¿Y por qué
este S.O.S en este momento?
Pues, en primer lugar, porque nuestros gobiernos -Central y
de las CCAA- para no cambiar, han puesto, como siempre, unas medidas tan lasas
e inservibles para esta Semana Santa, que no sirven para controlar nada. Ni
siquiera sirven como simulacro. Hasta Abundio y el que asó la manteca, se llevarían las manos
a la cabeza ante tan burdo paripé. Eso por una parte, y por otra, porque un sector de la ciudadanía pasan de muertos ("Pero si no pasa nada; si solo cascan los viejos”) y
anda ansiosa de aprovechar tantísimas vías de escape que les brindan los ridículos
controles, con lo cual, esta Semana Santa se concede de hecho movilidad suficiente para traernos el virus hasta nuestra
propia puerta.
De momento, dejemos ahí la crítica (tiempo habrá de esclarecer las responsabilidades, incluidas las delictivas de varias autoridades) y vayamos
al porqué de este S.O.S. Ese porqué no es otro, que todavía estamos millones de personas mayores
sin vacunar y si no redoblamos los cuidados por nosotras y nosotros mismos, nadie lo hará por nosotr@s. Y entre la lasa Semana
Santa y con la cuarta ola asomando las orejas, si no nos cuidamos más que nunca hasta que nos llegue la vacuna, estamos llamados a aportar las muertes que faltan hasta 100.000 por este
azote humanitario, si es que no se ha alcanzado ya. ¡¡¡Qué vergüenza, madre mía!!!
Pero la principal razón que me mueve a pedirles encarecidamente a mis compañeras/ros del sector al que pertenezco por razón de edad a extremar los cuidados, es porque quedamos aún millones de personas mayores sin vacunar, y no podemos dejarnos atrapar por el maldito bicho y menos aún, cuando ya estamos tocando con la punta de los dedos la puesta de la vacuna.
Si echamos la vista atrás, cualquiera puede comprobar la enorme capacidad que tenemos los mayores para hacer frente a las adversidades y vencerlas. Y para el que no sepa de nuestra fuerza, valga como ejemplo, que si estamos vivos aún, no es porque se nos haya protegido mucho, sino porque nosotras y nosotros de mutuo propio, llevamos ya más de un año completamente confinados.
Sé de nuestra fuerza ante la adversidad. Sé que en este terreno no nos llegan nuestros descendientes ni a la suela de los zapatos. Y no por ser mejores o peores, sino por las vicisitudes tan distintas que nos ha tocado vivir a unos y otros. También sabemos que ser mayores no significa ser más idiotas, sino en todo caso, más sabios por las experiencias acumuladas
En fin, es por todo ello, por lo que
estoy seguro que nos vamos a proteger más que nunca estas siete u ocho semanas
tan difíciles que nos quedan hasta la
vacuna, que es la única manera segura, de que el virus no nos pueda dar
matarile por muchos nuevos contagiados que puedan darse entre nuestros
descendientes.
¡¡¡Ni un sólo contagio más entre las personas mayores.!!!
Ánimo Jerónimo que ya lo tenemos casi superado.
ResponderEliminarUn abrazo para Toñi y para tí....bueno vale uno para cada uno!
Ya nos falta poco Amigo.
ResponderEliminarNos falta poco, capacidad para aguantar nos sobra e idiotas no somos; por lo tanto, seguro estoy que el virus en esta cuarta ola no se va a poder dar el festín con las personas mayores en esta ocasión
ResponderEliminarAhí estamos cuidándonos y apechugando. Ánimo y suerte a todos.
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