Este artículo va de Yolanda Díaz y de Sumar, de la gestión de Yolanda como ministra. De su Proceso de escucha. Y, sobre todo, de si Sumar apuesta por crear y consolidar un Partido de masas, horizontal y de base asamblearia en todos los rincones de de este país de países, o si, por el contrario, va acabar siendo un bluf bunkerizado por arriba y desmantelado por abajo, como es el caso de Podemos.
Para el fuego amigo a discreción contra Yolanda y contra Sumar por parte de Podemos, ideado, tutelado y dirigido por Pablo Iglesias, haré otro artículo. Este es, en exclusiva, para dar mi opinión razonada y respaldada con hechos sobre el proyecto de Yolanda Díaz y de Sumar
O Sumar consigue un gran éxito interno en su quehacer como partido de masas o no habrá éxito posible. O crea y consolida ese gran partido que anhelamos y necesitamos las gentes progresistas más avanzadas y transformadoras y, sobre manera, las más de CINCO MILLONES que, decepcionadas, hemos dejado de votar a Podemos, o acabará siendo la segunda ocasión perdida. Otra gran decepción. Si soy así de tajante, es porque así de convencido estoy.
Antes de entrar en harinas una aclaración: Una cosa son los electores, otra muy diferente los inscritos o militantes y otra totalmente distinta los dirigentes de los partidos. Trataré de dejar lo más claro posible a cuál de los tres aspectos me refiero en cada momento y el porqué.
Para la opinión pública y también para mí, Yolanda Díaz ha sido y sigue siendo la mejor ministra de la democracia.
Es cierto que Podemos fue quien propuso a Yolanda para Ministra de Trabajo como cierto es también que la ministra no era ni es de Podemos. Por consiguiente, de lo único que la ministra tiene que rendirle cuentas a Podemos, es de la gestión de su ministerio. De lo que le ocurra a Podemos, bueno o malo, la responsabilidad era y es al cien por cien de ese partido no de quien nunca militó en él. ¡Vamos, digo yo!
¿Y como candidata a la presidencia del gobierno? ¿Cuál ha sido su comportamiento?
Analicemos el proceso: Pablo Iglesias, tras su fracaso en las elecciones autonómicas de Madrid, renuncia de inmediato a todos sus cargos institucionales y del partido y nombra a dedo a Yolanda Díaz como su sustituta, sin contar con nadie, ni siquiera con la persona que tenía que aceptarlo o no. Vamos, de la forma más dedocrática que quepa imaginar. Un procedimiento tan personalista y totalitario como este, encaja al cien por cien con lo que en toda Europa se conoce peyorativamente como “Elección a la Búlgara”
Sigamos: Yolanda, como es obvio, no podía aceptar un nombramiento a dedo, ni de Pablo Iglesias ni de nadie. Sin embargo, pensó que podía ser el momento indicado para presentar su candidatura a la presidencia de gobierno, con un Proyecto propio de País, en vistas de que el mismo quedó huérfano desde el Pacto de los botellines entre Podemos e IU, cuya alianza se ubicó a la izquierda de la izquierda del PSOE, es decir: en la esquina del tablero.
La idea de Yolanda era y es, que en su proyecto de País quepan todos los progresistas más avanzados y transformadores que quieran ir más allá de los límites que impone el PSOE, ya que ganarle al PSOE en las urnas y pivotar el cambio requiere entre seis y siete millones de personas dispuestos a votar su proyecto. Si podía ser, a la primera. Y si no en la siguiente, dado que, como ella misma decía: Era un proyecto de País para diez años.
La manera que Yolanda encuentra para cerciorarse de si son viables sus pretensiones es la de iniciar un PROCESO DE ESCUCHA PROPIO, porque sólo el mismo -entendía- la podía sacar de dudas de si existían o no condiciones para presentar definitivamente su candidatura a la Presidencia del gobierno. Estas condiciones, se las hemos escuchado y leído a Yolanda tropecientas veces.
El Proceso de Escucha, lo concluye en el evento de Magariños, donde dio un Sí definitivo ante todas las fuerzas del espectro de Sumar, excepto Podemos que no acudió, por estar en contra. ¿Qué parte de lo dicho hasta aquí no se entiende? ¿Qué parte no es verdad? ¡Pregunto!
¿Y como fue ese proceso? El primer paso que tuvo lugar en Valencia -convocado por Mónica Oltra- con las lideresas Adda Colau, la propia Mónica Oltra y Mónica García, fue un acierto rotundo. Si me pongo en el lugar de Yolanda, yo hubiera hecho exactamente lo mismo. Digo que fue un éxito rotundo por los siguientes factores:
1) Por el impacto y el eco que causó el evento, que le permitió abrir las
puertas del Proceso de Escucha a la ofensiva y a lo grande.
