treinta o cuarenta mil muertes a nuestras espadas, fallecidas del modo más horrible y en la mayor soledad que quepa imaginarse, cuya mortandad va repuntando de nuevo día tras día. Y muy falsos, cínicos y mala gente, para ir al día siguiente al trabajo y a casa con cara de no haber roto un plato, cuando saben que tienen las máximas posibilidades de llevar el virus ya consigo y contagiar a su propia familia, a sus compañeros de trabajo y a sus amigos. 

También me parecen acertadas las medidas relativas a los restaurantes y terrazas y a impedir las celebraciones, divertimentos y reuniones de amigos y familias de más de 10 personas. Y, asimismo, prohibir fumar en los espacios públicos cuando se esté a menos de dos metros de otras personas. Pues los datos que se van contrastando demuestran que por estas vías se han producido una parte importante de los nuevos contagios y, en estos casos, los que se saltan las normas no son jóvenes por lo general. 

Igualmente, Nicolás, considero una idea excelente la creación de los llamados grupos burbuja; es decir relacionarse entre un núcleo reducido de las personas más queridas y afines y, a su vez, evitar cualquier relación con personas de las otras burbujas. La eficacia de los grupos burbuja para el rastreo han demostrado una gran eficacia en los países asiáticos, en Nueva Zelanda y en algunas naciones europeas nórdicas, donde se han aplicado. 

Hasta aquí las medidas que, a mi juicio, merecen una valoración positiva, ya que sobre las restantes y las ni siquiera han abordado aún, estoy muy decepcionado y te prometo, Nicolás y a Vds los lectores, el máximo esfuerzo por aproximarme a la verdad lo máximo posible (la verdad absoluta no existe, pero la proximidad a la misma, sí). Podría pasarme a las filas mayoritarias de la mentira, la hipocresía y el sectarismo, para que parezca que no está ocurriendo nada grave. Obvio, Nicolás, que desde el fariseísmo me ganaría menos enemigos, pero mi dignidad y mi tranquilidad de conciencia, quedaría como para tirarla a la basura. Así que, la verdad por delante por áspero  y crudo que sea el contenido de las dos siguientes cartas que publicaré a continuación de la presente sobre las residencias, la atención primaria sanitaria, la masificación de los trasportes y la apertura del nuevo curso de la docencia en general. 

Reflexiones finales complementarias de lo dicho hasta aquí

No quiero terminar la presente, Nicolas, sin rechazar la estigmatización que se viene haciendo de la gente joven, cuando el 95% de ella, viene manteniendo un comportamiento sobresaliente. Lo malo, en este caso es, que de poco sirve su buena actitud y la de todos los demás, ya que al virus le sirve con tener medio millón de personas antisociales y botarates que se dejen contagiar, para desde ellas seguir extendiéndose de nuevo por todo el país e incrementando su horrible mortandad. De ahí que no quepa otra opción que sanciones antes dichas para extirpar los grupos de estas personas desalmadas, donde por cierto, no todas son menores de 25 años. 

Insisto y reitero: mi más sentida felicitación a la abrumadora mayoría de gente joven y mi más absoluto repudio a esa minoría de desalmados que, aunque muy minoritaria, le basta y le sobra al maldito virus, para seguir extendiéndose a través de ellos por todo el país y seguir dándose festines, sobre todo en las residencias de mayores. 

Bien es cierto, que la gente, cuanto más joven, peor lleva los sacrificios y, especialmente, los confinamientos. Es más duro para una persona joven confinarse un mes, que para una persona mayor confinarse un año. De hecho, casi todos los mayores de 70 años en adelante, aún seguimos confinados o semiconfinados y preparados para seguir así todo el año o más tiempo si hace falta. 

Pero esta abismal diferencia no la podremos entender si la reducimos al simplismo de que son cosas naturales propias de la edad. No y mil veces, no. El fenómeno, en esta ocasión, es más complejo y no podremos entenderlo los mayores si no nos ponemos en el lugar de la juventud, ni tampoco lxs jóvenes. Ni tampoco ellxs a nosotrxs, en cuanto a capacidad de sacrificio, si no se ponen en nuestro lugar. 

