jueves, 28 de mayo de 2020

A la España Rural Interior solo le queda la esperanza de que los rayos ultravioleta la libren del Covid-19.




Otro que tal baila:  El ministro Japonés de Finanzas, Taro Asó, quejándose de que los mayores vivamos demasiado. En Internet tenéis sus declaraciones por todas partes. Pero esto es sólo otro dato ilustrativo. Mi deseo es que entren al blog y lean el artículo, cuyo título es orientativo del inmediato peligro que acecha al medio rural

Ojalá, Nicolás, que la temperatura haga de freno eficaz, porque si no actúa la naturaleza, yo al menos, no vislumbro ninguna salida para evitar la llegada y expansión del coronavirus a la España Rural del Interior (en adelante ERI). Si no se cambia de inmediato la política de MOVILIDAD provincial y la interprovincial (las directrices están en el BOE) lo más probable es que la ERI no vea ya la luz al final del túnel. 

Una ERI compuesta por 5.400 pueblos rurales de 204 Comarcas que padecen despoblación severa y andan ya con respiración asistida. Una ERI, cuya superficie es el 70% del territorio total del país; de acuerdo con la ley 45/2007 Sostenible de Desarrollo del Medio Rural y el Real Decreto de 2010 que concreta la aplicación de la citada Ley. Textos, ambos, en vigor -pero asombrense- sin ponerlos todavía en marcha diez años después.


Para no entrar en dilatorias polémicas de distracción, que no nos podemos permitir cuando el trillo nos está dando ya en los talones; me sirve igual la referencia del gobierno de meter en el mismo paquete a todos los pueblos de menos de 10.000 habitantes, aunque no coincida, en parte, con la ERI.

Los hechos son los únicos que nos pueden orientar, si hay riesgos reales de que el coronavirus hunda en un santiamén el medio rural. A mí me indican que así será, si el gobierno y las CCAA no cambian de inmediato la política de MOVILIDAD provincial y la interprovincial. En cualquier caso, más vale "prevenir que curar". No prevenir, supondría tropezar dos veces en la misma piedra en tan sólo dos meses.

Te explico, Nicolás, los hechos más relevantes en los que me baso:

1º) La ERI, en general, está limpia de virus. Por el contrario, en las capitales de las provincias y en alguna otra población grande es donde se ha instalado el maldito bicho, con tantas y tan horribles muertes causadas. Más espantosas y vergonzantes (¿también delictivas?) son aún, si cabe, las muertes de varios miles de personas desatendidas en cientos de inmundas residencias de mayores, ubicadas en las capitales y sus periferias, cuyo inhumano abandono demanda una carta específica.

2º) Ante una realidad URBANITA donde el virus ha causado tantos estragos y otra realidad RURAL limpia de Covid-19 en líneas generales; es de puro sentido común que, si queremos evitar la llegada y extensión del virus a los pueblos de la ERI, esta debe quedar excluida de la MOVILIDAD urbanita (ni ocupando las segundas residencias ni sin ocuparlas) hasta que no se levante el estado de alarma. Si no se rectifica ya mismo y no se toma esta imprescindible prevención, toda la responsabilidad recaerá sobre las espaldas del Gobierno y las CCAA, sin que puedan sacar pecho tampoco las demás fuerzas políticas, porque todo el mundo sabe que existe esta amenaza, pero nadie ha movido un dedo, ni dicho ni pío al respecto. El que calla…

Hasta que no se haya probado que el virus ha desaparecido de cualquier área urbana y sumemos a ello 14 días seguidos más sin contagios nuevos, no se puede decir que el Covid-19 se ha liquidado en la misma.

3º) En tanto se consigue lo del punto anterior, la MOVILIDAD urbanita provincial e interprovincial, debe quedar circunscrita a las capitales y sus periferias, pero no a la ERI. No a los pueblos rurales. Y no solo porque sus pueblos no estén contagiados; sino porque en la ERI o en los pueblos de menos de 10.000 habitantes, el envejecimiento es muy grande y más de la mitad de su paisanaje, somos gente muy vulnerable. O sea, son pueblos adecuados para que el virus se siga dando grandes festines, tras los que ya se ha dado en las áreas urbanas y, especialmente, en centenares de inmundas residencias de mayores.

4º) Dirás, Nicolás, que te sobra con lo que te he contado hasta aquí para darte cuenta de la que se avecina a los pueblos rurales. Y no, no sobra; me falta por deciros a ti y a los lectores  del blog algunas cosas más, la principal de las cuales es: Que ni el gobierno, ni las demás fuerzas políticas, ni la tv, ni la radio, ni la prensa digital o en papel, ni los tertulianos, ni los periodistas al preguntar en las ruedas de prensa… ni NADIE, haya hecho una sola alusión referida a este peligro real de que el virus se extienda a toda la ERI o a los pueblos de menos de diez mil habitantes.