2) Por la demostración que hizo de personalidad, autonomía, y criterio propio y de que no iba a consentir
que la dirección de ningún partido le marcar la agenda durante dicho proceso.
3) Porque en el encuentro con las tres lideresas había detrás un millón
doscientos mil votantes reales, que no eran de Unidas Podemos.
4) Y, porque las tres lideresas citadas pertenecían a las tres ciudades más significativas,
estratégicas y emblemáticas de este país
de países, llamado España: Barcelona,
Madrid y Valencia. Hay quien montó en cólera ante este gran acierto y lo valora
al contrario que yo. El porqué, queda para el próximo artículo
Es cierto que el Proceso de Escucha fue más lento de lo deseado. Pero nada cabe reprocharle a Yolanda, si tenemos en cuenta, que lo hizo a la par que estaba desarrollando una intensa y fructífera tarea dentro de su ministerio. La capacidad de trabajo y de responsabilidad que demostró, tirando para adelante con las dos intensas tareas, es para enmarcar. De capacidad, por el hecho en sí, de la intensidad y magnitud de ambos compromisos. Y de responsabilidad, porque jamás descuidó ni le robó un solo minuto a sus deberes ministeriales, mientras duró el Proceso de Escucha
A mi juicio, se cometieron dos errores en el Proceso de Escucha, que se deben asumir y corregir.
Primer error: Estoy en desacuerdo con el perfil del equipo de las 35 personas promotoras de la élite intelectual que asignaron para impulsar Sumar, es decir: proponer un programa, unos estatutos y se supone que también, la creación y consolidación de una organización que se corresponda con el partido de masas de nuevo cuño, tan necesario como el aire que precisamos para respirar.
El subrayado, no es casual. Lo he resaltado porque no me cuadra, que ese equipo sea el más adecuado para proponer y ahondar en el partido de masas que precisamos. Los citados promotores tendrán un excelente currículo académico, no lo dudo, pero no de praxis sociopolítica, de experiencia propia, de cómo son y actúan los movimientos de masas, etc, etc. Salvo 2 de esas personas, las otras 33 carecen, a mi juicio, de este imprescindible saber sociopolítico de interrelacionar la teoría con la práctica.
Este es un error de mucho bulto que, por el bien de Sumar y de las gentes que se pretende representar y llevar a las urnas para obtener su voto, es necesario dar un volantazo de 180 grados, en la primera Convención que haga SUMAR y que en el máximo organismo que elija para conducir la vida del partido entre convención y convención, el número de docentes e intelectuales no sea superior al 15 o al 20%, por poner un porcentaje estimativo.
Las demás personas de ese organismo deben ser dirigentes naturales conocedoras de la acción de masas e implicadas en sus necesidades y causas comunes en el más amplio sentido del término Dirigentes así, los hay en cantidad y con una experiencia infinitamente mayor que la que poseen los intelectuales citados. No olvidemos que estamos en siglo XXI y dirigentes con praxis, experiencia y vinculación con la gente y con sus causas comunes y, además, con excelentes currículos culturales y profesionales, los tenemos a montones a pie de tajo y en todos los rincones, ámbitos y sectores de este país de países.
De ahí, que se pueda y se deba evitar importarlos del gueto de la docencia universitaria como ha sido el caso de Podemos y también de un grupo intelectual elitista. Así, pues, una cosa es que algunas de estas personas sean útiles y quepan en el máximo organismo de Sumar entre convenciones y otra totalmente distinta, que todo el partido esté invadido, copado y dirigido por los intelectuales o por los docentes.
Ya que estamos hablando del papel de los intelectuales en relación con el partido de masas, recomiendo encarecidamente leer las obras del filósofo catalán Manuel sacristán. Nadie como él se ha ocupado y ha explicado más a fondo el porqué es necesario evitar esta tendencia tan incubada en la intelectualidad, de ser ellos los que monopolicen y dirijan los partidos de masas, marginando a otras personas dirigentes naturales mucho más valiosas, pero con menos libertad y tiempo para dedicarlo al Partido. Todo ello queda perfectamente explicado, en su extensa y rica obra literaria, donde también están incluidos sus abundantes artículos de opinión.
Por otra parte, y sin restar importancia al papel que tenga cada Secretaría General en las agrupaciones o asambleas de base y a todos los niveles, no puede faltar en ninguna de ellas una Secretaria/o de organización, con personas dirigentes tan cualificadas y capaces, si no más, que las que posean las Secretarias y Secretarios Generales.
