https://www.youtube.com/watch?v=qKoX01170l0
Sí pinchan en el enlace oirán el canto de los pájaros de Pau Casals que invadió de silencio, emoción y memoria el corazón de los familiares de los muertos del 11m en el bosque de los ausentes del retiro. Ojala que todos los días a las ocho de la tarde se empezara con un minuto de silencio a los acordes de esta interpretación. Los familiares de nuestros muertos por coronavirus seguro que nos lo agradecerían muchísimo
Sí pinchan en el enlace oirán el canto de los pájaros de Pau Casals que invadió de silencio, emoción y memoria el corazón de los familiares de los muertos del 11m en el bosque de los ausentes del retiro. Ojala que todos los días a las ocho de la tarde se empezara con un minuto de silencio a los acordes de esta interpretación. Los familiares de nuestros muertos por coronavirus seguro que nos lo agradecerían muchísimo
Estoy muy polarizado,
Nicolás y amigos lectores, por los cientos de residencias de mayores en España, que el azar ha puesto al desnudo que se habían convertido en inmundos
geriatri-cidios.
Al ir a desinfectarlas y ver
como se encontraban estas personas para protegerlas del virus desconocido, se han destapado situaciones dantescas
de infectados y muertos, consecuencia de la vergonzante inmundicia en que se
hallaban esas residencias, vaya Vd a saber desde cuando (en adelante, gerianti-cidios, que se
corresponden mejor con la realidad)
Residencias, cuya fijación de protocolos y vigilancia estricta de los mismos es responsabilidad exclusiva e inexcusable de las CCAA de cada ámbito.
Tengo escritas ya dos cartas a Nicolás, aunque sin enviar, acompañadas de las correspondientes propuestas, para que todas las residencias dispongan de un
protocolo exigente desde ya mismo, donde los mayores puedan terminar la última etapa de su vida
tratados con el agrado, cariño, respeto, paciencia y dignidad que todo
ser humano merece, para lo cual, han de estar adaptadas a paliar y compensar al
máximo las limitaciones de sus residentes de calidad de vida en su última etapa.
Esa era y es la misión
estricta de mis misivas; pero ahora, por lo que se nos dice oficiosamente y no se nos desmiente, se ha cruzado por medio otro
escándalo, que parece imposible de creer. Tal es, que los muertos por el Covid-19 en las residencias no están contabilizados, con lo cual, esto cobra tintes incalificables. Resulta que si eres una persona mayor que no estabas en una residencia y has pasado por las urgencias de un hospital y por la UCI con un respirador sí se contabiliza esa muerte. Pero si estabas en una residencia, pues ni UCI, ni respirador, ni contabilizado como muerto por corona virus.
A no tardar, se supone, que
estas inhumanas discriminaciones por estar en una residencia, espero que se podrán en claro. Y cuando pase la lógica
tormenta que levantará, será cuando daré curso a mis cartas para que no se mezcle
esta inconcebible discriminación entre unos muertos y otros y hablar de lo quiero hablar, de cómo se vivía (es un decir) en cientos de residencias y de exigir un golpe de timón radical a la situación, con protocolos exigentes y bien controlados y que exista el delito y la cárcel para los responsables de cualquier CA que no cumpla con sus deberes de vigilar y garantizar el cumplimiento estricto de los protocolos.
Entretanto, voy a hacer un
relato de cómo se está actuando en un país tan próximo al nuestro como Portugal
sobre los acontecimientos y rasgos más destacados desde la revolución de los
claveles hasta hoy, a ver si así, nos quitamos de encima este falso y estúpido
complejo de superioridad, nos entra un poco de vergüenza ajena y aprendemos algo de los grandes ejemplos del país hermano, que buena falta nos hace, sobre todo a los dirigentes de las fuerzas políticas de aquí.
Ayer, me tragué las diez
bochornosas horas de debate en el Parlamento Español repleta de divisiones
y descalificaciones, lo cual produce estupefacción si se dan en medio de un proceso de Estado de Alarma que. por principio, demanda la unidad de todo el mundo, máxime tratándose de un virus que no
entiende de territorios ni fronteras, que está causando una gran mortandad y
que, mientras la ciudadanía ya ha asumido su parte de sacrificio confinándose
solidariamente como se le pide desde el gobierno, las direcciones de las
fuerzas políticas, que son las primeras obligadas a predicar con el ejemplo, siguen dando una imagen de
enfrentamientos y divisiones deplorables e intolerables.
Voy a ello, Nico, a ver si mañana mismo recibes la carta.
Voy a ello, Nico, a ver si mañana mismo recibes la carta.
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