domingo, 2 de febrero de 2020

El trabajo asalariado por cuenta ajena es un mal necesario. No un bien que emancipa (Uno).


"El trabajo asalariado por cuenta ajena es un mal necesario. No un bien que emancipa". La filosofía que encierra esta frase, tantas veces repetida, es algo que sigue teniendo consenso generalizado entre la parte de la ciudadanía más concienciada. De ello te voy a hablar, Nicolás, en esta carta y en otras dos más
Pero permíteme, que empiece teorizando; analizando si se puede o no se puede percibir y conseguir una sociedad sin capitalismo y sin trabajo asalariado por cuenta ajena.

En caso afirmativo, profundizar lo más posible en cómo se puedan alcanzar esos objetivos. Y si no se divisa ningún horizonte que nos lleve a pensar que tan emancipatorios deseos vayan a ser posibles, no quedará otra que construir un discurso centrado, en si cabe o no cabe un trabajo asalariado menos alienante dentro del sistema capitalista.

Pero antes de entrar en harinas salariales, Nicolás, creo que debo dedicar ésta a definir, aunque sea a grandes rasgos, mi ideología,  para que no haya trampa ni cartón del punto de vista desde el que te que te hago mis escritos, tanto estos sobre salarios, como todos los que envíe de aquí en adelante; aunque sólo sea por respeto a todos los lectores y lectoras que leen habitualmente las cartas que te mando que, aunque sea una cifra modesta, se ha ido incrementando mucho más de lo que me podía imaginar cuando abrí el blog. Muchas gracias a tod@s

De salarios por cuenta ajena hablaremos en las cartas siguientes, si puede ser enseguida, y si no con más tardanza, porque el trabajo que conllevan cartas de este tenor se las trae, no tanto en la parte de crítica, sino no en hacer propuestas que puedan ser viables

Si estuviera adscrito a una ideología o partido determinado, no haría falta explicar más, pero dado que ideológicamente me considero independiente y de vocación autodidacta, pues deseo que se vaya comprendiendo a qué obedece lo que reza en la cabecera de mi Blog y de mi FB, que son ideas, resumidas como si fueran mensajes, que tengo  interiorizadas y que sirven para definirme:

“Ni de derechas ni de izquierdas
mejor de delante
Mejor multirupturista democrático.”

De derechas: nunca he sido, ni lo seré. De izquierda: no comparto la ideología socialdemócrata, ni desde hace bastantes años tampoco creo en la posibilidad de un comunismo auténtico. Igualmente, no me siento anarquista, pero no porque no sea hermosa su aspiración, sino porque la veo utópica por completo.

Para mí lo primero, lo esencial es, alinearme y defender todo lo que sea justo, democrático y acorde con los desafíos planetarios, medio ambientales, demográficos, de desigual social etc, que tenemos por delante.  Las leyes son sólo las herramientas con las garantizar su ejecución. Pero cuando hay leyes que no obedecen a lo esencial, lo digno, honesto y obligado es luchar por echarlas abajo y cambiarlas por otras que sean justas y democráticas.

Distinto es que, mientrastanto, no quede otra que acatar las injustas -a la fuerza ahorcan- Pero de ahí a asumir que las leyes por el mero hecho de serlas haya que defenderlas de per sé, al margen de que sean justas o no, media un abismo. Y yo, Nicolás, bien lo sabes, por ahí, no paso, ni pasaré nunca jamás, al margen de que sean constitucionales o no (que afecten o no a la constitución, no cambia nada, porque la constitución también se puede y se debe reformar cuando sea preciso). Y como hay muchas que son muy injustas y otras muy mejorables, es por lo que me declaro multirupturista” dada la cantidad de leyes precisadas de cambio.

La palabra “democrático”, que adjetiva a multirupturista, es la manera de dejar sentado que mi postura no es la de rechazar el sistema o cualquier parte del mismo sin más, sino que, todos los rechazos deben de ir acompañados siempre de las propuestas con las que, a mi juicio, se solucionaría lo criticado. Es decir, me hallo en las antípodas de aquellas personas que son antisistema sin más, ni más y sin ofrecer salidas

Y, por último, lo de “mejor de delante” es, porque considero que las cosas hay que verlas y analizarlas con la perspectiva de las luces largas, para que, en el corto plazo, todas las tácticas, estrategias y pactos que se hagan, tengan la clara pretensión de acercarse en todo lo posible a los objetivos a conseguir, que implica: Flexibilidad en todos los aspectos susceptibles de poder pactarse y libertad total para seguir defendiendo por separado, las ideas en las que no se está de acuerdo y no digamos ya, cuando son discrepancias antagónicas. 

Bueno, Nico, se ha ido la primera carta sin aterrizar en el asunto objeto de las mismas, la alienación del trabajo asalariado por cuenta ajena y si caben fórmulas emancipadoras del mismo o en el peor de los casos de mejorar en la calidad de vida, si no quedara otra salida mejor. Hasta pronto, amigo.


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