5º) No cabe una demostración más general y más palpable de que en España no hay más discurso, más cultura y más preocupación que la urbanita; y que pasan al cien por cien del medio rural; algo que no supone ninguna novedad, porque así ha venido sucediendo durante los cuarenta años seguidos que llevamos de “democracia”.  Pero aun así cabía pensar que ante un caso incomparablemente más dramático y peligroso se comportaría de otra manera; sin embargo, nos ignoran como siempre. Y es que no somos urbanitas,  sino rurales. Tampoco somos rentables en términos de votos y, para colmo, al ser una población tan envejecida generamos mucho gasto sanitario

6º) El contagio en el medio rural, de producirse, no traerá sólo la consecuencia de más muertes en tan horribles circunstancias, debido a los muchos cientos de miles de personas mayores y vulnerables que vivimos en los pueblos; aunque evitar muertes sea siempre lo primero. Pero es que, además, si el virus nos atrapa, supondrá también, el hundimiento de todos los pequeños negocios de la ERI, que subsisten ya a duras penas y que sería imposible evitar el cierre, si no pueden hacer caja en julio y agosto, que es cuando hacen una buena parte de la misma. Bien vale la pena, pues, impedir por ley la MOVILIDAD y llegada de la gente urbanita a los pueblos en junio, a cambio de garantizar los negocios y la venida de muchos visitantes en el mes de agosto y, por supuestísimo, los hijos de los pueblos.

7º) Hemos de tener presente también, que la llegada urbanita a los pueblos de nuestras Comarcas) por hábito va indisolublemente asociada a disfrutar de la libertad y el divertimento y, además, que es una costumbre arraigada, acudir al bar como lugar de encuentro que, al ser lugares cerrados, son los sitios más peligrosos para el contagio. 

En definitiva, quien crea que en los pueblos se van a respetar las directrices y normas o está soñando o ignora por completo cómo se vive el verano en ellos. Las normas y, además, con restricciones, las cumpliremos las personas vulnerables, que si no hay cambios inmediatos (mañana mismo) en la actual política no nos quedará otra que seguir confinados. Por mi parte y la de mi pareja ya hemos decidido seguir confinados el mes de junio a ver qué pasa y sé de bastantes más que harán lo mismo.

8º) Hasta ahora la MOVILIDAD se da solamente dentro de cada provincia y, además, aún no estamos en fiestas. Sin embargo, quienes utilizan la mascarilla son los menos: las personas vulnerables y pocas más. En cambio, las que llevan la mascarilla colgada al cuello de adorno como si fueran los Sanfermines o, simplemente, se la han dejado en casa, son mayoría. Añadamos, que una parte de la gente joven, aunque minoritaria, se comportan parecido a las imágenes que nos echan todos los días en la tele y que no nos gustan. Y agreguemos que, si no cambian la política, en una semana más o menos, tendremos ya la movilidad interprovincial. Y, por último, no perdamos de vista tampoco, que la gente vendrá con ganas de libertad y marcha después de tanto confinamiento. Juntémoslo todo, y que cada quien saque sus conclusiones.

9º) En este mismo momento estoy viendo la tele y enterándome de los rebrotes que se están dando en varios países que tenían ya el virus controlado, de los que España no es ajena, como lo demuestran los casos de Murcia, Lleida y Ceuta. Creo que haríamos bien en tomarlo como un aviso muy serio.

10º) Y no quiero acabar sin referirme a Guadalajara, la cual componemos dos provincias distintas sin nada en común en el quehacer diario de nuestra vida. Una la Guadalajara de la capital, su periferia y el Corredor del Henares, muy masificadas y con una interrelación muy fuerte con Madrid, donde en las empresas y otros entes que median entre Guadalajara y Alcalá de Henares, sus

plantillas están compuestas casi a partes iguales por gentes que viven en la parte de Guadalajara y gentes que viven en la parte de Madrid.


Y hay otra Guadalajara absolutamente rural configurada toda ella por pueblos en despoblación severa. Por lo cual, la MOVILIDAD de la parte de allá no debía pasar de Torija. Si no se toman medidas inmediatas para hacerlo así, nos llegará mucho peligro de contagio por el oeste: Madrid la ciudad más contaminada. Guadalajara y el Corredor, interrelacionados con Madrid. Y nuestros pueblos asumiendo un gran riesgo, al venirse miles de familias de Guadalajara y el Corredor que tienen en nuestros pueblos su segunda residencia y la ley los ampara para venir cuando deseen.

11º) La ventaja de quienes se trasladen a nuestros pueblos es que, al primer síntoma que noten, cogen su coche, se marchan a su primera residencia y allí los atenderán al instante en la atención primaria que ya están preparando, mientras que a nosotrxs no nos queda otra que atenernos a la atención primaria de aquí, cuya montaje de recursos y medios humanos ni están ni se les espera; con lo cual por buenxs que sean los médicxs,  etc, que lo son, poco pueden hacer si no se les dota de los refuerzos materiales  y humanos que necesitan.

Me ha quedado una carta muy larga, Nicolás, lo sé, pero sus puntos están tan interrelacionados y son todos tan necesarios de comprender y tanta la urgencia de pronunciarse, que no me quedaba otra que hacerlo así. Dejaremos la carta colgada varios días en la cabecera del Blog y del FB y esperemos, que poco a poco, la gente se vaya interesando y la le vaya leyendo. En cualquier caso, siento que haya quedado tan extensa.







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