Las tareas de las Secretarias/os de organización son muchas, importantísimas, diversas y no al alcance de cualquiera, si tenemos en cuenta la pluralidad de causas y de ideas que acontecen en estos momentos y que, a pesar de ellas, necesitamos tomar como banderas imprescindibles la tolerancia y la capacidad de generar consensos poniendo el énfasis en lo que nos une y no en lo que nos divide, porque de lo contrario los organismos de Sumar se pueden convertir en inoperantes jaulas de grillos. Y eso choca frontalmente, con la necesidad de sacarle provecho a la acción política caminando todos en la misma dirección a pesar de la diversidad y pluralidad existentes.
Un segundo error, cuyas consecuencias se están pagando ahora, es la concesión (para mí regalos incomprensibles) que se le hicieron a Podemos para incorporarlo a Sumar in extremis. Cierto que Sánchez cogió por sorpresa y con el pié cambiado a todo el mundo y se tuvieron que hacer las candidaturas electorales a todo correr en cada circunscripción electoral provincial.
Pero los negociadores por parte de Sumar tendrían que saber, como sabíamos todo el mundo, que Podemos tras el colosal baquetazo electoral que se llevó en las elecciones municipales y autonómicas del 28M, no tenía por sí mismo ni la más remota posibilidad de sacar ni un solo diputado en ninguna circunscripción provincial de haber concurrido solo a las elecciones generales del 23J- Sin embargo, se le regalaron cinco, al colocarlos en las listas en lugares seguros para salir elegidos. De ello, de la deslealtad de Podemos para actuar en contra del propio pacto por ellos suscrito, invadiendo las redes sociales durante la campaña electoral, pidiendo que no se votara a Sumar y del daño que con ello se le causó a la ciudadanía, me explicaré en el artículo siguiente.
Termino diciendo que estoy inscrito en Sumar y puedo adelantar que con independencia de que avance o no por el camino del crear ese Partido de masas que, a mi juicio, es absolutamente crucial, como elector puedo garantizar que votaré a Sumar, porque las siguientes elecciones generales serán otra vez de absoluta emergencia nacional, de impedir a toda costa que los reaccionarios conquisten el poder. Y eso sólo se puede conseguir yendo a las urnas en la generales todos los votantes moderados a votar al PSOE.
Y, también y sobre todo,
yendo a votar a Sumar todas y todos los que nos consideramos progresistas más
avanzados y trasformadores, consolidando a Sumar como la tercera fuerza. Y ello,
por dos motivos: El primero porque es un voto más progresista y podremos
avanzar más. El segundo, para que esa tercera fuerza no sea VOX y evitar de ese
modo que el PP y VOX, No puedan conseguir los 176 votos que se necesitan para
la mayoría absoluta, que es lo mismo que decir; que para que no nos puedan
mutilar o suprimir los derechos conquistados, como ya están haciendo en los
Ayuntamientos y CCAA donde gobiernan.
Sin embargo mi condición
de inscrito, hoy por hoy, es CONDICIONAL
y supeditada a que sus dirigentes se
pongan sin más demora a crear y consolidar ese partido de masas y diferente antes
referido o que no lo hagan. Si se ponen a construirlo, mi inscripción
pasará a ser definitiva y no faltará la aportación de mi grano de arena como
mejor pueda hacerlo. Y si no se pusieran a construir ese partido, me daría de baja como inscrito; porque no creo ni
poco, ni mucho ni nada en los partidos elitistas; sólo en los que sean
auténticamente de masas, ya que sin esa herramienta, es mi opinión, no se
pueden hacer cambios auténticos y, más aún: porque partido que no se apoya en
un gran movimiento participativo y
organizado desde la base, partido que acaba despareciendo, dado que un partido
bluf o elitista es un partido extremadamente vulnerable, que se lo puede cagar
la reacción cuando le venga en gana, al no tener en quien apoyarse para
resistir y contra atacar.
Espero y deseo, por el
bien de las gentes más progresistas, por el bien de este país de países, por el
presente de las gentes que tienen necesidades comunes perentorias por
solucionar y por el bien de quienes vienen detrás, que Sumar
haya aprendido y extraído las enseñanzas correspondientes de que la debacle de
Podemos es en un 90% de carácter interno, de haberse desentendido del partido
hasta dejarlo hundir. Si Sumar lo asume,
y pone manos a la obra para crear y consolidar ese partido de masas,
varios millones de personas nos volveríamos a sentir esperanzados y felices. Y si no lo asume,
nuestra pena y decepción actual se
multiplicará, al ver con nuestros propios ojos, que sería la segunda ocasión
perdida.
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