Ocurre, simplemente, que los mayores nacimos en medio de las calamidades y estrecheces que nos dejó la guerra, incluido el hambre, lo cual nos dotó de una excepcional capacidad de sacrificio y resistencia,´que son las herramientas que nos hace mucho mas capaces para soportar la dureza y las dificultades por duras que sean, en comparación con las de las nuevas generaciones, que se lo han dado casi todo mamado y, por suerte para ellas, no han pasado por esos constantes dificultades que tuvimos que soportar, quienes ahora peinamos canas. 

Tener una u otra edad siempre influye, pero en esta ocasión, la gran diferencia para resistir proviene de las situaciones abismalmente distintas que nos ha tocado vivir a unxs y a otrxs.

Y, eso sí, Nicolás, hay algo que sólo se puede adquirir con los años: La experiencia, gracias a la cual, somos mucho más prevenidos y sabemos protegernos mejor. Se nos dice que ha bajado mucho la edad media de los contagiados, algo que es de cajón, porque ser más mayores no nos hace más idiotas; sino más sabios; de ahí que casi todas las personas entradas en años hayamos decidido seguir confinadas hasta que escampe, sin que nadie nos lo haya pedido. 

La gran pena, la gran rabia, es que las residencias de mayores sigan siendo aún logares tan fáciles para el Covid19. Si no fuera por el drama de las residencias, puede que las personas mayores contagiadas ahora no llegaran  ni a cien. 

En la próxima, abordaré la atención a la asistencia primaria sanitaria y las residencias de mayores, cuya misiva será tan dura, como cruda y caótica es la realidad en ambos casos. Hasta pronto, Nico

lunes, 3 de agosto de 2020

Felicidades de corazón a todo el personal que atiende las dos Residencias de Molina


Te cuento Nicolás:
Residencia de  Asistidos

A cuatro pasos de la Comarca de Molina, como quien dice, en Burbáguena, pueblo rural de Aragón, el mortífero Covid19 se ha colado en la Residencia de Seres Humanos” de Personas Mayores del lugar, contagiando a más de 70 personas de las 90 residentes. A cuatro de ellas ya les ha segado la vida.

Ya te hablé, Nico, en otra misiva del día 28 de mayo de los peligros reales que se cernían de que el virus se extendiera raudo al medio rural, cuyo título era bien elocuente: A la España Rural Interior sólo le queda la esperanza de que los rayos ultravioleta la libren del Covid19”. Vds, los lectores que deseen refrescar la memoria, pueden encontrar esa carta en mi blog, en el 8º lugar de de las misivas que le escribo a Nicolás.


Felicidades de corazón a todo el personal que atiende las dos Residencias de Molina


Es sabido que en Molina hubo algunos contagios en pleno apogeo de la pandemia, pero contra lo que viene siendo habitual en todos los lugares donde ha habido contagios; en Molina, el maldito virus, no pudo penetrar en los dos lugares preferidos por el Covid19: Las Residencias de la Común y de Asistidos de las Sabinas, ni tampoco ha podido entrar en las mismas, con motivo de los actuales rebrotes, a pesar de que ahora empiece a cebarse en el medio rural. Sólo en Aragón los rebrotes han alcanzado ya a una cincuentena de Residencias, ubicadas en áreas rurales o periféricas casi todas.

Chapó, un diez, para todo el personal que trabaja en ambas residencias y/o prestan atenciones sanitarias en ellas. A TODXS. Pero si la orquesta ha funcionado tan bien, superando, incluso, cierta escasez de medios humanos y materiales precisados, tiene que algún factor más, además de este gran quehacer colectivo, que puedan darnos la explicación completa del porqué el virus no ha logrado colarse en estas residencias. Para mí, hay dos: Uno, el esfuerzo y la dedicación sobrehumana colectiva, ya referida, de todos y todas las trabajadoras de ambas residencias. Y dos: Que sendos colectivos han funcionado como auténticas orquestas, merced a la excelente dirección de un Director y una Directora con tan buenas cualidades.


Felicitaciones, asimismo, al Director y la Directora de ambas Residencias

La Residencia de la Común ha estado dirigida por la batuta de Jose Luis Aparicio y la de Asistidos de las Sabinas por la de Mar Castelblanque.

No soy dado a personalizar cuando hay alguna acción que merece elogio, porque me parece más democrático, educativo y generador de conciencia poner el énfasis en la acción colectiva. Y menos lo soy aún en esta sociedad tan cargada de cesarismos, personalismos, caciquismos etc.

Pero en esta ocasión, no puedo ni quiero dejar de felicitar de corazón al Director y a la Directora de sendas residencias, por lo bien que han respondido ante la gran responsabilidad propia que tenían en función de su cargo. 

Conozco lo suficiente a ambxs Directorxs y sé de su excelente sensibilidad y sentido de la responsabilidad; cualidades ambas imprescindibles para la dirección encomendada; pero a su vez insuficientes, si no van acompañadas, como es el caso, de una gran dosis de humanidad, única forma posible de ver y sentir a las personas mayores, antes que nada y por encima de todo, como seres humanos, con los mismos derechos que los demás a vivir y a mantener hasta el último de sus días una vida de afecto, autoestima y dignidad tan rica como sea posible

Solo directores y directoras así, pueden estar al frente de unas funciones tan delicadas y humanas; sólo personas así pueden estar limpias del discriminatorio mal del “EDADISMO” tan en boga en España y en Europa. Discriminación incubada en un 60% de la población, según los estudios impulsados y verificados por la O.M.S en un sondeo de 83.000 personas de 57 países, donde los datos de edadismo en Europa y en España son mayores aún, que en otros países.

Ojalá que las cualidades de estas dos personas sirvan de referencia ejemplarizante y condición obligada para acceder a la dirección de las Residencias en toda España, de ahora en adelante.


También al Sr Alcalde

No quiero olvidarme tampoco de felicitar al Sr Alcalde con quien quien he tenido alguna ocasión de cambiar impresiones sobre este horrible problema y lo he visto muy centrado y preocupado, para que el virus no pudiera colarse a hacer estragos en su lugar preferido: Las dos Residencias de “Seres Humanos” de Personas Mayores.

El Sr Alcalde me dice, que él no ha jugado ningún papel relevante, porque se limitaba a tener al tanto e informar a las autoridades sanitarias por arriba; y por abajo, a estar pendiente de lo que necesitaran las Residencias y proporcionarles o gestionarles lo mejor que ha podido lo que le han pedido. 

Para mí, sin embargo, el Sr Alcalde merece también una especial felicitación en este asunto, porque ha estado donde tenía que estar y ha sido una pieza muy útil y eficaz en el conjunto del engranaje de la orquesta y ¿por qué no decirlo?: Porque he percibido en él mucha concienciación sobre el alcance de este problema humano cuando lo he tenido de frente. Mucha preocupación y mucho sentido de la responsabilidad de que todo saliera bien en ambas residencias.


Lo peor está por llegar

Pero no quiero terminar esta carta sin resaltar, que lejos de bajar la guardia es imprescindible incrementar los cuidados y las alertas en ambas residencias., porque los rayos ultravioleta que citaba el 28 de mayo, no han jugado el papel positivo que deseábamos. Y, por lo mismo, que existieran las máximas posibilidades de que el virus acabara penetrando en la España Rural Interior, como así lo están acreditando los rebrotes.

Hay mucho que decir sobre rebrotes, sobre las residencias, sobre la confinamientos, sobre irresponsabilidades, sobre el edadismo imperante, sobre la que se avecina… Pero sobre ello, Nicolás, te hablaré en próximas misivas. Esta primera quería destinarla a ponderar y felicitar como merecen los colectivos de las dos residencias de Molina por sus esmerados cuidados a los seres humanos mayores, así como a su Director y Directora y al Sr Alcalde por sus destacadas actuaciones.

Ánimo, responsabilidad, guardia bien alta y precaución extrema de todos y todas las atendedoras, que os seguimos necesitamos sí o sí, porque no puede existir en estos momentos en Molina una tarea más necesaria, hermosa, humana y digna que la estáis desempeñando todos vosotros y vosotras. Nada menos que cuidar a seres humanos ante el evidente y horrible peligro que les acecha.